La doble para que se recargara en la cuna, levante sus ropas y saque sus calzones, tome sus nalgas y se la metí de un golpe, un gemido muy leve salió de su boca y unas lagrimas de sus ojos, empecé a bombearla fuerte y lento, luego mas fuerte y lento y ella le preguntaba a su hijo…..Te gusta cómo se come este chico a tu madre…, ves a la puta de tu madre como se la comen y se saborea excitada…, y cosas de esas, me recosté en ella y le agarre sus senos, ella se volvió y me dijo al oído…, que rica está tu pene papito, que bien lo mueves, lléname de tu leche, soy tu puta, sigue cogiéndome,
Relato
Fresia me cita cada tres días para que la visite, normalmente el lunes y luego miércoles o jueves la hora varía a veces a las tres de la tarde otras veces al atardecer tipo seis de la tarde, mas me agrada a las tres por que logro estar con ella a lo menos tres horas y a veces hasta dos apareadas diarios. Tiene un chico de año y medio y a veces me hace esperar que se duerma un día estaba muy excitado yo ya no podía mas así que me pare, la doble para que se recargara en la cuna, levante sus ropas y saque sus calzones, tome sus nalgas y se la metí de un golpe, un gemido muy leve salió de su boca y unas lagrimas de sus ojos, empecé a bombearla fuerte y lento, luego mas fuerte y lento y ella le preguntaba a su hijo…..Te gusta cómo se come este chico a tu madre…, ves a la puta de tu madre como se la comen y se saborea excitada…, y cosas de esas, me recosté en ella y le agarre sus senos, ella se volvió y me dijo al oído…, que rica está tu pene papito, que bien lo mueves, lléname de tu leche, soy tu puta, sigue cogiéndome, soy tu hembra…, al oírla le di una nalgada y sentí como su conchita apretaba mi verga, al sentir los apretones me vine dentro de ella, así nos quedamos un rato, después me pare, me subí los pantalones solo le dije adiós, ella se bajo el vestido y acostó a su hijo, luego se fue conmigo al salón de estar donde nuevamente ella me permitió saborear las delicias de sus entrañas con mis manos levanté un poco sus nalgas y jalé sus pantaletas hacia un lado, acomodé mi pene en la entrada de su vagina y se lo comencé a meter, mi miembro fue resbalando hasta entrar todo, ella se quejó muy fuerte: Ay, ay, ah…, Hm. Con mis manos puestas en sus nalgas comencé a hacer que entrara y saliera mi verga, Fresia gemía, al cabo de unos instantes solté su trasero y ella sola siguió moviéndose, aparte de gimotear empezó a jadear, luego entre sus jadeos y gemidos me dijo: Ay , ah. Ah, ¡Nos van a ver! ¡Nos van a ver! Yo le contesté: No, nadie nos ve. Fresia continuó moviendo su cintura y sus nalgas con mi pene penetrado en sus entrañas, cada vez lo fue haciendo más rápido y más fuerte, podía yo sentir como una buena porción de mi verga entraba y salía de su vagina…
Cada vez que la visitaba deseaba nuevas acciones y en diferentes partes la cocina, comedor, dormitorio, pasillo y una vez en la terracita de su segundo piso. Era insaciable y solicitaba más, muy pronto queda embarazada y es feliz por que al igual que su comadre tiene un bebé mío en su vientre.
Después de ser mi amante por mas de dos meses Fresia me solicita si podemos dejar de vernos dice que su marido sospecha y que no desea destruir su matrimonio, la comprendo y le digo que ella manda.
Una semana después me llama y al ir a su casa me informa que no me llamaba por ella sino por su vecina una joven mujer de 24 años… una bonita mujer de buen cuerpo, bonitos senos, parado tu trasero y me encantaría ser yo quien te calme las excitaciones matrimoniales que ella siente, su marido está hospitalizado y tendrá para dos meses mas y ella ya no puede mas con su cuerpo quien reclama sus deberes matrimoniales, nunca le a faltado a su marido, menos en los placeres conyugales, pero hoy no puede mas y solicita ayuda a su vecina, esta le ofrece ayuda y me llama, al llegar me presenta a su vecina y me dice…, tienes que saciarla esta hembra esta casi enloquecida y es capaz de meterse con cualquier golfo aprovechador y destruirse a si mismo y su matrimonio… ayúdala… poséela y cálmala.
Me acerco a ella y comienzo a explorarla en su cuerpo… estaba estimulada y mas que excitada, al tocarla solo se recuesta contra mi cuerpo gimiendo y quejándose… ¡ah! ¡ah …, ah!,…, se queja mientras…, la recorro y pronto la ensarto en un camarote, donde ella solo se queja y Mm., Mm., eres delicioso me dice una vez que la tengo empotrada meneándola , mientras ella clama excitada recibiendo mis duras empotradas, sáciame, dice, que estoy hirviendo de pasión. Meneando desesperada su trasero y su cadera.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces