Una superheroina que recibe un humillante castigo.
Relato
Ivana estaba preparando el desayuno para su hijo Matías, que debía ir a la escuela al mediodía. Aquella mañana se presento soleada y calurosa, pero con la humedad típica de Buenos Aires. Todo marchaba como un lunes común y corriente: su marido en el trabajo, su hijo jugando al futbol con un amigo en el patio, y ella preparando el desayuno para luego ir a dar sus clases de aerobic en el gimnasio de su barrio.
De repente, su pequeño hijo entra sobresaltado a la casa, junto con su amigo:
-Maith, que te pasa? Pregunto la joven madre.
-Mama, estábamos jugando a la pelota y sin querer se nos cayo en el patio de al lado, donde vive don Ramírez y doña Doris, agarraron el balón y se lo llevaron adentro, y luego nos amenazaron diciendo que si volvíamos a arrojar otra cosa en su casa, nos iban a dar una alísalos ojos del niño de 10 años permanecían abiertos mientras relataba lo ocurridota madre intento calmarlo:-Bueno hijo, no te preocupes.Yo voy a hablar con ellos, Ho en todo caso te compro otra pelota de futbol.
Ivana no podía dejar pasar esto: tenia que recuperar la pelota. Don Ramírez y Doña Doris son una pareja de ancianos que viven en ese barrio prácticamente desde que se creo: Don Ramírez es un viejo que odia a los chicos: antipático, malhumorado, anticuado, siempre encuentra algo para quejarse; a sus 80 años discutió con muchos vecinos, pero aun así respetan enormemente a este hombre calvo, de estatura mediana, y de poblados bigotes blancos.
Doña Doris es prácticamente la versión femenina de Ramirez:sus características físicas son típicas de una señora de barrio:cabello canoso, recogido con un rodete, el rostro provisto de arrugas, delgada, algo encorvada, y siempre se la ve con el mismo vestido largo adornado de lunares blancos; octogenaria igual que su marido, es una mujer de mucho carácter, quizás mas temperamental que don Ramírez.
-Estos viejos creen que pueden hacer lo que quieren-pensó Ivana.Pero aquel día iba a ser diferente.Ivana siempre tuvo admiración por superheroínas de los cómics, como Wonder Woman, y Supergirl.Estas justicieras eran portadoras de físicos perfectos, y es por eso que, intentando emular los cuerpos de sus idolas de la infancia, se convirtió en profesora de aeróbic entrenando duramente su cuerpo desde hace años, combinando el ejercicio físico con dietas estrictas, y vaya que logro grandes resultados.
Ivana debía hacer algo: el vecindario necesita una heroína, y ella es la indicada; esperó a que su hijo se vaya a la escuela, y dijo: estos vecinos van a pagar lo que hicieron...pero no responderán a Ivana González sino a...Justiciera Argentina!!!
Tomo una ducha rapida,y comenzó a diseñar su disfraz de superheroína basado en su propia imaginación: consistía en un antifaz celeste, con forma triangular en las puntas, el cabello largo y rubio atado con una cola que descendía sensualmente hasta la cintura, guantes blancos que le tapaban los antebrazos, costosas botas blancas bucaneras de tacos altos que le llegaban hasta la rodilla, una pequeña minifalda blanca y una ajustado top deportivo celeste, que dejaba al descubierto su abdomen plano y fibroso: lo único que llevaba debajo era una diminuta tanga blanca. El cuerpo de Justiciera Argentina era perfecto: el cabello rubio despedía un hermoso aroma, su piel tostada por años de tomar sol, senos sugerentes y bien levantados, el abdomen marcado, las piernas duras y torneadas, y unos glúteos firmes que cualquier supermodelo envidiaría.
El plan de Justiciera Argentina consistía en entrar a la casa de sus vecinos, intimidarlos y así recuperar la pelota de su hijo. -No será muy difícil.-Pensó la superheroína, solo debía darles un susto a los villanos.
