Hace como unos dos años, me platicò mi esposa que se habìa encontrado una amistad que hacìa mucho no veia, llamada Carmen, la cual era una mujer muy guapa y que le contò que habìa quedado viuda desde hacìa cinco años, y que perdiò a su esposo después de dos años de una enfermedad que lo fuè acabando, que le habìa dado mucho gusto de haberla encontrado y que iba a organizar una comida para poderse juntar con mi esposa y que desde luego me invitaba a mì para recordar viejos tiempos, pasò como un mes y que me dice mi esposa que Carmelita la llamò porque era su cumpleaños y habìa organizado una reunion a la cual estabamos invitados, en esos dias mi mujer se tropezó causandose una torcedura en el tobillo por lo que tuvo que usar una muleta durante dos semanas, asi que se llegò el dìa y nos presentamos a la casa de Carmelita; Al legar nos recibìo una mujer mas o menos de la misma edad de mi mujer unos 48 años con una cara muy linda unos ojos azules, y un cuerpo maravillosamente conservado, un gran trasero, unas lindas piernas, y unos grandes senos que se antojaban tocarlos, asomados dentro de una blusa que se querìan salir de ahì,una falda cortita arriba de las rodillas y de lo mas entallado, lo que hacìa que resaltara su gran trasero, quiero decirles que mi esposa tambièn tiene lo suyo, un lindo culito, buenas piernas y un par de senos que me hacen comer y mamar con delicia en las noches cuando me la cojo, con un sueter ajustado que se le señalaban sus ricos pezones, y una falda no tan entallada pero tambien mostrando lo suyo, asì que tenìa ante mì a dos buenas hembras para poder admirarlas. Se encontraban otras amistades de Carmelita, por lo que se llevò a cabo la reunion muy cordial, ella se sentò frente a nosotros en un sillon de la sala y estuvo platicando amigablemente, con las piernas cruzadas, y que de vez en cuando las abrìa y quedando justo enfrente de mì podia yo apreciarlas y me mostraba sus lindos muslos hasta llegar al fondo donde se apreciaba el triangulo que guardaba su sexo, además se levantaba y se acercaba a nosotros con alguna charola de bocadillos, y al estar nosotros sentados y ella inclinarse, nos dejaba ver con mas profundidad esos grandes senos, y que se notaba que no traìa brassier, al balancearse en forma divina, lo que me empezó a calentar. Pidió que pasaramos a la mesa y me pidió a mì que le ayudara a traer el vino del refrigerador en la cocina a lo que yo me acomedí inmediatamente, y ella me dijo sigueme a la cocina, y al llegar a la puerta abatible, se detuvo y yo llegue por atrás quedándome sus nalgas enfrente y dándole un gran empujòn hacìa adelante, le pedí perdón y ella solo me sonrìo diciéndome que casi la violaba de tan tremendo empujon, que se cuidarìa de mì, me sonreì y entramos a la cocina que no era muy grande, a lo que elle me indicò que el vino estaba en el refrigerador y que lo sacara, asì lo hice y le preguntè en donde estaba el sacacorchos, ella me dijo creo que està en este cajón de abajo se empinò enseñándome su ricas nalgas, y al ponerse entre el cajón y yo atrás lo jalò hacìa ella recargándose en mì y restregándome nuevamente sus nalgas en mì, nuevamente me comentò, parece que mi trasero quiere que lo violes, a lo que nos sonreímos ambos, tomò el sacacorchos y empezó a tratar de destapar el vino, lo que se puso nuevamente enfrente de mì, y le dije déjame a mì, echándose hacia mì nuevamente ya de una manera directa, entonces yo me le juntè de una manera descarada y le dije, a la siguiente si te voy a violar ya que me estas despertando a mi amigo, a lo que ella me dijò, no te hagas desde que me estuviste viendo mi sexo cuando estaba frente a tì notè que tu amigo ya estaba despierto, y cuando te mostre mis juguetes notè que ya lo habìa despertado y en pie de guerra, pero ayudame a destapar este vino, a lo que empecé a ayudarla desde atràs sobandole con mi verga sus lindas nalgas, asì estuvimos destapando algunas botellas, y ella restregando sus nalgas contra mi verga que estaba muy parada. Nos fuimos hacia el comedor yo siguiendola y ella muy pegada a mì hasta salir al comedor, se sentò a mi lado y mi esposa en el otro lado y empezamos a comer de lo mas amigable, pero de pronto que siento que su mano se puso en mi verga y empezó a acariciarla sobre el pantalón, lo que me puso muy nervioso teniendo a mi esposa al lado, y asì siguió por un rato, después me empezó a juntar su pierna junto a la mìa y a moverla dándome un masaje, yo me hice el desentendido, cuando sentì que me bajaba el cierre de mi pantalón y empezó a meter la mano en mi bragueta hasta alcanzar mi verga, sacándola y empezándomela a acariciar, desde luego que como tenìa la servilleta sobre mis rodillas, mi mujer no se diò cuenta de lo que me estaba haciendo, al poco de estarme acariciando, empecé a mojarme la punta con el liquido pre seminal, a lo que ella se diò cuenta y mojándose los dedos con el sacò la mano y chupandoselos me comentò, no te parece que el aderezo de la ensalada esta de muy buen sabor?, a lo que le contestè si, me parece que sabe muy bien, y me contestò ahora que puebes la salsa de la carne veràs que buen sazòn tengo, en esò mientras estaba comiendo se volteò una copa de vino que estaba frente a ella derramándose en su falda, por lo que se levantò y se disculpò un momento, subiendo a la parte alta de la casa, mientras tanto la platica en la mesa siguió muy animada, hasta que regresò , ya con otra falda pero ahora mas amplia, se sentò y al rato me volvió a sacar la verga y empezó nuevamente a acariciarla, lo que me tenìa mas que caliente, ardiendo y con una gran erección, entonces que toma mi mano y me la puso en medio de sus piernas abiertas y con la falda recogida y si nada de ropa interior, me la metìo en medio de sus labios vaginales, que ese encontraban humedos y empezó a darse masaje con mis dedos a lo que empecé a darle masaje en el clítoris, de una manera muy suave, en eso sirvieron la carne y acompañada de una salsa nos fùe servida, yo saquè mi mano y me la llevè a la boca saboreando esos jugos vaginales, y ese olor característico de una vagina mojada, a lo que ella me preguntò que te pareciò el sabor de mi salsa, lo que le respondì maravilloso con tu sazón, me dijo yo la preparo solo para ocasiònes especiales y esta es una de ellas, asì trascurrio el resto de la comida, y después del postre nos fuimos a la sala nuevamente, ella sentada en el mismo sillon frente a mì y ahora con mas descaro abrìa las piernas enseñándome su conejito al aire libre y guiñándome un ojo cada vez que lo hacìa, platicando me preguntò que a que me dedicaba, yo le contestè que tenìa una compañia de venta de equipo de computo, programación e instalaciònes de redes, y me dijo que que bueno que habìa reencontrado a mi mujer y me habìa conocido a mì ya que estaba pensando en comprar una computadora para poder aprender a usarla y poder conectarse con internet, me dijo que si yo le podìa vender una y que si le podìa enseñar a manejarla, yo le contestè que desde luego se la vendìa, pero que lo de enseñarle le podìa recomendar una escuela que le enseñara, a lo que mi esposa respondìo, no seas malo tu enseñala, asì completas tu labor de ventas, y Carmen respondìo, no seas malo te prometo que voy a ser tu alumna mas aplicada, guiñándome un ojo, a lo que accedì imaginándome lo que le iba a enseñar además de poder manejar la computadora, asi que quedè en llamarla en cuanto se la preparara y se la instalarìa, le preguntè en que lugar la iba a poner ya que debìa estar cerca de un contacto telefónico y me indicò que en su recamara que la siguiera para indicarme el lugar exacto, asì que me dijo sígueme para indicarte donde, se levantò y la seguì por la escalera a la parte alta, al llegar a su recamara, me dijo que te parecè este lugar cerca de la cama asì puedo estar hasta tarde sin tener que moverme mucho cuando me vaya a acostar, le dije que estaba bien y en eso que se voltea y me planta un beso en la boca, metiendome la lengua y acariciando mi verga dentro del pantalón, diciéndome vas a ver como voy a tratar a este profesor, yo me aproveche, para subirle la falda y acariciar sus nalgas, y darle una buena sobada a su vagina metiendole los dedos y tocándole su clítoris, le dije, en verdad me encantò el sazón de tu salsa, y ahora si te voy a violar de verdad, y ella me dijò pues te la prepararè en la primera lección, y me dejarè violar sin discutir, nos dimos un gran beso y aproveche para sobarle sus senos y decirle que tambìen me los preparara para su primera lección, a lo que me dijo asi se harà señor maestro , besándonos nuevamente.
Bajamos a la sala y ya habìan puesto musica, lo que empezaron a bailar los otros invitados, y ella le pidió permiso a mi mujer para bailar conmigo ya que ella con su tobillo no podìa bailar, empezamos a bailar y pusò un tango me empezó a meter su pierna entre las mias cada vez que daba un giro lo que me tuvo caliente toda la tarde, después de bailar, y de que se empezaron a ir los demàs invitados nos pidió que nos quedaramos un poco màs, hasta que quedamos solos y nos agradeció nuestra presencia, haciendome prometer que en la mayor brevedad posible le consiguiera su computadora. Nos despedimos y comentando en el camino lo guapa que estaba y lo simpatica que erà , mi mujer estaba muy contenta de haberla reencontrado, y me reclamò que no queria enseñarle computación, a lo que le respondì, que luego la iba a tener computa y computa, y que a la mejor se volvía puta, nos reimos y esa noche me cogì como nunca a mi mujer, ya que me habìa dejado Carmelita con la verga como tronco. En el proximo relato les contarè la siguente parte de la computadora, y mi alumna Carmelita. saludos.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces