En forma inesperada Susana tuvo su primera vez entregando su virginidad de ambos lados.
Relato
Susana es una compañera de trabajo, es de esas mujeres que se pasan la vida tratando de convencer a todos lo buenas que están, cosa que para mi es tonta dado que todos los hombres sabemos cuando una mujer esta realmente buena. Eso hace que todos mis compañeros vivan todo el día pensando en darle y la miran excitados cuando ella pasa por su lado, ella los mira con una sonrisa y poniéndose colorada se agacha y les dice al oído algo picante y así mantenerlos a todos excitados.
Suele contar a sus compañeras historias con algún gerente de la compañía, que la llevo a tal o cual restaurante de lujo, a un hotel maravilloso, que derramó champagne por su cuerpo y todo tipo de historias para que ellas lo comenten luego y todos sepan que es una mujer espectacular, deseada y que están hambrientos por ella.
Yo no vivo ajeno a eso, ya que mi escritorio esta frente al de ella y Susana acostumbra levantar su vista y con miradas pícaras excitarme también, tiene 24 años, es muy hermosa de cara, mide aproximadamente 1,70 sus pechos son pequeños, no usa brasier lo que hace notar sus pezones y tiene un hermoso culo que suele lucir con unas minis pequeñas ya ajustadas lo que le dan a veces un aspecto de puta, eso si ella siempre en cuanto alguien trata de buscar alguna relación mas intima lo corta de manera tajante dejándolo mal ante sus compañeros.
Ese día dio la casualidad que quedamos solos en la oficina, ella con algo que tenia que entregar urgente y yo adelantado unas tareas que me había solicitado mi jefe. No sabia como buscar la forma de poder entrar a conversar íntimamente con ella y así descubrir la realidad de sus historias, temía al rechazo, fui al baño y cuando volví me miro sonriente como solía hacerlo siempre, yo me acerque y le dije:
- ¿Que estas haciendo a estas horas?
- Terminando unas notas urgentes – respondió ella
- ¿De que se tratan? – mientras le hablaba me acerque a su escritorio, hice ver que me tropezaba y descuidadamente tiré el café que tenia sobre el mismo, manchando varias hojas.
- Por dios, ¿que me has hecho? ¿como hago ahora?, ¡he borrado esas copias!
- Disculpa yo te ayudo – tome parte del trabajo que se había manchado y me fui a mi escritorio.
Realmente había provocado bastante daño ahora tendría que trabajar yo también para poder hacer de nuevo ese trabajo. Ya llevábamos bastante tiempo haciéndolo, yo tenía hambre y quizás podría ver la forma de intimar con ella:
- ¿Quieres comer algo Susana?
- La verdad quiero terminar y me falta poco tengo apuro de irme a casa pero a estas horas ya no tengo ganas de preparar nada, comamos algo si quieres.
Llame al delivery que siempre nos traía comidas, encargué lo que sabia que ella le gustaba y una botella de buen vino.
Llegó la cena, limpié un escritorio y puse la comida allí. Cuando se sentó a cenar dijo:
- Menos mal acabamos con el trabajo, vaya, te acordaste, a mi me gusta la carne horneada, pero; no podemos tomar vino aquí en la oficina.
- Estamos fuera de horario y un poco no, nos vendrá mal.
Ella asintió ya que yo tenía razón, y mientras cenábamos, llené varias veces su copa sin que lo notara, era mi oportunidad de llevarla a su casa.
- Susana terminemos esto, guardemos todo y te llevo a tu casa.
- Bueno, ya es tarde y me parece que tu vino algo me mareó, acepto así llego mas pronto.
- Esta bien quédate aquí que guardo todo – me levante junté todo lo de la cena, le traje su abrigo y su cartera.
Ella se levantó y vi que algo se tambaleaba al caminar, la tome del brazo y nos dirigimos hacia donde estaba mi auto, se sentó me subí al volante y arranqué camino a su casa, ella se recostó sobre mi hombro yo descuidadamente a veces tocaba sus piernas cuando hacia los cambios de marcha. La minifalda era muy corta y ahora estaba tan subida que hasta dejaba ver su pequeña tanga roja del mismo color que la mini, pero indudablemente el efecto del alcohol estaba de mi lado.
Estacioné mi auto, ella vivía en un edificio de apartamentos, en la planta baja, entramos, iba de mi brazo y como le costaba colocar las llaves en la cerradura, se las tomé y abrí la puerta, cerramos y sin perder tiempo allí de parados, la atraje y busqué su boca con la mía, ella sorprendida y por el efecto del vino solo atinó a dejar que la besase, no oponía resistencia pero no respondía a mi beso, mis manos comenzaron a recorrerla y de pronto sin saber porqué sus labios tomaron vida, me abrazó se apretó a mi, sabiendo yo que a partir de ese momento ella seria mía.
No se cuanto tiempo estuvimos así, abrazándonos acariciándonos, besándonos, solo se que mi verga estaba dolorida de tanta excitación. La tomé de la mano y mirando hacia todos lados vi la puerta de su habitación, nos dirigimos hacia ahí, entramos, la recosté sobre su cama y comencé a desvestirla.
Si bien no se resistía estaba como atemorizada, aparecieron de pronto sus pequeños pechos ante mi vista, tenían unos hermosos pezones y por cierto muy excitados. Le quite su mini, su tanguita, ella cubrió su sexo con sus manos, me desvestí creo que nunca lo hice tan rápido, me agache sobre ella, quite sus manos y un hermoso monte de Venus depilado quedó ante mi vista, sus piernas estaban cerradas, acerqué mi cara contorne el pubis con mi lengua para luego internarme en medio de sus piernas buscando sus labios mayores mientras acariciaba su cuerpo con mis manos. De a poco la presión de sus piernas se fue debilitando permitiendo el paso de mi lengua la que con su punta alcanzaba a tocar el clítoris el cual estaba firme y terso por la excitación, comencé a jugar con el y pronto ella fue reaccionando como si despertase de un sueño, colocó sus manos sobre mi cabeza, presionando para sentirme mas.
Sus piernas empezaron a abrirse y mi lengua a penetrarla más y más, su monte subía y bajaba, ella comenzó a mojarse, algunos gemidos escapaban de su boca, cada vez era mayor su excitación , mi verga estaba endurecida, empecé a subir besando su cuerpo, me encontré unos pechos muy excitados, pequeños pero endurecidos, los roce y humedecí con mi lengua, sus pezones estaban rígidos como una piedra, seguí subiendo, llegué a su labios justo cuando mi verga alcanzaba a ponerse el la puerta de su hermosa y húmeda conchita, bañada en jugos, la besé, mi lengua recorría toda su boca tocando con la lengua el paladar y empecé a penetrarla. Mi verga llegaba a cierto lugar y se frenaba, varias veces intente penetrar más adentro pero algo me lo impedía. Presioné mas fuerte y de golpe algo cedió, a pesar de tener sus labios junto a los míos escapo un pequeño grito de su boca, yo entraba y salía en una vagina muy apretada a pesar de los líquidos que fluían, nos movíamos cada vez mas fuerte.
Su respiración era muy agitada, yo besaba sus orejas, su cuello, sentía sus gemidos cerca de mis oídos, ya no podía aguantar mas estaba por acabar cuando ella, exclamó fuertemente, clavó sus uñas en mi espalda y contrajo su vagina en un delicioso orgasmo, no pude aguantar eso y yo también acabé dentro de ella al sentir sus contracciones en mi verga, ella aun temblaba. Ya no quedaban restos de alcohol había despertado totalmente.
Me retiré hacia un costado y ahí lo noté mi verga, sus piernas y las sábanas tenían manchas de sangre, preocupado le dije:
- No se que ha sucedido, te ha salido sangre
- ¿Aun no lo sabes, no lo notaste? Era virgen!!!
- ¿Cómo? – le pregunté extrañado
- Si como lo escuchas nunca había tenido sexo con nadie.
