Mi enfermo esposo me propuso un nuevo juego, acepté y quedé completamente satisfecha
Relato
CUENTO
Mujer, ¿te gustaría hacer un juego nuevo?
-¿Cuál?
Vamos un rato a una cantina, en el momento, que alguien te sugiera algo indecente ¿le sigues la corriente?
-Pero es que…….
¿Si!? o ¿No?
-Pero……
¿Quieres?
-Nunca lo hemos hecho.
Por eso es un nuevo juego.
-¿Hasta donde?
Hasta donde quieras.
-¿Tú quieres?
No pasó mucho rato y dos hombres, con insistencia, veían su figura.
-¿Qué hago?
¡Nada!, voy al baño y me tardo un poco.
De regreso, ya no me acerqué a la mesa, uno de los tipos estaba con ella.
Ella, sin terminar su copa, salió del lugar en su compañía, yo en la barra me tomé otra copa y me fui a casa,.
Sabiendo que a sus 38 años, siempre ha sido bien caliente y yo no puedo darte lo que más le gusta, por mi corazón enfermo y aunque ocasionalmente cogemos, es alto el riesgo de que se detenga.
¿Cómo te fue?
-Es que…….
¿Te gustó el juego?
-Si….. Pero….
Me platicas o sigo durmiendo.
-¿No te molesta?
¡No!
Me preguntó. ¿Con quién estás?
-Con un amigo.
Me gustas, estás muy buena y te invito a otro lado.
-¿A dónde?
Es fácil, te gusta coger y a eso te llevo.
-Así, nada más.
¡Sí!
Me llevó a un hotel, sin palabras y rápidamente, mientras me besaba, me desnudó y yo me calenté. Me tumbó en la cama, se desvistió y me enseñó su enorme verga, inmediatamente al verla, me humedecí, abrió mis pierna y chupó frenéticamente mi rajita, se montó en mi cuerpo y restregó su pito sobre mi excitada panocha, con sus roces externos, yo ya estaba urgida. En el momento de acomodar la punta en mi ávida caverna, dijo que me iba a coger por todos lados, no pude decir nada, solo exclamé un -Aaaaaaaaaauuuuuuuuuuuu-, cuando me ensartó, me encantó estar bien llena, frotó mi interior con fuerza un buen rato y me provocó un delicioso orgasmo.
Se salió, me puso de a perrito, admiró y acarició mi expuesto trasero, separó mis muslos y lo volvió a hundir en mi coño, era enorme y me fascinaba, con sus empujones, estaba enloquecida y volví a vaciarme, él me seguía dando con brío, pero sus dedos, hurgaban mi culo, para dilatarlo. Se escuchó mi -Haaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy-, al sentir cuando entraba su pito en mi ano, dando un par de nalgadas, sin dolor y con un exquisito placer, lo goce. Me folló durísimo y llenó mi culo con gran cantidad de mocos, cuando estando inclinada de rodillas limpiándoselo con mi boca, unos dedos, separaron mis labios vaginales y percibí una rica y estupenda mamada por detrás, como estaba sujeta por los cabellos, no pude ver quién era, pero me imaginé que era el otro tipo, me deje llevar por mis ganas, hasta sentir, como me enterraban una verga, aunque más pequeña, no dejó de deleitarme, con sus entradas y salidas, mientras yo seguía mamando, mi coño se inundó de calida y abundante leche, en el mismo momento que me entregaban otra buena dosis de néctar en la boca, con lo que tuve otro estupendo y placentero orgasmo.
Se fueron, dejándome exhausta. En el taxi que me trajo, mis hoyos se desprendieron de todos sus líquidos empapando mi vestido y el asiento del auto, porque no supe donde quedaron mis calzones.
Quítate el vestido y te agachas.
-Así.
Tienes el coño rosado, el culo floreado y ambos embarrados de mocos.
-Por lo duro que me cogieron y tanta leche que me dieron.
¿Te gustó
-¡Siiiiiiiiii!
¿Lo vuelves a hacer?
-¿Me dejas?
No es real, pero creo que es un buen cuento, espero que a nadie le pase
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 521373 veces