Susana y su hermano van a visitar a sus abuelos, pero pasa algo interesante en el bus de regreso... ¡despues de mucho tiempo, vuelve la colegiala!
Otro de los relatos que encontre del gran escritor Tillman
Relato
“¡Que mujer más testaruda!” exclama Andrés mientras discute con Susana nuevamente, aunque ahora las discusiones son más amigables que antes, hay cosas que al parecer no van a cambiar nunca entre esos dos.
El fin de semana Susana y Andrés fueron a la casa de sus abuelos que los invitaron a acompañarlos por un par de días. Susana de inmediato acepto la invitación, tratándose de salir, ella no pone problemas, pero también aceptó por que sabe que sus abuelos le regalan buenas y jugosas mesadas cada vez que ella va. Sin embargo, Susana esta bastante molesta con su hermano, ¿la razón?, Andrés la hizo levantarse el sábado a las 7:00 de la mañana para viajar temprano ese día en lugar de haber viajado la noche anterior como ella pretendía, así que la morena estaba realmente molesta con Andrés ya que si hay algo que aborrece es levantarse temprano, a duras penas lo hace durante la semana para ir al colegio y tenerlo que hacerlo un fin de semana es un abuso, al menos desde su punto de vista.
El domingo por la tarde, Susana insiste en que deben viajar tarde esa noche, Andrés quiere hacerlo más temprano pero no hay manera de hacer cambiar de idea a Susana, él sabe mejor que nadie que cuando a ella se le mete algo en la cabeza, es imposible hacerla cambiar de idea, así que finalmente decide hacer las cosas a la manera de Susana para evitarse mayores complicaciones y disfrutar en paz del resto del día. “Solo compra pasajes baratos” le dice Andrés, Susana sólo le responde con una pequeña sonrisa y él mueve la cabeza.
A eso de las 10:00 de la noche, un taxi los deja en la terminal de buses. Ella camina por los andenes buscando el bus que los llevará de vuelta, más atrás Andrés camina penosamente cargando las dos maletas con ropa que a Susana se le ocurrió llevar, “me siento como un burro de carga” dice en voz baja mientras Susana habla sin parar contándole acerca de la mesada que le dieron y como planea gastarla en ropa, CDS de música y otras cosas. “Sí, este es”, dice Susana al detenerse frente a un bus de dos pisos. Andrés mira el bus y después a Susana: “apuesto a que los pasajes te costaron una fortuna”, “no te quejes, a mí me gusta viajar con comodidad, además te quejas como si los pasajes los hubiera comprado con tu dinero”, dice Susana; “en efecto, fue con mí dinero”, le responde Andrés pero Susana se hace la sorda. Los asientos de ellos están en el segundo piso, cerca del fondo del bus. Se ve poca gente a bordo y luego de esperar unos minutos el bus se pone en movimiento. De un pequeño bolso Andrés saca un libro, será un viaje de tres horas y él no puede dormir arriba de un bus, por eso prefiere viajar temprano en las mañanas y evitar hacerlo de noche, así que ahora decide leer algo para acortar el viaje, Susana sigue hablando, pero al cabo de un rato acomoda el asiento y se queda profundamente dormida, “silencio al fin” dice Andrés con una expresión de alivio en su rostro.
Poco más de una hora después de haber partido de la Terminal, Susana despierta y observa a su hermano leyendo tranquilamente. Ella bosteza de forma exagerada haciendo que Andrés le diga que guarde silencio para poder leer. “Que eres aburrido cuando te da”, le contesta Susana, “escucha música, lee, come, haz lo que sea pero guarda silencio”, le dice Andrés que comienza a perder la paciencia con su hermana. Susana esta aburrida, trata de leer algo pero no muestra mayor interés. Escucha algo de música pero tampoco se interesa en ello, simplemente no se le ocurre qué hacer. Intenta dormirse de nuevo pero debido al movimiento del bus no puede. Ella suspira profundamente en señal de aburrimiento. De pronto comienza a mirar en todas direcciones, se pone de pie y camina unos pasos hacia el frente del bus, mira para todos lados y luego baja al primer piso donde todos duermen incluido el ayudante del chofer. Susana regresa junto a Andrés con una sonrisa en su rostro.
“Te conozco, ¿qué estas planeando?”, pregunta Andrés que la observa con suspicacia, “sabes, estoy aburrida”, “¿y?”, vuelve a preguntar Andrés. “Hagamos algo entretenido”, dice Susana; “habla claro, ¿qué se te ocurrió ahora?”, “tengamos sexo aquí mismo”, propone Susana. Andrés la mira totalmente desconcertado ante semejante proposición, “¡estas loca, date un baño de agua fría mujer y controla tu calentura!”, le dice. Susana se siente ofendida e insiste con mayor empeño y usa todos sus “argumentos” para convencer a su hermano. Se sienta sobre él, lentamente mueve sus caderas frotando su culo sobre el miembro de Andrés que se esconde bajo sus pantalones. Ella le toma las manos y las lleva hacia sus pechos y después dirige una bajo sus jeans deslizándola entre sus piernas, ella deja escapar un profundo y ardiente suspiro. “Vamos, no seas tan aburrido” -le dice- “siente mi coño, esta ardiendo, lo único que puede calmarlo es tu verga entrando y saliendo de mi sexo”, agrega en medio de suspiros y gemidos mientras acompaña la mano de su hermano entre sus muslos.
Susana se da media vuelta y queda montada sobre él, se quita su chaqueta y lentamente se sube su ajustada polera haciendo que sus pechos se asomen cubiertos por un pequeño sostén rojo que apenas los sujeta, ella se lo abre hasta dejarlos al descubierto con sus pezones erectos demostrando lo caliente que está. “Qué ocurre…, ¿acaso ya no te gusta lamer mis pechos con los cuales te hago esas pajas que tango te gustan teniendo tu verga atrapada entre ellos?, ¿ahora ya no quieres sentir mis carnosos labios envolviendo tu miembro, recorriéndolo con fuerza saboreándolo y acariciándolo con intensidad?, ¿tampoco quieres sentir mi ardiente y mojado coño envolviendo tu gran verga, acaso ya no quieres hacerme gemir, empalarme con fuerza y follarme tan duro que me hagas delirar?, ¿o es que tampoco quieres darme por mi culo tan estrecho que solo tu sabes follar tan bien?”, le pregunta Susana mientras se acaricia sus senos y después toma una mano de Andrés y le chupa sus dedos como si fuera un miembro. Susana puede ser un dolor de cabeza en ocasiones, pero también es extremadamente persuasiva cuando quiere serlo.
Andrés simplemente no puede resistirse ante tan contundentes argumentos y con sus labios atrapa los pezones de Susana que de inmediato deja escapar un suspiro a medida que él le devora ansiosamente sus grandes pechos. Andrés le agarra el culo que se marca perfecto en esos ajustados jeans que Susana usa. Ella lo carga contra sus pechos muy excitada, Andrés vuelve a meter una mano entre las piernas de la morena frotando su coño que esta que arde. Susana lo deja actuar, a Andrés le encanta lamerle los pechos a su hermana y a Susana le gusta la forma en que él lo hace, sintiendo además los dedos de él metiéndose en su vagina y rozando delicadamente su clítoris. Los gemidos de Susana comienzan a hacerse más fuertes a medida que las caricias y lamidas de Andrés se hacen más intensas.
“Espera un poco, déjame premiarte” le dice Susana con una sonrisa. Ella se instala en su asiento y después se inclina sobre él dejando su culo bien parado, Susana le abre el pantalón y mete su mano buscando el miembro que rápidamente siente bien duro y erecto. Ella se lo acaricia bajo el pantalón, se lo masajea mientras ambos se besan apasionadamente cruzando sus lenguas en cada beso, Susana quiere ponerlo tan duro como pueda. La morena, con ambas manos, frota el miembro de Andrés una vez que lo saca fuera del pantalón, le hace una paja de esas que a él le gustan, con sus pechos atrapa su verga frotándola incesantemente, después la acoge entre sus labios y le empieza a hacer una tremenda mamada. Susana se la mama con ganas y Andrés observa su verga desaparecer entre los carnosos labios de su hermana, ella lo mira a los ojos y con su lengua recorre su miembro partiendo desde su base hasta llegar a su roja cabeza para luego hacerla desaparecer en su boca.
