La leñeria Mi tía Amelia

Al día siguiente me encuentro con doña Mercedes en la calle y me ve mi tía Amalia, apenas llego a casa la tía me encierra en su dormitorio y me dice…esa mujer la tal Sra. Mercedes, no debes hablar con ella, es una come bebé… lo único que le importa de ti es que eres un púber sin uso ya que no conoces sexo con alguna mujer… ¿no es así? Me dice si miento no se que es eso, ella te desea para que tu la aplaques en lo sexual y luego chao…no entiendo le digo… haber me dice te has acostado con alguna niña, no contesto y era verdad la única hembra que había tenido era una mujer madura… entonces eres un chico imberbe me dice y eso quiere ella y tu no serás para ella, pero yo quiero conocer el sexo le digo…, me mira y me dice anda a ver que hace tu abuelo y vuelves…, al volver le digo que el abuelo esta con sus dos compinche Juan y Luis amigos de siempre… conversaran para rato me dice… por que cerraste las ventana esta oscuro le digo, casi no te veo… cierra la puerta con cerrojo y me dice quieres conocer sexo lo conocerás, pero esto será un secreto tuyo y mío y de nadie mas, quieres sexo ven aquí me dice tirando de mi sobre su cama… lo tendrás… luego me desnuda de mis cortos pantalones de deportes y se apodera de mi pene al igual que doña Mercedes, eso si no lo lleva a la boca solo juega con él en sus manos logrando que este creciera, su glande se desarrollara aparatosamente, mi pene estaba grueso y listo para profanar a una vagina cualquiera que fuera… me susurra al oído ves esto quería esa sinvergüenza y tú eres un chico limpio y solo serás mío yo te deseo y yo te voy a romper tu pene con una laboriosa entrega de mis carnes por tu pene te deseo… escuchaste… te deseo … penétrame y hazme gozar, quiero sentirte romperme mi vagina, quiero ser una hembra caliente copulando con mi sobrino a quien deseo desde hace años… métemelo, hazme tu puta… hazme gritar y gemir de gusto por que me estas enterrando tu pene el cual deseo como loca… métemelo.

No espere una nueva orden me acomode sobre mi tía y enterré con fuerza mi miembro, este entro suave donde ella estaba tan mojada deseándome como que entro mi pene hasta el fondo sacándole gemidos y chillidos de gozo a la tía… si… por fin… eres mío… si… sigue clávame todo tu pene soy tuya tu mujer, poséeme, dame lo que no me da mi marido ¡ah… oh soy tuya!…, ¡oh soy tu… ah…ah soy tu mujer! …, clávame, como me zarandeaba mi tía excitada y alterada por sentirme en sus carnes, su trasero lo meneaba fabulosamente entregándose a un coito con su sobrino…

El resultado de ese lance fue que mi tía se arqueaba exponiendo mejor su entrepierna y que poco a poco fuera retirando sus manos y dejando libre la zona para que mi pene pudiera trabajar con eficacia. Estaba tan entregada que hasta me ayudó a quitándose las bragas. Al caer en la cuenta de que ambos estábamos en pelota picada ella intentó un pacto diciéndome sin hacerme doler y cuando yo quiera. La abrazo por detrás.

Conseguido desde atrás que mi pene se abriera sitio entre sus muslos hasta tentar el labio carnoso de su vagina, aún taponado por sus dedos. Esperaba pacientemente el momento oportuno para clavársela sin tener que violentarla. Pasaba que tía se hallaba alarmantemente fuera de sí, arrebatada, de jadeo en jadeo, como poseída. No tenía nada claro de qué locura podía ser capaz. ¡Ah! ¡Soy más decente de lo que crees, niñato! ¡Nunca le pondré ni un solo cuerno a mi marido, con un extraño!

