Una maestra diferente, un ángel caído desde el cielo de las mujeres más hermosas. Provocará a sus alumnos al grado que uno de ellos, termine por perder su virginidad.
La historia de la maestra Isabel, la más hermosa de las maestras que pudo haber existido.
Relato
Eran ya las 7:00 de la mañana, y ya nos habían llamado a la Plaza de la escuela para hacer honores al homenaje. Los odio. Pero todo mundo grita, corre tan rápidamente, buscan algo que no necesitan… maldita guerra escolar.
El director, un viejo blanco y barbudo canoso, se pone ante el micrófono. Oímos cosas ya tan gastadas, que ya sabemos, : "mantengan limpia su aula, respeten a los maestros, y no falten a la escuela ningún día"
Pero lo que más me llena de coraje es que nos aconsejan que estemos en la escuela, aún habiendo aquella disputa entre escuelas. Es horrible, los alumnos de la UE 145 llegan y nos tiran lo que sea, pero prefiero que sea en la escuela, por que en nuestras casas sería peor.
Todo mundo pone atención cuando se habla de la maestra Isabel.
-".... A continuación, la Profesora Isabel nos dirigirá unas palabras."
Todos los varones nos quedamos asombrados por la belleza de aquella mujer. Es preciosa: alta, blanca, con unas preciosas y enormes piernas bien hechas, unos muslos que están para comérselos, unos senos bien formados, redondos, deliciosos. Su cabello es unas de las cosas que más me vuelven loco de ella. Tiene un cabello negro hasta su espalda, que se desliza por sus senos. Es lacio y brillante. No hay nadie en la escuela que no la desee, hasta hablando de las chicas también. Sus ojos son azules y su cara demuestra que es toda una maestra en la cama. Tiene cara de puta. Pero es preciosa. Posee un culo enorme, parece un almohadón, redondo, grande, duro y suavecito, me encantaría comérselo, arrimársela con mi pene bien erecto. Está buenísima a pesar de sus ya 37 años. Es toda una muñeca.
Aunque viste correctamente; lo que más me gusta de ella es su culazo, y aun más cuando se pone pantalones ceñidos de traje -esos que brillan y son sedosos al tacto-; resaltan tanto que hasta se ve el contorno de sus calzones, también cuando le gusta ponerse blusas y faldas ceñidas, quedan muy evidentemente resaltados sus grandes pechos y su hermoso culo. Además que combina sus faldas con medias negras siempre usa tacones altos; lo cual, dada su altura, le da un aspecto imponente.
Mientras habla, todo mundo la mira de arriba abajo, imaginando lo que podrían hacer con ella. Yo tantas veces me he masturbado pensando en ella. ¿Quién diría que pasaría de eso alguna vez?.
Termina el pinche homenaje, nos subimos a nuestros salones y esperamos las clases correspondientes. La primera es Química, seguida de Matemáticas, y un montón de detestables materias.
Yo y mis amigos contabámos con quince años de edad aquel entonces, yo era un muchacho normal, flaco y de apariencia anémica, pero muy avispado. Llega el receso. La banda de amigos se reúne en un lugar de la plaza. Hablan de todo, de la guerra que está a punto de estallar, de niñas, de sexo, y de la Maestra Isabel.
-Malditos directores, no hacen nada por nosotros, ni por esta mugrosa escuela. La 26 se alió con el Cetis, ahora ya no queda nada. La 130 tiene menos berracos que ángeles en las puertas.
-Si, malditos.
-¿Quién quiere hablar de eso? –dije yo -¿Vieron hoy a la Maestra Isabel?
-¡Sí! –contestaron los demás a coro.
-Me la cogería por el culo con el calzón puesto. Lo tiene enorme.
-Imagínense abrirle las patas y comerle su cueva. La ha de tener enorme también.
-Y peluda.
(risas)
Imagínense que nos eligiera a uno de nosotros. Seguiremos siendo amigos, ¿verdad?
-Claro –dije yo- Te recordaré seguramente con la cogida que le metería a esa maestra.
-¿Crees que se fije en chicos de 15 años?
-No lo creo.
-No.
-No.
-Al menos que sea una pervertida.
-Hay mujeres hermosas que les gustan jovencitos.
-Es otra cosa…
-¿Cómo será en la cama? –pregunté-
-Imagínensela moviendo el culo mientras se la meten. Dicen que no es casada.
-Sí, si lo es. Pero que su marido es un puto total, no la satisface como ella quiere.
-Necesita semen joven.
-Sí, y si que lo necesita -.dije yo.
La maestra se acercaba y nos callamos. Pasó por enfrente de nosotros.
-Buenos días muchachos.
-Buenos días maestra. –contestamos los demás.
Todos la seguimos con la mirada mientras se iba la Maestra. Es preciosa, pensé yo.
Yo le miré su culo. Que hermoso era, era una diosa. Me excitaba mucho el pensar en metérsela por su hoyo, sacarle la mierda y meterle mi semen por todas sus entrañas. Quedarme sin leche de tanta cogida. Me arriesgaría.
Los demás notaron mi mirada.
-Te crees el muy seductor con las de la escuela, pero apuesto que no eres así con las demás mujeres. –dijo un bravucón.
-Claro. –dije yo ofendido.
-Demuéstralo
-¿Qué mierda quieres? –dije.
-No te harías una paja en la clase de la maestra, pensando en ella.
-Claro que si.
-Pues hazlo.
Y así accedí a esa apuesta.
Y llegó la clase de historia, la última clase de aquel lunes. Me senté hasta lo último. La maestra llegó con un vestidito corto. Pude observar sus enormes y preciosas piernas. Era tan chiquito el vestido, que se le embarraba todo en su culo, haciendo parecer su culo aún más grande. Todo mundo gimoteaba. Esa maestra era una diva.
Tomamos asiento. Yo ya estaba erecto, y me saqué la pinga que poseía de 17 cm. No es gruesa, pero si larga y venosa, y eso es de más importancia.
La maestra daba su clase y yo haciéndome la paja mirándola. Mis compañeros me miraban y soltaban risitas.
Para mi sorpresa, la maestra me miró, pero sorprendentemente no dijo nada. Siguió con su clase y terminó, y se fue. Yo también.
Mis amigos y yo buscábamos razones de por el cual no había dicho nada, era sorprendente.
Y así pasaron varios días, y yo para ver que pasaba, me seguía masturbando en la clase de la riquísima de la maestra. Pero, pasó un viernes.
Después de la clase, en la última hora, yo ya andaba por salir de el salón y la Maestra me llamó.
-Kite, por favor, quédate, quiero hablar contigo.
Yo volteé lentamente. Me pidió que me le acercara. Ella poseía un pantalón crema de lycra, se veía preciosa. Una blusa color hueso con escote, pude ver sus enormes tetas. Y claro, su cabello deslizándose por sus cuello y su espalda. Sus enormes y preciosos ojos azules mirándome. Estaba inclinada en el escritorio, reposando su enorme culo en el escritorio, me acerqué y puse mi mochila en el suelo.
Ella se puso de pie y empezó a caminar de aquí y allá, sermoneándome.
-Yo sé que ustedes a esta edad tienen muchas inquietudes. Lo sé Kite.
Yo solo callaba. Pero algo hizo esa maestra que me excitó más, y me desconcertó. Mientras caminaba de aquí y allá, sermoneándome, cerró con seguro la puerta de el salón. Después se me acercó.
-Es que, Maestra, es usted hermosa. –dije yo mirándola con lujuria.
Ella me sonrío. Después, se volvió a sentar en el escritorio. Si se hubiera podido sentar en una silla, así lo hubiera hecho.
-Quiero verla. –me dijo mirándome fijamente a los ojos.
-¿Qué? -le dije yo.
-Quiero verla Kite.
Yo me abrí el cierre y saqué mi polla que ya estaba enorme por la excitación.
Ella la observó.
-Es enorme.
-¿Le gusta?
-Me encanta.
Y la miré. Ella me miraba. Es obvio que había atracción, y era obvio que a esa maestra le gustaba el pito de los jóvenes.
Me le acerqué lentamente y la besé. Ella, ante mi sorpresa, en vez de recibir alguna bofetada o algún insulto, me correspondió el beso. Nos dimos un largo y apasionante beso. Nuestra respiración era cortada,. Yo la manoseaba por completo, y ella me trataba de quitar mi camiseta de escolar. La recosté en el escritorio y se abrió de piernas, quería que la desnudara. Yo estaba sumamente excitado, la manoseaba la vagina, sus caderas, la besaba, mi pito estaba a punto de reventar.
Ella se arrepintió. Se incorporó. Y me dijo.
-Esto no puede ser posible, Kite. Me excitas mucho, pero no podemos.
Se dio media vuelta y empezó a ordenar su portafolio. Yo estaba con la pinga afuera y ahí, parado ridículamente, como idiota. La observé. Estaba empinada hacia mí, con su culo enorme ante mí. Me dejé llevar y me le acerqué. La tomé de la cintura y..se la arrimé. Al fin tenía esa sensación de su culo en mi verga. Le restregué mi trozo en su culo. La tomaba de la cintura la jalaba hacia mí, y yo le empujaba todo mi trozo. Yo estaba mil. Ella sólo se movía lentamente, lo disfrutaba.
-Está enorme…
Yo le acariciaba su cintura, sus senos. La manoseaba desde atrás. Le pasaba las manos desde sus caderas hasta sus senos. Le desabroché su camisa. Se la quité por completo. Después, se la volví a arrimar. La tenía desnuda de la cintura hacia arriba, sus enormes senos al descubiertos se los agarré y se los apreté mientras se la arrimaba. Los dos respirábamos dificultosos de la excitación. Ella ya estaba empapada. Le bajé su pantalón, y lo que me imaginaba: un calzón biikini rosado brilloso como de seda, qque ricaa se veía! La empiné y me hinqué. Le empecé a agarrar el culo, restregaba mis labios en el, era como si fuera una almohada y yo me estuviera levantando de un sueño. La tomaba de su cintura y la jalaba hacia mí, hundiendo mi cara en medio de sus nalgas. Después le bajé su calzón femenino, y quedó completamente desnuda
-Ya no me hagas sufrir, chiquito, ya métela…
Yo le abrí las nalgas y le empecé a chupar desesperado su hoyito. Ella se volvió loca. Yo le metía la lengüita en su hoyito, le recorría la raya de su culo con la lengua. Me encanta hacer eso. Por fin, no pude más. Me incorporé. Le abrí las nalgas y se la metí de un jalón.
