Paola es la madre del amigo de mi hijo. Siempre nos encontramos en todos los cumpleaños y, sin querer comenzamos a compartir momentos de charlas. Ella se sentía sola y yo otro tanto. Resumiendo, hoy somos amantes y felices.
Relato
Tengo 35 años y trabajo en una fuerza de seguridad. No obstante lo complicado de mis horarios de servicios, me permito llevar a mi hijo de 10 años a todos los cumpleaños de sus amigos. Mi hijo tiene un amiguito especial y casualmente ambos siempre son invitados a los cumpleaños de los compañeros del colegio. Desde el año pasado nos venimos encontrando con Paola, quien tiene la misma misión que yo. Al principio era un saludo al llegar y cada uno se iba por su lado hasta el horario de retirar los chicos. Luego comenzamos a quedarnos hablando de distintos temas. Ahí cada uno blanqueó que no era feliz, que no era comprendido por la otra parte y eso trajo un mayor acercamiento. Ya hubo encuentros para tomar un café y solamente hablar y todo terminó en la necesidad física de cogernos hasta matarnos, desahogar frenéticamente toda esa pasión que teníamos guardada. Ambos somos de edad intermedia, delgados y muy calientes. Ella es muy buena mamadora y me coge con el culo de una forma que es indescriptible, se mete suavemente la cabeza y luego, de un empujón se la clava hasta los huevos. Siempre hace lo mismo y a mí me encanta. Tiene una cola no muy grande, pero bien formadita, al igual que sus pechos. Su boca no es muy grande y tiene unos ojos color caramelo hermosos. Realmente lo pasamos muy bien y ya nuestros encuentros se han vuelto cada vez más frecuentes. El otro día, mientras la cogía duramente, se le escapó un "te amo" y sé que es así, porque aunque yo no lo díga, también he comenzado a amarla. No sé en qué terminará todo esto, pero igual ya nada me importa, pues ella también tiene decidido terminar todo en su casa. Pronto les cuento qué pasó.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces