La despedida de soltera de Ana 4b

Después del relato de Ana, la temperatura en los coches aumentó. Yo tenía las manos de Martín en las tetas y Ana las de Lucas. Jorge que iba de copiloto se dio la vuelta y metía las manos debajo de nuestras faldas. En el coche de Miriam, Emilio también le metía mano entre las piernas y en el asiento de atrás Héctor y Esteban se abalanzaban sobre Caridad, besándola, dándole lengua y metiendo mano a las tetas y a la concha. En el tercer coche Fran en medio de Lucía y Laura hacía que las dos le besaran y jugaran con sus lenguas dentro de su boca mientras él deslizaba sus manos por entre los muslos de ellas y ellas le masajeaban polla y huevos por encima de los pantalones, Álvaro de copiloto miraba la escena y se llevaba la mano a la entrepierna.

Así las cosas Miriam se decidió a ser ella la segunda en contarnos una aventura. Y fue una historia de cuando tenía 17 años y todavía iba al bachillerato. Ella tenía tres primos, hermanos entre si, con los que compartía mucho desde pequeña. Los cuatro fueron creciendo juntos. Los primos tenían 19, 18 y 16 años se llamaban Pepe, Lucho y Jaime. En los últimos años entre Miriam y sus primos se había producido cierta sensualidad, ellos la miraban de otra manera y ella también había notado ciertos cambios en ellos que la atraían, sobre todo los dos mayores Pepe y Lucho, a Jaime todavía lo consideraba un niño. De todas formas cuando iba a su casa o ellos venían a la de Miriam, ella no se preocupaba mucho en cuanto a vestirse o desvestirse, ya que siempre había sido así. Se cambiaba la ropa delante de ellos, igual que hacían ellos o dormía en la habitación de alguno de ellos, últimamente la ponían con Jaime, el más pequeño, ya que incluso más de una vez había dormido en la misma cama con alguno de sus primos. Pero aquella vez fue distinto.

Miriam apareció en su casa una noche, pues sus padres se habían ido de fin de semana y no quería quedarse sola. El caso es que tampoco estaban sus tíos en su casa y si sus tres primos que la esperaban para salir a tomar una copa con otros amigos. Pero era viernes, Miriam había estado estudiando en la biblioteca toda la tarde para los exámenes finales y Pepe y Lucho venían de jugar al baloncesto, Jaime sin embargo había ido al gimnasio en la tarde y después estuvo jugando con la consola y viendo tele. Por eso Miriam encontró a los tres recién bañados y con ropa deportiva, que dejaba ver sus fuertes piernas y brazos. Miriam, después de saludarles con beso en la mejilla a todos, les comentó lo bien que olían y dijo que ella también quería bañarse. Salió del baño con una falda corta y una blusa de tirantes, sin sujetador y con braguitas, y con el pelo mojado y despeinado. Los tres primos se quedaron boquiabiertos y alabaron lo guapa y lo bien que olía su prima.

Pepe, enseguida le sirvió un cubata que sabía que le gustaba, Lucho le acerco algo que picar y Jaime agarrándole de las manos le hizo dar una vuelta sobre si misma, diciéndole que cada vez estaba mejor, que cuerpazo Miriam dijo Jaime, a lo que Pepe añadió si que culo, y Lucho si que tetas. La verdad es que esto no se lo esperaba Miriam y a la vez que le sorprendía también le excitaba. Ella también les hizo saber que estaban muy bien y que más de una vez había presumido de primos con sus amigas, y que a más de una le gustaría estar con ellos. El ambiente estaba pues propicio, y fue Jaime el que después de un instante comenzó a preguntar a Miriam si salía con alguien, a lo que ella respondió, que fijo no. Entonces Jaime le dijo, pero si te acostaras con alguien, ¿no?. Miriam no se podía creer que su primito el pequeño le hiciera esa pregunta, efectivamente alguna vez había hablado de esto con sus primos pero sobre todo con Pepe y Lucho, esto hizo que se fijara en Jaime y se diera cuenta que ya no era el niño que ella pensaba, pues era tan alto como Lucho y parecía bien fuerte, ya que iba al gimnasio y hacía pesas.

Miriam contestó que lo había hecho pero muy pocas veces y que ahora no tenía con quien. A lo que rápidamente Jaime contestó, pues aquí tienes para elegir. Miriam le preguntó a él. Y tu peque ya has probado una chica. Pues si, y no una, si no dos para ser más exacto.
¿Dos chicas o dos veces?
Dos chicas y dos veces, una con cada una.
Pues la verdad es que me ganas por una chica y pierdes por una vez le contestó Miriam sin muchos complejos.
Entonces tercio Lucho, lo que quiere decir que solo lo hiciste con uno. Pepe no la dejó responder, si con aquel pringadillo que tenía como novio. No te pases le contestó Miriam y vosotros qué. Pues para mi van bastantes más de tres veces y por lo menos tres chicas, sin contar claro los magreos sin metida. Miriam miró a Lucho. Pues ya sabes que yo no tengo mucha suerte con las chicas, la verdad es que follar, lo que se dice follar todavía no he hecho, no he pasado de magreos más o menos fuertes, eso si una vez conseguí que una me la chupara por un ratito pero después no quiso que se la metiera. Pero y tu novia Lola le preguntó Miriam. Pues que no quiere meter, lo más que hago es ponerme loco con sus tetas, eso si que par de tetas, me las he comido en más de una ocasión. Jaime se sentó al lado de Miriam y mientras le acariciaba el muslo desnudo le preguntaba si ella chupaba. Claro que si, pequeñín que te crees que soy una mojigata. La cosa subía de tono. Miriam también se estaba calentando, puso su mano encima de la de Jaime pero no se la quitó del muslo. Jaime siguió acariciándole la pierna y ahora le besaba el óvulo de la oreja y le decía, pues que bien porque a mi también me gusta chupar coños. Miriam estaba muy caliente y no sabía que hacer, pero la situación la excitaba.

Entonces Pepe también se acercó a Miriam y se sentó al otro lado de ella en el sofá. La verdad es que nos gustas mucho primita y creo que los tres hemos tenido fantasías contigo. ¿Fantasías? ¿De qué tipo?, pues de cual va a ser, sexuales, replicó Lucho. Pepe ya tenía la mano sobre la teta de Miriam y la acariciaba, mientras que Jaime seguía con la oreja pero ahora acariciaba la parte interior del muslo de Miriam y avanzaba hacia la vulva. Miriam se estremecía. Pepe, comenzó a besarla y darle lengua sin parar de acariciarle la teta. En cuanto dejó sus labios, fue Jaime quien la besó y también introdujo su lengua en su boca y ahora era él quien le subía la blusa y dejaba al aire la otra teta para acariciarla sin ninguna prenda entre medias. Fue Pepe el que ahora le acariciaba el otro muslo y le metía mano hasta dentro para tocar la braguita y acariciarle por encima de ella. Miriam empezaba a mojarse y a los chicos a empinársela. Lucho miraba toda la escena y no podía más que exclamar. ¡Yo como siempre, me quedo sin nada! Ahí fue cuando Miriam se levantó del sofá y le dijo, no te preocupes que también hay para ti. Y se le abrazó, le tiró los brazos por encima de los hombros y lo besó desesperadamente. Esto la aprovecharon Pepe y Jaime para bajarle la falda y dejar al aire su culo prieto en braguitas. Y también le alzaron la blusa por encima de la cabeza, haciendo que cesara el morreo con Lucho por unos momentos. Miriam estaba solo con las braguitas en pie entre sus tres primos. Lucho le agarró una teta mientras seguía morreándola Jaime también se apuntó a la otra teta y a sobarle el culo todavía con las bragas y Pepe se contentaba con el otro cachete del culo, pero pronto consiguió quitar de en medio a Lucho para también darle él lengua a su prima. Miriam paró un momento y les dijo, bueno y vosotros no os desnudáis. Como si les hubieran dado una orden Jaime se comenzó a despelotar, Pepe con más sosiego también y como parecía que a Lucho le costaba fue Miriam la que le agarró el cinturón y comenzó a desabrocharlo. En un momento Jaime y Pepe estaban en calzoncillos, por los que se podía notar sus pollas erectas. Miriam no tardó mucho tiempo en bajarle los pantalones a Lucho, pero no se conformó con esto, sino que también le bajo los calzoncillos dejando su polla erecta al descubierto y comenzó a menearla. Y vosotros les dijo a los otros dos. Lo entendieron rápidamente y también se bajaron los calzoncillos. Entonces Miriam agarró otra pija con su mano y comenzó a menear las dos, así se iba intercambiando pollas, mientras los chicos la metían mano, sobándole las tetas, el culo, morreándola. Por fin Jaime le bajó las bragas y se arrodilló para chuparle la concha que ya estaba bien mojada, La misma Miriam guío las cabezas de los otros dos para que le chuparan los pezones. En aquel momento Miriam se dio cuenta de lo que estaba haciendo con sus primos pero era tal la excitación que ya no pudo parar.