-Oh…
Exclamó ella al metérsela tan bruscamente y toda de un jalón. Pero yo quería más. Y ella también. Se la metí más profundamente. La tomaba de la cintura y la jalaba hacia mi, mientras yo violentamente me hacia para adelante. Ella gritaba de el gusto y de el placer. Quien diría que en ese salón cerrado con llave un alumno se estuviera cogiendo a la maestra más buena de toda la escuela. (y no fue la última)
Muy despacio, ella volteo a verme, con sus ojos muy abiertos y podia ver perfectamente que a medida que entraba mi pene por su ano, temblaba de placer. Yo también me estremecía al sentir el apretado masaje que el culazo de mi maestra le daba a mi pene.. Por fin, se la metí toda. Y empecé a coger. Se la metía en un mete y saca, ella se hacía para atrás para disfrutarla mejor.
-Me encanta, ha,. Ha, ha, ha, me encanta, Kite, oh, ay!, ay!..oh..Kite!
Yo la culeaba bien aferrado a su cintura y dándole unas tremendas embestidas que hacían temblar sus hermosas nalgas. De vez en cuando las amasaba y le daba buenos cachetazos.
Ella gemía a gritos, a golpes, lo disfrutaba. Golpeaba el escritorio y se jalaba de los pelos de el placer que le estaba provocando.
- plaf,plaf,plafff sonaba cuando chocaba yo con sus nalgas, el sonido de las carnes era enloquecedor
- oohh kitee que me estás haciendooo??? sus gemidos eran gritos casi ahogados por sus dientes mordiendo su labio inferior... mmmgghh mmggghfff ahhhhh que rica verga tienes mi niño!!
hice lo mismo a la vez que le lambía el cuello chupeteándole ... ella se moria del gusto mmggh mggh mmmgh mgh mientras yo plaff plaff plaff plaff plasshh mmgghhhhhhhh
Yo la tomé de los hombros y la empujaba hacia mí. Era delicioso. Después, la tomé de las tetas fuertemente y la jalé hacia a mí. Y así seguimos, cogiendo. Yo ya estaba a punto de venirme, sentía como me quemaba el pene, con mis delgados dedos le apreté las tetas blancas de mi profesora a la vez que me pegaba a sus redondas nalgas con fuerza...
- oohh aaahh! me vine inundándole el recto totalmente de semen caliente y espeso (si q necesitaba semen joven y le gustaban los chicos de quince)
- ayy aayyy kiteee asiiiiiii, toda la leche, asiiiiii en el culo, toda, que rico, llenaaamee asiiii, oooohhhh!!!
- mmmg que rico mamacita!!! de pronto silencio
Por fin eyaculé en ella y le llené el tubo de leche, sentí como contraía su ano como exprimiéndole la ultima gota de leche a mi verga,
- siente algo dentro?? pregunté
- si, siento como si me fuera a reventar de lo llena que estoy
Quedé exhausto. Me desplomé encima de ella. Entonces saque mi verga lentamente, sentí como se le caía la leche del culo y cuando lo agarraba y abría y cerraba la leche sonaba como un pfloop, pflop, sglup. Respirábamos cansados, satisfechos. Su culo, no me equivoqué, era delicioso.
Y así fue, como me cogí y seguí cogiéndome a la Maestra más hermosa, divina y angelical de toda la escuela. ¿Quién lo hubiera pensando?
...-“Espera”.-Le dije. Me terminé de quitar la blusa, me desabroché el sujetador y liberé mis senos.
Él ni corto ni perezoso acercó los labios y me los empezó a chupar uno a uno. Yo ya no daba, mi vagina se humedecía anhelando tener su erección dentro. Sergio me acariciaba y me chupaba las tetas y pronto puso su mano por encima del pantalón en mi vagina, lo que me hizo soltar un gemido de excitación...
Relato erótico enviado por charly_bo el 19 de February de 2013 a las 00:00:03 - Relato porno leído 150906 veces
Me quitaron mi virginidad mis profesores...en el colegio
Relato erótico enviado por Anonymous el 23 de June de 2013 a las 00:10:01 - Relato porno leído 76476 veces
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mxtiger700
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Comentarios enviados para este relato
dilanleito
(7 de September de 2010 a las 11:10) dice:
muy bueno tu relato sigue aportando esta bueno elite69
(21 de June de 2010 a las 21:41) dice:
buena historia mi pana... muy buena, estare pendiente de la continuacion, buen relato, al principio flojeaba leer, pero valio la pena seguir leyendo, estamos a la espera, buena descripcion solo ampliala mas para quemar los sentidos geral orellana
(2 de September de 2011 a las 08:49) dice:
q exelente relato si q estuvo bueno!! katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:34) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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