La madrina

Cecilia, hoy una chica de 16 años, recibe en su casa la llegada del sur de su madrina Josefina de 34 años, quien viene por controles médicos debido a sus continuas irritaciones de su vulva, la cual es provocada le dice el médico por los continuos usos que ella hace de su consolador. El consolador es ocupado cada dos días ya que su marido no la pesca ni por que hace frío.

La chica le comenta a su madrina su ruptura con su novio desde hace casi seis meses quien la ha dejado por ser ella una inocente mujer y desea una hembra para poder realizarse como macho…, esto irrita a Cecilia quien ubica a Ricardo quien es un macho de 19 años, este la escucha y decide conversar con ella en privado y la hace pasar a su casa aprovechando la ausencia de su familia quienes fueron de paseo a la playa con la parroquia…, comete el error de ignorar que este macho es un excitado varón y que lo que desea es aparearse con su novias, como Cecilia es muy infantil este la despreció…

Al entrar en casa de este excitado joven aun no se acomoda en un sofá cuando siente que este macho se propasa con ella acariciándole su trasero… al sentarse Ricardo se ubica a su lado y disimuladamente acaricia a esta de la cintura hacia abajo…, oye le dice que te pasa… es que tienes un trasero magnífico le responde y de solo mirarlo me excitas, mírame como estoy y tomando una de sus manos la lleva sobre el pantalón ubicándola sobre su pene, Josefina siente un largo y tieso madero bajo el pantalón, pero sabe que es el pene del macho excitado, es largo mas largo que el de su marido, grueso y duro que la hace estremecerse estimulada, lo manosea y se excita de pensar que estragos haría este pene en su vagina haciéndola gritar y sacudirse como meses que no sucumbe en un apareo admirable de recordar, ya que su marido en estos últimos tres meses solo la a emparejado solo dos veces y una de ellas la deje caliente sin gozar…, inconcientemente su mano seguía frotando sobre el pantalón el miembro de Ricardo, tenía a este ya con los ojos blancos de placer.

Ricardo no aguanta mas y se baja el pantalón extrayendo su miembro para que Cecilia se lo masturbase chupándoselo, esta no se hace de rogar y pronto está lamiéndolo y besándolo, a su vez siente que una mano de Ricardo invadió su reservada caverna sexual introduciendo su dedos en esta que se encontraba mojadísima de excitación, pensaba que vino a aclarar conceptos con este semental y esta la dominaba haciéndole chupar su pene y a su vez ella permitía a este muchacho un macho excitado friccionar su secreta y oculta gruta ahora inundada y su clítoris acariciado por el semental y ella gimiendo entre sus brazos solicitándole, penétrame, quiero ser tuya, ámame, deséame, soy tu puta quiero sentirte y trastornar de pasión en un delicioso y bien complementado apareo. Mientras su cintura se movía excitando al macho…, este no aguantó mas y la desnuda de su cintura hacia abajo sacándole su corta falda y calzones, se ubica entre sus piernas y casi sin empujar su pene se inserta desplazando sus paredes vaginales sintiendo ella como la parte en dos este miembro imprudente al estar tan inundada su vagina no opone resistencia a su penetración recibiéndolo hasta su matriz, se zarandea excitada y gime placentera de sentirse acoplada por el macho. Grita, gime y menea su cintura a lo menos diez a doce minutos el macho la retiene bajo presión con un bamboleo divino que hace mover las cintura de esta extasiada y deseosa de recibir su leche, pronto siente la llegada de sus orgasmos y se entrega plenamente al macho que la posee sintiendo a su vez que su matriz es regada por fuertes chorros de semen que el hombre vacía en su sexo excitándola aun mas y grita se menea y araña al semental que la esta apareando en un fabuloso coito. La madrina de 34 años se ha entregado a plenitud al ex novio de su sobrina de 19 años culminando un delirante y enardecido enlace sexual en donde ella solo sabe gemir y besar al semental. Hacia años que ningún macho la asediaba como fue culminada en el día d hoy por este maravilloso muchacho.

Josefina sabe que mañana buscara nuevamente al macho para aparearse nuevamente con este, su cuerpo se lo exigía tiempo que no la apareaban tan gustosamente deseaba mas…por tres días visito a su semental para que este la empotrara y relajara de sus ímpetus y frenesíes sensuales acumulados donde era mal calmada por su marido.

Luego toma el bus y vuelve donde su marido sabe que en seis meses mas volverá para ser nuevamente satisfecha por su semental