Ambos están en lo mejor, Andrés disfrutando de una buena mamada de Susana. Los suspiros de ambos sólo son interrumpidos por el ruido del motor del bus; está oscuro, sólo la débil luz de una pequeña lámpara con la que Andrés se alumbraba mientras leía y las luces de otros vehículos al pasar delatan lo que hacen. Susana quiere hacerlo, quiere correrse en su boca e intensifica su mamada para lograrlo. Andrés la toma de la cabeza y la guía en su movimiento de sube baja sobre su miembro. “Vaya, esto no se ve todos los días”, “ni que lo digas”, se escucha de pronto en la oscuridad, ha cierta distancia dos tipos están observando todo y se soban sus bultos mientras los ven. Susana esta con sus pechos al aire y con su culo parado haciéndole una mamada a su hermano, aunque ellos no saben que son hermanos. “Tienes una novia bien buena y calentona además”, “que envidia” agrega el otro. Antes que Andrés pudiera decir algo Susana se le anticipa “gracias”, dice ella y luego vuelve a su tarea sin inmutarse en absoluto por la presencia de aquellos dos extraños, Andrés esta algo incomodo pero Susana actúa con toda calma.
“¿Quieren participar?”, dice Susana al darse cuenta que ellos aún los observan, Andrés queda totalmente desconcertado ante la proposición de Susana, la mira a los ojos y ella le hace un guiño, claramente la morena quiere divertirse en el bus. Él sabe bien lo ardiente que es ella pero jamás pensó que era capaz de tanto. Aceptando tan generosa invitación, ellos se acercan. Uno le acaricia el culo, mete su mano entre sus piernas y le da un par de fuertes nalgadas, “¡vaya, que buen culo tiene esta chica, esta de comérselo!”, “y que esperas entonces”, le responde Susana con toda soltura. De inmediato siente cómo le empieza a bajar los jeans, con un par de fuertes tirones se los baja lo suficiente para poder apreciar sus perfectas nalgas que de inmediato se las empieza a besar y a lamer. “Toma, aquí tienes algo más para entretenerte”, le dice el otro mientras se abre el pantalón y acerca su verga a Susana que de inmediato la atrapa con una mano y la frota mientras se la sigue mamando a su hermano.
Susana comienza a turnarse, pasando de una verga a otra, al principio Andrés se siente algo incomodo y molesto, pero después goza al ver a su hermana follando con dos extraños. Susana se la mama al otro tipo mientras su compañero le tiene apartado el calzón y le mete los dedos y la lengua en el coño, los gemidos de la morena se empiezan a sentir con más fuerza a medida que la van follando. En cuento una verga sale de su boca otra ocupa su lugar de inmediato casi sin darle tiempo para recuperar el aliento. “¡Ahhh!”, exclama Susana al sentir cómo la penetran; “tu coño esta que arde preciosa”, le dice el que hace unos instantes le metía los dedos en su coño, ahora usa su verga para satisfacerla, Susana lo mira a los ojos como aprobando lo que hace, este la toma de las caderas y la bombea con todo mientras ella se dedica a mamar las otras vergas que tiene para ella, Susana le ordena al que se la cogiendo que lo haga con más fuerza y él le obedece en el acto.
Luego de un rato deciden cambiar de posición. A Susana le quitan el jeans y aquél que anteriormente se la metía en la boca, se sienta junto a Andrés y Susana se le pone encima recibiendo todo su miembro en su ardiente coño de una vez. Sus pechos se agitan vigorosamente mientras Susana lo cabalga con todo, Andrés sigue sentado a su lado y sólo observa coger a su hermana. La morena recibe en su boca la verga del otro tipo y estira su mano hasta alcanzar la verga de Andrés, ella se esfuerza por satisfacer a los tres miembros que tiene a su disposición. Andrés se pone de pie también y le acerca su miembro, los gemidos de Susana son cada vez más fuertes lo que aumenta el riesgo que alguien más los descubra, pero eso no le importa a la fogosa morena en este momento, ahora solo quiere coger. Una verga tras otra pasan por los labios de su boca, ahora a Andrés no le molesta que se follen a su hermana y Susana se da cuenta de aquello. “Ahora es tu turno campeón”, le dice ella.
La morena recupera un poco el aliento y después se monta sobre Andrés, poniéndole los pechos en la cara y atrapando su verga en su muy ardiente y mojado coño. Andrés observa los pechos de ella agitarse frente a su rostro y los atrapa con su boca lamiéndolos ansiosamente mientras Susana le cabalga encima, la morena se dedica a mamar las vergas de los otros tipos mientras Andrés la folla, “esta chica es toda una zorra”, dice uno impresionado por lo ardiente que es ella. Andrés le mete los dedos en el culo cada vez con más fuerza a la morena que deja escapar fuertes gemidos cada vez que lo hace, uno de ellos se da cuenta de cómo le gusta a Susana; “¿te importa si le doy por el culo?”, le pregunta a Andrés como pidiéndole permiso, “no hay problema”, responde él. Susana mira a Andrés sorprendida por su proposición, de pronto siente cómo uno de ellos se pone detrás y le mete los dedos en el culo para luego apoyar su verga contra él, lentamente se la va metiendo, abriendo el estrecho culo de Susana que va liberando varios quejidos a medida que le abren el culo. “Toma, para que no te quejes tanto”, le dice el otro metiéndole su verga en la boca. Finalmente Susana la recibe toda y entre los tres le dan con todo a la morena.
Susana siente cómo le llenan todos sus agujeros, la verga de Andrés y del otro tipo la recorren por dentro, en su culo y en su coño de forma incesante, cada arremetida que ellos le dan la hace estremecerse más aún, sus ardientes gemidos sólo son ahogados por la verga que esta metida en su boca y que en ocasiones apenas la deja respirar, al ver como la folla su amigo, ambos hacen cambio y ahora otro se la folla por el culo; “¡dale con todo, vamos, no seas fome, cogeme por el culo!”, le ruega Susana y él obviamente la complace. A pesar que llevan un buen rato follando, Susana aun sigue cogiendo con todas sus fuerzas, Andrés esta anonadado de lo insaciable que puede llegar a ser su hermana. Ahora ella le pide a Andrés que se la folle en el culo, “¡quiero que todos me cojan bien cogida!”, dice ella con convicción. Andrés la sujeta de las caderas y su verga se pierde en el culo de Susana, ella le cabalga salvajemente sobre su verga, la siente enterrarse hasta el fondo mientras los otros se la meten en la boca.
Finalmente, sus amantes ya no dan más y uno a uno se van corriendo sobre y dentro de ella. Su hermano acaba en su culo llenándola y los otros lo hacen en su rostro y sus pechos haciendo que el semen de ambos escurra por el cuerpo de Susana dejándola cubierta con sus jugos. Al mirar por la ventana, se dan cuenta que están por llegar a su destino; “uf, vaya, como pasa el tiempo cuando uno se divierte”, dice Susana que rápidamente recoge sus cosas y se va al baño a arreglarse. “Qué envidia hombre, con la mujer que tienes”, “debes ser bastante fuerte, de la forma que ella coge ya me habría mandado a la tumba de un infarto hace tiempo ya”, agrega el otro obviamente aún creyendo que Susana es la novia de Andrés, él, por su parte, se siente hasta orgulloso de la envidia que les ha provocado a esos tipos.
Al llegar a la Terminal, uno de ellos propone seguir la “fiesta” en un departamento, Andrés espera la respuesta de su hermana, “no gracias corazón, una vez es más que suficiente”, luego ella se aleja de la mano con Andrés a tomar un taxi para que los lleve a la casa; “y bien, qué opinas… ¿te gustó mi forma de divertirme?, además creen que soy tu novia”, “eres realmente increíble, nunca pensé que serias capaz de hacer algo así”, dice Andrés; “te falta mucho que aprender aún, no te preocupes que yo te voy a enseñar de todo”, le dice ella dándole un fuerte agarrón en el culo a su hermano haciéndolo sobresaltarse, Andrés la mira algo molesto por lo que ella hizo recién, “aunque en ocasiones eres realmente insoportable”, agrega después.