Su nombre es marisol olivares pero yo le digo hicho desde muy niño, en aquel entonces tenía 38 años, es flaca, siempre lo ha sido, tiene una cintura bastante moldeada que provocaría la envidia de cualquier veintiañera, sus caderas, sin embargo son anchas y terminan en un culo (por lejos su mejor atributo)
Relato
La hicho y Mi Amigo
Este es un relato real y me sucedió el 2007. En esa época era un joven de 16 años que vivía sólo con su madre, ya que mi padre abandonó a mamá hacía más o menos cinco años, pero este relato no se trata de mi, es sobre un amigo y sus fantasías con mi madre, las cuales finalmente cumplió y con creces.
Hace aproximadamente seis meses había llegado un joven nuevo a vivir a mi barrio un joven moreno de mi misma edad y en general con una buena pinta, su nombre era andres, con el paso del tiempo yo comencé a hacerme amigo de él, ya que teníamos los mismos gustos musicales y nos juntábamos regularmente a escuchar música, tomarnos una cerveza o salir con alguna chica. En un principio nuestras reuniones siempre eran alternadas, es decir un día en mi casa y otro día en la casa de andres, pero como al mes de conocernos comencé a notar que mi amigo siempre buscaba reunirse en mi casa, para lo cual inventaba cualquier excusa como por ejemplo que yo tenia más música o que su mamá estaba enojada y no podíamos estar en su casa. A mi esto me parecía extraño, pero más extraño aún era que cuando estábamos en mi casa, andres salía de la pieza cada 5 ó 10 minutos diciendo que quería ir al baño o que quería tomar alguna bebida, etc, pero a veces yo salía de mi pieza también y lo descubría observando a mi madre, tengo que reconocer que cuando me di cuenta me dio un poco de rabia, pero extrañamente también me daba mucho morbo saber que un amigo se calentaba con mi madre, la cual podría ser considerada una mujer bastante deseable.
Su nombre es marisol olivares pero yo le digo hicho desde muy niño, en aquel entonces tenía 38 años, es flaca, siempre lo ha sido, tiene una cintura bastante moldeada que provocaría la envidia de cualquier veintiañera, sus caderas, sin embargo son anchas y terminan en un culo (por lejos su mejor atributo) de buen tamaño y bien parado, tiene el cabello crespo y a esto se suma un par de tetas que, luego de operárselas se han convertido en uno de sus mayores orgullos, junto a su culo obviamente. La operación agrandó un poco sus pechos que deben medir algo así como 95 cm e hizo que sus tetas se mantengan bien paradas y redondas, lo cual se había visto afectado después de dos embarazos (mi hermano menor vive con mi padre). Además, tengo que reconocer que tiene una cara de gozadora que calienta a cualquiera, aparte su vida había cambiado mucho desde que mi padre la había dejado, ya que desde ese momento comenzó a salir a discos con amigas y se empezó a vestir mucho más sexy con ropa más apretada se veia como una puta facil, cuando no tenía que trabajar por lo general vestía jeans, y su prenda preferida eran las poleritas o blusas ajustadas con mucho escotes y ¡vaya que escotes! (al ponerse esta ropa ella siempre me decía: “tengo que aprovechar la inversión…jajajaja). Yo la entendía e incluso la apoyaba, sabía que era una mujer atractiva y que después que mi padre la dejara por otra su autoestima había bajado mucho.
Además, la hicho siempre había tenido un comportamiento de prostituta, es decir, se vestía sexy, le gustaba provocar, y siempre había llevado una gran cantidad de hombres a la casa, es más después de mi padre llevo a muchos a su cama, aparte de su novio de esa entonces, Ricardo, un tipo bastante tonto, que a mi no me caía nada de bien, ya que siempre trataba de controlar a la hicho y era muy aburrido. En realidad creo que la hicho sólo salía con él por caliente y que le gustaba chuparle su pico. Debido a todas estás razones, también comprendía perfectamente que todo esto provocara calentura en mi amigo, el cual no era el único conocido que miraba de forma lasciva a la hicho.
