Susan gime y menea su trasero fenomenalmente complacida por este macho, joven pero cumplidor… si desde ahora ella volvería a sentirse mujer deseada y y su vientre sería muchas veces regada por esta leche deliciosa y tibia… era su amante, tenía un macho joven que la trastornaba dándole duro a su cuerpo y ella lo complacería cuantas veces quisiera.
Relato
Aprovecho que los días sábados no tengo clases y que el día anterior fui a la feria de abasto de frutas y verduras para traer mercaderías a mi padre para su negocio, traigo algunas frutas para vender y ganarme algunos billetes para mi, este día sábado en una feria del barrio, me va bien por ser quien compra en las feria de abasto a precios de mayoría al traer cosas para mi y mi padre.
La gente, sobre todo las dueñas de casas, me compran mis papas que doy en ofertas o las paltas también a buen precio, ahora estoy trayendo las frutas de temporada, eso si las vendo por mallas de dos, cuatro o diez kilos.
Me compran bastantes las de dos kilos y algunas se juntan y compran las de diez kilos por ser mejor las ofertas, en casa se las reparten.
Tengo una casera doña Susan, que compra para ella y sus hijos, por lo que lleva gran peso en sus bolsas, es una mujer de unos 40, 45 años… su cuerpo es todavía imponente…, unos senos de mirarlos, su talle donde se cuida maravilloso y su trasero de pellizcarlo, las piernas adornadas por sus medias casi siempre color oscuro verde o rojas se ven preciosas y cuando se inclina para acomodar las cosas en sus bolsas que valle se ven entre esos maduros senos.
Un día va sobre cargada, le ofrezco ir a dejar las bolsas cuando me voy alrededor de las tres de la tarde, acepta diciéndome si es buena hora mis hijos no van hasta las seis a buscar sus encargo y mi marido ese gruñón y que me tiene por empleada y no como su mujer, llega después de las siete horas. Ese día llevé sus bolsas y de ahí tuvimos confianza el uno en el otro, hasta bromeábamos con gran cuidado que la gente no sospechara que éramos mas que clientes amigos.
Un sábado se paso en sus compras y me pide que le lleve sus bolsas y como estaba desarmando mi puesto le dije espérame y nos vamos, me espero y me ayudo a cargar mi vehículo, luego a su casa como teníamos confianza entramos las bolsas hasta la cocina, esta era estrecha y en cada pasada nos topábamos. Me tenía alterado y caliente tanto refregarme contra ese delicioso trasero.
De pronto se pone a cocinar y me tiene un plato de papas fritas y lo acompaña con huevos fritos…, como al cocinar le dio calor se desnuda de algunas prendas de vestir quedando solo con una delgada bata que ajustada a su cuerpo delataba sus curvas y relieves destacándolos …, en verdad con hambre encontré delicioso su plato de papas con huevos, mientras comía ella me acariciaba mi cabello y me decía eres un macho trabajador para tu edad, cuanto tienes 18 digo y ella me dice muy joven para mi tengo 43 y sonríe, mis hijos son de 23 la niña y de 20 el hombre. El idiota y aprovechador de mi marido tiene 59 años y me mira como su esclava no me consuela ni por que me caigo…, claro como tiene dos ayudantes en la pega de 30 y 35 años y le mueven la cola está conectadas con ellas y creo que la mas joven es la que mas le mueve su trasero, hasta se que lo ha probado por amigos en su trabajo, que me dicen cuidado con tu marido está vinculadas con ellas y creo que hasta las a probado en sus diabluras.
Seguía acariciando mi cabeza, acercándome a sus protuberantes senos y viendo que termine mis papas, me dice postre no tengo por que tu tienes mas fruta que yo, de postre digo, ya alterado y ardiente por esta mujer digo, quiero algo de muy buenos atributos y es un manjar suave y seductor… y donde esta me dice…, aquí a mi lado contesto…, me mira y dice yo estoy a tu lado, pero eres un pícaro habilidoso, este postre es muy duro, viejo para ti, y además esta ya flojo y juicioso, sin contar que esta disminuido y empequeñecido por los debates de la vida, sobre todo la vida amorosa. Toma en cuenta que mi marido ni me mira desde hace meses.
No te menoscabes tu eres una estupenda mujer, mírate eres de bonitos senos gran trasero y las piernas hermosas… ja, ja me dice… oye le digo sácate esa bata y veras…, si me dice veras que estoy sin camiseta para arriba y una cortísima calzón para abajo por el calor, saco sus ropas y en verdad queda en sostenes y la tanga, le digo donde hay un espejo cuerpo entero para que te veas…, en el dormitorio contesta y allá vamos, me pongo detrás de ella y sujeto sus senos, sobándoselos y diciéndole mira son de primera, toco su trasero apenas cubierto por ese diminuto calzón y lo manoseo este es espectacular rezongo. Ella me dice déjame, hace meses que mi marido ni me mira y menos me toca, estoy alterada con tu manoseándome, estoy ardiendo de pasión al sentir tus dedos en mi piel. Que quieres ¿poseerme?
