Mi nombre es Mariza, y tras salir de la facultad me puse a vivir con un chico de mi misma edad, Osvaldo. Para mí en esos momentos era el amor de mi vida, y casi por pensar así me cuesta la vida. Osvaldo ahora que lo puedo analizar con calma, les puedo decir en pocas palabras que era o mejor dicho es entre otras muchas cosas, un pobre diablo, frustrado, acomplejado, alcohólico, inseguro, celoso, y hasta homosexual. Yo a diferencia de él rápidamente encontré un buen empleo, con relativa rapidez gracias a que constantemente me estuve entrevistando con muchas personas.
Relato
Mientras que Osvaldo se la pasaba en casa, pero eso a mí no me molestaba en lo más mínimo. Me bastaba con que me dijera que me amaba, y que me lo demostrase, como por lo general lo hacía cada vez que yo le daba la oportunidad de acostarse conmigo, y no precisamente para dormir.
Pero aparte de que no conseguía empleo, comenzó frecuentar extrañas amistades, y a beber más y más. A consecuencia de ello, por lo menos eso creo, me comenzó acusar de manera velada de serle infiel. Lo que en realidad no era cierto, para nada. Un día que llegué cansada de trabajar, pero decidida a revisar nuestros estados de cuenta, Osvaldo se molestó mucho conmigo, y que por que no le ponía atención, yo traté de calmarlo, pero fue peor.
Me saltó encima, y tras caerme a cachetadas e insultarme acusándome falsamente de serle infiel, y que nada más pensaba en el dinero. Me ha desgarrado la ropa que yo tenía puesta encima en esos momentos, y en el medio de la sala, ya encontrándome casi del todo desnuda con algunos jirones de mi ropa sobre mi cuerpo, dándome un fuerte golpe en mi vientre, me hizo perder todo el aire, por lo que al caer al piso se tiró sobre mí, y tras separar mis piernas bruscamente, sacó su miembro del pantalón, y sin consideración alguna me ha violado.
En esos momentos me sentí de lo peor, él me agarraba por todo mi cuerpo, y a medida que me insultaba, diciéndome que era una puta interesada, me mantenía mis piernas bien separadas, bruscamente y sin misericordia alguna, me continuaba penetrándome como un salvaje.
En contra de mi voluntad, mantenía mis piernas bien abiertas, y metía y sacaba su miembro de mi vulva. Cuando yo trataba de abrir mi boca para decirle algo, me volvía a cachetear, al tiempo que continuaba moviéndose sobre mi cuerpo. Preguntándome insistentemente, con cuantos hombres me había acostado ese día.
Yo aunque le negaba que eso fuera cierto, ya que de verdad él era la única persona en mi vida, estuve a punto de decirle que si, por el miedo que me dio a que me siguiera golpeando. Pero cuando finalmente se vino, a diferencia de cómo normalmente lo hacía dentro de mi vulva, sacó su pene de mi cuerpo, y comenzó a regar por sobre mi vientre, pechos y cara todo su semen. Luego sin decir más nada se marchó de mi casa, dejándome violada y golpeada en el piso llorando.
Cuando regresó en la madrugada, bastante borracho por cierto, no me dejó decir una sola palabra, y no porque me pusiera su mano en mi boca. Sino que desde que llegó comenzó a disculparse, llorando como un crío, y prometiéndome una y mil veces que no lo volvería hacer. De las muchas cosas que me dijo, en ese momento me hizo ver que yo había sido la culpable de que todo pasara, como pasó.
Ya que si le hubiera puesto atención cuando llegué a la casa, de seguro el no hubiera perdido el control, como lo perdió, por culpa mía. Saben lo peor de todo no fue que lo perdonara, sino que todo lo que me dijo, me lo creí. Esa noche, él se me acercó y aunque se encontraba bastante borracho, me comenzó a besar, y a tocar mi coño con sus dedos, y en de repente ha clavado su cara entre mis piernas, dándome una de las más sabrosas mamadas que me hubiera dado en la vida.
Después de eso no volvió a pasar nada extraordinario, hasta que llegó el mes siguiente. Sencillamente una noche antes de salir a una cena en que le presentaría a unas personas para que consiguiera trabajo, le pregunté, que esperaba de la futura entrevista y de las que gestiones que yo había hecho para conseguirle empleo.
De la nada se ha vuelto un energúmeno, me atacó con saña y furia, aparte de que me partió el labio inferior de mi boca, tras tirarme al piso, rasgó mi vestido nuevo por la espalda, de igual manera me arrancó las pantis, y en lugar de violarme, cuando me encontraba tirada boca abajo en el piso, realizó un acto de sodomía con mi cuerpo. Para los que no me entiendan, se los diré de esta manera. Mientras que yo me encontraba asustada y llorando boca abajo luego que me destrozó la ropa. Me ha tomado por las caderas y de la manera más brutal me ha metido su miembro por el culo, a pesar de que traté de zafarme inútilmente, ya que mantenía todo el peso de su cuerpo sobre el mío, y ni mis gritos ni mi llanto, lo conmovieron.