- Pero si tú eras la que se cogía a todos esos gerentes y clientes importantes.
- Si eso se suponía por lo que yo contaba, pero no me animaba a tener sexo, le temía.
- Vaya nunca lo habría pensado si bien note que varias veces mentías eso no significaba que fueses virgen a tu edad.
- Y dime, ¿sexualmente que has hecho?
- Nada, nada de nada esta fue mi primera experiencia y para tu desgracia me agradó, te va a costar alejarte de mí.
Se levanto y se dirigió hacia la ducha, por unos instantes me quede recostado pensando en lo hermoso que había sido todo, ella había dejado la puerta abierta del baño me dirigí hacia ahí, comencé a espiarla, el agua tibia de la ducha caía sobre su cuerpo, estaba de espaldas hacia la puerta con una esponja en sus manos, su piel brillaba, tenia un hermoso culito bien formado con unas exquisitas nalgas, ella enjabonaba sus pies, sus largas y torneadas piernas, y cuando llego a enjabonar en medio de ellas noto como empezaba a excitarse recorriendo su sexo con la esponja, friccionándola , de pronto se da vuelta al notar que estaba mirándola y me hace señas para que me acerque. Susana comenzó a enjabonarme, cuando sentí su mano sobre mi verga la excitación volvió, una ardiente marea de deseo comenzó nuevamente en los dos, la abrace, nuestros labios se juntaron, la coincidencia de nuestros sexos hizo que mi verga endurecida penetrara en medio de sus piernas y de a poco se deslizase en su interior. Ella movía su pelvis buscando que penetrase mas profundamente, mis manos acariciaban su espalda, su agitada respiración me hace notar que esta por venir su orgasmo, ella se contrae pero no para de moverse, más y más, de pronto sale de mí, se da vuelta y me dice:
- Se que te agrada mi culito, he decido perder todos mis virgos hoy con vos, pero hazlo despacio – se dirigió al lavabo apoyo sus manos en el agachándose y dejando su culito parado ante mi vista
Abrí su nalgas, vi ese pequeño orificio, muy cerrado, lleve mi lengua hacia el, primero oponía resistencia no permitiéndome el ingreso, ella con una de sus manos comenzó a friccionarse su clítoris, su ano se comenzó a dilatar, ya la lengua lo penetraba, cuando note que estaba bien húmedo empecé a penetrarla con un dedo, luego dos, ella gemía excitada ya era el momento, me pare y acerque mi dura verga a la entrada y comencé a presionar, entro la puntita la deje como para que se acostumbrara, decidí penetrarla mas presione y justo en ese momento ella también presiono la verga se fue hasta el fondo, ella grito pero siguió moviéndose, yo también, era una delicia de sensaciones, su estrechez, su calentura, sentí que el momento llegaba, la atraje hacia mi y acabe en las profundidades de tan hermoso culo, ella sintió mi leche golpear en sus paredes interiores acelero sus caricias y tuvo un esplendido orgasmo, sus gemidos eran gritos de placer y yo sentí una contracción tal de su ano que pensé que me guillotinaba la verga, la saque nos abrazamos y nos dirigimos a la ducha ya pensando los dos en futuros encuentros…
A mis 12 años, con unas chavas de 12 13 y 14, algo nuevo para mi, mi iniciacion hacia el sexo, practicamente una orgia con ellas y con mis amigos, simplemente algo que recordare por el resto de mis dias.
Relato erótico enviado por Anonymous el 08 de June de 2004 a las 09:55:40 - Relato porno leído 465109 veces
La lleve a su recamara dentro los aposentos de la iglesia, ella repetía que era una locura pero también ya estaba caliente, lo note por su humedad que tenía ya en su vagina, ella me dijo que nunca había estado con un hombre y que no sabía ni como se hacía el sexo más yo le dije, “No te preocupes mamacita yo te guio” le subí totalmente su vestido y le abrí sus sexys piernas.
Relato erótico enviado por reycolegial el 07 de September de 2009 a las 16:44:00 - Relato porno leído 201073 veces