La curvilínea justiciera salio de la ventana de su habitación, y de un salto logro inmiscuirse en el patio de los ancianos vecinos. Evitando que nadie la vea, intentó entrar por la puerta que afortunadamente estaba abierta. La puerta hizo un leve chirrido, pero los viejos no lo oyeron: Justiciera Argentina alzo la mirada y vio a don Ramírez y doña Doris sentados en el comedor, bebiendo tranquilamente un te...
-Señores, disculpen la molestia...vine a recuperar algo que ustedes tienen y no les pertenece!-La superheroína interrumpió abruptamente con un tono firme que dejo boquiabiertos a los dos viejos, a lo que don Ramírez llego a preguntar:-¿!Se puede saber quien es usted, y que hace en nuestra propiedad!?
La profesora de aeróbic se acerco, coloco sus manos a ambos lados de la cintura, y dijo: -Soy Justiciera Argentina, la superheroína del vecindario.- Al oír eso, el viejo lanzo una carcajada escupiendo el te, Ivana prosiguió:-Vine a buscar una pelota de futbol perteneciente a su vecino, quiero que se la devuelvan inmediatamente...de lo contrario, se las van a ver con Justiciera Argentina.
En ese momento, Ivana advierte que doña Doris se levanta lentamente de su silla:-Finalmente lo logre.-pensó la joven superheroína.-Se dispone a entregarme el balón.-
Pero don Ramírez interrumpió sus pensamientos:-Si, ya se de quien me hablas, le sacamos la pelota a ese mocoso de al lado, para que aprenda, y no se la voy a devolver, señorita. Y ahora vas a pagar un precio muy caro por haber entrado a nuestro domicilio de esa manera. De repente, Justiciera Argentina siente un fuerte golpe en la zona de sus nalgas que la hace perder el equilibrio:-Oooofff!!!-Exclama Ivana, cayendo boca abajo en la mesa que tenia enfrente, para luego sentir otro golpe mas en el mismo lugar, la justiciera nuevamente vuelve a quejarse. La habían golpeado con algo duro, aun encima de la mesa, intenta girar su cuello y distingue justo detrás suyo a doña Doris con una escoba en su poder, a punto de efectuar otro golpe mas con el palo de esa escoba: TOC!!!-AAAYYYY!!!!-El palo de la escoba emitía un sonido seco al chocar con las duras nalgas de Justiciera Argentina. La heroína se encontraba dolorida y asombrada, esto no estaba resultando como ella creía: intentando recobrar un poco de dignidad, la profe de aeróbic intenta reincorporarse tratando de escapar de esa posición tan lamentable en la que se encontraba, tan expuesta para seguir recibiendo escobazos por parte de doña Doris: Entonces Justiciera Argentina da un giro brusco apartándose de la mesa, pero los tacones altos patinaron en el resbaloso piso, dejando caer de culo a la rubia heroína:-OOOOWWW!!-Grito Ivana, pues su parte trasera aya estaba dolorida. Los viejos reían con sus escasos dientes al ver su infortunio, pero doña Doris no pierde tiempo, y antes que Justiciera Argentina pueda recomponerse, le conecta un severo puntapié en la entrepierna de la superheroína, que emitió un rugido de dolor: -YYYIIIIIIIIIIEEEEEEEEEEEEWW!!!!!!!!-Justiciera Argentina se retorcía en el suelo, tomándose la castigada vagina con ambas manos. Entre gritos y gemidos, oía a la vieja decirle: _ ¿Quien te pensas que sos, entrando así a la casa de dos personas mayores, maleducada? Ya vas a ver lo que hacemos con irrespetuosas como vos!