Se inclinó y comenzó a chuparle a Lucho, ¿así es como te hicieron? ¡Mucho mejor es esto! Jaime dejo su sitio a Pepe y se fue a juntar su polla con la de Lucho para que Miriam las chupara al unísono. Pepe metía los dedos en la concha mientras chupaba el culo de Miriam que se fue al sofá a tumbarse y se abrió de piernas para que ahora fuera Lucho el que le chupara la concha. Pepe le ponía la pija en la boca para recibir también él una buena mamada. Y Jaime le chupaba las tetas. Miriam le dijo a Lucho, venga métemela. El con un poco de ansiedad se acomodó y comenzó a introducírsela, por primera vez a una chica. Al cabo de un rato Jaime pedía su turno y Miriam se puso de rodillas para que el se la introdujera por detrás mientras ella chupaba a Pepe y pajeaba a Lucho. Ahora yo dijo Pepe, Miriam quiso que se tumbara en el suelo boca arriba, ella le cabalgó y meneaba y chupaba las otras dos pijas que le colocaban en la cara. Lucho quería meterla otra vez, pero Miriam no se bajaba de encima de Pepe. Jaime halló la solución, métesela por detrás le dijo. Miriam se estremeció un poco, pero después le gusto la idea, pero despacito que eso si va a ser la primera vez. Lucho para el que también era la primera vez se situó por detrás y comenzó a avanzar. Como estaba tan lubricado con sus propios jugos, al principio le dolió un poco pero enseguida Miriam comenzó a gozar del sándwiches que le estaban haciendo y claro Jaime se la ponía en la boca y apretaba hacia la garganta. Los cuatro estuvieron un rato bombeando en esa posición hasta que Miriam se corrió, dando alaridos, pero parece que le había gustado porque en cuanto Lucho se salió un poco ella se dio la vuelta y comenzó a meterse la polla de Pepe por detrás dejando ver su bien abierto coño a las miradas de sus dos primos. Enseguida Jaime se entregó a chupárselo hasta que Miriam le dijo que se la metiera, otra vez la doble penetración y Lucho en la boca. Miriam se corrió otra vez. Jaime también quería probar el culo de Miriam y esta tampoco quería que pasara la ocasión por lo que le pareció bien. Se puso a cuatro patas y dejó abierto se agujero de atrás para que Jaime le insertara la pija y no tardó mucho en correrse en él provocándole a Miriam otro orgasmo. Lucho también estaba a punto pero quería meter otra vez. Ahora Miriam se tumbo boca arriba en el suelo y dejo que Lucho se la metiera por delante hasta que también se corrió. Pepe le preguntó si le gustaría recibir su leche en la boca a lo que ella dijo, que ese día estaba dispuesta a todo. Así que Pepe se la meneó y descargó en la boca de Miriam una cantidad de leche tremenda. Miriam tuvo otro orgasmo.

Bueno después de aquello se bañó otra vez, se despidió de sus primos con un beso en los labios y se fue a dormir en una de las camas hasta la mañana siguiente.