...era un Dios griego caído del Olimpo, de grandes pectorales y gruesos bíceps, su espalda era un triángulo perfecto con la base en sus hombros y el vértice en su cintura. El se había hecho depilación definitiva en todo su cuerpo, del cuello hacia abajo, todo, absolutamente todo, pecho, axilas, piernas, abdomen, cola y hasta en su sexo, y hablando de su sexo... tenía la pija más gruesa y larga que pudieran imaginar, que hermosa verga! pura carne, dura y deliciosa…
Relato
LA MAQUINA
Desde pequeño me sentí diferente, aunque trataba de no serlo. Nunca me atrajeron los juegos rudos de los varones y me encantaba sentarme con mamá a ver esas novelas románticas y me enternecía verla llorar.
Papá era muy férreo con nosotros, me esforzaba mucho para ser un correcto caballero, pero me comparaba con mi hermano y las diferencias eran notables.
Y no era fácil para mí, porque vivía en una lucha interna permanente entre lo que quería y lo que debía ser.
Algo que nunca olvidaré fue el día que con mis compañeros y compañeras de secundaria fuimos una fiesta de disfraces, era el único varoncito disfrazado de mujer, no llamaba mucho la atención ya que estaba disfrazado de hermana superiora, con un vestido que me llegaba a los pies, pero lo que nadie supo jamás fue que debajo tenía una pequeña tanga que le había hurtado a mi madre, así que bajo esa túnica me sentía mujer.
Pero la vida siguió su curso, luego de la secundaria ingresé a la facultad, me encantaba inventar cosas, me gustaba la industria así que seguí ingeniería mecánica.
Y seguí pasando mis días tratando ser barón, sintiendo ser mujer. Me excitaban demasiado los videos porno entre chicos, solía verlos a escondidas y me masturbaba terriblemente, con más de veinte años aún era virgen.
Entonces cometí el primer error de mi vida, tenía que demostrar al mundo y a mi padre en especial lo hombre que era, luego de un corto noviazgo me casé con Magali, la única mujer en mi vida. Ella era una compañera de curso, muy dulce, muy buena y su enamoramiento a hacia mi persona era más que notorio.
Siempre me porté como un caballero con ella, en verdad la quería, pero no la amaba, disfrutaba de su compañía y de su sexo, pero no era feliz.
Paralelamente me recibía, siempre estuve entre los mejorcitos de las clases y rápidamente comencé a forjar mi profesión que ya había iniciado tibiamente mientras cursaba mi tercer año.
Me especialicé en asesoría industrial y poco a poco a recorrer el país, era un desafío para mí hacer mejoras en las máquinas y lograr mejores eficiencias.
Tuve increíbles experiencias y conocí los rincones más escondidos de mi país, gracias a mi profesión. Mi pequeña empresa personal se fue haciendo conocida en el ambiente, hacía una mejora acá y al mes siguiente viajaba mil kilómetros a replicar esa mejora en otra empresa. Fui conociendo mucha gente y digamos que me sentía un tipo importante.
Para los ojos de todo el mundo era el típico hombre perfecto, con un título bajo el brazo, con una carrera en expansión, buen esposo, buen hijo, mis padres estaban orgullosos de mi, que mas me podían pedir?
Pero algo faltaba, cometería mi segundo error, Magali quería ser madre, mis padres querían ser abuelos, nuevamente sucumbí ante la presión y por mostrar esa imagen de hombre perfecto, y era que yo no podía defraudarlos. Mi esposa estaba en el octavo mes de embarazo cuando tuve que viajar a Chile, a una fábrica a realizar unas mejoras.
Como era un extraño en el lugar me pusieron por esos días a un muchacho mexicano para que estuviera a mi disposición por la semana que duraría mi estadía, el tipo era mi chofer, mi guía y hasta me acompañaba a cenar en el hotel. De piel morena y ojos vivaces, con unos gruesos bigotes que sobresalían de su rostro.
Creo que fue cosa del destino, que nada fue planificado, tal vez fue mi forma de hablar, tal vez dije algo inapropiado, tal vez instinto, no sé, lo cierto es que este hombre vio en mi lo que nadie veía, el último día estábamos en la empresa y fuimos al baño a orinar, sobre los mingitorios, el estaba a mi derecha y sin darme cuenta mi vista se iba a su pene sin notar que él me miraba.
Al levantar la vista me sorprendió su mirada, traté de disimular pero el hizo una mueca levantando su bigote.
Fui a los cubicles donde están los inodoros y él se coló tras de mi cerrando la puerta, tomó mis manos extendiéndolas contra los cerámicos dejando mi cola para su lado, bajó mis pantalones y mi calzoncillos, a esa altura tenía una erección terrible, sus dedos ensalivados jugaron un tiempo en mi esfínter, luego me penetró en el más absoluto silencio, lo sentí entrar y salir una y otra vez, quería gemir de placer pero debía mantener mi postura, me encantaba, me quedé inmóvil gozando de su pija hasta sentir que explotaba en mi interior dejando en el toda su leche caliente.
Fue mi primera vez con otro hombre tenía ya casi treinta años, treinta años de no poder ser quien no deseaba ser…
Nunca más lo vi ni supe de él, pero a mi regreso las cosas con mi esposa comenzarían a cambiar.
Y no terminarían bien, la paternidad me encantó y hoy le doy a mi hija todo el amor que puedo y trato que no le falte nada, pero la situación con mi Magali fue cuesta abajo, sencillamente se me hizo imposible convivir con una mujer y no solo me hacía daño a mí, también le hacía daño a ella que era una santa y no se merecía vivir lo que estaba viviendo.
A versión oficial que todos conocen es que nos divorciamos porque se había terminado el amor, nunca dije a nadie lo que realmente pasaba.
Liberado de la opresión de mí matrimonio, con el sueño de mis padres cumplidos, con un trabajo excelente y con una hija por la que hubiera entregado la vida, solo me quedaba buscar mi felicidad y ser quien quería ser…
Así fue que aprovechando los viajes laborales fuera de la órbita familiar, me dedicaba a conocer distintos hombres en distintos lugares, siempre manteniendo mi imagen heterosexual, ocultando lo que en verdad soy.
Y puedo jactarme de haber probado de todas las formas y tamaños, generalmente adoptaba una postura pasiva, desfrutando que me hagan bien la cola, me gusta sentir un pene en el culo y obtengo orgasmos impresionantes masturbándome al tiempo que me rompen el culo.
Solo conocería alguien que ropería este molde…
Creo que Ángelo fue la única persona de la que realmente me enamoré, con la cual viví cinco años más en la clandestinidad. Lo conocí estando en Córdoba, estando aburrido por la noche, ya que a la empresa de turno iba hasta que caía la tarde, fui al teatro a matar el tiempo, el era el coreógrafo y lo crucé a la salida casi por casualidad, el hablaba con demasiada gente, como dando una conferencia, de repente nuestras miradas se cruzaron y la mantuvimos con rudeza, como viendo quién era más fuerte.
Esperé hasta que todos se hubieran ido, charlamos, nos gustamos y ese fue nuestro primer encuentro, horas más tarde estábamos haciendo el amor…
Ángelo tenía mucho dinero, venía de una familia acaudalada y vivía solo en una gran casa en las afueras de la ciudad, esa se transformaría en nuestra morada y el lugar que me recibiría cada vez que pudiera visitarlo, y esos días no matábamos haciendo el amor.
Por primera vez en mis encuentros homosexuales era yo quien tenía preferentemente la postura activa, a él le gustaba ponerse histeriquita cosa que me molestaba un poco, siempre debía hacer las cosas a su manera, pero tenía una cola terriblemente golosa que siempre me derretía y hacía que lo envidiara, no entendía como soportaba semejantes ultrajes…
Y como era él? Un dulce, muy buena persona, caritativa, de gran corazón, un luchador por los derechos igualitarios, físicamente de lo mejor, alto, musculoso, el tenía casi una obsesión con la perfección de su físico y se pasaba muchas horas ejercitando sus músculos y en especial su cola, era un Dios griego caído del Olimpo, de grandes pectorales y gruesos bíceps, su espalda era un triángulo perfecto con la base en sus hombros y el vértice en su cintura. El se había hecho depilación definitiva en todo su cuerpo, del cuello hacia abajo, todo, absolutamente todo, pecho, axilas, piernas, abdomen, cola y hasta en su sexo, y hablando de su sexo... tenía la pija más gruesa y larga que pudieran imaginar, que hermosa verga! pura carne, dura y deliciosa…
Contrario a lo que puedan pensar el no me penetraba, no señor, mi perdición era estar demasiado tiempo jugando con él, se lo acariciaba, se lo besaba, se lo admiraba, era mi fetiche, el solo reposaba tranquilamente mientras yo lamía sus testículos, su glande desnudo, masturbarlo serenamente, como juega un niño en con la arena en la playa, solo jugando…
Tan lento como podía, como lamiendo un dulce, sabiendo que tarde ó temprano se va a terminar, disfrutando en cada lengüetazo, embriagándome con su aroma, hasta finalmente sentir brotar en mi interior, su líquido caliente, espeso, hacerlo correr por mi boca de un lado a otro, sentir en mis papilas su bendito sabor, relamerme con él, beber hasta la última gota, mmm… les juro que escribo y tengo la pija dura bajo el escritorio…
Pero bueno, Ángelo tenía la obsesión que diseñara una máquina para él, para una obra que tenía pensada estrenar, el solo me tiró ideas y yo debía poner el cerebro, me dio un lugar en su casa suficientemente amplio, sería mi refugio y ni siquiera él tendría acceso por los siguientes dos meses. El correría con todos los gastos.