La dolorida superheroína se encontraba fuera de combate, esa patada en la zona genital la había dejado sin respiración, y no podía levantarse, mas lo peor era estar siendo sermoneada por su vecina como si fuese una chiquilla traviesa, obviando su rol de superheroína. Pero repentinamente sus esperanzas volvieron: Delante suyo, a escasos metros de distancia, se encontraba la preciada pelota de futbol de su hijo. Tomándose la entrepierna con una mano, Justiciera Argentina comenzó a gatear rápidamente ayudándose con su otro brazo para alcanzar el balón secuestrado, pero detrás suyo era inminente el ataque de la pareja de abuelos. En una hazaña muy inteligente, don Ramírez, aprovechando la postura de Justiciera Argentina, y evitando que ella logre recuperarse, se sienta encima de su espalda, colocando todo su peso en el cuerpo de la desventurada heroína, reduciéndola completamente: -Vos no te vas a ningún lado, oíste?.- Le dice don Ramírez. Ivana intenta desesperadamente quitárselo de encima, pero es inútil, y poco a poco se hunde en la impotencia de ver frente a sus ojos aquella pelota de futbol que la metió en este problema, y no poder acercarse y tomarla; al mismo tiempo, el peso del viejo sobre sus espaldas la estaba dejando sin respiración. La joven superheroína siente que don Ramírez le levanta la pequeña minifalda hasta la cintura, y junto con doña Doris, comienzan a nalguearla: _OOWOWOOWWWWOWWOWW OWW!!_ Las manos de doña Doris y don Ramírez golpeaban sin clemencia la exuberante cola de Justiciera Argentina, apenas cubierta por una diminuta tanga, que no protegía en absoluto sus nalgas. Sus botas bucaneras pataleaban sin cesar al ritmo de los terribles chirlos que los viejos le estaban propinando: la joven heroína sentía un dolor y una humillación nunca antes jamás sentida: se encontraba en el suelo, atrapada entre las piernas de un abuelo de 80 años que le daba nalgadas junto con su mujer...
_Aaayyy!!!! Basta, por favor!!!AAWWW!!! No pueden hacerme esto!!!_ Justiciera Argentina no podía creer que aquellos viejos golpearan con tanta fuerza, aunque los maléficos vecinos hacían oídos sordos de sus suplicas, hasta que Don Ramírez dijo a su mujer: _Vieja, traeme el cucharón de madera. Al oír estas palabras, la desventurada heroína evoco un grito ensordecedor:-NOOOO!
_Te quiero bien calladita, o el castigo puede ser peor todavía_ Le murmuro el anciano, mientras acariciaba suavemente las redondas nalgas de Justiciera Argentina:_Esto te va a doler mucho, pero vas a terminar aprendiendo que con nosotros no tendrías que haberte metido_
Finalmente, Doña Doris se acerca con el cucharón en la mano, a la vieja le genero mucha bronca ver a su esposo tocándole la cola fraternalmente a la intrusa, y decidió interrumpir el momento dándole el primer azote con la cuchara en los grandes y enrojecidos cachetes de Ivana, que la hizo aullar.
_Acá tenes lo que me pediste_ Dijo secamente la vieja, como si nada hubiera ocurrido. El viejo comenzó a repartir impiadosamente una serie de azotes, mientras Justiciera Argentina se movía y se contorsionaba frenéticamente, pero era inútil: estaba atrapada y ya sin fuerzas para intentar quitárselo de encima. La madera de la cuchara le estaba dejando marcas muy visibles en el culo de Ivana, debía hacer algo urgente; don Ramírez se veía muy entusiasmado castigando sus nalgas, y algo le decía que no iba a detenerse. Justiciera Argentina, en un intento desesperado por escapar de tremendo castigo físico, tomo del cuello a Don Ramírez usando sus largas y esbeltas piernas, y tomando impulso intento quitárselo de encima, pero lo que logro fue meter la cabeza del viejo en el medio de sus glúteos. Aunque esa no fue su intención, logró su cometido que era ganar tiempo y huir. Don Ramírez quedo con su cabeza en la raya del trasero de la superheroína, que impulsando su cintura hacia atrás, logro deshacerse de el; los reflejos y la velocidad de Don Ramírez hicieron que se demore en incorporarse y Justiciera Argentina aprovecho la oportunidad: era ahora o nunca; Comenzó a correr, atravesó el living, la puerta de entrada, y se encontraba en el patio: debía olvidarse de la pelota de su hijo y pensar en la salud de sus nalgas, la joven heroína había llegado a la conclusión que su misión fue un fracaso y su plan de ataque fue un desastre. La castigada heroína sentía la voz de los viejos que la perseguían: _veni para acá!!!_. Si bien sus piernas eran más largas y ágiles, los tacones altos de sus botas bucaneras y el tremendo dolor en sus nalgas le impedían correr rápidamente y sus temibles villanos estaban a unos pasos de acercarse a su presa. Justiciera Argentina se encontró frente al enrejado que rodeaba la casa de los ancianos, y opto por pasar a través de las rejas, pero fue lo mas erróneo que podría haber hecho: milagrosamente su cabeza y sus enormes pechos atravesaron el enrejado, pero su cintura quedo atascada: Justiciera Argentina intentaba impulsarse con las piernas, pero era imposible, y lo peor de todo es que un numeroso grupo de curiosos vecinos se acerco a ver el espectáculo, incluyendo su marido, Pedro.
_No se queden ahí mirando!!! Sáquenme de acá!!!_ Gritaba histéricamente la humillada superheroína, pero don Ramírez le retruco: _ No la ayuden. Esta señorita se metió en nuestra casa sin permiso, y ahora vamos a enseñarle que tiene que respetar a sus mayores._ Los vecinos asintieron, y la heroína se encontraba perdida: _No señor, por lo que mas quiera, ya aprendí la lección!!! La nalgueada superheroína rogaba desconsoladamente, mientras veía la expresión atónita de su marido al ver esa situación tan peculiar: La humillación de Justiciera Argentina era completa, pero al menos se sintió aliviada al saber que su antifaz cubría su rostro y su esposo no sabia que era ella. Doña Doris, en tanto, le levanta la faldita exhibiendo su preciosa cola en forma de manzana frente a toda la multitud, las nalgas maltratadísimas rebotaban y se movían desesperadamente, intentando evitar lo inevitable. La vieja, obviando sus suplicas, toma con su arrugada mano la parte de atrás de la pequeña tanga blanca de la superheroína, y la jala fuertemente para arriba, dejando aun más al descubierto su culo: _ OOOHH!!!_ Se quejo la rubia justiciera, y Don Ramírez retomo el castigo pendiente con el cucharón de madera, mientras decía entre dientes: _Esto es por querer escapar...CRACK! CRACK!
Justiciera Argentina lloraba sin cesar. Las lagrimas recorrían su antifaz mientras la muchedumbre allí reunida observaba aquel extraño espectáculo: Justiciera Argentina podía ver como su marido se descomponía de la risa, mientras gritaba:_ Mas fuerte, don Ramírez, mas fuerte!_ El castigador vecino propino unos 30 azotes, que fueron suficientes para que las nalgas de Ivana le quemen como el fuego mismo: La nalgueada superheroína aullaba como una gata en celo, su cabeza colgaba inerte del otro lado de la reja, con su largo cabello rubio que tapaba su llanto.
_Ya no hay nada mas que ver acá, múdense todos para su casa!_ Ordeno Doña Doris con su manera tosca de decir las cosas. Los vecinos, incluso el esposo de Justiciera Argentina, obedecieron a la anciana. Haciendo un poco de fuerza, don Ramírez logro separar un poco las rejas que aprisionaban a la nalgueada heroína; finalmente estaba libre, al menos eso pensó ella...
Al liberarse de las rejas, Ivana cayo desplomada en el piso, tomándose las nalgas y refregándoselas freneticamente. Sin ningún tipo de piedad, doña Doris la tomo de la oreja como si fuera una niña traviesa: _ Veni para acá_
_AAAYY!! No por dios, señora, no me quedan fuerzas para nada, mi culo esta en llamas, apenas puedo caminar! ay! Mi oreja!! Me duele!!!. Justiciera Argentina estaba siendo honesta, pero la anciana no le prestaba atención. Finalmente la pareja de castigadores y nuestra heroína se adentran nuevamente a la casa, entonces el viejo la toma fuertemente de ambos brazos y le dice a su mujer: _Doris, sacale la pollera_ La vieja le quita la falda fácilmente._La braguita también._ Ordena don Ramírez. La pobre heroína sentía escalofríos mientras sentía los dedos de la anciana bajarle la tanga lentamente; Justiciera Argentina ya no podía defenderse, había perdido todo su orgullo, y los viejos lo sabían. Don Ramírez deposita a la nalgueada joven sobre las rodillas de doña Doris, mientras el sostiene sus manos. La vieja empezó a nalguear a Ivana con dureza, y al unísono, la regañaba como si de una niña se tratase: _Toma esto...SPANK!!Y esto!! PAF!!!Te crees que vas hacer lo que queres...SPANK!!! Ahora vas a aprender a comportarte con las personas mayores...toma!!SPANK!!!
Ivana gritaba, rogaba, lloraba a mares, hasta que afortunadamente para ella, el castigo llego a su fin. Ivana estaba agotadísima luego de la terrible tortura a la que fue sometida, sus lágrimas caían a través de su antifaz para mojar los pantalones del viejo, que seguía sosteniéndole los brazos. Ivana, aun en las rodillas de doña Doris, empezó a sentir que la mano de su castigadora vecina comenzó a masajearle suavemente el dolorido culo, haciendo movimientos circulares todo alrededor de los glúteos que si bien no calmaban el terrible dolor, eran muy relajantes. Justiciera Argentina sollozaba cada vez menos, mientras Doris proseguía con aquellas caricias tan suavizantes alrededor de toda la zona afectada, que a pesar de verse visiblemente lesionada, conservaba esa forma perfecta. Ivana entrecerró los ojos con su cabeza apoyada en las rodillas de don Ramírez que comenzó a acariciarle la cabeza mientras la mano de la anciana hacia lo propio con su trasero. Así estuvo unos quince minutos, por un momento se durmió profundamente debido a las suaves caricias de la vecina y el agotamiento físico que sufrió aquella tarde, hasta que oyó la voz de doña Doris que le ordeno ponerse de pie, y saliendo de la tranquilidad que le proporcionaron los masajes, se dio cuenta que estaba casi desnuda: había sido despojada de su minifalda y su ropa interior. Totalmente avergonzada, se tapo su parte mas intima, y dijo: por favor señora, puede darme la ropa?_
_Nada de eso, querida. La falda y las bragas se quedan acá, y no quiero escuchar una sola queja, o te voy a dar tal paliza que no vas a poder caminar por semanas.
_Exacto. La pelota y tu ropa se quedan acá._ Interrumpió el viejo.
Justiciera Argentina se moría de vergüenza: el balón, su minifalda y su tanga eran trofeos de guerra, la vieja se llevo las prendas de la superheroína mientras ella miraba sin poder hacer nada, lo único que llevaba puesto eran los guantes largos, el antifaz, el top, y debajo las costosísimas botas bucaneras. Lo peor de todo es que su marido ya estaba en su casa, y no podía entrar por la puerta, pues la descubriría.
La dolorida superheroína, nalgueada a base de manos, un palo de escoba, y una cuchara de madera, les imploraba con la mirada, sin poder soltar una palabra, a la par que se tapaba su vagina con ambas manos, pero los vecinos permanecía inmutables, hasta que doña Doris le clavo una mirada intimidante a Ivana y le dijo: _Ah, no te vas a ir?? No fue suficiente? Ya vas a ver..._ La vieja arremango su anticuado vestido, y tomo un rebenque que colgaba de la pared. Justiciera Argentina sabía muy bien que la malvada vecina no dudaría en usar ese rebenque contra sus enrojecidas nalgas. No lo dudo mas: La derrotada y humillada superheroína opto por salir corriendo de esa casa del infierno en la que no solo quedo secuestrado el balón de su hijo, sino también la minifalda y la tanga....la semidesnuda heroína corrió atravesando el patio de la casa de sus castigadores vecinos, hasta que logro alejarse de los inminentes fustazos: Detrás de ella oía las risotadas de los viejos que la veían huir disparada, con el culo al aire. Justiciera Argentina entonces, entro por la parte trasera de su casa, la única entrada que tenia era la ventana de su habitacion. Evitando hacer ruido, la joven logro meterse en su cuarto. Rápidamente se quito el antifaz, las botas, y los guantes, y se puso su ropa deportiva que usa para dar sus clases de aeróbic: una musculosa negra, una bincha para sostener el cabello, zapatillas blancas y unas apretadísimas calzas negras: Ivana rechinaba los dientes, evitando dar un alarido de dolor provocado por el simple roce de la calza contra su culo, hasta que con muchísimo esfuerzo, logro meter su trasero en ellas.
