Invasión espacio

Nos pusimos cerca de un seto para protegernos del viento y miradas .
Como los dos nos habíamos despojado de la ropa , nos enredamos un poco con besitos y tocamientos .
En un momento de calentón me vine arrinba y le chupé la concha.
Estaba boca abajo y el ataque era por su parte trasera con lo cual ella elevó su trasero para favorecer la maniobra .
Nos entretuvimos un poco y ella empezó a gemir de alegría.
Nos relajamos y al volverme ví a un hombre con la polla en la mano que se la estaba meneando.
Había estado mirando y estaba con todo muy tieso .
Le miraba a ella y a su concha.
Le protegía a ella con la mano pero me la apartó y abriendo las piernas le indicó al forastero que metiese el hocico.
El hombre me miró a mi para saber lo que pensaba y dí mi consentimiento.
Mientras le comía yo le besaba y estaba muy muy caliente .
Mi imaginación estaba excitadísima por lo que ocurría y apareció un tercero .
Ya estamos todos pensé y como no había hueco en la parte de abajo buscó arriba y de rodillas puso su miembro cerca de la boca de ella y ella acedió.
Me habían quitado el sitio y no me quedaba otra que mirar y pajearme.
Me dediqué con ahinco a la tarea y casi me voy .
Habrían pasado cinco minutos y parecía largo , los hombres no se cansaban y ella tampoco.
Así que la tarea siguió hasta conseguir ella un orgamo y ellos otro .
Todo volvió a su ser y se marcharon.
Ya a solas le pregunté porqué y dijo porqué no.
Y además estabas salido cabrón.
Cabrón volví y reconozco que me puse cachondo y me gustó verla con dos a la vez .
A la noche en la cama se lo recordé y le chupé los pezones y me dijo , sigue que mañana tal vez no tengas nada .
Al colocarme encima de ella me susurraba , cabrón mío , te ha gustado y lo sé.
Soy tuya pero hemos disfrutado los dos . Tenemos posibilidades y si tu lo deseas permitiré que ocurra de nuevo.
Acabamos la faena y reconozco que los cuernos no duelen cuando gusta y miras .