Desde que conocí a Malena me había sentido atraído hacia ella, tenia yo en ese entonces 27 años , ella 25 , una mujer bella, delgada, unas caderas formadas, con un culo paradito para atrás,, unos senos redondos perfectos, cuando estaba en ropa liviana, se le notaban, que sobresalían, un par de botones, era sus pezones En conclusión, una divina me calentaba como a todos los amigos de su esposo que nos reuníamos a jugar cartas asiduamente en su casa, Insatisfecha.
Yo me excitaba, pero por respeto a la casa, me mordía pero nunca mas que mentalmente, pensar en montarla, hice nada que le hiciera sentirse mal. Un día uno de los amigos, que también eran de la partida, estando en un bar tomando una cerveza, saca el tema de Malena, y me dice que buena que esta no, y si el digo, el me dice esta para dale, con el borrach0o de nuestro amigo, no andan bien, y me acota notaste anoche como te miraba, a mi si a vos, como quede sin un peso, me dedique a observarla, y me di cuenta que en cada entrada no te sacaba la vista, eh me estas jodiendo, me dice no para nada, es la verdad a parte se que a el no deja tocarla, porque se emborracha, viste anoche se bebió solo una botella de Whiskey, casi solo, si eso es verdad, bueno el me contó que están mal las cosas, me decía i amigo, y eso me avivo la idea, pero le corrí los perros y no me dio ni un poco de apunte, me parece si encuentras alguna oportunidad, la ganas, te parece me estas jodiendo, no para nada, mira que si me diera apunte te diría algo, la buscaría para mi, pero voy a ser franco, voy apunto muerto, así que es perder el tiempo,
Me quede con eso, en la mente, pero era de creer a medias, volvimos a los veinte días no toca jugar la partida de póker, y claro sin apartarme del juego en cada entrada, de ella, cuando traía café o bebidas, prestaba atención a sus movimientos, y sus miradas y note que era muy evidente lo que mi amigo, me había dicho, hasta en una que todos concentrado, en las cartas, cruzamos miradas con mi amigo, donde claramente nos dijimos que era cierto, hubo otra entrada, de Malena, le clave la vista, ella no disimulo, nada le guiño un ojo ella sonríe, pero nada, mas, al rato no me venía bien las manos de cartas, les digo disculpen, estoy algo agotado salgo a tomar aire fresco, y al baño, todos me dijeron si, los bolsillos, tenes agotados, entre ellos el marido que estaba de racha y venia, ganando.
Salgo del la habitación de juego, me dirijo a la cocina, donde estaba ella, sentada viendo la tele, cundo me vio pego un salto, y se me acerco, como un rayo, le dije Malena, puedo pasar al baño. Ella si, si, pase por aquí, Luis, espero que ordeno, no hace falta entro y salgo, para entrar ella en una clara accion de insinuación se queda, para que yo entrar tengo que cruzarme, el roce inevitable, ella allí, me pone su hermoso culo, y lo apoya contra mi pene, que como calzo algo grande, noto su porte, bueno entre descargue, y salí, al salir estaba casi en la puerta, del mismo, me pregunta dejaste de jugar, le contesto, que para nada solo que me falta aire que voy a salir un poco a tomar fresco ella presurosa, con voz melancólica me dice te hago compañía, yo tiro el bueno no pensaba, estar acompañado por una flor que perfumara, este momento, ay que cosas lindas decís, Luis, sonriendo, ella dijo voy a ver si desean algo, de beber adentro, salí con seguridad que ella quería algo, estaba en la parte trasera de la casa, al ratito salió muy apurada, casi tropezando, se acerco donde estaba parado, sin mediar palabra, me tomo y comenzó a besarme. La verdad no lo esperaba, una reacción de ese tipo, yo no me guarde nada, correspondí, con todo le comí la boca, por un rato, le dije eres muy dulce y bella, me encantas, pero no es el lugar deberíamos contenernos para otro momento, le dí mi número de celular, no compusimos del fuego que emanaba su cuerpo, así me reintegre al juego, pero fue rico sentir lo que podía ser estar con ella.
