Las dos chicas cubanas, terminamois en una orgia impensada
Relato
Soy Carlos aquel industrial, que posee empresas en algunas partes del mundo, con el asunto de la apertura comercial, en la Isla de Cuba, deje la primera parte del relato, el pasional polvo que nos echamos con Amelita una espectacular Mulata, la que de una y sin conocerme, casi, se entrego entera, no se guardo nada, hasta su espectacular culo me dejo probar, sinceramente no es común, que se de una cosa así o por lo menos no estaba acostumbrado Pero bueno realmente lo goce, y ante tal facilidad me dije de seguir, explorando sus bondades, como un señoriíto, le propuse que cenáramos,, Cuando llego la hora tome, el automóvil, con el GPS, coloque la dirección, y me dirigí, al punto, de encuentro, no fue difícil, llegar lo que si se encontraba en una zona, donde afloraba mucha pobreza, ella estaba paradita, en la puerta de una casa, mas esplendida que nunca, subió, nos dimos, unos besos muy profundos, lengua, labios apretados, en fin, ya mi pene estaba nuevamente listo, pero como había tiempo, me sosegué, ella estaba muy eufórica, me encantaba su actitud, no había nada protocolar, era una chica, que mostraba, un zafe total, mientras íbamos en camino me comento, la charla con la Amanda, su jefa que le pregunto todo y que en un momento, fue muy directa y le dijo si me había atendido, bien y que ella, le dijo como correspondía
A fondo, yo le dije pero sos una desfachatada y que te dijo,
“bien el hombre, dijo” y vos, “le dije que muy bien estuvo todo muy bien” pero eso y decirle que hicimos el amor es lo mismo, ella me dice “es que aparte le comente de la invitación, ella me comento que era afortunada y me dio como lastima, así que le dije que seguro tu no te enojarías, y la invite a sumarse a la invitación” yo la mire dije pensé que terminaríamos, solo tu y yo en algo como lo de hoy, ella con mucho descaro me contesto, “y donde comen dos comen tres” claramente me estaba diciendo de hacer un trío. Me guió hasta el lugar donde estaba Amanda luego de hacer unas cuadras, llegamos, al lugar, me dijo toca dos claxon, lo hice al segundo bocinazo, apareció, hay casi me infarto estaba vestida casi en bolas, con un vestido sumí transparente, afloraban, sus senos, un tajo al costado, relucía su pierna derecha que iba hasta el comienzo de su glúteo, entro al auto, y me saludo, muy sonriente, me dice acepte su invitación, me contó Amelita que quería agasajarnos a las dos, yo si, si claro, mientras amelita paso su mano, por mi pene, como diciendo la fiesta es para tres,
Me sentía extraño, pero ala vez , estaba excitado, ella me guiaron , me llevaron a el Habana café según ellas el club mas exclusivo, de Cuba, muy conocedores, pidieron un alto privado, un especie de tablado, cerrado con algunas cortinas, que permitían ver todo el show musical, y que te vieran poco, pidieron mojito, yo me cuide, ella se bajaron como cuatro, cosa fue, que después de bailar un par de mambos, alteradamente con ambas, al regresar medio extenuado, me tire, sobre el sillón, me recline para atrás, Amelita corrió un poco, la mesa, se inclino, sobe mi entrepierne, saco, mi pene, me comenzó a mamar, Amanda, enteró a besarme, , de a poco, mientras la otra, mamaba, saco sus senos, para que se los chupara, al poco tiempo ya estábamos en medio de una orgía, como me sentí un poco incomodo, las pare les dije, tenemos que ir a otro lado, las dos asintieron, cosa que acomodamos nuestras composturas, pedí la cuenta, y salimos raudamente, ele dije que si había algún lugar donde pasar la noche, ellas a dúo dijeron tu hotel, ¿como mi hotel? Amanda dijo ¿no estas en el Habana Libre?, si conteste, y bueno, en tu suite, estaremos, bien, me dicen si vamos que no va haber ningún problema, y fue así ellas subieron por otro lado, como Amelita sabía mi piso y habitación, cuando subí ellas estaban esperándome, lo que siguió fue el inicio, de una travesía de tres días sexuales, donde me agotaron, no falto, penetrarlas por el culo, chuparme a la vez las dos, y compartir la leche, darle en perito, mientras la otra me chupaba la bolsita de mis huevos, se pusieron las dos en hilera, para que le penetrara, ambos culos un poquito a cada una, o sus argollas, eran dos putas de profesión lo que se puedan imaginar me hicieron y me hicieron hacer, nunca viví algo así, si no corto mi estadía me terminan matando, así que abruptamente, termine con tan placentera hospitalidad de esas dos chicas cubanas, dos terribles putazas.-