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Hasta dónde llega una madre, por amor hacia su hijo.

Relato enviado por : narrador el 08/08/2013. Lecturas: 16531

etiquetas relato Hasta dónde llega una madre, por amor hacia su hijo.   Confesiones .
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Resumen
¿Usted es Rita, la madre de Carlitos? Les juro que cuando al otro lado de la línea telefónica me hicieron esa pregunta, por poco y que me orino encima, del susto que me dio. Ya que conociendo a mi hijo, tuve la intuición de que no se trataba de nada bueno. Sobre todo cuando le escuché decir a esa persona, que por el bien de Carlitos, deseaba verme de inmediato en el Supermercado cercano a nuestra casa


Relato
A pesar de ser casi las ocho de la noche, rápidamente salí de casa como una loca, justo cuando recibí la llamada, me encontraba realizando la limpieza, de la casa, aprovechando que Carlos mi esposo, se había ido de pesca por el fin de semana con sus amigos. Por lo que en ese momento, lo único que estaba usando era una sencilla bata casera, y las sandalias, que tenía puestas. En cosa de pocos minutos llegué corriendo al Supermercado precisamente en el momento en que estaban cerrando, en la puerta me recibió el dueño del, que al verme, de inmediato supo quien yo era.

Yo me encontraba toda nerviosa, con el corazón que parecía que se me quería salir por la boca, debido a la gran carrera que había pegado, para llegar lo más pronto que pude a ese lugar. Fue cuando el tipo ese, que me dijo que se llamaba Esteban, me pidió que me calmase, y que lo acompañase a sus oficinas, en donde yo suponía me encontraría con la joyita de mi hijo. Pero una vez que atravesé la puerta de la oficina y el tal Esteban la cerró tras de mí, me di cuenta de inmediato que Carlitos, no se encontraba en ese lugar.

Yo de por sí, ya me encontraba bien nerviosa, pero al no ver a mi hijo, y darme cuenta la manera en que el tipo ese me miraba de pies a cabeza, como queriéndome desnudar con los ojos. Me indigné, y comencé a reclamarle explicaciones de cuál era la razón de que me llamase a casa, y de manera tan brusca me exigiera que estuviera de inmediato en sus oficinas. Yo iba a seguir reclamándole, cuando él simplemente, tras prender un monitor, y poner a correr un video en su computadora, me hizo señas de que me sentase.

El video comenzó a correr de inmediato, y en el yo pude observar claramente como mi hijo Carlitos, ocultaba entre sus ropas, un par de botellas de ron. Y luego en otra cámara pude observar como trató de salir del Supermercado, sin pagar esa mercancía. Por lo que una vez que atravesó la puerta que da a la calle, fue detenido, por el guardia de seguridad del negocio, en compañía del tal Esteban.

Yo me moría de la vergüenza, aunque quisiera negarlo, en el video podía ver de manera bien clara y sin lugar a dudas, de que mi hijo robó esas bebidas. Tratando de salirme por la tangente, es decir sin aceptar los hechos, le pregunté al tal Esteban que cuanto era lo que le debía. Fue cuando él, me pasó una factura, diciéndome. Durante toda este mes su hijo Carlitos, nos ha robado un total de unas cincuenta botellas de diversos tipos de bebidas, lo que suma esa cantidad.

Yo me quedé boquiabierta, sin saber que decir. Hasta que el hijo de la gran puta de Esteban me continuó diciendo. Sabe señora Rita, yo pensaba llamar a los policías y entregarle a su hijo, pero cuando lo vi llorando, como un niño pequeño, y pidiéndome que por lo que yo más quisiera, que no llamase a la policía, digamos que se me ablandó un poco el corazón. Pero como comprenderá no puedo dejar que eso se quedé así, ya que en lugar de hacerle un bien al chico, le estaría haciendo un tremendo mal. Así que decidí llamarla a usted, para ver como entre los dos podemos arreglar este asunto, sin que la policía, ni el padre de Carlitos se enteren.

Yo en medio de todo le agradecí que tomase esa decisión, ya que si mi marido se llegase a enterar de lo que había hecho nuestro hijo, seguramente lo mataba a correazos, por sinvergüenza. Fue cuando volví a notar la manera en que el Esteban ese, se me quedaba viendo. Lo que me hizo sentir nuevamente algo nerviosa, así que mientras él continuaba preguntándome que era lo que podíamos hacer, comenzó a caminar a mi alrededor, mientras que yo permanecía sentada en la silla, viendo el monitor. Una de sus manos la colocó sobre mi hombro, al mismo tiempo que no dejaba de preguntarme qué era lo que podíamos hacer por el bien de mi hijo.

Yo tartamudeando como usualmente me pasa cuando me encuentro nerviosa, le ofrecía cancelar completamente la deuda, pero para mi sorpresa, el tal Esteban me dijo. No se preocupe por eso, yo le tengo un seguro a toda la mercancía para situaciones como estas. Así que por el dinero no se preocupe, me volvió a repetir. Sin dejar de mirarme de la manera en que lo estaba haciendo, y sin retirar su mano de mi hombro lo que me puso más nerviosa me dijo. Yo estoy pensando en hacer algo diferente, algo que me asegure que su hijo no va a volver a querer robar más nunca.

Aparte de estar bien nerviosa, sus palabras me confundieron muchísimo más, ya que continuó diciéndome. A su hijo hay que darle un fuerte escarmiento, y de esa manera le aseguro que no volverá a robar más nada en su vida. Su hijo tiene que darse cuenta que las acciones de él, van a repercutir en la persona que más ama en el mundo, o sea usted. Yo aun continuaba sin comprender ni papa, de lo que el hijo de la gran puta ese me decía.

Si usted está de acuerdo, basta con que me diga que si, y acepte lo que yo le proponga, de lo contrario simplemente llamaremos a la policía, y usted se puede imaginar el resto, cuando su hijo llegue al correccional, lo menos malo que le puede suceder, es que alguno de los internos, lo convierta en su mujer. Así que tú decides Rita, o te acuesta conmigo o meto a su hijo preso. Cuando escuché sus palabras, prácticamente me quedé paralizada, pero antes de que yo lo mandase al coño de su madre, el tal Esteban abrió la puerta de una covacha, tras la cual se encontraba Carlitos sentado en el piso llorando. En ese instante al verlo, sabiendo que mi hijo es de carácter débil, me lo imaginé siendo sometido por cuatro tipos, completamente desnudos, y mientras dos de esos tipos, lo sujetaban por brazos y piernas, otro lo penetraba por el culo, y el cuarto lo obligaba a mamar su verga, en contra de su voluntad.

En ese instante el Esteban ese, sin vergüenza alguna me dijo frente a mi hijo, bueno Rita, decide, o hace todo lo que yo le ordene y nos acostamos ya mismo, o llamo a la policía y seguramente en el correccional, esta noche algún abusador le comerá el culo a tu hijo, por todo el tiempo que el permanezca ingresado. Yo la verdad es que no sabía que responder, mientras que mi hijo aun sentado en el piso, no dejaba de llorar, y me pedía no dejase que él fuera preso.

Una vez que escuché la voz de mi hijo, no me quedó más remedio que aceptar lo que Esteban de manera tan vulgar y ruin me proponía. Pero por lo visto no contento con eso, se dirigió a Carlitos, y le dijo. Mira hasta donde te ha traído la mariguana, yo al escuchar esas palabras que Esteban le decía a mi hijo, me sorprendí mucho más, y al él ver mi sorpresa, me dijo. A es que no lo sabías Rita, tu hijo me robaba las bebidas para cambiarlas por marihuana. Y sin detenerse continuo diciéndole a mi hijo, ahora por tú culpa, tú madre para que no vayas a ir preso, tiene que complacerme en todo lo que yo le ordene, y serle infiel a tu padre, que te parece pendejo.

Carlitos aun sentado en el piso de esa covacha, no dejaba de llorar, con su cabeza entre las manos. De momento Esteban se dirigió a mi ordenándome que me pusiera de pie, yo sumisamente obedecí, y una vez que estuve de pie, me indicó con un gesto de su mano que me quitase la bata. Yo lentamente comencé a desabotonármela, al tiempo que sin proponérmelo recordé, que hacía unos cuantos meses atrás, le había comenzado a ser infiel a mi marido, pero por otras razones.

Estando en mi trabajo, recibí una llamada de una clínica, la persona me dijo que mi esposo había sido ingresado de emergencia, con un fuerte ataque de apendicitis, y que justo en ese instante se encontraba en la sala de operaciones. Así que de inmediato, le indiqué a Mauricio mi supervisor lo sucedido, y él viendo lo nerviosa que me había puesto, se ofreció llevarme en su auto a la clínica.