Al día siguiente me llamo, antes de atender me debatía en que sentía que deseaba estar con ella, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar que era esposa de un amigo, también pensé por allí ella también me diga que fue una locura lo que paso, que lo dejáramos así. Pero nada de eso paso, me dijo que quería verme cuanto antes, y que no veía el momento de encontrarnos, fije una hora acorde para ambos, que no levantara sospechas en su casa, Al encontrarnos ay en el auto comenzó a besarme apasionadamente, respondí sus besos, con una cuota de pasión, le comí la boca, mordí sus orejitas, pase mi lengua por su cuello, eso, le levanto la temperatura y sin pensarlo me dijo que fuéramos a un hotel, que deseaba sentirse querida, le propuse ir mi departamento que estaríamos mas a resguardo, llegamos y en el elevador ella seguía besándome , yo me sentía como un chico de 15, nervioso, trasgrediendo con la mujer de un amigo a la ves le ponía esa cuota de morbo, que solo ese tipo de aventuras tiene, entramos al mismo, tras pasar la puerta, nos besamos, de apoco, que era tanto el fuego que tenía contenido, que casi ella me desvistió, mientras, yo metía mano, lengua, labios, por todos sus flancos, besarla, besarla, una y otra vez, iban apareciendo, nuestras partes, intimas, sus senos, se los lamí, de forma, feroz, a excitarme con sus suspiros, ella saco mi pene de mi slip. Y lo manoseaba, casi al punto de masturbarlo, ya explotábamos.
La lleve a la cama, no paramos de besarnos, ya hervíamos a chuparle y lamerle sus pezones, sus senos, no me cansaba de lamerlos, chuparlos, ni por un momento me quede inmóvil, me esmeraba en suministrarle placer y hacerla sentir en la nubes, me parecía mentira tener esta mujer, dispuesta a todo, fui bajando con mi lengua, hacia su vagina, abrí su cosita, depilada, mojada olorienta, pero sabrosa cuando comencé a lamer su clítoris como loco, alternaba, labios vaginales, toda su vulva, su espalda se arqueaba y solo le escuchaba sus gemidos, repetía así, así, si , tuvo su primer orgasmo, se levanto, ella se puso sobre mi, y con desespero en un perfecto 69, comenzó a mamármelo como nunca me lo habían hecho, que excitación al, sentir como seguía, con mi pene en su boca, desesperada salía y entraba todo en su boca
No aguante mas, la coloque al borde de la cama, coloque sus piernas sobre mis hombros y la penetre con fuerza, todo mi pedazo, gordo, dentro de ella en una ida y vuelta, que la hacían quejarse, cuando entraba a fondo, escuchar sus gemidos, ver su cara de excitación, ella me decía que así, que no parara, que la complaciera, en ese momento apretó sus manos, y gemía y suspiraba mientras tuvo otro orgasmo, mi pene, siguió en un frenético, vaivén, dijo así, dame, ay que rico sentir, todo tu trozo, lléname, dame tu leche, si háceme gozar hasta el éxtasis.
seguí los movimientos y mientras yo no paraba, me volvió susurrar al oído que quería que me viniera dentro de ella, lo hacia cada vez mas rápido , le dije que me venia, ella se quedo quieta, para sentir como la llenaba por dentro, ella solo suspiraba, me decía que se sentía delicioso, que hacia tiempo no se sentía así tan mujer, nos desparramamos en la cama, así quedamos, solo con nuestras respiraciones profundas, luego de un largo rato, me dijo estaba tan necesitada de algo así, que lo deseaba con ansias, se bajo, y me lo chupo para saborear mi pene, me regocijaba sintiendo su lengua en mi pene, que volvía, a ponerse, en forma, y esta vez para ponerla en posición, de cuatro, la penetre violentamente, con fuerza, su vagina, se contraía, y me decía que lindo, así, dámela, fuerte dámela toda, si, si, yo serruchaba, mientras, veía ese tremendo culo incitándome a que en un acto de osadía, le dije no puedo, esperar tienes un culo, hermoso, para dejarlo así, ella dijo hazlo despacio, por favor obedecí, ayudado con un poco de crema, que tenia en la mesita d, lo que de a poco, me produjo tanto placer que no tarde en venirme otra vez llenándolo todo con mi semen, ya tranquilos, no dimos un baño, y luego ya saliendo, por mi mente pasaban como en un flash, todo lo que me había sucedido, con ella, que solo pude besarla y decirle que era increíble. Ella me dijo tu también, hace rato que deseaba, que tú me poseyeras, como lo hiciste y como lo había pensado no me equivoque Este fue solo el comienzo de una larga y esplendida relación inolvidable, que duro así clandestinamente
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces