Eso fue lo que le dije a Luis mi hermano mayor, cuando regresé de la fiesta en que me encontraba con Miguel el hijo de la gran puta de mi novio.
Relato
Resulta que ambos nos encontrábamos en el patio trasero en la casa de mi vecina, mientras ella en su casa tenía una fiesta celebrando los 18 años de Herminia, su hija y me mejor amiga. Bueno como los dos nos encontrábamos solos, besándonos, acariciándonos, y dejando que me tocase y agarrase por todas partes, ya me había bajado las pantis, cuando Miguel me dijo Alicia déjame que te haga el amor. Lo malo de todo eso es que mi nombre es Liliana, y la tal Alicia es una puta que todos los chicos del barrio se han acostado con ella.
Bueno al escuchar a mi novio decirme eso, me enfurecí. Y sin tan siquiera ponerme mis pantis lo mandé al coño de su madre. Luego salí corriendo de la casa de mi vecina, y de inmediato entré a mi casa. Yo estaba que si me cortaban no echaba sangre de la rabia que tenía. Pero también estaba sumamente caliente y excitada, así que lo primero que pensé fue en acostarme con algún amigo de Miguel, o con cualquier hombre, y después decírselo a él.
Pero en casa el único que se encontraba era mi hermano mayor Luis. Quien de cómo de costumbre se encontraba metido en su cuarto, chateando por internet, con quien sabe quién, y fumando hierba, ya que nuestros padres estaban en la casa de la playa, de lo contrario mi hermano se hubiera subido al techo de la casa y después de fumarse uno de esos cigarrillitos que él mismo se prepara, hubiera bajado a meterse en su computadora.
Así que como no había otro hombre, lo único que se me ocurrió fue pedirle a mi hermanito que me hiciera un pequeño favor. Yo la verdad es que también me encontraba medio borrachita, ya que mi novio me había traído varios tragos durante toda la noche, así que a medida que bailamos, comenzó a tocarme, y a besarme delante de todos, al punto que para no seguir dando un show en medio de la sala de la casa de Herminia, decidimos salir al patio trasero, donde no había nadie.
Pero como ya les dije, el muy hijo de la gran puta me llamó Alicia, y todo se terminó. Pero al entrar a casa, y sentir el olor que salía del cuarto de mi hermano. Pensé que si le pedía que por favor me tocase, aunque fuera nada más un poquito, mi coño, me calmaría. Así que sin darle mucha cabeza, entré en su habitación, el olor era mucho más penetrante, y él se encontraba viendo una peli porno. Por lo que cuando me sintió entrar, más rápido que inmediatamente, sacó una de sus manos de entre el bóxer que estaba usando, y apagó el monitor de la computadora, aunque las bocinas siguieron sonando, con unos inconfundibles gemidos de sexo.
Aunque cuando se dio cuenta, también las apagó, preguntándome bien molesto qué era lo que yo buscaba en su habitación. Yo haciéndome la tonta, y acercándome de manera lenta y seductora hacia él, le dije. Luis quiero que me hagas un pequeño gran favor. Al tiempo que comencé a restregar de manera sugestiva, mi coño contra la esquina de su secreter, claro que sin levantarme la falda. Luis se me quedo viendo de pies a cabeza, como preguntándose, cual era el favor que yo le iba a pedir.
Sin verlo a su cara y comenzando a pasar mi mano derecha por encima de la pequeña falda que tenía puesta, le dije. Luisito quiero que aunque sea por un corto instante me toques entre mis piernas. Y al tiempo que fui diciéndole eso lentamente levanté mi falda, mostrándole mi depilado coño. Luis al escucharme decir eso y ver cómo le mostraba mi coño, se quedó paralizado y de inmediato me preguntó incrédulo que era lo que yo le había pedido. Yo con toda mi santa calma se lo volví a repetir, y su respuesta fue. Pero tú estás loca muchacha, mira que somos hermanos.
Yo tragué en seco, y hasta estuve a punto de salir corriendo de su habitación, pero algo en su mirada, que no la despegaba de mi coño, me dijo que continuase. Por lo que le dije, Luis es que cada vez que veo tus grandes manos me pregunto cómo sería sentirlas tocando mi coño. Yo misma ya estoy cansada de hacerlo un sin número de veces, aquí mismo dentro de tu habitación, ojeando algunas de las muchas revistas que tienes guardadas en la última gaveta.
Pero como te dije, quiero sentir algo distinto y diferente, por eso te pido por favor que hagas lo que te pido. En ese preciso instante agarré una de sus manos, y la coloqué directamente sobre mi desnudo coño. Luis abriendo sus ojos, retiró la mano de mi coño de inmediato diciéndome. Liliana detente, no deberías hacer cosas como esas, si nuestros padres te vieran piensa lo que te van decir. Yo sin inmutarme por su reacción, suavemente le volví a garrar su mano y sin mucho esfuerzo nuevamente la coloqué sobre mi depilado coño.
En ese instante le dije, no trates de quitar la mano de mi coño, se siente un hormigueo tan y tan rico, que por lo que tú más quieras, deja tu mano un ratito más sobre mi coño. Y a medida que se lo iba diciendo con mi manos guiaba la suya restregándola suavemente contra mi piel. El rostro de mi hermano fue cambiando, de una expresión de susto, su rostro y sobre todo sus inyectados ojos se fueron cambiando de expresión a una de lujuria controlada. Yo en ese instante le pregunté de manera indiscreta ¿es la primera vez que agarras el coño de una chica? Luis se puso rojo de vergüenza, y aunque algo abochornado me respondió un casi inaudible si. Fue cuando se me ocurrió pedirle que moviera sus dedos, y a medida que los fue moviendo se fueron introduciendo dentro de mi húmeda vulva. Yo sin detenerme le fui diciendo, lo bien que me sentía a medida que él me continuaba tocando haya abajo.
Sin detenerme le seguí pidiendo que continuase tocándome e introduciendo sus dedos dentro de mí, que el placer que eso me provocaba era mucho mayor al que yo sentía cuando yo misma me tocaba el coño. Su rostro reflejaba bastante asombro, y sin dejar de tocarme sus dedos continuaron explorando más y más dentro de mi coño. De momento sin que yo se lo pidiera o ni tan siquiera se lo insinuase, con su rostro a pocos centímetros de mi vulva, sorpresivamente mi hermano sacó su lengua y la pasó sobre mis labios vaginales.
Se detuvo, saboreó y de inmediato pero de manera salvaje enterró todo su rostro, o mejor dicho toda su boca dentro de mi coño. Sentía su lengua, dientes, y hasta sus labios, lamiendo, mordisqueando y chupando todo mi coño, incluso mi inflamado y caliente clítoris. Yo como una loca le pedía insistentemente que continuase, le decía lo sabroso que se sentía todo lo que él me estaba haciendo, hasta que no pude aguantarme más y disfruté de un arrebatador orgasmo que me produjo mi hermano con su boca.
Yo quedé tendida sobre su cama, con mis piernas bien abiertas, tremendamente satisfecha, pero al momento en que Luis se puso de pie, noté de inmediato que él tenía una tremenda erección. Y sin decirle nada yo misma le bajé su interior bóxer, y apareció ante mis ojos su miembro bien parado, apuntado al techo de la habitación. Mientras que Luis no dejaba de verme mi coño, y su verga con bastante asombro.
Él mismo la dirigió directo a mi coño, sin que yo tuviera la menor necesidad de decirle algo, y a medida que me fue penetrando fui sintiendo como su parado y duro miembro se deslizaba divinamente dentro de mi vulva. Al principio mi mayor temor era que Luis se viniera a los pocos segundos de penetrarme, como la gran mayoría de los chicos de su edad con quienes me había acostado. Pero a medida que mi hermanito continuó metiendo y sacando su sabrosa verga de mi caliente coño, y que yo restregaba mi coño contra su cuerpo, me di cuenta de que seguramente, aunque mi hermano quería hacerme creer que esa era su primera vez. Lo cierto era que Luis tenía mucho control de si mismo.
Por lo que de seguro, en muchas otras ocasiones Luis mi hermanito mayor, había tenido sexo con alguien con mucha más experiencia que yo. A medida que seguimos disfrutando mutuamente el uno del otro, no me quedó la menor duda de eso, además la manera en que acariciaba todo mi cuerpo, su forma de besarme, y pensándolo bien hasta la manera tan decidida en que me mamó divinamente todo mi coño, no son cosas de un novato en la cama, como él quería hacerme pensar.
Pero lejos de mortificarme por eso decidí disfrutar lo más posible de mi hermano, al fin yo no pensaba quedar embarazada de él. Por lo que cuando me insinuaba ligeramente que cambiásemos de posición, yo gustosamente accedía. El ver o sentir como su verga continuaba entrando y saliendo de mi coño, me excitaba mucho más aun. Yo en medio de nuestras relaciones, gemía y gritaba de placer, pidiéndole que me diera más y más. Le aruñé la espalda así como sus nalgas, mientras que mi hermano sin detenerse, continuaba metiendo y sacando una y otra vez toda su sabrosa verga de mi coño.
Yo estaba extasiada, disfrutando de todo aquello que mi hermano me hacía, hasta que luego de un buen rato, ya inevitablemente ambos disfrutamos de un arrebatador clímax. Tras el cual los dos nos quedamos tendidos sobre su cama. Ni idea tengo de la hora en que tanto él como yo nos levantamos, y tras darnos otro fogoso beso, me encaminé al baño para asearme. Al poco rato mientras yo estaba sentada en el bidet terminando de asearme, Luis entró al baño y se lavó en el lavamanos su verga. Al pasar frente a mi lo detuve, y sin decirle nada con una de mis manos agarré su miembro y me lo llevé a la boca, para ponerme a mamárselo.
Definitivamente a Luis le encantó lo que le estaba haciendo a su verga, pero en cierto momento cuando ya se había vuelto a poner dura, me invitó para que nuevamente nos fuéramos a su cama, lo que yo gustosamente acepté. Por otro largo rato disfruté de las caricias y besos, que mi hermano me daba. Para luego volver a sentir como toda su verga penetraba mi coño mientras él se colocó de tras de mí.
Después de esa sabrosa noche, mi hermano y yo nos convertimos en amantes. Pero resulta que Luis es tremendamente celoso, y no le agrada que salga con chicos de mi edad. Pero además de eso, casi a diario me pedía que lo deje darme por el culo. Yo al principio me opuse tenazmente, pero insistió tanto y tanto que finalmente accedí. Pero de eso les hablo en otra ocasión.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 786351 veces
Si te ha gustado Hermanito me haces un pequeño gran favor… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Hermanito me haces un pequeño gran favor….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:32) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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