Historia de mi vida sexual (cap. 9)

Ya eramos novios formales cuando Miguel tuvo que ir a cumplir la mili y aunque habíamos acordado que cualquiera de los dos podía follar con quien quisiese (nunca dos veces con la misma persona), yo me propuse serle fiel mientras el estuviera sirviendo a la patria.

Marta, una chica que siempre fue el patito feo de las chicas del barrio, gordita desde el colegio los chicos siempre fueron muy crueles con ella por ser gordita, y cuando empecemos a ir con chicos, estos la utilizaban como un objeto de usar y tirar, solo le hacían caso para follarsela. Aunque visto de otra manera, la muy zorra se cepillo a casi todos los jóvenes del barrio. Tuvo una relación con un casado que no quiso saber nada de ella cuando quedo embarazada.

Las amigas decidimos animarla pasando un fin de semana juntas en la villa de los padres de Marta, lo pasamos en grande todas juntas, la villa estaba situada en el punto mas alto del monte por lo que las mas decididas decidimos tomar el sol desnudas otras se quitaron el sujetador pero no hubo forma de convencer a Marta quien tomo el sol en bañador de una pieza.

Tras cenar se decidio salir de fiesta al pueblo cercano, la anfitriona no podía ir ya que tenia que cuidar a su bebe, alguien debía de quedarse a hacerle compañía y por sorteo me toco a mi.

Tumbadas junto a la piscina a la luz de la luna yo llevaba puestas solo unas braguitas pero ella se puso un camisón, quizá le daba vergüenza que la viera desnuda pero se le clareaban sus gordas tetas y su peludo coño. Estabamos relajadas cuando escuchamos un coche parar junto a la pared trasera de la casa, muertas de miedo fuimos a ver quien era temiendo que pudiesen ser ladrones. Sin encender la luz nos asomamos a la ventana, Marta delante de mi y yo apegada a su espalda. Nos tranquilizamos al comprobar que era una pareja que había buscado intimdad.

El coche estaba a dos metros de nosotras y pudimos ver como la chica estaba agachada chupándole el nabo a su pareja, salieron del auto para pasar a los asientos de atrás mientras seguíamos espiándoles desde la ventana, creo que si alguna de las dos hubiésemos estirado el brazo habría podido coger la tranca del chico tiesa como un palo.

Ya en el asiento trasero ella se sento encima clavándose el nabo, cabalgaba con sus tetas rebotando y podíamos oir como gozaba, mi chocho empezó a mojarse y mis pezones se clavaron en la espalda de Marta que los noto y inclino su gordo culo invitando a que me frotase, la cogi de las caderas y restregué mi chumino en su culo, mientras le cogia sus gordas tetas y puse mi mano en su coño por encima del camisón lamiéndole las orejas, se dio la vuelta, le baje los tirantes del camisón y nos besamos mientras se frotaban nuestros pezones, comencé a meterle dos dedos en su cueva mientras le frotaba la pepita, yo junte mi clítoris al suyo cogiéndonos del culo mutuamente nos frotamos hasta que ella se corrió me agache y lami su corrida, ella me cogio la cabeza y me aparto para tumbarse en el suelo y pedirme que me arrodillase poniendo mi coño en su boca comenzó a chupar y me hacia volver loca, me tumbe sobre ella haciendo un 69 delicioso, estuvimos comiéndonos hasta que el bebe lloro pidiendo su racion de teta.

Una vez lleno el niño comenzamos a acaricianos otra vez pero pronto llegaron las chicas.