Historia de mi vida sexual (cap. 11)

Llegaba el dia de mi boda y mis amigas me organizaron una despedida de soltera, a la cual invite a mi madre quien nunca había salido de fiesta sin el maltratador que tenia de marido, o sea mi padre.

Mi abuela no vino a la despedida para cuidar de mis hermanos, asi mi padre podía salir también (quizá tendría miedo que le hechasen en falta en el puti-club por una noche).
Mi madre salio de su casa con su mejor vestido, pero este había quedado desfasado, la llevamos a mi casa (recordad que yo vivía en casa de mi abuela), la maquillamos y le hicimos cambiar incluso la ropa interior (hacia mucho tiempo que no veía a Lola que es como se llama mi madre desnuda y aun seguía teniendo un cuerpo maravilloso), le venían a la perfeccion las braguitas cortas de un conjunto que me habían regalado por la boda, aunque tuvimos que depilarle porque el matorral del coño asomaba por los lados, tenia dos tallas mas que yo de pecho y el sujetador le apretaba las tetas levantándoselas luciendo espectaculares, eligimos para vestirla un vestido rojo corto y muy escotado. Cuando llegamos al bar a cenar nadie podía adivinar quien era la madre de la novia, pues parecía una chica mas de nuestra edad.
Tras la cena fuimos a una disco, íbamos todas algo bebidas y claro un grupo de chicas de juerga atrajo muchos moscones, alguna de las chicas se enrrollo con chicos pero las que teníamos pareja seguimos bailando. A Lola se le acerco un chaval que le agarro de la cintura bailando con ella, la mano bajo de la cintura al culo y mi madre se dejo tocar, mientras bailaban se alejaban del grupo, se presentaron pero en lugar de besarse en la mejilla se dieron un pico en la boca, me sorprendi pero me alegro que la bebida hubiera deshinibido a mi madre, al poco cogidos de la mano salieron a la calle, Mayte y yo salimos tras ellos siguiéndoles a distancia, entraron en un parque y apartándose de miradas indiscretas (nosotras dos nos escondimos para espiarles), se abrazaron morreándose el desconocido bajo la cremallera del vestido y este cayo al suelo, de inmediato desaparecio el sujetador dejando al aire las tetas de mi madre cuyos pezones estaban tiesos y se intuían duros, mientras el chaval le comia los pechos, Lola saco a la vista la poya y la movia con fuerza, el chico debio de pedirle que se la chupara porque mi madre se agacho y comenzó a lamerle la pija, se adivinaba que no lo había hecho mucho y cogiéndole de la cabeza la hizo levantar, la empujo contra un arbol le bajo las braguitas y se arrodillo hundiendo la cabeza entre las piernas. Desde nuestro escondite oíamos como gozaba mi madre con la comida de coño que estaba recibiendo, cuando se levanto el chico la clavo de golpe, Lola grito pero le cogio del culo para que no parara de penetrala y seguir corriéndose entre esc,nd losos gemidos, entonces vimos que mi madre se dio media vuelta apoyando las manos contra el árbol dejando el culo a merced de su amante que poniendo la punta de su verga entre sus nalgas la penetro lentamente sin que Lola se quejara, agarrándole las tetas con una mano y con la otra frotandole el chocho, el desconocido descargo en las entrañas de mi madre mientras esta volvia a correrse una vez mas.
Mientras se vestían, Mayte y yo volvimos a la disco y me lleve la sorpresa de que Abel el dueño de la primera verga que entro en mi coño estaba alli, había cogido vacaciones para asisitir a mi boda. En la barra estuvimos hablando un poco y paso mi madre disculpándose en dirección al aseo, todavía se reflejaba en su cara la satisfacción de la follada que acababa de hechar.
Hasta que no volvió ella, Abel no se creía que aquel pibon era mi madre, charlamos un poco y note que entre los dos había mutua atracción, me acerque a Abel y le susurre "follatela", fui a bailar y al poco vi como me hacían la señal de que los dos se marchaban juntos.

Mi madre apareció en casa de mi abuela al mediodía vestida con un chándal que le venia grande, feliz como nunca la había visto.
Durante la semana siguiente mi madre estuvo todo el tiempo en mi futura casa, acompañada de Abel claro, jejeje.