Agarré uno de sus redondos pechos por encima de la tela de su bata y lo apreté con fuerza haciendo que suspirase de placer. Noté como sus pezones se endurecieron gracias al contacto con mi mano. Dejé a un lado su sabrosa boca y dirigí mis labios hacia su apetecible cuello empezando a chuparlo con fruición. Sigue así, cariño... me dice... Me vuelves loca, ¡sigue así y conseguirás hacerme correr!
Relato
Hoy asumo como jefe de esta área de maquinarias eléctricas y mantención, bajo mi cargo 25 personas todos varones y solo dos damas mis secretarias, una se encuentra con permiso por enfermedad de su hijo. Débora es la única presente cuando asumo, la otra secretaria Vilma está con licencia por enfermedad de su hijo.
Pasa el mes y vuelve la otra secretaria Vilma de 30 años encargada del kardex, es una mujer de baja estatura no mas de un metro y medio de atura, eso si grandes pechos, como es baja en altura desde mi perspectiva veía sus valle que se formaban en ellos, sus caderas anchas para soportar las arremetidas de los machos contra sus caderas, vestía de una manera que no despertaba apetitos de poseerla..., llamo a Vilma le comunico que deseo saber mas de ella por que no la conocía y si tenía algo que confesarme... me mira con temor y dice que desea servirme en todo y que siempre me será fiel en el trabajo... en tu vida matrimonial algún problema le digo..., y ella me cuenta la enfermedad de su hijo de un año y como la ha criticado su marido que casi se separan por los dichos de este...
Cuanto dinero debes en la clínica le consulto..., mucho dice trabajaré a lo menos tres meses para solo pagar..., ganas 250000 de sueldo y debes todo por mas de tres meses estas en la ruina le digo y tu marido..., ese infeliz dice que no pagara nada que es mi culpa..., y se pone a llorar, la consuelo llevándola a mi oficina interna para que no sientan a fuera su llanto y no vean como la consuelo... abrazada por mí me dice, jefe pídame lo que quiera, pero no me despida ni me cambie de oficina..., la siento en el sillón mágico y ella se sienta descuidando su vestido mostrándome sus piernas y calzones muy sexy que trae al subirse la falda..., trata de cubrirse y se lo impido, colocando mis manos en sus piernas..., me mira angustiada, siente cuando una de mis manos recorre su vagina por sobre su calzón y suspira tomándome la mano..., me mira y ve en mis ojos los deseos de poseerla..., nada dice cuando bajo mi cabeza y beso sus muslos, suspira alterada y asustada, jefe no dice tengo muchos problemas y no quiero mas..., mientras Vilma entre sollozos se entrega a su ritmo y copula meneando descaradamente sus caderas y gimiendo me abraza y se perturba al sentir la llegada de su orgasmo como premio a este apareamiento tan sabroso entre clamores, rezongas y gemidos me riega el pene con sus fluidos vaginales, abrazándome desesperada mente mientras me dice soy tu mujer, mi marido no me satisface como lo has hecho tú...respira profundo y me besa diciéndome ¿me subirás el sueldo?
A sus 30 años Vilma le había sido infiel a su marido, pero no se arrepentía, conversamos y nos ponemos de acuerdo. Ella me solicita si puede llegar a las nueve y no a las ocho y media, le digo que si claro que eso solicitado por ella se deberá cumplirse con una salida de ella mas tarde. Esa media hora en que todos se iban de la oficina la aprovechábamos con Vilma para recrearnos ambos de nuestras pasiones, todas las tardes Vilma era penetrada y ella era feliz refugiándome en sus entrañas a mi pene, Era ya escandalosas nuestros encuentros carnales y a veces quedábamos sedientos unos del otro y me acompañaba a mi departamento en donde seguíamos acoplándonos y saboreándonos de nuestras pasiones, empezando a contornear mas la cintura moviéndola en forma rítmica hasta llegar a la cúspide de su excitación, su orgasmo. Varias veces lleve a Vilma a su casa media hora antes de que llegara su marido y así no sospechase de los encuentros en donde su esposa colocaba los cuernos a su marido.
