Por lo general los viernes en la noche, en lugar de irme a casa, acostumbraba a reunirme con mis amigos en el bar de la esquina, Jesús el dueño recientemente aparte de cambiar el nombre, llamándolo el Video Bar de Chu. También adquirió par de televisores tipo plasma, además de un sistema de satélite, y otras cosas. Ya eran cerca de las doce de la noche, cuando Jesús comenzó a cerrar, realmente cierra las puertas de enfrente, pero los clientes que nos quedamos dentro, disfrutamos, ya que es cuando él comienza a poner videos porno.
Relato
Por lo general al rato de estar viendo dichos videos, me marchaba a casa, y no importa cuán dormida estuviera mi esposa, se lo enterraba ya fuera por el coño, o por el culo. Al fin y al cabo tras una breve protesta de su parte, siempre terminaba pegando unos gritos y profundos gemidos de placer, que me vuelven loco. Además de mover sus caderas como nadie en el mundo, ya que la forma en que lo hace, es como si exprimiera mi verga dentro de su coño.
Bueno eso era parte de nuestra rutina de viernes en la noche, o mejor dicho de sábado en la madrugada. Hasta que un día, cuando Jesús puso uno de esos videos, el que al principio no me llamó la atención, ya que se trataba de una tipa dejándose follar por un montón de negros. Pero mientras conversaba con uno de mis amigos del bar, de momento comienzo a escuchar, algo que me era sumamente familiar. Y al fijarme en la pantalla, lo que vi me estremeció. Aunque la tipa tenía una abundante cabellera rojiza, la manera de gritar cuando se lo estaban empujando por el culo o por el coño, era idéntica a la de mi esposa, al principio pensé pura coincidencia, pero al seguir fijándome, también me di cuenta de que la misma tipa, no tan solo gritaba y gemía como mi mujer, sino que también tenía su mismo cuerpo y rostro, además que movía sus caderas, como ella. Lo que hizo que me llamase más la atención.
Yo procuré seguir observando, sin perder la compostura, ni detalle alguno, y mientras más miraba, más convencido estaba de que era ella, a pesar de la larga melena, su manera de moverse, de gritar, y de gemir, no me dejaban la menor duda de que se trataba de mi mujer. Pero cuando vi la expresión en el rostro de uno de los tipos que se la estaban fallando, ya no me quedó la menor duda de que era ella. Ya que era la misma expresión que pongo yo, cuando acabo dentro de su cuerpo.
Con eso en la cabeza, por una parte me sentía traicionado, pero por otra parte, aunque me cueste trabajo el admitirlo, me encontraba sumamente excitado, por lo que había visto, tanto que en lugar de llegar a pedirle una explicación, apenas llegué a la casa, se lo enterré por el culo. Y tras su grito de malestar, casi de inmediato comenzó a moverlo como solamente ella sabe hacerlo. En esos momentos en pleno acto, fue cuando le pregunté, cuando había filmado ese video dejándose follar por ese montón de negros. Mi mujer se paralizó por un corto instante, pero de inmediato continúo moviendo su culo, como solo ella sabe hacerlo, al tiempo que en medio de su excitación me dijo. Que eso había comenzado como una simple travesura, entre sus amigas y ella. Cuando una de sus amigas les propuso al resto de las chicas y a ella, hacer un video porno, para pasar el rato entre ellas.
Según mi esposa, al principio era solamente un vacilón, en el que sus amigas y ellas actuaban como si fueran lesbianas, pero poco a poco, las cosas se fueron calentando, hasta que finalmente entre todas ellas, mantuvieron varias relaciones lésbicas frente a la cámara. Luego de eso uno de ellas propuso que trajeran a un chico, y cuando la mayoría se opuso, la de la idea les dijo, que para evitar ser reconocidas, usarían mascaras. Por lo que cuando yo me reunía los viernes en la noche con mis amigos, a beber y pasar el rato, mi mujer, y sus amigas, estaban fallándose a un jovencito frente a la cámara, usando mascaras para no ser reconocidas. El jueguito como que les gustó mucho a varias de ellas, incluyendo a mi esposa, hasta que finalmente decidieron invitar a más hombres, pero siempre usando máscaras.
A medida que la iba escuchando no podía creer lo que mi esposa me decía, y con más fuerza le enterraba toda mi verga dentro de su culo, una y otra vez. Hasta que apretándola con fuerza, descargué dentro de ella toda mi leche. Cuando nos separamos, yo aun no dejaba de pensar en lo que había visto en el video, a todos esos tipos negros enterrándoles sus vergas, por todos los orificios de su cuerpo, incluyendo la boca. Yo en ese instante, entré al baño y tras lavar mi verga, cuando regresé a la cama, sin volver a decirle nada en lo absoluto, la agarré por el cabelló, poniéndole mi verga frente a su boca. Prácticamente de inmediato mi mujer comenzó a mamármela, y también casi de inmediato, se me volvió a poner bien dura.
Al poco rato, se la saqué de la boca, y separando sus piernas, de igual manera se la enterré dentro de su coño. Ella gimió de dolor, pero casi de inmediato continuó moviendo sus caderas de manera única, mientras que yo una y otra vez sin parar, le volvía a enterrar con fuerza toda mi verga. Era algo que yo no podía controlar, deseaba seguir fallándomela a lo bestia, que le doliera, pero creo que en lugar de eso lo disfrutaba. Ya que su manera de quejarse, de gemir, y hasta de pedirme que siguiera dándole bien duro, me indicaban que lo estaba disfrutando al máximo.
Así estuvimos nuevamente, hasta que ambos disfrutamos de un tremendo clímax, yo me volví a venir, pero dentro de su mojado coño, y el orgasmo que alcanzó a disfrutar fue tremendo. Después de que reposamos un poco, le pregunté como el video llegó a la calle, y ella me dijo que quizás alguna de sus amigas lo compartió con alguien. Fue cuando de manera un poco maliciosa me preguntó, que si yo los había visto todos. Le dije que nada más uno en el que ella estaba siendo follada por los negros. De inmediato me preguntó si deseaba verlos todos, que era más o menos unos diez videos, incluyendo el de las chicas y ellas jugando a ser lesbianas.
Bueno la verdad es que me produjo bastante curiosidad, y a medida que los dos comenzamos a ver esos videos, mi mujer comenzó nuevamente a meter mi verga dentro de su boca. Así que a medida que fui viendo los videos, ella continuó mamando mi verga.
Bueno hoy en día, digamos que la perdoné, pero ocasionalmente volvemos a ver los distintos videos que le grabaron, y ocasionalmente graban uno nuevo, pero el que más me gusta es donde ese montón de negros, se lo están metiendo por todas partes….
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299795 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:47) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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