Un día andres llegó a mi casa, traía una cámara digital que había comprado recién, empezamos a sacar unas fotos para probar el aparato, le pedíamos a la hicho que las tomara, estábamos en eso cuando de repente mi amigo quiso tomarse una foto con mi madre, ella accedió sin ningún problema y se acercó a él, andres tomó a la hicho de la cintura y yo me demoré intencionalmente en tomar la fotografía, ya que sabía que mi amigo había esperado mucho este momento. Al día siguiente fui a su casa, laura, su mamá, me abrió la puerta y me señaló que andres estaba en su pieza que pasara, yo entré a la pieza de mi amigo, quien tenía la música muy fuerte y se estaba masturbando concentradamente, al darme cuenta de esto me reí, bajé la música y lo saludé. Carlos se levantó de la cama muy nervioso y pude notar que tenía algo en su mano, ¡era la foto que se había tomado con mi madre!, en ese momento volví a sentir lo mismo, es decir un poco de molestia, pero un morbo increíble, además extrañamente no sentía sorpresa. Él me pidió disculpas inmediatamente y no hablamos más del tema, por lo menos durante esa tarde, pasaron algunos días y yo no podía dejar de pensar en la imagen de mi amigo masturbándose con la foto de de la hicho , y en el morbo que me daba que un amigo se follara a mi madre, después de tanto pensar, me decidí, aunque me costó mucho, a hacerle una oferta a Carlos. Llegué a su casa y luego de conversar bastante rato, volví a sacar el tema y le dije:
- ¿andres, a ti te gustaría culearte a la hicho, cierto? Él se rió con nerviosismo y me pidió nuevamente disculpas, yo lo interrumpí y con voz seria le repetí: - No, en serio, es sólo una pregunta, respóndeme, no me voy a enojar. Después de un rato en el que mi amigo, me miraba extrañado sin poder creer lo que le decía, respondió muy nervioso. - No, o sea si, si me gustaría, la encuentro una mujer muy atractiva, pero nunca haría algo así, es tu mamá, sé que seguramente te molestó lo del otro día, pero te aseguro que no se va a volver a repetir. Perdóname, no sé por qué lo hice. - ¿O sea que no te la culiarias a la hicho? respondí yo. - No, no, para nada, yo no haría algo así. - Qué lástima, te iba a ofrecer que hiciéramos un plan para que pudieras cumplir con tu fantasía, pero si no… - ¿Qué? me interrumpió mi amigo. Su tono de voz había cambiado… ¿Qué dijiste? - Eso, que debo reconocer que a mi me da mucho morbo pensar en eso. Además, tú eres un muy buen amigo y creo que a mi madre le haría bien. - ¿Le haría bien qué? decía andres con incredulidad. - Le haría bien eso. - ¿Eso qué? insistía mi amigo. - Eso, bueno, eso… una buena culeada.
- Tú estás realmente loco, ¿tanto te molestó lo del otro día? Que ahora te estás burlando de mí, ya te pedí perdón. andres no podía creer lo que escuchaba. - Jajajaja, tranquilo, te estoy hablando en serio, ¿qué te parece?, ¿te animas? Luego de un largo rato de conversación e incredulidad por parte de mi amigo, andres finalmente aceptó, haciéndome jurar que yo no me molestaría y que después seguiríamos siendo tan amigos como antes, yo lo único que le pedí era que tenía que contarme con lujo de detalles todo lo que sucediera. Comenzamos a trazar un plan y tras debatir durante horas llegamos a lo siguiente: él iría a mi casa cuando yo no estuviera, le pediría a mi madre unos cds y luego le buscaría conversación, de la vida, del futuro, de cualquier cosa, después tendría que lanzarse, ya eso dependía de él. Estaba todo listo, quedo todo arreglado para ese día domingo, andres estaba muy nervioso, su preocupación se centraba en qué sucedería si la hicho lo rechazaba, yo trataba de tranquilizarlo, a pesar de no tener la certeza, creía que ella tenía cierto interés en mi amigo, ya que como dije él es bastante simpático y tiene muy buena facha, además físicamente, es el tipo de hombre que le podría gustar a mi madre, alto, moreno y de músculos bien formados. Obviamente, ella siempre había intentado ocultar su interés y nunca se le había siquiera insinuado, por razones obvias, sin embargo, yo la conocía y menos mal que no me equivoqué.
El sábado comencé a tantear el terreno y hablé con la hicho y le dije a modo de humorada que creía que andres se sentía atraído por ella, su reacción me sorprendió ya que empezó a preguntarme cosas, demostrando un interés real, como: ¿y por qué crees eso?, ¿él te lo dijo?, ¿y cómo lo notaste?. Yo traté de inventarle la mejor historia que pude, mi madre sólo reía muy emocionada y coqueta y terminó diciéndome que cuando viera a andres le preguntaría. Llego el domingo y mi amigo llegó a mi casa exactamente a las tres de la tarde, como estaba planeado, lo que andres no sabía era que yo me iba a esconder en mi casa y no iba a salir, como le había dicho, yo ya me encontraba en mi escondite. Mi madre le abrió la puerta, andres preguntó por mi, la hicho le respondió que yo no estaba, él le pidió si podía sacar unos cds de mi pieza, a lo que mi madre accedió, mi amigo entró y se dirigió a mi morada, buscó los cds, y salió. Aquel día mi madre andaba vestida para matar con uno de sus mejores escotes que dejaba ver casi la mitad de sus grandes tetas y un blue jeans que resaltaba mejor su hermoso culo. andres volvió al comedor y casi cuando ya se iba, comenzó a preguntarle a mi madre por su salud y cosas por el estilo, la hicho respondía a las preguntas y se armó una conversación, ella trajo unas bebidas y se sentaron en el sofá,
la conversación continuó normal por unos momentos hasta que mi madre atacó y dijo: - ¿Sabes lo que me dijo mi hijo ayer? Preguntó la hicho coqueteándole. - No. Respondió andres, acomodándose en el sofá - Jorge cree que tú te sientes atraído por mí. ¿Qué estupidez verdad? Mi amigo se armó de valor e inició la contraofensiva, se acercó a mi madre la miró a la cara y le dijo: - ¿Por qué sería una estupidez?, ¿No crees que yo te pueda encontrar una mujer atractiva? - Pero… tú eres joven, yo soy una mujer mayor, los jovencitos como tú no se fijan en vejestorios como nosotras. Decía la hicho haciéndose la víctima. - Jajajajajaja, pero si tú eres muy atractiva, tienes un muy buen cuerpo, además, eres simpática. - Ahhh, entonces era verdad. Respondió mi madre - Si, es verdad, creo que eres muy atractiva. Mientras andres hablaba no dejaba de mirarle las tetas a mi madre por sobre el escote. - ¿Te gustan…jajajaja? La hicho se había dado cuenta y por eso preguntó eso en directa alusión a sus melones. - Ahhhh, si, son bo… son bonitas. andres rió, señal que se había vuelto a poner nervioso. - No te pongas nervioso, está bien no me molesta. Respondió mi madre, tomando la mano de mi amigo. - Oye, ¿Y tú le contaste a Jorge que te sentías atraído por mí?, ¿Y él no se enojó? - No, en realidad no, él me descubrió. Contestó andres recuperando nuevamente la confianza. - ¿Y cómo? Insistió la hicho. - Bueno, ehhhh, emmmmm, ehhhhhh. Balbuceaba andres sin saber que decir. - ¿Cómo te descubrió? Insistió la hicho - Emmmmm, me descubrió masturbándome con la foto que nos habíamos tomado juntos. Respondió mi amigo inquieto. - ¿De verdad?, jajajajaja, si me hubieses dicho antes que te sentías atraído por mi, que tenía tan buen físico y todas esas cosas, quizás… te habrías masturbado menos.
Que andres le contara el episodio con la fotografía parece que volvió loca a la hicho, quién se abalanzó sobre mi amigo para besarlo apasionadamente. Mi amigo respondió sobándole las tetas y el culo, todo había comenzado. Estuvieron besándose un rato en el sofá del salón cada vez con más pasión. Mi madre emitía unos pequeños gemidos, a la vez que acariciaba la nuca y el pecho de andres, mientras él le besaba el cuello y los pechos desesperadamente y con la otra mano le sobajaba el culote por sobre los jeans. Después de un rato así, mi madre comenzó a sobarle el miembro a mi amigo por sobre el pantalón hasta que se decidió y con la ayuda de andres bajó un poco los jeans de este, desde donde saltó una pishula completamente erecta. La hicho, primero empezó a masturbarlo de arriba a abajo sin dejar de besarlo hasta que dirigió su mirada al pico de mi amigo, se sacó la polerita que llevaba junto con su sostén rojo quedando solamente con los jeans y sus zapatitos de tacón negros.
Él también se quitó la polera. Luego de sacarse parte de su ropa, bajó hacia el pico de andres, que medía como 20 cm) y se lo introdujo en la boca hasta casi la mitad, después se la comenzó a chupar y lamer como loca, parecía una verdadera puta, nunca me imaginé que la hicho podía chupar el pico de esa manera. ella succionaba con pasión y mi amigo estaba en el séptimo cielo, sólo atinaba a tomarle la cabeza y emitir pequeños gemidos y frases de goce. - Ohhhh, eres fantástica, que bien lo haces, sigue por favor no paresssss. Nunca me lo habían chupado así, eres una maestra, la mejor de todas. Siiiiii que bien lo hacesssss, me encanta, ohhhhhh - ¿De verdad te gusta?, ¿no lo hacen así tus minas? - Noooo, no tan bien como tú, no paresss, eres la mejor, ¡¡la mejor!! andres le volvió a tomar la cabeza con fuerza para meterle el pico en la boca lo más profundo posible, parece que las palabras de mi amigo excitaban más a mi madre quien intentaba tragarse el miembro sin lograrlo, después lo lamía en toda su extensión, para luego intentar de nuevo hasta la garganta. Luego de aquella mamada épica, en la que la hicho casi había logrado que andres acabara en su boca, mi amigo la levantó y volvió a comerle las tetonas desesperadamente. Mi madre sólo respondía con gemidos y más gemidos, mientras hacía esto mi amigo empezó a meterle mano bajo los jeans metiéndole los dedos en su zorra, esto volvía loca a mi madre, quien lo besaba cada vez con más pasión rasguñándole la espalda. El muchacho desabotonó el pantalón de mamá y se lo quitó dejando al descubierto las tanguita roja que traía, luego la acostó en el sofá y comenzó a comerle la zorra rápidamente. A esa altura la excitación de la hicho era máxima, sólo gemía cada vez más fuerte y le tomaba la cabeza con una mezcla de fuerza y desesperación. andres realizó esa labor por casi 10 minutos, donde creo logró el primer orgasmo de mi madre.
Sin embargo, esto era sólo el comienzo. Sofía se reintegró a las acciones, le terminó de quitar los pantalones a andres y agarrándolo del pico parado lo llevó a su pieza, en ese momento tuve que cambiar mi posición para observar que pasaba. Ya en su pieza, mi madre volvió a comerle la pishula un rato, chupándole las bolas y lamiéndolo como si fuera un helado. Luego, andres tomó a la hicho y se ubicó sobre ella, penetrándola lentamente, esto provocó un gemido de alivio en Sofía, quien echó su cabeza hacía atrás y le clavó las uñas en la espalda. Mi amigo comenzó el mete y saca en esa posición, cada vez más rápido, comiéndole la boca, besándole el cuello y observando fijamente el rostro gozador de mi madre, sintiéndose orgulloso de su faena. Mi amigo se la culeaba ferozmente, levantándole las piernas para penetrarla mejor. Después de unos momentos, la hicho se ubicó sobre andres y comenzó a cabalgarlo.
Mi amigo ya había perdido toda la vergüenza y el pudor y empezaron a tener un diálogo que nunca olvidaré: - ¿Qué diría tu hijo si te viera así follando con uno de sus amigos? - No sé, nadaaaa, me encantaaaa, eres exquisitooooo. Eran las únicas palabras que podía distinguir entre el mar de gemidos que emitía mi madre. - ¿Te gusta?, ¿Te gusta? Ohhhhh, como cabalgas, lo haces genial, sigue montando, sigue montando. Reiteraba una y otra vez andres. - Siiiiii, mi amooooooor, me encanta, me encantaaaaa, no pares, no pareeeees, ahhhh que goce, me encanta tu pico, culeame más fuerte, más fuerteeeeeee. La hicho ya había olvidado todo y sólo se dejaba llevar por su pasión incontrolable.
- Siii, hicho, estás buenísima. Te voy a culear como nunca, Te voy a venir a culear todos los días, no me importa si está Jorge. Incluso mejor para que sepa lo buena que es su madre tirando.
- Como tú quieraaaaaaas, mi amoooooor, como quieras, soy tuyaaaaa, haz lo que quieras conmigoooo, házmelo todos los díaaaaaaaas, no puedo parar de tiraaaar, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Creo que en ese momento mi madre tuvo su segundo orgasmo.
En el escondite que yo estaba podía ver claramente el rostro de la hicho, la cual parecía una potra en celo, con el pelo suelto, cabalgando velozmente, mirando hacia el techo y gimiendo como una posesa, mi amigo no se dejaba estar y sobaba fuertemente las tetas de mi madre para luego agarrarle el culo con las dos manos y culeandola brutalmente, provocando la excitación de mi madre. No obstante, aún faltaba algo. Luego de un rato haciéndolo en esa posición, andres le indicó a mi madre que se levantara y la ubicó en cuatro patas sobre la cama. Mi amigo se puso detrás de ella y la penetró fácilmente comenzando así con el mete-saca a gran velocidad. El muchacho agarraba a mi madre de las caderas y cintura para culearla más profundamente. Estuvieron un rato así, después Carlos disminuyó el ritmo y empezó a clavársela lentamente, metiéndole parte de su miembro para luego sacárselo completamente y volver a introducírselo. Esto generaba gran goce en la hicho, quien con cada clavaba profunda emitía un gemido de desesperación.
Mi amigo comenzó a acelerar de nuevo tomando a mi madre de los hombros y dándole pequeños golpes en el trasero, el cual no había dejado de mirar desde que se la estaba follando en esa posición. - Que lindo culito que tienes, me encanta. Decía andres, mientras le sobajaba el culo - ¿Si?, es mi orgullooooooo. Respondía mi madre entre gemidos. - Lo sé, te encanta mostrarlo. A mi me vuelve loco como lo meneas y como se te ve con esa faldita apretada cuando te vas al trabajo. - Me encantaaaaaaaa que los hombres me miren mi traseritoooooo y que se den vuelta para observarlooooooooo. Los gemidos de mi madre poco a poco aumentaban nuevamente su intensidad. - ¿De verdad?, ahora te lo estoy mirando, hay tantos que lo desean, pero ahora es mío, sólo mío, ¿verdad? - Siiii, mi amor, es tuyooooooooo, completito, es todo tuyooooooooo. - Así me gusta. Y te gusta que te lo hagan por acá. andres decía esto mientras le metía un dedo en el culo. - Siiii, me fascinaaaaa que me lo hagaaaaaaaaan por atrás. Las palabras de la hicho eran cada vez más entrecortadas. - ¿Y a mi me vas a dejaaaar? Mi amigo estaba excitadísimo, aceleró sus movimientos y comenzó con embestidas brutales, tirando fuertemente del pelo a mi madre. - Siiii, mi vida, es tuyooooo cuando quieraaaaaassss. Los gemidos de mi madre ya se habían convertido en gritos de pasión. - Ohhhhh, hicho eres la mejoooor. Me corroooooo, me corroooo. - Hazlo adentrooooooooo, hazlo adentrooooooo. Decía mi madre desesperada. - No te preocupes tomo pastillas, quiero sentir tu lechecitaaaaaaaaa dentro mío, acaba dentroooooooo, esoooooooo, siiiiiiii, la sientoooooooooo. Creo que ese fue el tercer orgasmo de mi madre. - ¿Quieres sentirla?, entonces toma, tomaaaaa, tómala toda, ohhhhh me estás dejando seco, ohhhhh como traga tu zorra, es magnifico. Según me contó después, andres había dejado ir el semen de una semana dentro de mi madre. Ambos quedaron acostados tendidos en la cama.
Luego de unos minutos mi madre miró el reloj, creo que tenía algo que hacer así que le dijo a andres que tenia que salir, a lo que mi amigo respondió: - Todavía me debes, tú sabes. Decía esto, sobándole suavemente el trasero. - Lo sé, pero va a tener que ser otro día, Jorge ya está por llegar, te prometo que va a ser tuyo. La hicho lo besó apasionadamente y se levantó. Intercambiaron sus números de celulares y mi madre le dijo que cuando yo no estuviera ella lo contactaría y que lo de hoy había sido fantástico, andres se fue, y la hicho entró a la ducha. Mientras ella estaba allí, yo salí de mi escondite y simulé que había llegado recién a la casa, mi madre me dijo que había venido andres y que se había llevado unos Cds.
Esa noche hablé con mi amigo, el cual me contó casi todo excepto lo del intercambio de números de celulares y de las futuras citas, durante ese tiempo andres se culió a mi madre reiteradas veces llevándola al extremo, tuve la oportunidad de obervar algunos de esos encuentros. Debo reconocer que esta situación me daba mucho morbo, además mi madre cambió bastante desde que comenzó a verse con mi amigo, pero eso quedará para más adelante.