Jacqueline quería peder su virginidad

Estábamos en la playa el grupo de amigos que solíamos bajar los fines de semana cuando me llamó la atención una hermosísima muchacha que andaba en compañía de unas amigas, me le presenté y ella me dijo llamarse Jacqueline, estuvimos jugando raqueta durante un rato y luego nos fuimos nadando hasta la boya de seguridad; apenas llegamos ella se sujetó de la boya y yo le di un beso muy apasionado, Jacqueline me correspondió de igual forma con su lengua y su cuerpo. Casi enseguida se nos unió una de sus amigas que nos había seguido...; Jackie!!, como se te ocurre hacer eso?, mañana te casas y te estás besando con un tipo que acabas de conocer!!!..."; "¿Y que pasa con eso...?, yo te apuesto a que mi novio se va dar su despedida de soltero esta noche y seguro que se va a acostar con una mujer, así es que yo decidí que también voy a tener mi despedida de soltera hoy..."; yo me quedé viéndola inquisitivamente...; "¿Qué se supone que fue eso...?"; "Tal cual lo que oíste..., me caso mañana, pero hoy decidí tener mi despedida y apenas te vi, me di cuenta que tú eras el elegido para esa experiencia tan importante..."; ya no hablamos más, nos fuimos en mi moto hasta un motel cercano y alquilamos una habitación. Apenas entramos nos fundimos en un beso agresivo en el cual nuestras lenguas batallaban en feroz lucha; yo no traté de desnudarla pues el diminuto bikini que llevaba no dejaba nada para la imaginación.


Tenía un cuerpo delicioso y su cabello dorado enmarcaba un rostro de facciones perfectas; Jacqueline resultó ser muy ardiente, a cada caricia mía, respondía con un estremecimiento de todo su cuerpo y su respiración se hacía rápida y entrecortada; era casi de mi estatura y tenía un par de nalgas muy firmes y bien pronunciadas, las agarré con firmeza y la atraje hacia mi cuerpo para dejarle sentir mi excitación contra su sexo; ella respondió pegándose a mí como una ventosa...; "Dime algo David..., ¿qué esperarías tú de la mujer que se casara contigo?, quiero decir, en la noche de bodas..."; "Bueno, primero que nada que fuera tan hermosa y ardiente como tú, y luego que estuviera dispuesta a gozar del sexo de todas las formas imaginables..."; "Y..¿no te importaría que no fuese virgen...?"; "Para nada, si hay amor, eso es algo secundario..."; "No sabes el peso que me quitas de encima..., el hombre con el que me voy a casar me exigió que le entregara mi virginidad a otro antes de casarnos, él dice que no quiere causarme ningún tipo de dolor y por eso prefiere que sea otro quien me lo haga, pero me pidió que no lo hiciera con alguien conocido..."; aquella confesión me dejó estupefacto, pero la verdad es que teniendo una mujer tan hermosa en una circunstancia como esa, no era como para pensar en moralismos.


Abrí un par de cervezas de las que habíamos llevado y le pasé una...; "Por tu virginidad..., y espero que jamás le cuentes a tu marido lo que pasó hoy pues se moriría de la rabia..."; "No te entiendo..."; "Ya entenderás, no te preocupes..."; terminadas las cervezas, la volví a besar con pasión y la conduje sutilmente hasta la cama, entonces recorrí su cuerpo con manos y boca sin dejar un solo milímetro de su carne sin besar o acariciar.


Su carne se ponía como de gallina, temblaba incontrolablemente y aferraba mi cara con fuerza contra su piel; la despojé de la parte superior del bikini y me apoderé de sus virginales y mórbidos senos, tenía los pezones menudos pero muy sensibles que se erectaron enseguida cuando fueron atacados por mis manos y mi boca; le quité la parte inferior y comencé a descender hasta que me apoderé de su preciado tesoro; pegué mi boca a sus labios íntimos y la besé profundamente metiendo mi lengua entre ellos y acariciando su clítoris y la entrada de su delicada gruta. No pasó mucho tiempo antes de que me entregara un delicioso orgasmo en mi boca...; "Oh Dios!!, Oh Dios!!!..."; era lo único que atinaba a decir cuando la sorprendió el clímax; para ese momento, su entrada estaba inundada de jugos y saliva, entonces subí hasta su boca y mientras la besaba delicadamente, me coloqué entre sus hermosos muslos y busqué su entrada con mi ariete, lo puse justo en la entrada y comencé a empujar con suavidad pero con firmeza al mismo tiempo hasta que al fin mi glande se abrió paso a través de la membrana que protegía su tesoro; apenas dio un respingo y me miró con cierta duda, yo permanecí inmóvil y la dejé sentirme mientras empezaba a empujar lentamente hasta que logré penetrarla por completo; ella seguía a la expectativa...; "Ya no eres virgen princesa..."; "Pero es que no me dolió para nada!!!, al contrario, fue una sensación deliciosa!!!"; "Ahora entiendes porque no debes contarle a tu futuro esposo lo que hagas conmigo, el problema es que la mayoría de los hombres no saben ser delicados y convierten la primera vez en un trauma para la mujer; ahora prepárate, porque hoy vas a aprender todo lo que necesitas saber para hacer feliz a tu marido en la cama...".


Me fui moviendo cada vez más rápido y fuerte en la medida en que ella misma lo hacía hasta que logró su primer orgasmo después de la primera penetración...; "Que vaina tan divina David!!!, casi llego a decirte que te amo, pero tú sabes que no es así"; "No te preocupes muñeca, yo también me contuve de decirlo; ahora dedícate a gozar todo lo que quieras hasta que ya no puedas más, entonces te daré mi orgasmo, luego aprenderás a disfrutar con todo tu cuerpo, ya tuviste un orgasmo con mi boca, ahora lograste uno conmigo en tu interior, luego sabrás lo que es satisfacer a un hombre con tu boca y, por último..., tocarás el cielo con tus manos, te lo prometo..."; volví a moverme dentro de ella y la fui guiando para que disfrutara en todas las posiciones imaginables; la puse sobre mí y la dejé cabalgarme mientras le mamaba las tetas y acariciaba su trasero cuando ella acababa; la puse de a perrito y la penetré desde atrás. Por fin después de casi una hora de orgasmos y posiciones, le inundé la vagina con mi semen.


Después de descansar nos volvimos a entusiasmar y me acoplé con ella en un sesenta y nueva guiándola para que supiera como debía estimularme; ella ponía mucho de su imaginación y al fin después de tres acabadas deliciosas que le arrebaté con mi boca, le inundé su deliciosa y tibia boquita con mi néctar en su cuarto orgasmo. Nos besamos con mucha pasión y ella apoyó su rostro en mi pecho mientras yo la abarcaba con uno de mis brazos...; "Hasta ahora ha sido cada vez mas rico, pero quiero tocar el cielo con mis manos..., dime de que se trata..."; "Todo a su tiempo, no seas curios carajita divina..."; "Como tú digas precioso!!!".


Me encanta penetrar a una mujer analmente mientras estamos enfrentados, y si esa mujer es virgen, es mejor porque la expresión de su rostro te indica hasta donde es capaz de soportarlo; así lo hice con Jacqueline, la fui estimulando durante un rato deleitándome con sus tetas para luego bajar hasta su recién estrenada intimidad, recorrí sus labios íntimos con mi lengua y llegué hasta su trasero, lo acaricié un rato con mi lengua y luego se la introduje cuanto me fue posible en su virginal agujerito en repetidas veces; volví a su sexo y alcancé un tarro de aceite para bebés, unté bastante en su orificio posterior y justo cuando lograba un orgasmo en mi boca, le introduje el dedo medio y lo mantuve inmóvil mientras su esfínter se contraía una y otra vez al compás de su orgasmo...; "Eres una cosa increíble David!!, si así sentí con tu dedo, estoy loca por sentirte por ahí con esa delicia que me metes!!!...".


Deslicé mi dedo hasta el fondo haciendo presión hacia los bordes para dilatarla lo suficiente, metí mi dedo pulgar en su vagina y comencé a darle por ambos lados hasta que la sentí próxima al orgasmo, entonces me retiré y la dejé ansiosa, me unté un poco de aceite en el glande ante su mirada de ansiedad; yo la miraba fijo a los ojos mientras me preparaba para el asalto final; la penetré por delante y me moví con cierta fuerza sin dejar que acabara, levanté sus piernas sobre mis hombros y coloqué mi glande justo a la entrada de su orificio trasero...; "Mírame Jacqueline, quiero que me mires fijo a los ojos mientras sucede, ahora toma aire y contén la respiración hasta que esté dentro de ti, quiero que conserves en tu memoria el rostro del hombre que te llevó a la cúspide del placer..."; "Si David, como tú digas papi!!!...".


Empujé varias veces con cierta fuerza pero controlando la penetración hasta que al fin mi glande se abrió paso a través de su esfínter y entró suavemente hasta que su anillo muscular se cerró alrededor del cuello de mi miembro; sus ojos se abrieron desmesuradamente y ella clavó sus uñas en mis brazos...; "Sssssssssssssss, Aaaaaayyyyyyyyyyy!!!, que dolor tan divino me causas papiiiiiitooooooooo!!!". Permanecí inmóvil unos segundos para que su trasero se acostumbrara al invasor y luego empecé a moverme despacio haciendo presión para consumar la penetración totalmente; Jacqueline se adaptó tan rápido a aquella nueva sensación que casi enseguida logró un orgasmo bestial y muy ruidoso.


La dejé descansar sin salirme de ella, entonces solté sus piernas y ella las dejó alrededor de mi cintura, busqué su boca y mientras le amasaba las tetas con fuerza, succionaba su lengua frenéticamente mientras volvía a moverme en su interior; ella comenzó a moverse cada vez mas rápido hasta que acabó de nuevo...; "Dame duro papito!!, hazme acabar bien rico mi amor que esto es lo más delicioso que me has hecho hoy, que cosa tan deliciosa mi vida!!, que vaina tan divina David, mi amoooorrrr!!!"; en su tercer orgasmo anal me uní a ella y le inundé los intestinos con mi venida. Acabamos juntos mientras nuestras bocas permanecían unidas y abrazados fuertemente.


Al rato ella quiso repetir la experiencia y entonces le pedí que me excitara con su boca para que lo hiciera ella misma; fue una experiencia deliciosa, me acarició deliciosamente con su boca hasta que me tuvo de nuevo dispuesto y entonces sin pensarlo mucho, se colocó a horcajadas sobre mi verga y la fue deslizando muy despacio en su estrecho y tibio culito mientras yo me apoderaba de sus tetas mamándolas con pasión desmedida. Después de varios orgasmos, me miró fijo a los ojos y me dijo casi como una orden...; "Quiero que me duelas mi cielo!!"; la coloqué sobre sus rodillas con la cabeza hundida en la almohada entonces me sequé cuanto pude del aceite que todavía humedecía mi verga y sequé la entrada de su orificio, me coloqué en posición y aferrando su cintura, me enterré en ella de un solo movimiento, rápido y fuerte. La hice llorar durante todo el tiempo que la estuve cogiendo en esa posición, pero no por eso dejó de acabar en dos oportunidades hasta me volví a descargar en su interior.


Después de eso hicimos el amor de mil formas distintas y ella se mostraba dispuesta a cualquier cosa que yo le hiciera; bajo la ducha, sobre la mesa, recostada de una pared, en fin, como se nos dio la gana. Al final cuando ya estábamos vestidos para irnos, la atraje hacia mí y la besé con pasión dejándole sentir que estaba excitado de nuevo...; "¿Qué te pasa David?, parece que me fueras a hacer el amor de nuevo..."; "Esto es lo último que vas a aprender conmigo muñequita linda..., cuando te asalte el deseo o tu marido te pretenda, no mires hora ni lugar, solo entrégate...".


Aproveché que llevaba una falda amplia y le saqué la pantaleta sin desvestirla, abrí su blusa y me apoderé de sus tetas, entonces la recosté de una pared y la penetré de frente mientras mantenía una de sus piernas levantada para facilitar mi entrada; Jacqueline se aferró con sus brazos a mi cuello y enlazó sus piernas a mi cintura para cabalgarme a placer; dejó que la poseyera una vez mas hasta que acabó junto conmigo en un orgasmo que superó en mucho a todos los que habíamos logrado antes; al final se colocó una toalla de uso diario y se subió la pantaleta...; "Quiero sentir como me escurre tu semen mientras voy camino a mi destino..."; nos besamos con mucha ternura y salimos en silencio; jamás volví a saber de ella, solo espero que haya aprendido todo lo que le enseñé y su marido lo esté disfrutando como yo lo hice...