No se detuvo para nada, debió agarrar su miembro con una mano mientras que con la otra me abría las nalgas y después de eso sentí ese tremendo dolor, que era como si me partiesen por dentro. Llegué a un punto que casi me desmayo, mientras que Osvaldo continuaba penetrándome salvajemente con su verga por mi ano. Pero no conforme con eso, golpeó repetidas veces mi frente contra el piso, al tiempo que me penetraba una y otra vez por el culo. Diciéndome, que yo era una puta sucia, que nada más me interesaba el dinero, y preguntándome repetidas veces, mientras metía y sacaba su verga de mi adolorido culo, ¿Por qué? Yo era tan interesada. Cuando terminó, se levantó y en medio de la sala se orinó sobre mis nalgas y espalda. Luego se marchó, pero no regresó a la casa hasta dos días después.
Cuando regresó, de inmediato me pidió perdón nuevamente, yo estaba a punto de pedirle que se fuera de la casa, pero al verlo tan y tan arrepentido de lo que hizo, y volviéndome a decir que eso no hubiera pasado si yo no lo hubiera provocado. Yo como que estaba bien bruta, en ese momento ya que hasta le di la razón, cuando en el fondo sabía de sobra que no era así como él lo decía, volvió a la casa, que creo que para mi era lo más importante.
Durante un corto tiempo se portó de lo mejor, hasta encontró un buen trabajo, pero al mes lo despidieron. Según él me dijo, una de las putas secretarias que era la amante del dueño de la empresa, trató de seducirlo, pero cuando él no le hizo caso, la tipa despechada, fue donde su amante y jefe y le dijo que Osvaldo se había propasado con ella, lo que mi marido me juró que era del todo falso. Yo le creí a Osvaldo sin dudar ni por un momento, que lo que él me decía era del todo falso. Luego al tiempo de que nos separamos me enteré, que lo que pasó fue que Osvaldo hostigó a una empleada y esta se quejó con el jefe de personal.
Cuando lo estaba entrevistando, Osvaldo aceptó descaradamente que lo había hecho. Pero como les dije me enteré de eso mucho después, de otra cosa que me hizo a mi. Yo para esa época me había comenzado a dar cuenta que me estaba deprimiendo, a tal grado que hasta mi desempeño en mi trabajo se había visto bastante afectado. Pero no quería aceptar ningún tipo de ayuda, creía que podía cambiar la manera de ser de Osvaldo, pero no fue así. Por lo que mi supervisora, al verme llegar una semana después de haber estado hospitaliza, luego que mi marido me atacase una noche y lo arrestasen por eso junto con otro hombre.
Ella me llamó aparte y me recomendó ir donde una psicóloga, luego me enteré por la misma supervisora que ella, había pasado por algo muy similar, a lo que me pasó a mi, pero en su caso se encontraba casada y con dos hijos. Que entiendo que eso empeora la situación. Pero que gracias a la terapia, salió adelante.
Pero lo que produjo todo eso fue que un mal día me encuentro a Osvaldo en interiores, acompañado de dos tipos extraños en la casa, bebiendo al parecer desde bien temprano, por la gran cantidad de botellas de cerveza que encontré tiradas por todas partes, dentro de la casa. Como me di cuenta que se encontraban bien borrachos, al escuchar a mi marido hablando de manera que me sonaba bastante afeminado.
Decidí irme a la habitación sin llamar su atención, y justo cuando terminé de bañarme, con la idea de quedarme encerrada en mi habitación. Escuchó que Osvaldo mi marido me llama, con voz destemplada, él quería que le llevase unas cervezas a él y a sus extraños amigotes. Desde el baño le dije que estaba ocupada y pensé que se quedaría tranquilo, pero no fue así.
Cuando salí del baño envuelta en la toalla, me encuentro con Osvaldo en nuestro dormitorio desnudo del todo, con uno de los tipos que lo tenía abrazado por la espalda que de paso estaba sin los pantalones puestos, sin decirme nada, solo recuerdo que Osvaldo se soltó del abrazo y se me fue encima dándome un fuerte golpe en la cara, que me hizo perder el sentido de inmediato.
Cuando me comencé a despertar del golpe sentí que me daban al mismo tiempo tanto por el culo como por mi coño, eso que había sido una de mis más ocultas fantasías sexuales se estaba dando, pero cuando tomó conciencia de lo que sucede, me encontré tirada sobre mi cama sin la toalla, del todo desnuda, y con dos extraños a mi lado uno pegado frente a mí y el otro pegado a mi espalda. Los que en contra de mi voluntad, mantenían sexo anal y vaginal con migo.
Inútilmente trataba de separarme de sus cuerpos, cuando llorando me puse a buscar con la vista a mi marido, en ese momento siento que me toman fuertemente por el pelo, y sin más ni más, Osvaldo me pone su verga frente a mi cara, obligándome a mamársela, al tiempo que los otros dos hombres me continuaban violando y sodomisando.
No hubo cosa que Osvaldo no me dijera, de puta sucia y enferma para abajo, que era una perra, interesada. Me acuso nuevamente, de serle infiel con todos los machos de mi oficina. No me preguntaba, sino que insistentemente me decía que a mí me gustaba lo que ellos tres me hacían, a fuerza de las cachetadas y golpes me vi obligada a decirle finalmente que si.
Cuando los tres terminaron, se fueron a la sala y siguieron bebiendo cerveza. Yo me quedé en mi cama completamente extenuada sin fuerzas, y sintiéndome sumamente avergonzada, pero con una rabia tremenda, la que me dio las fuerzas necesarias para levantarme, a pesar de lo peor que me sentía. A duras penas me levante, y cuando voy a tomar el teléfono para llamar a la policía, Osvaldo me comenzó a golpear de nuevo, a pesar de los gritos que le daba pidiéndome que no lo hiciera, él continuó golpeándome he insultándome hasta que me callé.
No contento con eso, me tomó nuevamente del cabello y me arrastró frente a uno de los dos tipos, y colocando un cuchillo de la cocina en mí garganta me obligó a que le mamase el miembro a ese hombre, mientras lo hacía mi marido se dejaba acariciar las nalgas por el más joven y trataba a la vez de penetrarme por el culo, pero al parecer se encontraba tan y tan borracho que no se le paraba. De momento vi que él otro hombre que era él más joven de los tres, lo dejó de tocar a Osvaldo y se me acercaba viéndome de manera bien rara. No se porque pensé en ese momento, que de seguro me matarían.
Ya había terminado de mamar y me encontraba tirada en el medio de la sala sin nada de ropa, sangrando por todo mi rostro y entre mis piernas. Cuando el joven luego de decirle algo a Osvaldo y mi marido, me pareció que aceptaba lo que él otro le decía, con una macabra sonrisa en su cara.
El muchacho se colocó tras de mí y nuevamente a pesar de mi llanto, me volvió a penetrar por el ano. Cuando de una fuerte patada, un grupo de policías, entró por la fuerza a mi casa. Al parecer alguna vecina vecino me escuchó gritando y llorando, por lo que los llamó. Rápidamente el joven me dio un fuerte empujón contra el piso, golpeándome el rostro nuevamente y creo que en ese momento me partí la ceja derecha. Mientras que una mujer policía, procedía con rapidez a levantarme y llevarme a mi dormitorio, pusieron bajo arresto a los tres degenerados.
Esa noche me tomaron varios puntos en el rostro y me aplicaron antibióticos, aparte del curetaje de mi área anal y vaginal. Me dejaron hospitalizada en observación por tres días. Desde luego, que posteriormente me tomaron declaraciones, pero esa misma noche le radicaron cargos a mi marido y a sus dos amigos, pero todavía hasta esos momentos, yo estaba a punto de retirárselos. Fue cuando mi supervisora me pidió, que fuera a ver la psicóloga.
Al salir de la terapia ese día me di cuenta de que era victima de violencia domestica, valla manera de llamar a eso. Terminé por separarme de Osvaldo, a él lo sentenciaron entre otras cosas por violación, agresión agravada, tentativa de asesinato, secuestro, y todo ello bajo la modalidad de Violencia Domestica, a diferencia que a su compañero. Posteriormente estando con un muy íntimo y buen amigo mío, meses más tarde tocamos el tema. Ya que él como abogado, no acepta representar ese tipo de casos. Según mi amigo, la gran mayoría de esos golpeadores de mujeres, en el fondo son homosexuales reprimidos y frustrados, que no pueden aceptarse tal como son, o conseguir que un hombre les de lo que quieren en el fondo. Por lo que descargan su frustración, contra la que sea su mujer.
Claro que mi amigo me aclaró, que como bien yo sé, él no es psiquiatra, ni psicólogo, ni nada que se le carezca, ni tiene bases científicas como él mismo lo reconoce, para decir eso. Pero no sé, creo que en el fondo mi amigo tiene toda la razón. Lo digo por la manera en que vi comportarse a Osvaldo con sus amigos frente a mí esa desgraciada noche.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313439 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213149 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150467 veces
Si te ha gustado Hay amores que matan… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Hay amores que matan….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:16) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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