de a poco me mescle con la esposa de mi amigo muy insatisfecha, la deje satisfecha y mucho mas
Relato
Esta cuestión de un enredo con una mujer esposa de un amigo y a la vez amiga de mi mujer tiene sus vericuetos por que se fue dando sin voluntad ni intención de ser infiel el una al otro pero como era archiconocida por mi la situación que vivía Maruja la esposa de mió amigo, una escultural mujer de un físico espectacular poseedora de todo proporcionado apetecible por donde la vieras, no se porque el se dedicaba a buscar afuera si tenia ese bombón en su casa, nunca lo entendí,
Si busco el origen de lo nuestro no lo recuerdo si que nos encontramos por casualidad en un gimnasio al que yo comencé a concurrir y con sorpresa encontré a la salida lo que me llevo a invitarla a tomar un café en un barcito que estaba en la esquina del mismo,
Se que desde ese café involuntario y de una charla que ella saco sobre su situación de la infidelidad de su esposo, y ante mi confesión de entender por lo que pasaba, y mi admiración por su figura, , luego de un acuerdo mutuo, de entender que podríamos, probar encontrarnos, para sus necesidades sexuales, es que quedamos para esa noche luego que su esposo emprendiera la huida, de su hogar , ella me daría la señal por un mensaje en mi celular para que nos encontráramos.
Esta tan impaciente como un joven en momentos de abordar su primera cita, es que nunca ni en sueño, había oportunidad de tener sexo, con algo tan espectacular, lo que tenía en casa ni por asomo se asemejaba a la cuarta parte de ese monumento.
Llego la tan ansiada señal. Y puse marcha con mi auto hacia el punto de encuentro, ella estaba en el lugar, vestida con algo que traslucía, todos sus encantos, ya desde solo verla es que me puse erecto y ardiente. Impaciente por que arribáramos al motel para el que nos dirigíamos, no había palabras, solo silencio, y miradas profundas solo en mi el pensamiento que era increíble que el marido pudiera despreciar la suculenta carne que tenía en casa. Un verdadero monumento de mujer, de cara hermosa, labios sensuales y unos ojos que cuando los entornaba era capaz de derretir a cualquiera; unos senos maravillosos, los que invitaban a prenderse en ellos para besarlos, chuparlos y lamer sus pezones; solo al ver esa breve cintura y unas nalgas divinas, que balanceaba incitantemente al caminar, unas pantorrillas hermosamente torneadas y un par de muslos, solo me provocaban en la mente el deseo de tenerlos como un corcel alrededor de mi cuello, en el momento de mamarle el deliciosa vagina, para sumirla al mas profundo de los placeres.
Llegamos al motel de las afueras de la ciudad donde quedamos instalados en una habitación muy confortable, con una amplia cama que los invitaba a revolcarnos en ella. El ambiente era muy agradable e incitante. la atraje hacia mí comencé un tenue recorrido con mis labios por su cuello, tome sus orejas, las que rápidamente mostraron su sensibilidad con suspiros lagos y profundos. Ya unimos nuestros labios, ella, se extasió en unos besos suaves, de a poco fuimos aumentando su intensidad, hasta que el deseo empezó a envolvernos, ella suspiro con ansias contenidas, separándome un poco, recorriendo su cuerpo empecé a desvestirla lentamente, besando cada parte que iba descubriendo, hasta que quedo completamente desnuda. Después me desvestí rápidamente, libere toda mí ropa, la alce por la espalda y las piernas, la deposité suavemente en la cama.
Seguí recorriendo con mi lengua y labios hermoso cuerpo, me detuve en sus redondos y duros senos, chupeteándolos, jugueteando, con la punta de mi lengua sus rosados pezones y lamiendo toda la redondez de cada uno de sus globos, para ese momento su entrega era total, sus suspiros aumentaban, y su respiración me repiqueteaba en los oídos, ya dominante de su cuerpo sin pausa me fui bajando despacio hacia las ingles hasta llegar hasta su bosque, arremetí a sus labios y me detuve en el pequeño clítoris, al que deje al descubierto, se lo bese y lamí por mi experta lengua, la que la puso en una euforia total me pedía a gritos que no me detenga, sus jugos invadían mi boca, yo obedecí le propine tanto y con vigor, -¡Qué rico! Hacía tanto tiempo que no sentía algo así! ¡Besa mi raja! ¡Lámela! ¡Chúpala! ¡No pares! ¡Sigue, mi amor! Sigue haciéndolo, que me haces muy feliz, seguí y seguí tanto que logre que explotara repetidamente extasiándose, en un fenomenal orgasmo. No la deje descansar, Arrodillándome entre sus piernas, tome mi pene el que tiene buenas dimensiones, coloque la cabeza a la entrada del revenida vagina, que todavía palpitaba, con ansias, empuje suavemente, fui avanzando lentamente, poco a poco, provocando en ella estremecimiento de placer Cuando toda la longitud de mi verga penetró aquella cueva divina, el empecé a moverme de atrás hacia delante, aumente poco a poco el ritmo de las embestidas, ella, a cada avance mió, adelantaba las caderas, mi pene golpeaba hasta el fondo de su ardiente vagina. Sus gritos no tardaron
-¡Adelante, Mátame! ¡Cojéeme! ¡Entra hasta lo más hondo de mí! ¡Ay, me haces tan feliz! ¡Así! ¡Más rápido!
Era tal el ansia que tenía, me excito sobremanera le puse una mayor velocidad, entrando y saliendo con vigor apretaba mi pene, me producía una sensación de placer profunda mas me excitaba y con mas fuerza, golpeaba el fondo de su vagina.
Senti llegar los estremecimientos que provoca la llegada del orgasmo, fue tan abrupto el mismo que clavándole las uñas en la espalda y avanzando las caderas furiosamente hacia delante, al tiempo que mi semen ardiente que sentía salir a chorros de mi pene que invadió toda esa caverna deseosa, gritaba mientras movía sus caderas-¡Me viene! ¡Me viene! ¡Ya llega! ¡No pares! ¡Oh, que delicia! ! ¡No te detengas! ¡Qué rico! ¡Qué delicioso! sentí llegar detrás de aquel orgasmo otro, otro y otro más, que estremecían violentamente su hermoso cuerpo hasta quedar completamente exhausta, totalmente abatida sobre la cama.
Me sentí satisfecho del efecto que había conseguido provocar esa divina mujer, me recosté a su lado poniendo mi brazo debajo de su nuca la besé apasionadamente PATRA rematar tal magnifica cojida, y buscando lo que ella me confesara luego
- Estuviste maravilloso. Conseguiste hacer sentirme mujer nuevamente. No sabes cómo te lo agradezco. Espero que se repita
-Desde luego. Y yo estaré siempre contigo para confirmarlo. Por lo pronto, no me vas a dejar con las ganas
Los encuentros se hicieron más frecuentes, hasta que fue haciéndose tan fuerte que no podemos estar mucho tiempo separados. No hay lugar del maravilloso cuerpo mujer que no huya explorado. Conozco sus preferencias sexuales y trato de satisfacerla completamente, poniendo a su servicio todas mis energías, hasta el punto de la lujuria. Mi esfuerzo en nuestra actuación sexual, para que ella no volva a sentir nunca el abandono al que estaba sometida antes de mezclarse sexualmente con migo.
A Los extremos que hemos llegado en la cama es impensados y es el día que solo vivimos ambos para acceder y dar rienda suelta a todos nuestros gustos en la cama,-
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces