me la encontre en el baño del salon y lleve una grata sorpresa
Relato
La fiesta
Estamos disfrutando alegremente de una fiesta de un conocido mutuo cuando me la encontré a la entrada de los baños, los cuales estaban ubicados al fondo del salón y quedan cubiertos por un biombo lo que impide la vista para los que van llegando.
La salude amablemente y le hice saber el gusto que me daba verla de nuevo. En eso me percato del buen escote que llevaba y le pregunto ¿te las operarte verdad? Mientras estiro mi mano para comprobarlo. Ella sonriendo y tomando mi mano me dice: no es lo único que ha cambiado y separándose un poco el vestido la dirige hasta su vagina, para mi sorpresa no traía calzones y se encontraba totalmente depilada, en eso estábamos cuando escuchamos pasos, signo inequívoco de que alguien se acercaba. Regresamos al a fiesta cada quien con nuestros respectivos compañeros y seguimos bebiendo y bailando hasta entrada la noche. Ya pasado de copas decidí que era hora de retirarme, pero la noche todavía me tenía sorpresas, en la salida y también a punto de retirarse la volví a encontrar con su marido, al cual salude efusivamente, ya que como había mencionado tenía tiempo de no verlos. Me dice de repente ¿Por qué no nos acompañas a la casa a echarnos la última y nos ponemos al corriente de nuestras vidas?
Accedo seguirlos en mi coche y a los pocos minutos estábamos llegando a la zona residencial donde Vivian. Me invitaron a entrar y nos sentamos en la sala, ellos dos en el sillón grande y yo en el pequeño de frente a ellos, se para el a preparar unos tragos y nosotros seguimos platicando, en eso ella hacen un crece de piernas dejando al descubierto su depilado cocho provocándome una tremenda erección, yo no paraba de alabarla y decirle lo bien que se conservaba lo que ellas agradecía mostrándome sus tetas o sus piernas debido a lo corto de su vestido.
Llego su marido con las bebidas y continuamos bebiendo y platicando el no desaprovechaba oportunidad para tocarle las piernas o dar un rosón a sus tetas, el ambiente se estaba calentando mucho y en ese momento les pido permiso para pasar al baño ya que con tanta bebida tenia unas ganas tremendas de vaciar la vejiga, me indican donde se encontraba y rápidamente termine lo que me permitió descansar y respirar profundamente. Saliendo del baño me quede en el marco de la puerta observando lo que estaba pasando en la sala: el la besaba en el cuello y en la orejita mientras aprovechaba para darle dedo, ella con los ojos cerrados disfruta ampliamente lo que estaba sucediendo, suspiraba y gemía ahh,ahh. Yo no sabia que hacer si continuar viendo el espectáculo o acercarme para interrumpirlos. Lo que se me ocurrió fue hacer como que me tropezaba haciendo mucho ruido para llamar su atención, por lo que voltearon inmediatamente y trataron de actuar de lo mas normal, me preguntaron que si estaba bien, que si no me había ocurrido nada, yo les conteste que no, que me disculparan por mi torpeza.
Tome mi lugar nuevamente y seguimos platicando de viejos tiempos de cómo nos divertíamos y nos emborrachábamos cada fin de semana etc. Etc. Así las cosas cuando ahora el es que se levanta para ir al baño y me pregunta que si no se ofrece nada, a lo que contesto que no, que estoy bien, entonces se retira y yo aprovecho para acercarme a ella y le digo al oído, vi lo que estaban haciendo hace rato, cuando yo fui al baño y ¡me tienes bien caliente! Repitiendo lo que le estaba haciendo su marido, metiendo mi mano bajo su falda y besándola en el cuello, ella correspondía y no paraba de jadear, ella también esta cachondisima, por lo que estiró su mano para agarrarme la verga, que ya estaba que explotaba, yo empecé a besarle las tetas por encima de vestido y no sacaba mi dedos de su vagina, que ya soltaba líquidos a mas no poder, en eso estábamos cuando ni cuenta nos dimos cuando salió su marido de baño, se acerco a nosotros y le dijo ¡ora si te vamos a coger como la puta que eres!, yo temblaba de miedo, no sabia como reaccionar, pero el no se preocupaba por nada, se sacó la verga y se la acercó a la boca, ellas obligada por un tremendo jalón de pelo se la empezó a mamar, yo fui bajando hasta su vagina que estaba llena de jugos, le empecé a morder suavemente sus labios vaginales.
Ya estando bien lubricada me dice su marido dame chance que le voy a dar duro a esta puta pendeja, ja,ja. Y se la deja ir bien duro hasta el fondo, ella solo dejo escapar un pequeño ah.
Apenas perceptible que no dejaba saber si era de dolor o de placer. Yo me puse de pie y me quedo un rato esperando a ver que sucede, yo estaba aun desconcertado y no me atrevía del todo a entrarle a la fiesta. De pronto ella me jala con su mano para que me acerque y me toma de verga para acercársela a la boca y empieza a darme una gran mamada, primero solo la cabeza, roja e hinchada para poco a poco en cuanto la iba ensalivando y dejando bien mojada para devorarla toda, no podía creer lo puta que era ¡quien la viera tan santa que parecía!
Gracias a lo borracho que estaba no me corrí de inmediato, y su marido seguía dándole duro y gritándole groserías, ¡sigue puta! Que ahora si te vamos a abrir todos tus hoyos, metiéndole fuerte un dedo por el culo. Ven acércate y empieza a lubricarle el culo con ese gel que esta en el buro, me indica. Yo obedezco y vacio una gran porción en mis dedos y comienzo a extenderlo por su rico culo, para después meterle el dedo índice primero, que se le fue con gran facilidad debido a los propios jugos que ya le escurrían y al gel por lo que decidí intentar con dos, a lo cual respondió con un ¡ya métemelo todo!.
Su marido se acostó en el sillón, ello lo monto dejando su culo bien arriba para que yo le pudiera dar por atrás, apunto mi verga bien parada a su hoyito marrón y se la dejo ir poco a poco, hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, escuchándose el golpeteo a cada embestida, lo que aumentaba la calentura que se vivía en ese momento, su marido fue el primero en terminar con un grito de satisfacción y diciéndole: ¡te voy a llenar de leche cabrona!, yo no aguante mas y también empecé a derramar semen, primero dentro de su culo y después sobre sus nalgas.
Me salí de ella y ella permitió que su marido se incorporara. Se sienta en la orilla del sillón, escurriendo de leche por todos lados, agotada y cansada, solo le alcanza para decir, buenas noches te quedas en tu casa yo me voy a bañar para irme a dormir.
Autor
Tngopn19