_Ivana, no sabia que estabas en casa_ Pedro, el marido de la nalgueada heroína estaba frente a ella.
_AY! Amor...si...no, ya me iba al gym, se me hizo un poco tarde._ Contesto nerviosamente Ivana, casi balbuceando._ Que raro, yo estoy acá desde hace una hora, me entretuve viendo lo que ocurrió en la casa de don Ramírez, te enteraste?_
_No, no me entere de nada..._Ivana baja la mirada y pretende retirarse evitando aquel momento tan incomodo, pero repentinamente, el esposo la toma del brazo y la pone sobre sus rodillas.
_Pedro...que estas haciendo, estupido??? Soltame!!! Soltame inmediatamente, carajo! Sacame las manos de encima, te voy a matar!!!!_ Ivana, sobre las rodillas de su marido, pataleaba, intentaba salir de esa penosa posición que ella ya conocía...El hombre le quito las calzas, y sin apiadarse de sus castigadas nalgas, comenzó a darle unas buenas nalgadas.
_Sabia que eras vos, pude reconocerte, y dejame decirte algo: Te tenes bien merecido lo que nuestro vecinos te hicieron, eso quizá te enseñe a que los problemas se resuelven de otra manera...toma!!! PLAS!!!PLAS!!!! Ivana gritaba y lloraba, mientras a lo lejos, doña Doris y don Ramírez oían su llanto y sus quejidos que les resultaron muy familiares: El viejo miro a su mujer y sonrieron al darse cuenta que la heroína que tan mal la había pasado en su casa era nada menos que la joven y atractiva vecina de al lado, que ahora seguía sufriendo un castigo en su propio hogar. Al otro día, Ivana opto por comprarle una pelota a su hijo...y es algo que debería haber hecho desde el principio. Aun así, ella sabe muy bien que Justiciera Argentina volverá a las andanzas...
Una semana antes de su cumple mi esposo me pregunto ¿Qué me vas a regalar? prometiste que me darias lo que yo quisiera, yo pense que me diria que tuvieramos sexo anal mas seguido,yo racionaba mucho ese tipo de sexo ya que mi esposo tiene una verga muy gruesa y cada que tenemos sexo anal lo disfruto mucho si pero me queda el culo muy adolorido, el se vuelve loco con mi culito dice que esta muuy apretadito, pero no fue eso lo que el pidió, lo que queria era un capricho mas lujurioso,de plano me dijo -Quiero que invites a mi comadre Lina a tener sexo con nosotros ,no me extraño que me pidiera hacer un trio ya que ese antojo ya lo había pedido de hace tiempo lo que si me saco de onda fue que me pidiera que invitaramos a Lina ,ella ha sido mi amiga desde que eramos niñas
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el acompañar a mi esposo a hacer unas compras en una ferreteria me encontre a un joven atrevido quien me recargo su vergota en las nalgas y me agrado terminando cogiendo riquisimo tenia una vergota como de burro mmmm que rica
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SOMOS UNA PAREJA QUE DESDE MI MARIDO SE ENTERO QUE LE METI LOS CUERNO, LO UNICO QUE QUERIA ERA VERME HACIENDOLO DELANTE DE EL, VESTIDA COMO UNA PUTA..........
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DETRAS DE MI CASA VIVE UNA NINA MUY LINDA Y ES QUE LO QUE MAS ME ENCANTA ES SU CULO.
Relato erótico enviado por Anonymous el 04 de April de 2010 a las 16:35:57 - Relato porno leído 131686 veces
Si te ha gustado Justiciera Argentina: La superheroina nalgueada. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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te lo agradecerá.
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