Yo cambié los planes, la máquina que el solventó y que yo inventé tuvo otro fin, solo para darle placer, primero compré el dildo más grande que conseguí, de unos diez centímetros de diámetro y más de treinta de largo, en forma de pene, con unos grandes resaltes para provocar el placer de su esfínter. Luego la estructura donde mi víctima iba a arrodillarse en cuatro patas y quedaría prisionero, por detrás, la base donde acoplaba un motor que movía un pistón, en cuya punta iría el consolador que había comprado, además con un potenciómetro podría regular la velocidad a mi gusto, este es un breve resumen de la máquina que violaría a mi pareja.
Cuando todo estuvo listo le dije que se preparara para la sorpresa, pero él jamás imaginó de que se trataba, fuimos a la piscina, nos refrescamos un rato, esto era un práctica habitual para nosotros, el siempre se desnudaba y se acostaba al borde a tomar sol y yo como un perrito faldero solo le empezaba a chupar la pija, simplemente no podía evitarlo, así estuve largos minutos divirtiéndome como comentara más arriba, observando sus músculos bronceados de reojo, hasta culminar bebiendo su rico semen.
El sol ya había hecho su trabajo, nuestras pieles estaban secas y decidí que había llegado el momento, le vendé los ojos y le dije que pasara lo que pasara confiara en mí y que no hiciera trampas…
Lo llevé a la habitación secreta, el esperaba una máquina de luces y humo, nada que ver… lo hice arrodillar en el lugar donde estaba todo preparado y calculado, ajusté un corsé en su cintura con dos gruesas cadenas a los lados que a su vez se fijaban a la parte posterior de la estructura, de esta forma, si hubiera querido separarse no hubiera podido, habría una distancia a la que no podría escapar, el se reía y me preguntaba que estaba haciendo, por eso mientras llenaba su culo con lubricante le dije parte de la verdad.
Al fin lo puse en marcha, el enorme juguete fue avanzando milímetro a milímetro hasta que la punta topo en su culo, se acomodó bien y empezó a empujar, su esfínter su fue dilatando poco a poco, sus gemidos se transformaron es suaves gritos agudos y luego, a medida que se dilataba más y más en graves y estridentes. Ángelo trataba de escapar de la penetración pero las gruesas cadenas lo mantenían en su lugar, los gritos se hacían más fuertes, más estridentes, puse música por si los vecinos escucharan algo, comencé a masturbarme mientras el enorme vibrador penetraba a mi pareja, Ángelo tenía la boca abierta, gritaba de placer, sus manos se aferraban con fuerza a la máquina, sus venas se hinchaban marcando sus músculos, se puso colorado…
No me pregunten como lo hizo, pero su culo se comió por completo ese juguete, entonces si aceleré el ritmo, metiendo y sacando, metiendo y sacando, yo solo gozaba mirando y masturbándome sobre él, Ángelo me gritaba:
- Puto! Sos un puto! Ayyy! ayyy!
Aún conservaba la venda sobre los ojos cuando fui sobre su rostro y lo bañé con semen caliente, fue increíble.
Cuando apagué la máquina y solté las cadenas el culo de mi amante estaba destrozado, hinchado, como nunca lo había visto, el solo se acercó y me besó profundamente, lo cómico era que tenía sabor a mí.
Nuestra relación no duraría mucho, Ángelo con el tiempo se fue poniendo posesivo, celoso, asfixiante, insoportable, solo teníamos buen sexo, pero después era discutir por todo, pro si llegaba tarde, por si me iba antes, cuestionaba mis amistades, espiaba mis redes sociales, se metía en mi trabajo, llegamos a un punto sin retorno, hoy no es parte de mi vida, solo un lindo recuerdo.
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Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140392 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114055 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:53) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:21) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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