Murmuraba hablando de su matrimonio… mientras su cuerpo se agitaba estupendamente balanceándose en cada penetración de mi pene en su entrada y salía, Gemía débilmente, diciéndome a media voz, déjame…, déjame…, no me desesperes más de lo que estoy. no dejaba de succiona sus pezones, la acomodé en la cama la recosté boca arriba, me dejaba hacer, yo no alcanzaba a articular palabra del asombro y la excitación, tomé una de sus piernas y la subí a mi hombro, al tiempo que me miraba , puse mi pene en su vagina, mientras tomaba uno de sus senos, lo apretaba mientras nos besábamos, la jale y ubique en posición de misionero, colocándola en posición idónea, la reacomodé y fui poco a poco tratando de penetrarla con mi miembro... no fue fácil, todavía no estaba suficientemente lubricada para la tarea, pero poco a poco me encontré que engullía por completo mi miembro, este ingresaba llenando su vagina... me sentía totalmente estimulado. Comencé a moverme. En esa posición ella era una mera espectadora, pero disfrutaba de mi ritmo arrítmico, a veces la metía deprisa, a veces despacio, a veces ligero, a veces profundo... Yo contemplaba absorta donde nuestros cuerpos se fusionaban..., con cada embestida yo me apoyaba en el suelo, que rico .., mis bolas rebotaban con fuerza en sus glúteos, delicioso, oh…, que sensación tan rica sentir mi órgano genital entrar y salir de su matriz ¡ah! , jadeante ella grita espérame, y tuvo un orgasmo delicioso…., oh que caliente estaba…, deseaba ser poseída. Copulamos salvajemente y después ya lo sentía rico, cada envestida que me hacia me movía toda, sentía mi vagina abrirse cada ves mas, era su pene que se estaba hinchando, se sentía rico, pero me asustaba por que se estaba haciendo muy grande, más que el pene de mi esposo, que el ya me lo había metido tantas veces, de repente sentí como una cuchilla que se metía entre mis piernas, que dolor y que rico a la vez, sentía como me abría una botella ancha de una forma que jamás pensé que se pudiera abrir mi vagina, se sentía abierta al máximo. Yo me tapaba la boca y so hacia mm, mm ay… ay , de dolor, placer y miedo de que me destrozara, su pene se atoro en mis pliegues vaginales, no entraba mas ni salía, me dolía, no quería apretar porque sabía que me dolería., pero sentí un orgasmo y por eso involuntariamente me apreté y abrí vaciando mis líquidos lo que permitieron a este inmenso pene nuevamente entrar y salir de mi pobre casi destruida vagina y sentir como vaciaba sus fluidos era una manguera regando mi matriz con su semen, adolorida recibía esos torrentes de semen y ese pene empezó a disminuir su tamaño y por último se retiró de mi vagina nuevo orgasmo por mi parte y caí casi desmayada, sentía como me acariciaba, besaba,, pero yo estaba mas muerta que viva. Nunca pensé que mi sobrino tuviera un pene de ese tamaño y lo peor sentía como nuevamente este macho se subía sobre mi cuerpo y embutía nuevamente este estrafalario pene en mi vagina, nuevamente me sentía repleta, rebosada por ese pene que crecía y crecía, gritaba ay…ay…no…por favor…, nuevamente esa cuchilla entraba abriéndome entre mis piernas mi vagina casi se desgarraba es macho, mi sobrino tenía un tronco por pene, como me desgarraba nuevos orgasmos mojan su miembro y el responde con una diluvio de semen en mi matriz, que manera de repletarme de semen, si encontraba un ovulo cerca me lo fecundaba al momento, me dolía, pero como lo gozaba si mi marido perdió ahora mi macho sería mi sobrino. Se mueve varias veces mas antes de aplacar ese miembro y salirse de mi destrozada matriz… si recordaba que estaba en mis días de fecundación y con tanto semen en mi matriz de seguro estaba preñada por el semen de este macho mi sobrino…, mi macho y nuevo marido. Siento antes de salirse como esa manguera de pene de mi sobrino riega nuevamente mis entrañas, ambos llegamos a nuestro clímax al mismo tiempo entre abrazos y besos llena mi matriz con su semen y de seguro preñada por este juvenil semental…, desde hoy mi semental.

Leo mi sobrino ya no necesita salir en busca de mujeres para saciarse tiene en casa a la mas puta de las mujeres y tiene en casa a la mas adicta a su pene quien lo sacia la veces que el desee. Mi vagina ya adartada a su tamaño solo goza con sus penetraciones.

Soy su amante desde hace mas de un año, mi marido ni se ha enterado, pero el verdadero amo de esta mujer es sexualmente hablando mi sobrino Leo.

Le di una hija ya nació tiene cinco meses y en mi vientre nuevamente se menea un feto fecundado por mi amante nuestro segundo hijo.