La mama de Vilma, llamada igual que su hija, un atardecer sale a su encuentro y veo a una mujer mayor de 52 años muy bonita, mide uno sesenta nueve, tiene unos medianos pechos muy hermosos y unas deliciosa caderas, toda una mujer madura viuda y de muy buen cuerpo..., menos mal que llegas debo ir a mi casa van a llegar mis amigas y no he comprado nada..., le digo si quiere la llevo de compras y así no se cansa y lo hace mas rápido..., me mira y me dice ¿no corro peligro en tu vehículo?, le respondo eso depende de usted, por mi parte si..., ella ríe y me dice llévame, compramos de todo y volvemos a su casa entra me dice te serviré un café..., ella entra al dormitorio sin que se de cuenta la sigo..., cuando se saca su vestido y está solo en ropa interior la abracé por detrás y sacándole sus calzones la acosté en la cama, con las piernas colgadas, saqué mis pantalones y abrí sus piernas con las mías la acomode para luego intentar penetrarla con fuerza y mi pene se abrió paso entre las paredes de su cueva, la mire, empezó a lagrimear tan solo dijo: duele mucho, sácamelo, esto me puso a mil, y de un solo golpe se lo metí toda, ella dio un grito muy fuerte, y le tape la boca con un beso, empezó a llorar, yo continué con mi tarea y comenzó a gemir, tan solo decía: soy tuya mi amor, soy tuya, y empezó a mover ella sola las caderas, diez minutos a lo menos de sus delicados y deliciosos meneos y terminé dentro de ella, cuando mire hacia abajo para ver mi pene, note que tenia sangre, me asuste, después le pregunte a ella y contesto, es mi primera vez desde que soy viuda desde hace dos años y mi marido no tenia uno tan grande ni largo como el tuyo.
Quédate te presentaré dos viudas que al igual que yo llevan años sin probarlo y se que todas estamos necesitadas de un macho firme y silencioso como tú. ¡Ah! no te preocupes son de mi edad una de 55 la mas vieja y es de un cuerpo maravilloso por haber sido modelo, la otra es una viuda joven de solo 45 años..., ¿te quedas? me dice.
Me quede, la primera en llegar fue justamente la mayor de 55 años, en verdad Carola era una maravillosa mujer, sus pechos grandes y se notaban duros, su trasero bien parado y dos largas piernas hermosas, me la presentan y conversamos tenía tres hijos el mayor de 34 años, la chica 30 años y el pequeño de mi edad 25 años. Me cuenta su desgracia de haber perdido su marido y los hijos se habían apropiado de los negocios del padre y a ella la mandaban de paseo y a reuniones con amigas, eso la tenía muy molesta..., mas aún que celaban de ella y no la dejaban circular libremente, por lo que no podía tener un amante que tanto necesitaba sin que estos se enteraran, ahora le digo no saben que estoy aquí y no pueden celar de ti, por que no nos recostamos en esa cama y aprovechamos la ocasión... me mira y me dice eres muy joven para mi, crees eso le digo, probemos y la recuesto sobre su cama, la acaricio y beso su cuello y orejas ... eres muy joven para mi, no le digo me tienes miedo..., la beso y ella me devuelve el beso, me deseas por que lo que es yo estoy hace días deseando aparearme con un macho..., Agarré uno de sus redondos pechos por encima de la tela de su delgado vestido y lo apreté con fuerza haciendo que suspirase de placer. Noté como sus pezones se endurecieron gracias al contacto con mi mano. Dejé a un lado su sabrosa boca y dirigí mis labios hacia su apetecible cuello empezando a chuparlo con fruición. Cruzó ambos brazos por detrás de mi cuello atrayéndome hacia ella. Abrió nuevamente la boca entregándome aquellos labios húmedos con deseo contenido. No me costó gran esfuerzo hacer que abriera los labios permitiendo que mi lengua se uniera a la suya. Noté su femenino cuerpo temblando de emoción mientras jugaba con mi nuca con sus uñas. Introduje mi cálida lengua en el interior de su boca mezclando nuestras respectivas salivas en un beso lleno de pasión. Estaba seguro que mi querida Carola se me iba a entregar por completo. Me lo demostraba aquel cuerpo