Ella entonces me agradeció y siguió meando el chorro era grueso, mientras en su rostro se dibujaba una mueca de alivio, y yo me corría hacia la derecha ya que estaba meando todo el piso, el charco se estaba agrandando. Pero lo que más me excitó del momento era que mis dedos rozaban los labios de su concha, la tela humedecida de su bombacha por un chorro que se le debe haber escapado y su vello púbico. Pareció un rato largo, habrá sido más de un minuto cuando terminó de hacerlo y me dijo que ya estaba.
Relato
Esto pasó hace varias décadas, Alicia era mi profesora de Inglés de segundo año, era una mujer de alrededor de 40 años, que se podría denominar más bien tímida o parca, tampoco llamaba la atención por ser atractiva, es decir no era fea pero tampoco era tan linda o se vestía provocativamente como Mirta, la profe de biología o Adriana, la de contabilidad, a las que todos mirábamos desesperadamente sus escotes o entrepiernas, como también a algunas jóvenes practicantes que aparecían cada tanto.
Estando en segundo año me iba muy bien en inglés, su materia, un día en mi casa estaba leyendo sobre un concurso en el cual había que escribir una historia sobre el país en ese idioma y enviarla a Estados Unidos. Se me ocurrió consultarle a la profesora Alicia y ella muy amablemente me asesoró sobre cómo debía redactar el informe, el cual yo hice y a ella le gustó mucho. Desde aquel día fui una especie de preferido en su clase, lo cual era muy extraño porque no era una persona muy dada.
Por supuesto que aquel año me fue muy bien en inglés, durante los años siguientes tuve otras profesoras y me seguía yendo bien, a la profe Alicia la cruzaba en algún recreo y me preguntaba cómo me iba en las demás materias, incluso me ayudaba dándome algunos consejos para los exámenes, se podría decir que éramos amigos, aunque yo la apreciaba y respetaba mucho, nunca había fantaseado con ella en ningún sentido.
Sin embargo, cuando pasé a quinto año las cosas iban a cambiar bruscamente. Hasta ese momento solo había salido con una chica pero no había nada de sexo en aquella época y para colmo de males me había llevado Matemática a marzo, en realidad el examen se tomaba en los últimos días de febrero. La profesora de matemática se llamaba Nora, tendría la misma edad que Alicia pero le gustaba vestirse provocativamente, pero lo que tenia de perra lo tenía de HDP y era impiadosa con las notas.
En el examen de febrero cuando fui a rendir seriamos 12 en total, además de mi, 4 chicos y 7 chicas. No sé qué pasó aquel día que la otra profesora de matemática no vino y tenían que llamar a otra docente para que la acompañe en la mesa, llamativamente apareció Alicia que tenía el brazo derecho vendado, yo la saludé y le pregunté que le había pasado, ella me comentó por lo bajo que se había caído en su casa. A Nora no le gustó mucho nuestro diálogo porque le dijo a Alicia:
-Espero que haya estudiado tu alumno favorito.
El examen fue de terror para mí, lleno de ejercicios de geometría de los que no se entendían nada, así que solo intenté completar pero sin la mínima certeza de que estuviera bien algo, el resto de mis compañeros iban entregando uno a uno y solo habían aprobado 2 de 9, quedábamos solo una chica, un compañero y yo., cuando vino un preceptor, se acercó a Nora, no sé qué le dijo, pero ella se levantó y se fue diciéndonos a los que quedábamos que le diéramos los exámenes a Alicia, a los dos minutos mi compañero entregó el examen y se fue, todavía faltaban 20 minutos para terminar.
Solo quedábamos mi compañera y yo, en un momento levanté la vista y pude ver a Alicia, tenía el cabello rubio suelto, no como siempre que usaba colita, estaba vestida con un trajecito azul y tenia cruzadas las piernas fuertemente, lo que me llamó la atención pero volví sobre mi examen, al minuto Laura que era mi compañera que quedaba entregó el examen así que solo quedamos ella y yo en el aula. Habría pasado un minuto de eso, cuando Alicia me pidió que me acercara.
-Profe, ya entrego, la verdad que no entiendo nada – le dije-
- No te llamo por eso, en realidad tengo un problema grave, es una emergencia, quería pedirte un favor pero entiendo si me decís que no.
-No, profe dígame.
- Tengo muchas ganas de hacer pis desde hace un rato largo, pero viste como tengo el brazo necesito ayuda, no sé si vos podrías...
Yo me quedé sorprendido, no esperaba esa respuesta, pero rápidamente le dije:
-Sí, profe, yo la acompaño al baño abajo, no hay problema.
-No hay tiempo para eso, tiene que ser acá, lo estoy aguantando con todas mis fuerzas pero no resisto un minuto más.
-No hay problema, le dije entre sorprendido y ya un poco excitado.
-Vamos a hacer así, escúchame atentamente. Voy a descruzar las piernas y las voy a abrir un poco, cuando te diga con tu mano corre la tela de la bombacha hacia la derecha para que pueda salir el pis, entiendes? Me da mucha vergüenza esto...
- No hay problema, le dije.
Lentamente fue haciendo lo que me dijo, descruzó las piernas y lentamente las abrió, yo me puse en cuclillas y apoyé mi mano derecha sobre su rodilla, cuando me aviso corrí con mis dedos la tela de su prenda intima, un segundo después un violento chorro caliente y amarillento emergía desde allí, fue tan violento el primer chorro que me meó toda la mano, Alicia se dió cuenta y paró de repente, muy avergonzada.
-Disculpame, por Dios, que hice¡¡¡¡
-Tranquila profe, le dije siga hasta el final.
Ella entonces me agradeció y siguió meando el chorro era grueso, mientras en su rostro se dibujaba una mueca de alivio, y yo me corría hacia la derecha ya que estaba meando todo el piso, el charco se estaba agrandando. Pero lo que más me excitó del momento era que mis dedos rozaban los labios de su concha, la tela humedecida de su bombacha por un chorro que se le debe haber escapado y su vello púbico. Pareció un rato largo, habrá sido más de un minuto cuando terminó de hacerlo y me dijo que ya estaba.
Alicia había levantado los pies del piso así evitaba tocar el charco, pero no pudo evitar cuando se detuvo al principio y cuando termino el chorro de liquido, mearse la entrepierna y también sobre la silla, dado la posición incómoda desde donde lo hacía.
-Ya está, me dijo, mil gracias.
Yo tomé mi pañuelo y le pregunté si podía higienizarla en la pierna, ella me dijo que era muy amable, que si podía le secara en todas partes, que no tuviera vergüenza, así que primero pase mi pañuelo blanco por su pierna, subí hasta los labios de su concha y sequé todo suavemente una vez que terminé, acomodé la bombacha en su lugar y la ayudé a pararse.
-Mil gracias, pero que nadie sepa de esto.
-Por supuesto, le dije.
Yo había tenido una erección, ella fingió no darse cuenta y miró mi examen, me dijo que lamentaba que no sabía nada de matemática como para ayudarme, a mi no me importó la verdad por lo que había pasado, fuimos juntos a entregar el acta y los exámenes. Alicia le avisó a la gente de mantenimiento que una chica se había hecho encima de los nervios en el aula. La acompañé a tomar un taxi y nos despedimos.
...-“Espera”.-Le dije. Me terminé de quitar la blusa, me desabroché el sujetador y liberé mis senos.
Él ni corto ni perezoso acercó los labios y me los empezó a chupar uno a uno. Yo ya no daba, mi vagina se humedecía anhelando tener su erección dentro. Sergio me acariciaba y me chupaba las tetas y pronto puso su mano por encima del pantalón en mi vagina, lo que me hizo soltar un gemido de excitación...
Relato erótico enviado por charly_bo el 19 de February de 2013 a las 00:00:03 - Relato porno leído 150894 veces