Siempre jugábamos con mi marido a la idea de que yo le hiciera sexo oral a otro hombre mientras él me miraba, pero no se nos ocurría con quién podíamos hacer algo así, hasta que en nuestro viaje a Brasil cumplimos la fantasía con el masajista de un hotel de San Pablo.
Relato
Yo deseaba hacerlo, pero me daba mucha vergüenza y no sabía si me iba a animar, llegado el momento. El caso es que estuvimos una semana en el hotel Dos Rios y trabamos amistad con Ariel, uno de los 3 masajistas que había, al que le pedimos que me hiciera masajes en el cuarto, todos los días y a la misma hora. Eso me fue relajando y para el último día ya nos teníamos confianza, entonces mi marido lo llevó aparte y habló con él, diciéndole que yo deseaba masajes eróticos y que ambos estuviésemos desnudos. Ariel aceptó sin pedir una paga extra y esa tarde lo hicimos. Al principio yo estaba nerviosa y no me atrevía a mirarlo desnudo, pero después de un rato de estarme boca abajo en la cama y de que él me hubiese visto y acariciado todo, le miré el pene y me gustó lo que ví: era uno de esos penes gordos, muy gordos aunque no muy largo, con un glande pronunciado. Yo no había visto un pene así en mi experiencia sexual y me agradó mucho y poco a poco lo fui deseando, mientras hablábamos los tres de tener una experiencia de sexo oral. Naturalmente, él comenzó. me lamía las nalgas, el ano, me lamió el sexo un buen rato y poco a poco comencé a sentir placer, hasta que me vi en la cama con las piernas abiertas y Ariel metiéndome la lengua en la vagina. Comencé a acariciarle el pene, a palpar sus testículos y después de un rato le pedí que se acomodara encima mío, como para un 69. La verdad que lamer su pene fue extraordinario, era tan gorda la cabeza que tuve que abrir bien la boca para que me pudiera entrar, así que más que nada lo que hice fue lamer el tronco y los testículos hasta que sentí que ya iba a eyacular. Fue lindo, muy lindo, aunque me impresionó un poco que su semen se derramara sobre toda mi cara, mi cuello. Su semen era muy espeso y blanco, de gusto fuerte. El caso es que eyaculó y luego me limpió con una toalla y me preguntó si deseaba chupárselo un poco más estando flácido y le di el gusto un rato y ahí sí me lo pude meter entero en la boca. Luego de este juego, él se vistió y se fue y en la madrugada dejamos el hotel. Esto sucedió en enero de 2014 y cada vez que con mi marido miramos las fotos que tomó esa tarde, nos excitamos de nuevo.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100019 veces
Relato erótico enviado por cetzmo el 07 de August de 2012 a las 23:37:32 - Relato porno leído 78711 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:49) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:24) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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