deseoso de caricias, aquellos pechos deseosos de mil placeres desconocidos…. Agarré uno de sus redondos pechos por encima de la tela de su bata y lo apreté con fuerza haciendo que suspirase de placer. Noté como sus pezones se endurecieron gracias al contacto con mi mano. Dejé a un lado su sabrosa boca y dirigí mis labios hacia su apetecible cuello empezando a chuparlo con fruición. Sigue así, cariño... me dice... Me vuelves loca, ¡sigue así y conseguirás hacerme correr! Desaté el cinturón que sujetaba la bata por su cintura y ante mí aparecieron aquel par de senos que hacía rato deseaba ver. Seguí manoseándolos con mis poderosas manos al mismo tiempo que jugueteaba con su palpitante cuello y con el lóbulo de su oreja. Mi Carola se retorcía de satisfacción pidiéndome más y más. Sabía que se encontraba próxima a su primer orgasmo así que aceleré mis caricias deseoso de que alcanzara su tan ansiado clímax. Bajé una de mis manos hacia su entrepierna encontrándome con la tela de su braguita. Mis alargados dedos superaron dicha barrera introduciéndose bajo ella en busca del tan codiciado tesoro que mi tía escondía entre sus piernas. Nada más entrar en contacto con su empapada vagina escuché como Carola gritaba explotando entre mis malévolos dedos: ¡Me corro, me corro! Dios, qué bueno es esto. Hacía tanto tiempo que no sentía algo así que ya ni me acordaba. Quería disfrutar recreándome con la imagen de aquel cuerpo maduro vibrando y retorciéndose gracias a las caricias que le propinaba. Carola abrió los ojos mirándome con una mirada llena de agradecimiento. Respiraba con dificultad tras gozar de su primer orgasmo. Porque estaba claro que no iba a ser el único orgasmo del que iba a disfrutar aquella mañana. Pensaba volverla loca hasta que me pidiera que parara, aquella mujer que, por ende era mayor en edad que mi, se lo merecía. La mirada excitada de ella así lo demostraba. ¡Me ha encantado! Me has vuelto loca, no esperaba poder gozar del modo en que me lo has hecho sentir. Después de mucho tiempo me has hecho sentir deseada, me has hecho sentir mujer, me has hecho sentir respetada…., puedo hacerte sentir así siempre que quieras. Una mujer como tú merece disfrutar de su cuerpo, merece disfrutar de su juventud…., agradeció mis palabras volviendo a ofrecerme sus carnosos labios los cuales acogí entre los míos besándonos. Con gran placer sentí cómo esta mujer dejaba reposar su mano sobre mi entrepierna. Presionó con firmeza con su mano logrando que mi miembro empezara a despertar de su letargo. Ella respiraba de forma acelerada, parecía que el corazón le iba a saltar del pecho. Dame tu pene, exclamó con los ojos entrecerrados. Animado por sus palabras continué tratando de penetrarla apenas veinte segundos más hasta que por fin logro penetrarla no dure mas de diez metidas y sacadas cuando acabé explotando en su interior llenándola con mi abundante semen. Sentí como iba descargando una y otra vez invadiendo su estupenda vagina con mi espeso líquido seminal. Fueron cuatro interminables disparos hasta que caí derrotado descansar mi palpitante pecho. Nos costaba respirar a ambos, aquel encuentro había sido verdaderamente agotador Cariño, ha sido genial. Eres un gran amante lo dijo guiñándome un ojo.
Me miró de forma maliciosa, segura de haberme conquistado con sus encantos. No iba a perder la ocasión de volver aparearme con algunas de estas mujeres como esta siempre que pudiera. Además sabía que ellas no iban a ser capaces de decirme que no. Al fin habían encontrado lo que tanto habían estado buscando, un buen pene…. No se detendrían hasta que las penetre con todas mis gana nuevamente En especial esta madura Carola.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783542 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Jefe de area 2ª parte Vilma y su madre .
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:43) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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