Al despertar, el inició de la aventura continuaba...
Relato
Me desperté con una leve sensación de cosquilleo en mi pene, al abrir los ojos pude ver a mi tía haciéndome sexo oral; ella me miró y me dijo que me relajara, que quería probar mi sabor una vez más; yo, por supuesto, no puse ninguna resistencia y dejé que jugara con mi pene. Ella sin duda sabía cómo hacerme disfrutar; se metía mis testículos en la boca y los dejaba llenos de saliva, pasaba su lengua desde la base de mi tronco hasta la punta de mi glande y se introducía mi pene lo más al fondo que podía en su boca. No tardé mucho en sentir placer extremo y terminé eyaculando en su boca de manera abundante. Ella me mostró su lengua con mi semen en ella y después lo tragó. Una vez que tragó mi semen puso su desnudo cuerpo encima de mí y comenzó a besarme frenéticamente; mientras nuestras lenguas jugaban una con la otra, pude sentir el sabor de mi semen y la verdad es que eso me excitó.
Después de besarnos por unos minutos, ella se quedó encima de mí, abrazada a mi cuerpo y me dijo que la estaba pasando muy bien, que llevaba tiempo esperando una sesión de sexo tan placentero como el que yo le había dado; debo decir que no soy nada especial en mi físico, sin embargo por alguna razón a ella le gustaba mucho, quizá por el largo tiempo de espera (como un hambriento siente exquisito cualquier platillo). Yo le dije que la estaba pasando igual de bien, que el sexo había sido maravilloso y que por mí podíamos seguir cuanto quisiéramos, pero que no quería tener problemas con su esposo, especialmente porque la familia entera se enteraría. Ella me contestó que eso lo resolveríamos después, pero que nos quedaba el resto del día (eran como las 11am) para seguir disfrutando. Su invitación me gustó mucho y le dije que no había problema siempre que tuviera mis tres alimentos, pues no podría darle sexo si tenía hambre. Ella respondió que eso no era problema, se levantó de la cama, se puso una tanga (de mis favoritas por cierto) salió de la habitación mientras me decía que bajaría a hacer el desayuno.
Antes de salir de la habitación decidí que debía verme igual de provocador que mi tía, por lo que decidí bajar únicamente con mi bóxer puesto, es un bóxer ajustado, por lo que se puede notar mi paquete (que no es muy grande realmente). Cuando llegué a la cocina, ver a mi tía con sólo una tanga puesta preparando el desayuno provocó reacciones en mi pene, por lo que me acerqué a ella, saqué mi pene de mi bóxer y lo apoyé entre sus nalgas, ella me sonrió y me dijo que lo haríamos, pero que primero debía desayunar; me retiré y me senté en una de las sillas de la cocina mientras ella terminaba el desayuno; al terminarlo lo sirvió y desayunamos normalmente.
Al terminar el desayuno, me levanté y me acerqué a ella, comencé a besarla mientras acariciaba sus senos con mis manos, sus pezones reaccionaron y mi pene se comenzó a poner duro. Ella metió su mano en mi bóxer y comenzó a masturbarme rápidamente, yo quité su mano de mi pene y la levanté para ir al sofá, donde le quité si tanga y comencé a comerle la vagina, el sabor me excitaba más y más y después de unos minutos comencé a mover de manera frenética mi lengua encima de sus labios vaginales y su clítoris, cosa que le provocó un orgasmo que llenó mi boca y mi lengua de sus más ricos líquidos orgásmicos.
Mi pene no podía más y necesitaba estallar, pero por supuesto que quería disfrutar de penetrar a mi tía, por lo que me quité el bóxer y me acerqué a ella, puse mi glande en la entrada de su vagina y ella me dijo al oído ‘hazme tuya una vez más’, escuchar esas palabras me puso todavía más excitado y comencé a penetrarla con rapidez; mi pene se deslizaba en su vagina con mucha facilidad, y yo disfrutaba mucho; ella comenzó a gemir cada vez más al punto que comenzó a gritar, yo no paré ni un instante y después de varios minutos de furiosas embestidas eyaculé en ella, chorro a chorro mi semen se alojó en su vagina mientras yo respiraba accidentadamente por la agitación y ella gemía un poco más cada vez.
Comencé a besarla y me dijo que deseaba que ese día no se terminara…
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309947 veces
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rewop
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Comentarios enviados para este relato
hernan soto
(29 de July de 2010 a las 00:57) dice:
muy bueno el relato para disfrutarlo como tu algun dia katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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