Bueno una vez que llegué a la clínica, ya a Carlos lo habían sacado de la sala de cirugía, por lo que aparte de llenar los papeles de la clínica, le compre un pijama, y algunas cositas extras, tras lo cual pensaba regresar a casa. Pero en el vestíbulo de la clínica, Mauricio me estaba esperando, y al salir me invitó a comer. Cosa que yo acepte, la cuestión es que después de comer algo, nos tomamos unas cervezas, y aprovechando que Carlos se encontraba en la clínica, y que mi hijo Carlitos estaba en la finca con sus abuelos, cuando Mauricio me invitó a bailar, y que para que se me calmasen los nervios, también acepté.

A medida que fuimos bailando Mauricio, poco a poco sin prisa alguna comenzó acariciar mi cuerpo, y decirme lo bella que me encontraba a pesar del susto que había terminado de pasar. Y así entre las caricias, y sus palabras cuando me besó, y me introdujo su lengua dentro de mi boca. Por dentro yo estaba gritándole que deseaba acostarme con él. Por lo que cuando me llevó a mi casa, lo invité a pasar. Y en la misma sala ambos nos continuamos besando, acariciando, y quitando toda la ropa. Mauricio me recostó en el sofá de la sala, y en ese mismo sitió me ha dado una mamada de coño, como nunca antes nadie me la había dado. Haciendo que yo gimiera y gritase de placer al sentir sus dientes y boca, mordisqueando todo mi clítoris, y chupando toda mi vulva.

Por lo que una vez que me hizo alcanzar un tremendo orgasmo, nos fuimos a mi dormitorio, y en la misma cama en que yo dormía con mi esposo, lo dejé que me hiciera de todo, incluso hasta que me diera por el culo, y ponerme a mamar su verga. Cosas que a Carlos mi marido, nunca lo he dejado hacerme. Desde ese día Mauricio y yo nos convertimos en amantes ocasionales, desde luego sin que ni mi hijo ni mi esposo se enterasen.

Pero volviendo a lo que me sucedió estando con Esteban, apenas quedé completamente desnuda ante él y mi hijo, Esteban dirigiéndose nuevamente a mi hijo le dijo. Mira a tu madre, como va a dejar que yo le haga lo que a mí se me antoje, para que tú no vayas a ir preso. Y aunque Carlitos aun sentado en el piso, mantenía su cara oculta entre sus manos, no me queda la menor duda, de que me estaba viendo por entre sus dedos en esos momentos. Esteban se soltó los pantalones, y el interior quedando con su verga al aire, y de inmediato me dijo. Quiero que me lo mames, hasta que te diga.

Yo de manera obediente, me arrodillé ante él, y procurando no ver a mi hijo, cerré los ojos, y agarrando su erecto miembro entre mis manos, lo dirigí a mi boca. Así que a medida que yo mamaba su verga, esteban me fue diciendo lo bien que yo lo hacía, que por lo visto tenía una gran experiencia, y sin dejar de hablar me pidió que me acariciara el coño con mis dedos. Por lo que sin dejar de mamar su verga, cambié de posición y frente a mi hijo, comencé a tocar mi coño.

Yo creo que debido a la situación tan morbosa que nos encontrábamos, Carlitos hizo lo posible por no verme, pero eventualmente sus ojos bien abiertos se clavaron en mi cuerpo. Por lo que seguramente, no perdió detalle alguno de todo lo que estaba sucediendo. Por un largo rato le mamé la verga al tal esteban al mismo tiempo que acariciaba mi coño profundamente frente a mi propio hijo, hasta que el hijo de la gran puta ese, me ordenó que me detuviera. Dejándome tirada en el piso de su oficina, con mis piernas bien abiertas, frente a mi hijo. Quien como ya les comenté, no me quitaba los ojos de encima.

A los pocos segundos regresó Esteban con un tarro de margarina en sus manos, fue cuando me ordenó que me pusiera de pie, y que me recostase sobre su escritorio, dejando mis piernas bien abiertas. De inmediato supe que era lo que él deseaba hacerme, y cuando sentí sus dedos embadurnados con la margarina, untándola sobre mi esfínter, no me quedó la menor duda de lo siguiente que me pasaría. El desgraciado de Esteban sin consideración alguna me ha enterrado toda su verga por mi culo, haciendo que del dolor hasta se me corrieran unas cuantas lagrimas.

Yo no pensaba complacerlo, moviendo mis caderas, pero a medida que su verga comenzó a entrar y salir de mi aporreado culo, una de sus grandes manos, llenas de margarina aun, se clavó dentro de mi coño. Por lo que a medida que no dejaba de meter y sacar su verga, sus dedos jugueteaban con mi clítoris y vulva, pero de tal forma y manera, que no pude contenerme. Y prácticamente de manera involuntaria comencé a mover mis caderas, restregándolas contra su cuerpo, al tiempo que él me mordisqueaba todo mi cuello, y orejas.

Ya hasta me había olvidado de la presencia de mi hijo, cuando Esteban dándole un fuerte grito lo llamó a nuestro lado. Casi de inmediato Carlitos se puso de pie, y rápidamente se colocó a nuestro lado. Fue cuando Esteban le ordenó que se bajase los pantalones. Cosa que mi hijo hizo de inmediato, sin oponer resistencia alguna. Lo que me sorprendió a mi fue ver que el miembro de Carlitos se encontraba completamente erecto. El muy pervertido, se había excitado viendo como el tipo ese me daba por el culo. De momento Esteban me agarró por el cabello, y con un bruco movimiento, colocó mi rostro frente a la parada verga de mi hijo., diciéndole. Ahora aparte de ver cómo le doy por el culo a tu propia madre, ella te va a mamar la verga.

En la situación en que me encontraba, no me quedó más remedio que obedecer lo que Esteban me ordenaba. Por lo que de inmediato me dediqué a mamar la erecta verga de mi hijo, al mismo tiempo que el tal Esteban continuaba clavándome su verga por entre mis nalgas. Esteban no perdía oportunidad para decirle a Carlitos, que todo era culpa suya, que era un hijo de la gran puta, pero por meritos propios, que su madre o sea yo, estaba siendo obligada hacer todas esas porquerías por culpa de él.

A medida que Esteban continuó dándome verga por el culo, se fue excitando más y más, sus manos recorrían todo mi cuerpo, apretaban mis tetas con tal fuerza que casi me hacía llorar, mientras que Carlitos a medida que yo le mamaba su verga, no dejaba de mirar el techo. Hasta que Esteban se corrió dentro y fuera de mis nalgas. Para de inmediato separarse de nosotros, y preguntarle al hijo de la gran puta de mi hijo, si quería darme por el coño con su verga. A lo que Carlitos de inmediato le respondió que sí.

No es que no lo pudiera creer, pero mi propio hijo de inmediato sacó su verga de mi boca, y recostándome sobre el escritorio de Esteban, me penetró divinamente por mi coño. En mi vida había ni tan siquiera pensado en hacer algo como eso con mi propio hijo, pero a medida que su sabrosa verga entraba y salía de mi lubricado coño, yo continúe moviendo mis caderas como toda una puta desesperada. Así estuvimos moviéndonos hasta que tanto mi hijo como yo disfrutamos de un tremendo clímax.

Ya nos habíamos separado, cuando Esteban le preguntó a mi hijo, si tenía algo de monte encima, y de inmediato Carlitos sacó una pequeña bolsita plástica, llena de picadura, en in abrir y cerrar de ojos, preparó un cigarrillo, lo prendió, y mientras yo me lavaba mi coño y mi culo en la covacha, ellos dos comenzaron a fumar. Para posteriormente obligarme a mí hacerlo. El resto de esa noche, me la pasé dándoles el culo y el coño a los dos y mamando sus respectivas vergas.

Al regresar en la madrugada a casa, me di un buen baño, y no le dirigí una sola palabra a mi hijo. Al siguiente día, Carlitos se despertó y apenas me vio se puso a llorar pidiéndome perdón por todo lo que me había pasado. Carlitos tengo entendido que dejó de fumar esa cosa, ha regresado a sus estudios, y hasta tiene una linda novia. Mientras que yo creo que me he convertido, sin querer serlo, en la mejor cliente del negocio de Esteban. Mientras que mi esposo Carlos, ha desarrollado un gran gusto por salir a pescar con sus amigos…


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Comentarios enviados para este relato
incestor111 (26 de September de 2013 a las 03:49) dice: Es un relato muy exitante, mi madre y yo somos muy candentes y disfrutamos nuestra vida sexual ampliamente. Me gustaria intercambiar relatos,experinecias, mi mail es ulises1_maxs arroba yahoo.com.mx para que estemos en contacto. Saludos y ricos momentos.

katebrown (18 de October de 2022 a las 22:18) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:51) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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