Isabel y su amiga Paloma

Isabel y su amiga Paloma.



Estoy al otro día estoy trabajándole el jardín a Paloma cuando llega Isabel, Paloma feliz la recibe y se van de parloteo, al cabo de una media hora Paloma me llama Isabel está sobre el sofá tumbado con una de sus piernas media recogidas con la falda levantada mostrando sus bien formadas piernas y la punta de su calzón, estaba impresionante.

Este es mi macho, mi amo y señor, mi marido poco importa, mientras tenga a mi vecinito por amante y me sature de todos mis impulsos sexuales y amatorios, dice, tú tienes que hacerlo igual olvídate que tu Juan lo hace mal o te deja ardiendo de pasión, tu amante te saciará y te dejará feliz después de satisfacer todos tus instintos lujuriosos, dándose vuelta me abraza y besa llevándome una de mis manos a su rendija sexual sobre sus vestidos.

Pruébalo te lo recomiendo le dice y me empuja sobre ella, caigo sobre su cuerpo y aprovecho de afirmarme sobre sus senos una mano y la otra sobre su entrepiernas, llévatela al dormitorio me ordena y sáciala que viene ardiendo, excitada por que no ha calmado su erotismo sexual. Su marido no sabe poseerla durante su apareamiento y la deja así.

Ella roja de vergüenza se levanta y me deja guiarla al dormitorio, me ubiqué detrás de ella y la arrastré empujándola con mi miembro entre sus glúteos, mientras besaba sus hombros, brazos, cuello y por último su nuca. Mis dedos acariciaban los contornos de sus senos suavemente haciendo que esta se le endurecieran, su espalda era recorrida por un espasmos eléctrico. Poco a poco fueron a posarse mis dedos sobre sus pezones, los que ya estaban erectos a más no poder. El meneo de mis dedos sobre su vagina tratando de acariciar el clítoris la transportó al mismo olimpo. Sabía exactamente dónde tocarla para dejarla sumisa a mi merced. Su primer orgasmo no tardó en llegar. Una descarga la recorrió entera, desde su sexo hasta su cabeza. Se sentía totalmente mareada, pero increíblemente feliz.

La recosté sobre la cama a lo perrito, desnudándola lamí delicadamente su vulva, cuando vi que era suficiente sin detenerme fue mi miembro dentro de ella, me detuve en dos momentos, el último fue a fondo, quedé acostado sobre su espalda y poco a poco fui entrando y saliendo de ella, le pedí que se acomodara en cuatro puntos, cosa que hizo de inmediato sin dejarme salir nada de su sexo, empezamos un mete y saca delicioso, toda su cola temblaba a cada choque con mi pelvis, cada vez más rápido… Sus gemidos y sus gritos llenaban la habitación, la sujeté por los senos y la levanté para meterla y sacarla rápidamente mientras uno a uno mis chorros de leche se depositaban en su útero, me dejé caer junto con ella en la cama sin sacársela aún, nos volteamos de lado y así nos quedamos abrazados un rato, mi verga se salió prácticamente solita de su vagina, se volteó hacia mí, nos besamos y platicamos de lo sucedido, ella estaba segura que en cuanto pudiera tenía que hacérselo por delante, en ese momento podíamos hacerlo, pero a Isabel estaba agotada, le gustaba como lo hicimos y quería una vez más, variando las posiciones, realmente Isabel es una mujer caliente, eso lo descubrió conmigo, pues con su esposo nunca había llegaba al orgasmo, conmigo ese día tuvo tres, tras darnos unos rápido besos, dejé que se levantara y fuese a conversar con Paloma. Han pasado dos años, y siempre esta dispuesta a ir conmigo a su cama, y vaya que Isabel era apasionada. Paloma sabe de que también soy amante de su amiga, solo me dice recuerda yo te vi primero y soy tu mujer, tu puta y tu amante. Paloma concibió su tercera hija su amiga Isabel ha venido todo el mes a cuidarla y ayudarla, al mismo tiempo que se ocupa de ella, se ocupa de darme satisfacción sexual cuando lo necesito para que no busque por otros lados. Al término del fabuloso mes esta fecundada y preñada por mí.