La miro y la abrazo besando sus labios no los abre y trata de escapar no la dejo y vuelvo a besarla ahora me entre abre los labios, luego fogosamente me toma en sus brazos y me besa ardientemente jugando su lengua con la mía… te lo buscaste me dice y me abraza tirándonos sobre su cama… ahora tendrás que saciarme tu te lo buscaste acariciándome mi cuerpo.
No perdemos el tiempo su tanga se desata y vuela fuera de su cuerpo, sus senos están alborotados sin sostenes y pidiéndome bésenme, bésame, los apretujo y los manoseos, besándolos ella gime déjame me dice o hazme tuya estoy excitada por tener ese pene dentro de mi vientre.
Nos cobijamos entre sus tapas y desnudos comenzamos acariciarnos y por último mi pene ingresa en su matriz, los ruidos que realizábamos como pareja en su dormitorio y sobre ese débil catre el cual era descalabrado contra la pared en los empeños de satisfacernos de nuestros apareamientos carnales, como gritaba esa mujer con el pene del macho en su matriz le exigía mas, quiero más leche, dame más no me dejes ardiente…, dame mas placer, recuerda que mi marido no me da leche pero tú mi macho si puede y no cesaron los movimientos en contra de la pared, la sentía gemir mientras reclamaba que quería más…, parece que no quedaba nunca satisfecha mi pareja y ahora que estaba sola y deseaba satisfacerse como sabía hacerlo, que delicioso es tu meneo sexual…, así ella queda remediadamente descalabrada y campante deseaba sentirse repleta de semen que este macho le proporcionaría como ríos en su matriz regándola con su efluvios seminales, Susan gime y menea su trasero fenomenalmente complacida por este macho, joven pero cumplidor… si desde ahora ella volvería a sentirse mujer deseada y y su vientre sería muchas veces regada por esta leche deliciosa y tibia… era su amante, tenía un macho joven que la trastornaba dándole duro a su cuerpo y ella lo complacería cuantas veces quisiera. Ahora queda media desvanecida a su lado con este fabuloso coito y siente en esos instantes a su cuerpo contraerse y regala al macho sus orgasmos al tiempo que siente una leche tibia que inunda sus entrañas. Si había sido satisfecha y ella había satisfecho a su joven amante.. Se relajan…
Media hora después siente Susan al macho entre sus piernas acariciándole con su lengua su clítoris, ella abre con agrado sus piernas y atrae la cara del joven semental besándolo…
Nuevamente copulan en un placentero momento en donde ambos rugen de placer y ella se entrega totalmente a este joven semental moviendo alborotadoramente y escandalosamente sus caderas al compás de las penetraciones del macho en sus entrañas, ese pene hacia estragos en sus carnes vaginales, gemía y se debatía entre sus brazos ardiente de pasión esto a Susan le agradaban, le estaban llevando a un intenso orgasmo. El duro miembro martilleaba dentro de ella, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura, el placer de estar disfrutando de ese semental era lo más grande que le había pasado en su vida. Sus músculos empezaron a tensarse. Su orgasmo empezaba lentamente hasta que se entrega al placentero placer de ser poseída con maestría. Luego de estar dos horas en su compañía este se retira quedando de acuerdo para acoplarse el próximo sábado nuevamente.
Si necesitaba y pertenecía a este semental. Durante seis meses fue su mujer y se compensó con este joven macho, hasta que su hija mayor de 23 años sospecho y ella prefirió suspender sus devaneos amorosos por miedo a que se enterara su familia.
Quien gano fue su hija Carmen, esta hembra de 23 años, ardiente de pasión por este que un macho la satisficiera, su marido no era potente ni capaz de satisfacerla, muchas veces ella tenía que recurrir a su consolador para relajarse.
Fijo los ojos en este juvenil macho Leo y comenzó a solicitarle que le llevara sus compras a casa, antes de un mes Leo era su amante y ella estaba feliz, por que este recio y competente macho si la satisfacía y a veces la destrozaba con sus penetraciones dejándola saturada de sus placeres y ansias carnales. Este si era un macho como ella deseaba…
Susan pensaba ahora su ex amante satisfacía a su hija y seguro que acuciosamente le engendraría un bebé, si su hija le anuncia que estaba embarazada, le daría un nieto, hijo de su ex amante…
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces