Como gemía y se deleitaba con mi pene en su vientre, mientras me abrazaba y besaba diciendo este es pene, no como el chico de mi marido, ah eres mi nuevo amante, oh eres mío, ah que placer sigue, hazme tu mujer, lléname con tus flujos de leche…,
Relato
Me trasladan de tenencia y debo asumir en un pueblo de 160 habitantes, no son muchos, pero tienen el problema que cada dos meses por labores de extraer el pelaje de los ovejunos el pueblo aumenta al doble con peleas y embriaguez.
Me reciben muy bien y el dueño de la estancia mas grande del sector me invita a una cena presentándome a su hija y a su señora, la hija una joven de unos 20 años agraciada, pero no era de mi gusto aunque el papá trataba de seducírmela, otra cosa era la madre una mujer de bonita figura, agraciado rostro, ojos claros, bonitos y destacados senos con un trasero de admirar, en verdad me gustaban las mujeres maduras, la halago, enajenándola y exaltándola como mujer…, le hago saber que es una mujer única y que no me cansaría de adularla. Sonríe ante mi palabrería y esfuerzos por cautivarle.
Finalizada la cena el dueño de casa tiene que salir por un problema y no finaliza su fiesta, la finaliza su señora y al despedirme me dice si esas exaltaciones son sinceras o son palabras de buen comensal, la miro y le digo que estoy maravillado con su figura y belleza, vuelve a sonreír emocionándose y sonrojándose.
Dos días después recibo su visita en la comisaría me disculpo por no tener que ofrecerle ahí y la invito a mis aposentos privados de mi recamara donde si la puedo atender, acepta e ingresamos a mis aposentos…, le sirvo un vaso de licor de marrasquino y conversamos de confidencias sucedidas en el pueblo…, su voz es agradable y trato de ser lo mas agradable y cordial con ella, me mira y me dice si aun la encuentro interesante como el otro día en la cena, aún más le digo, es ud. una dama que debe estar siempre adulada, bien atendida y saciada carnalmente y físicamente, se sonroja activarse con mis palabras, le digo es ud un botón de rosa en plena primavera y esta se enfada al verla tan bella…, me mira y me dice no me diga esas cosas que soy mujer casada y mi marido jamás me dice cosas tan bellas…, sonriéndome, trata de parase para irse y se lo impido tomándola de su cintura, ella nada dice al abrazarla solo su respiración es agitada y resuella fuertemente en mis brazos, eres muy joven me dice yo ya tengo 43 años y tu un joven oficial…, tengo mis 20 años bien cumplido y en verdad es primera vez que tengo una deliciosa y exquisita mujer, como eres tú en mis brazos…, me mira con sus labios entreabiertos y deposito en ellos un beso, no me lo impide aún más creo que le agradó, vuelvo a besarla y ella responde abrazándome y entregándose en mis brazos, la abrazo por detrás y guío a mi dormitorio, no opone resistencia, al ingresar en este ella sabe que sucederá a continuación gira y me mira diciéndome de esto nadie debe saber nada ni siquiera tus padres…, solo lo sabrán dos persona le digo, se endurece, una eres tú y la otra yo y nadie más, se sonríe al mirarme y comienza a desnudarse … no le digo eso me pertenece y continuo yo sacándole sus ropas y acariciándole su cuerpo… pronto está desnuda y me dice me toca y comienza a desnudarme…mientras beso sus senos, cuello, vientre al fin la tengo recostada en mi cama donde ambos nos acomodamos y ella me recibe sobre su cuerpo…gime al comenzar mi pene a penetrarla se sacude angustiada mirándome a mis ojos, la acaricio y beso tranquilizándola y ella se entrega abrazándome y cruzando su piernas por detrás de mi trasero… gime tierna y cariñosa besándome en el cuello y sobándome mi cabellera y un fuerte suspiro sale de ella cuando penetro mi pene totalmente dentro de su vagina… es grande duele se queja, comienzo mi juego de entra y sale y cada empujón es acompañado por un suspiro de su parte, comienza a moverse en la cama danzándome un deliciosa y agradable baile apasionado, como cruje la cama antes sus movimientos, me dice que le encanta como la poseo, moviendo rápidamente su cintura, beso sus senos, chupo sus pezones, muerdo su cuello, acelero mis embestidas y ella comienza a quejarse, lagrimean sus ojos, su respiración parece de una locomotora resollando, está totalmente excitada saboreándose su penetración ... esto si es un gozoso apareamiento me dice…, Es muy grueso, es tremendo me destrozas, me decía, pero movía con mayor velocidad sus caderas hasta llegar a un orgasmo gustoso que acompañados de gemidos y maldiciones de placer me entrego su vagina a mi entera satisfacción, mientras decía incoherencias como desgárrame, húndela, soy tuya, rico mamá, soy de otro hombre…, luego riego mi semen en su matriz, escuchándola gemir mamá este hombre me embarazo…, oh mamá tenías razón, Oooh..... Como tiraba de mi pene tratando de extraerle sus emisiones. Como gemía y se deleitaba con mi pene en su vientre, mientras me abrazaba y besaba diciendo este es pene, no como el chico de mi marido, ah eres mi nuevo amante, oh eres mío, ah que placer sigue, hazme tu mujer, lléname con tus flujos de leche…, en esos momentos chorros de semen inundaron su matriz y ella exclamaba estos son chorros, estos si que son chorros de semen de seguro que tienen fecundada …, cuidado con fecundarme..., ya soy vieja para guaguas.
Otra dos veces la poseí en esa cama ese atardecer, Hulda me miraba y me dice satisfecho, por mi parte te diré que estoy destruida vaginalmente, pero satisfecha sexualmente y lo mejor con tanta leche estoy casi segura preñada, ahora no sé si podré caminar con ese manso tronco que entro entre mis piernas, me desfloraste nuevamente. Eres un salvaje en la cama.
Un año después soy enviado a la ciudad como teniente comisario abandonando mis mujeres, pero todo tiene premio en esa comisaría está la esposa del sargento que me atendía en la tenencia rural.