HUYENDO, LLEGO A MI

A partir de mi carera en la casa de mujeres, mi vida tuvo algunos vericuetos bastantes difíciles, los cuales por mi manera de ser, en cuanto a un dama, era tratar de someterla sexualmente, sin importarme mucho su estado físico edad o belleza.
Es el acceso, de aquella mujer de origen peruano, que vino a mí de parte de una nuera suya que había tenido un romance, en el Machu Pichu. Cuando estuve por un congreso, donde participe.-
La verdad casi no la recordaba, pero al presentarse ante mi, con una tarjeta, que la ayudo a ubicarme. Se presenta como Carmen López Ortega.
La misma era una mujer muy cuidada, con figura muy esbelta, ojos grandes, y educada,
Al ponerme en autos del motivo de su visita, me preocupo, la desesperación del relato, cuanto, me cuenta que tuvo que huir, de su país, que la única que sabía de mi estada en Argentina era Selva su nuera, que le había entregado mi tarjeta, y me lo descrio, como un ser adorable, y que seguro me ayudaría.,
Yo la mire le dije bueno le agradezco el halago, me sonrío, le ofrezco un café, el que acepta, comenzó a ampliar su relato, se había mezclado con un Tipo que estaba Vinculado a Asuntos turbios, el que termino muerto, y que los que lo hicieron creen que ella manejaba junto a el todos los asuntos, que eso no era verdad pero no podía quedarse a explicarlo, así que tomo todo lo que pudo, y huyo vía Bolivia, que solo se conecto con su nuera, viuda también de su hijo que había muerto en un accidente aéreo, hacia unos años.
Le pregunte que podía hacer, por ella dice 2todo, no conozco a nadie, viaje por tierra, hasta aquí, no conozco a nadie, no tengo donde alojarme, sin Ud. no tengo nada” ( un regalo no despreciable) así con mi consigna, en mente, le dije que me aguardara, afuera que vería que podía hacer.
Busque alojarla, en un par de lugares, pero nada así que termino en mi apartamento, tome mi 4x4, porque tuvimos que ir a la terminal donde tenía en guarda su equipaje, luego a mi apartamento, la aloje se dio una ducha, yo suspendí mi citas por un par de días, pude divisar a su salida del baño, que estaba muy buena, me paro mi verga, le grite “ Carmen salimos a cenar “ Se vino tapada con un toallon, para decirme que no quería molestar que ella no” la interrumpí diciendo es mi invitada, así que mis reglas son las que imperan, si Carmen” (ya mi verga saltaba de mi slip. “bueno, Carlos como diga, no quiero ofuscarlo” se produjo muy bien, enfilamos para la zona norte a una parrilla, en el viaje y la comida fue contando, un poco mas, y al probar nuestro vino, se soltó bastante, me dejo con algunas dudas, algo no cerraba, pero como era una dama interesante, y yo estaba dispuesto a someterla, adule, a fondo, y remate con un manojo de flores, de los vendedores callejeros, al dárselas se derritió, me dio un beso, me embriago su perfume, y su sensualidad, para mis adentro dije esta hoy la cojo) al salir tuve que tomarla del hombro, para llegar a mi camioneta, en el viaje de retorno me dice hace mucho tiempo, que no tengo una velada como esta noche, (pensé falta el remate) ya avance, de a poco, en los lances, ella me la hizo fácil, apoyo la cabeza sobre mi hombro, mientras manejaba, y puso su mano sobre la mía,.acaricie de a poco, camino al ascensor desde el estacionamiento para mi departamento, la bese, no hubo resistencia, pasamos la puerta y bese de a poco, su cuello, sus labios, a fondo, orejas, el clima se puso, intenso, desnude toada esa figura la alce en brazos, y la lleve a mis aposentos, totalmente desnudos, nos recorrimos todo, nuestras bocas, transitaron todo, nuestras intimidades, de forma sutil. Nos llevo a poner un clímax especial, al penetrar su vagina mojada, lanzo, sus primeros gemidos, y una armonía de suspiros, terminamos ella con un orgasmo al tiempo que yo inundaba con mi esperma toda la caverna, “Carlos , eres lo mas, que placer me hiciste sentir” yo le dije “eres una mujer esplendida, me apretó fuerte y así quedamos, hasta que la aloje en un apartamento fue exclusiva la lleve a sucumbir, de todas formas sexuales, me complació en todo, su ano, estuvo para mi, chupo, mí verga, nos deleitamos mutuamente que todavía nos cruzamos en algún encuentro ocasional