siempre es excitante estar en la intimidad con la persona que es objeto de tus fantasias sexuales mas interesantes y aparte es la dueña de tus sentimientos
Relato
Al igual que todos los días estuve esperando con ansias la hora del almuerzo a primera vista
Puede parecer que siempre estoy hambriento pero no, mis motivos eran mucho más fuertes y apasionados. Como era de esperarse los minutos se hacían mucho más largos y mi excitación Crecía progresivamente con solo pensar que iba a estar nuevamente con esa mujer que despertó en mi la libido de una manera sorprendentemente fácil.
Llego el momento tan esperado, el encuentro fue en mi oficina y con solo estar frente a frente y solos en ese lugar el ambiente estaba impregnado de las ganas de sexo que teníamos.
La comencé a besar dulcemente para sentir el sabor de esos labios que me matan, pero los besos fueron aumentando en intensidad y asi mismo las caricias, tanto que cuando nos dimos cuenta ya la ropa no existía en nuestros cuerpos y el suelo fue su destino; mis manos corrían libremente por todo su cuerpo y ya mi boca no se conformaba únicamente con sus labios y comencé a besar detalladamente esas partes de su cuerpo que se que la hacen estallar, fue así como pase por su cuello para detenerme en sus deliciosos senos hasta saciar mis ganas de ellos y darme cuenta por su respiración que estaba ansiosa de mas. Fue así como seguí mi recorrido hasta el deliciosos manjar situado debajo de su vientre del cual brota el fluido o mas bien el néctar perfecto de su interior y me dedique a darle placer con mi lengua sobre sexo, disfrutando desde sus labios externos hasta su rico clítoris, llego el momento en que sus gemidos comenzaron a salir ( no recomendable por el lugar) y se levanto ansiosa de retribuirme el placer recibido cometido que cumplió a cabalidad, por cuanto tomo mi pene que estaba tieso a reventar y lo metió en su boca como con ganas de devorarlo, yo estaba como loco disfrutando de la vista de ella devorando cual rico manjar a mi pene ansioso por estar en sus adentros, la excitación en ambos estaba al máximo y había llegado el clímax de este encuentro, fue así como sin su permiso la tome y la acosté en el mesón y comencé a penetrarla lentamente, de aquí en adelante tanto los gemidos como nuestra respiración entrecortada fueron imposibles de evitar, ya que ambos aumentaban a medida que aumentaba la velocidad de mis embestidas, esta posición fue perfecta por un momento, pero nuestros cuerpos y ganas pedían mas y así fue como el piso se convirtió en nuestra cama y pase a deleitarme con la excitación en su cara y el compás de sus movimientos al ritmo de la entrada y salida de mi pene en su rica vagina, luego disfrute de su preciosos trasero y mis embestidas pasaron a ser por detrás, así pasaron varios minutos y sus gemidos provocaron que mi pene reventara dejando brotar su lava blanca y por ultimo pude disfrutar de su rostro extasiado, fue un largo rato de goce total en el cual nos olvidamos del resto del mundo y creamos nuestro lugar especial para devorarnos y saciar nuestras ganas, consiguiendo el máximo placer posible en un sitio que parecía impensable para hacer realidad parte de nuestras fantasías.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100019 veces