La infidelidad de mi mujer me convirtio en bi.

Soy arquitecto y he tenido mucho exito con mi profesión, conocí a Mike y a su esposa Rita porque ambos se dedican a los bienes raices; Mike me empezó a invitar a reuniones y fiestas, y realmente la pasamos muy bien, nos hicimos socios del mismo club, hicimos paracaidismo, rafting, buceo, y todos los días ibamos al gimnasio. Su casa queda justo atrás de la mía nos separaba un tapial de ladrillo de aproximadamente un metro cincuenta de altura, ambos tenemos dos hijos: él dos niñas preciosas y nosotros dos varones.
Los fines de semana nos veimos a través del tapial cada uno con su familia y con una cerveza de su lado, disfrutando de nuestras familias y los jardines.
En el Gimnasio comenzamos a hacernos más amigos y hablar de negocios, así hicimos varios viajes juntos en los que hicimos buenos negocios; Mike siempre decía que deberíamos salir con nuestras familias y finalmente acepté que en las vacaciones que se acercaban viajáramos a Cancun, que le dijera a Rita y yo hablaría con Veronica para hacer los arreglos respectivos, pues tenía un tiempo compartido que podríamos aprovechar; así que tome dos bungalows familiares, uno a la par de el otro.
En Cancun la vida es bella, en todos lados teníamos tequilas y margaritas, actividades para los niños, por las noches salíamos a restaurantes familiares.
Mi primera alerta fue descubrir que mi esposa miraba como hipnotizada las nalgas de Mike que iba adelante con Rita, bueno pensé que era natural, pues yo veía también las nalgas de rita, especialmente porque el propio Mike me dijo en dos oportunidades que le viera las nalgas que su Rita estaba rica.
Fuimos al restaurante Pericos, y nos recibieron con un trago de tequila que el mesero, parado en una silla, dejaba caer en nuestras bocas, con el pretexto de que era el requisito de entrada.
El lugar maravilloso, muchas amenidadedes que nos distraían a todos, pero con la penumbra y las luces de colores vi el brazo de Mike en una posición que no dejaba lugar a dudas le estaba tocando la concha a Veronica, ella se hacía realmente la desentendida, nuestros hijos a la par, no sabía como reaccionar, y en ese momento Rita me puso la mano en el hombro y me dijo: ahora vienen por tí, y efectivamente era una mesera que me tomó de la mano y me llevo a bailar.
Esa pieza me pareció una eternidad, cuando regresé a la mesa no lo podía creer ante mis ojos Mike le estaba urgando la panocha a mi esposa. Me dirigí a levantar el mantel de la mesa para cerciorarme bien, pero Rita de nuevo me distrajo con un aplauso en mis bruces, diciendo que bien bailas Oscar.
En la mañana siguiente, después del desvelo los niños estaban dormidos y vi que Verónica no estaba en la cama, pero desde la ventana de mi cuarto podía verla en la piscina sola. Me levante, me enfunde la calzoneta y me dirgií a la piscina. Verónica estaba sentada de espaldas y no me vió llegar, Mike estaba a pocos metros tomando el sol sobre una toalla y un sombrero sobre la cara; se le veía sobre la speedo un paquete enorme que Veronica miraba sin ninguna discresión, yo me acerque lentamente y casi la oigo suspirar por la Verga de mi amigo, al sentirme voltio y no tuvo aliento para hablarme solo halo una silla para que me sentara a la par de ella, yo la ignore y me tiré a la piscina.
Mi cabeza y mi estomago daban vueltas, pero lo peor es que esa situación me exitaba mucho, no lo quería reconocer pero en cuanto más pensaba en lo sucedido más liquidos preseminales inundaban mi boxer.
El viaje se estaba convirtiendo en una tortura y no sabía como actuar, no quería hacer un papelon, tampoco quería que la situación se agravara como finalmente sucedió.
Mi esposa estaba como en trance, creo que no podía más que pensar en aquel paqueton que veía sobre la pantaloneta de Mike.
Esa noche en otro restaurante con nombre de batracio, en la cena no le dirigí casi ninguna palabra, hablaba con Rita y con Mike pero a Veronica solo le dirigia pocas palabras, ella se levantó y fue al Baño, no se cuanto tiempo necesité para caer en la cuenta de que en la mesa solo estabamos Rita los cuatro niños y yo. De inmediato le pregunte a Rita por Mike y me dijo, con voz suave, fue al baño; me incorporé de golpe y le dije, bueno a todos nos han hecho efecto las micheladas, así que yo voy también, fui al baño de hombres y no estaba Mike, salí a la puerta del baño y desde ahí vi para la mesa y ninguno de los dos estaba, entre de nuevo al baño meditando si entrar al baño de mujeres, después de unos minutos de cavilación que me parecieron iinterminables, ví una pareja de jovencitas que hacía breves instantes habían entrado, que salían haciendo comentarios y riendose en forma picarona.
Aquello me hizo reaccionar, entre de golpe al baño las puertas de los individuales cerradas pero en la última, ví bajo la puerta del toilet cuatro piernas; indudablemente las de Mike y las de Verónica, que le estaba dando una mamada tremenda, pues hasta srlup de los chupones podía oir, no quize abrir la puerta.
Me dí la vuelta y regrese a la mesa con la cara descompuesta, Rita me dijo te sientes mal y le respondí, solo necesito un tequila doble, no salía de mi asombro y pensaba a mí me la mama solo cuando se lo pido a este hijo de puta, se la chupa casi en público, que pasa con esta zorra.
Rita me saco del trance y me dijo: no se lo que viste pero en esta vida todo puede arreglarse, ya verás como con el tequila te sentiras mejor.
Me estaba terminando el tequila cuando Mike regresaba a la mesa, quize romperle la cara, pero no hice nada.
Aquella noche en mi habitación tenía una erección tremenda, me desnude y Verónica me vió con la tranca dura como madera, la hale de la mano, la desvestí frenéticmente, ella estaba como siguiendome la corriente, se quitó el panty y la enzarte de golpe. Me quedé sobre ella breves segundos antes de reaccionar, no había sido solo una mamada, tenía un hoyo enorme, teníamos diez años de casados y yo conocía bien el tamaño de su agujero, ahora estaba sobremedida, no estaba humeda se la había lavado.
Puta madre, me la cogí como de castigo, le daba unas embestidas de rabia, tarde mucho tiempo en venirme pero ni a ella ni a mi nos estaba gustando, en mi mente imaginaba que me estaba cogiendo a Rita, pero tampoco eso me satisfacía, simplemente tenía el corazón roto. Despues de aquel mal sexo me dormí, no soportaba más, tenía que hablarlo con ella pero no sabía que decir.
Era hora de reunirnos las dos familias para ir a cenar, yo simplemente no tenía deseos de ir, ya todo me venía del norte.
Le pedí a Verónica que se fuera con ellos, que llevara a los niños que yo no me sentía bien y me quedaría descansando, despues de refunfuñar un poco cerro la puerta y se marcho con los niños, yo me quede en un silla de mimbre viendo el mar con las corredizas de vidrio abiertas para sentir la brisa y escuchar el ruido de las olas.
Estaba absorto, con la mente en blanco cuando sentí un roce en la mejilla retiré mi cara y voltie a ver, era surrialista, era Mike con la pantaloneta abierta con la verga en la mano y con ella me había tocado la mejilla.
Que te pasa ¿Estas Loco? No, me dijo.- Rita y Veronica se fueron con lo niños, yo me quede para consolarte y siempre he querido que me la mames.
Yo me sentía desorientado, Mike parado enfrente de mi poltrona con la Verga en la mano a pocos centímetros de mi cara, con un fuerte olor a pipe que acercaba a mi boca yo no podía retroceder más, y no me podía parar sin rozar su pene con mi boca. En esos momentos pensaba en que aquella verga era la culpable de mi situación, auel pedazo de carne era el que tenía mal de la cabeza a mi esposa.
La sorpresa creo que fue más grande para mi, porque abri la boca y dejé que la metiera, sentí la liga en mi lengua porque casi no me cabía, pero empece a mamar como poseso, mi mente aún seguía en blanco, no quería pensar más.
Mike se retiro unos centímetros para pararse bien y yo le segui chupando el pene, estaba disfrutando como nunca me había imaginado, agarre con mi mano la base de la verga y me pude dar cuenta que aún sobraba más de la mitad, la cual intentaba meter en toda mi boca, la sacaba y la lamía, le pasaba la lengua por toda la orilla de la cabeza, me parecía preciosa.
Tenía una total desinhibición.
Le lamía los testiculos por unos instantes y despues a chupar, me tragaba todos los líquidos que le salían, no quería que aquello terminara, sentía las quijadas adoloridas de tanto tener la boca abierta, pero no le soltaba el cipote.
Finalmente acabó en mi boca, me trague lo que pude porque la cantidad de semen era mucha y se derramo un poco sobre mis labios.
Dejó de jadear y tuvo el intento de reitrarse pero yo no dejé, se la segui chupando y sintiendo como disminuía de tamaño en mi boca, lo que aproveche para intentar introducirla en mi garganta, la quería tragar, la quería desaparecer, la sacaba y la succionaba desde la cabeza como quien se come un spaguetti, sentía como la cabeza entraba en mi garganta, le tenía cogido por los testiculos y después metí mis manos entre su piernas para agarrar sus nalgas y halarlo sobre mi, cogí ritmo y conforme la introducía en mi boca y la sacaba se iba haciendo más difícil tragarla, hasta que llegó un momento en que no me cabía más de la mitad, me dolía la garganta y el estaba de nuevo con una calentura tremenda.
Me separó de golpe y me dijo, ahora te toca gozar a tí, instintivamente me pare, me baje mi pantalonta y me día vuelta, yo no tenía erección, no sabía lo que estaba pasando pero estaba disfrutando mucho.
Tampoco sabía que podía tener tanta necesidad de una verga en el culo, cerre los ojos, pare las nalgas y me preparé para sufrir un desgarro total.
Sentí humedo mi agujero, pero no era el cipote, era su lengua, no lo podía creer Mike me estaba besando el culo, como se besa a una quinceañera yo sentía espasmos y sentía una enorme necesidad de ser empalado, casi grito cogeme, cogeme, meteme la verga.
Metio dos dedos en mi ano, que estaba dilatado al máximo, sobre sus dedos metía la lengua, yo me sentía como vengado, era una forma de venganza inimaginable.
Finalmente metio tres dedos en orificio salivado y yo respingué de frescura, dí un suspiro.
El los retiro para ponerme la cabeza de su pene entre las nalgas, el placer que aquello me provocaba es indescriptible, me sobaba suave la cabeza y empujaba un poco, yo retrocedía para dejar que entrara me sentía abierto cuando de repente sentí un enorme empujon que llenaba de carne todo mi trasero, sentía que los ojos se me desorbitaban y el corazón se me paraba, sentí simultánemaente un dolor intenso en los musculos que rodean mi culo, sentía como si se estaba desgarrando, pero sentía toda aquella carne caliente adentro, no se movio y yo creía que un bulto que aparecía en mi vientre era la cabeza de semejante verga. Vi mi pene y estaba flacido y estirado, derramando cantidades absurdas de liquido, pense será que es posible tener un orgasmo por atrás.
Sentí como aquel trozo de carne se deslizaba suavemente para afuera y como lo volvía a meter, lo hizo varias veces y yo estaba en la gloria, parecía un marica experto, me empece a mover como bailarina de lambada, primero para adelante y para atras, porque me dolìa, pero en cuanto olvidé el dolor arrebolaba las nalgas, con un vaiven tremendo. En ese disfrute me di cuenta que tenía mi pene erecto, esos vaivenes, me ponían a punto de venirme, era una sensación anal alucinogena, iniciaba el orgasmo y justamente cuando me sentía que me venía se detenía, tuve muchas contracciones y veía que en cada puyon me salía semen, era como un orgasmo a pausas, yo quería que me la metiera y que no dejara de embatir, finalmente tuve un orgasmo tremendo, quería sentir su leche caliente en mi culo, pero no sucedio no sentí su venida, pero cuando la sacó sentí que me salía mucho liquido y me volvió el dolor, pense que era sangre y que me había desgarrado totalmente, pero tampoco fue así, era su semen que me invadio los huevos por detras y se derramó en mis piernas.
Me sentía diferente, satisfecho, pero aún caliente, tome su verga y con el olor de mi culo y un poco de semen lo introduje en mi boca por unos minutos hasta que se lo dejé limpio y totalmente flácido.
Me sentí animado, distinto. Nos bañamos y empezamos a hablar, estabamos tan animados los dos que fuimos a buscara nuestras esposas a los restaurantes y finalmente las hallamos.
Nuestra experiencia tampoco nos volvio homosexuales, bueno bisexuales si, pero las cosas que sucedieron despues son aún más sosrpendentes.