La amiga de mi mamá

La señora Martha es una de las amigas de mi mamá, es la más joven de todas las del grupo, llegó con ellas por ser prima de una del grupo, ella tendría unos 38 años más o menos, era casada en aquel tiempo y tenía una hija hermosa, Sofía, a la cual yo había pensado varias veces en cortejar. Yo tendría en ese tiempo unos 23 años, todavía estaba soltero aunque ya era novio de la que hoy es mi esposa.

Solía pasar por casa de Sofía de vez en cuando y detenerme a saludarla, Martha muchas veces me había dicho que ella sabía por mi mamá que yo tenía novia, que ni se me ocurriera jugar con su hija, a lo cual yo siempre contestaba con que su hija también lo sabía y que solo eramos buenos amigos. Cada vez que Martha me lo decía terminaba cerrandome un ojo y en algunas ocasiones hasta con una pequeña caricia en una de mis mejillas, yo la veía como una de las amigas de mi mamá, sin embargo no había perdido para nada su belleza y seguía teniendo realmente muy buen cuerpo.

Un viernes por la noche regresaba de casa de mi novia, ella se había tenido que ir con sus papás a una cena familiar, asi que nos despedimos temprano. Para mala fortuna mía, mi novia tuvo la ocurrencia de que nos despidieramos en el garage, lo cual siempre significaba arrinconarnos en un lugar obscuro y manosearnos todo lo que pudieramos durante unos 5 minutos antes de que sus padres sospecharan. Esa noche mi novia apenas cerró la puerta y mientras me decía que me esperaba al día siguiente temprano comenzó a desabrocharme el cierre del pantalón y a besarme el cuello; sacó mi pene y sigilosamente se hincó en el suelo y en vez de desperdirse de mi con un beso en la boca como todos los días, besó la cabeza de mi pene terminando con una lamidita todo lo largo del mismo. Como se podrán imaginar me fui bastante caliente de su casa, asi que cuando pasaba por casa de Sofía decidí pasar a ver si la chica estaba ahi y por fin podía lograr algo con ella a escondidas de su madre.

Toqué el timbre y para mi mala fortuna - hasta ese momento - abrió su mamá. Me saludó efusivamente y lo primero que me preguntó fue si no había ido a casa de mi novia ese día. Me pareció de muy mal gusto la pregunta y hasta me molestó un poco, pero le contesté de buena gana que si, pero que nos habíamos despedido temprano, sin darle ninguna razón. Le pregunté si Sofía estaba en casa y me dijo que se estaba bañando, pero que pasara, que en un momento más debía terminar. Martha se sentó conmigo en la sala y comenzamos a platicar sobre temas sin importancia. Después de un momento, ella cortó de tajo mi conversación y me preguntó de manera directa: Te estás acostando con tu novia Carlos?. Yo me quedé pasmado ante la pregunta, me puse de pie, hice silencio un momento y le contesté: ¿perdón?. Ella me preguntó que si venía y de su casa y le contesté que si, que ya le había dicho. Ella se sonrió y me dijo: debes tener más cuidado chico, y acercandose lentamente a mi, bajó su mano derecha y tomó el cierre de mi pantalón sin inhibición alguna - no me había dado cuenta de que había salido de casa de mi novia con el cierre abierto - Me llené completamente de pena y al mismo tiempo de una excitación bastante extraña por sentir la mano de Martha rozando mi pene mientras subía el cierre.

Nuevamente me quedé sin moverme, le pedí disculpas y estaba a punto de irme por la pena que sentía, pero entonces ella me dijo. No te preocupes, es normal a tu edad que eso suceda, solo espero que no hayas venido asi a propósito para que Sofía fuera quien te lo cerrara o si? - me sonreí y le dije que no - Martha me miró de una manera bastante extraña, y luego me preguntó: ¿Qué hizo, te la chupó? - no tenía idea de lo que esta señora buscaba - le contesté que no, que asi había salido del baño. Ella soltó tremenda carcajada y me dijo: porfavor Carlos, no tienes que mentir conmigo, soy mujer, se lo que a los hombres les gusta, y aunque no lo creas, también a nosotras nos gusta darles sus besitos ahi - mientras lo decía miraba y apuntaba con el dedo mi bulto - Me desahogué un poco y le contesté que no, que solamente me la había sacado para despedirse de ella porque tenía que salir con sus padres. Ella se sonrió y me contestó: entonces te mandaron calientito?. - ¿qué era lo peor que podía pasar si ella había iniciado la conversación? - Si, le contesté, bastante.

Martha se encaminó a las escaleras para escuchar si la regadera estaba abierta todavía, luego regresó conmigo con una mirada sensual en los ojos y apuntando a mi bulto me dijo: Vamos, no voy a dejar que mi hija apague un fuego que puedo apagar yo. Me asusté completamente ante el comentario de Martha, comencé a caminar hacia atrás sin decir nada, pero ella se movió más rápido y me alcanzó. En ese momento la Sra. amiga de mi mamá - asi la veía yo - se convirtió en una mujer a la cual comencé a desear en ese momento. Se dirigió con su mano hasta el cierre de mi pantalón, lo tomó y de un tajo lo bajó. Metió la mano y comenzó a buscar mi pene, primero por arriba del interior y después logró bajar el boxer sin abrir el botón del pantalón. Lo agarró firmemente - aun estaba flácido por el susto que traía yo - y lo jaló hacia afuera del pantalón. No está nada mal - dijo Martha - e hincándose en el suelo se lo metió en la boca todavía semi flácido. Apenas sentí el calor de la boca de la Señora Martha y mi pene comenzó a aumentar de tamaño rápidamente - eso es, dijo Martha sacandolo de su boca - le dio dos o tres jaloncitos con la mano derecha y después lo metió de nuevo a la boca, esta vez para comenzar a mover su cabeza de adelante hacia atrás bastante rápido. No era normal que una mujer comenzara a chuparla asi de rápido, mi novia normalmente primero jugaba con ella un rato, pero esta señora parecía que quisiera que yo tuviera un orgasmo de inmediato. No paró de mamarla con el mismo ritmo por un par de minutos - yo me estuve aguantando en varias ocasiones la eyaculación y trataba de zafarme - pero ella cuando hacía el intento por hacerme hacia atrás apretaba mis bolas con la mano izquierda como retandome a que si me movía me lastimaría. Siguió chupándolas y acariciandome las bolas por u minuto más, hasta que ya no pude contener el orgasmo. Comencé a decirle: Martha, ya voy, sueltame por favor. - no quería hacer un regadero en la sala de su casa cuando en cualquier momento bajaría Sofía - Ella levantó la mirada para verme a los ojos y comenzó a mover su cabeza más rápido todavía apretando los labios contra mi pene. Lanzé el primer chisguete dentro de la boca de la madre de mi amiga y ella solo hizo un ruido gutural por el golpe en su garganta, noté donde los tragó rápidamente y después retuvo las demás embestidas dentro de su boca, y una vez que terminé, comenzó a tragarlos poco a poco mientras me miraba con unos ojos de satisfacción. Yo me recargué en la pared para descansar el placer que la señora me había hecho sentir y mientras tanto ella lamía mi pene en toda su extensión para limpiarlo y dejarlo como si recién hubiera llegado.

Apenas se separó de él y yo lo guardé rápidamente - nunca pude dejar el miedo de que en cualquier momento Sofía bajara y nos encontrara asi - Ella se levantó y me dijo: Cuando tu noviecita te mande cachondo, no busques a una niña como Sofía, busca una mujer que te pueda apagar el fuego. Inmediatamente después se levantó, fue a las escaleras y gritó: Sofi, te buscan.

Nunca supe si lo hizo por evitar que yo fuera a tener relaciones con su hija, o simplemente porque a ella le faltaba placer en su hogar. Un par de ocasiones más la busqué después de ver a mi novia, pero siempre había más gente en casa. Esa fue la única ocasión en que pude disfrutar de la experiencia de la Sra. Martha.