...luego la apegué a la pared de espaldas y le empecé a besar los labios, ella por la excitación me mordía, se dio la vuelta, tomó mis manos y se empezó a frotar los senos con ellas.
Ahí le subí el brasier y empecé a acariciar sus pezones...
Relato
Esta es la continuación de mi relato en el que conté cómo empecé mi relación con Stefany, una chica linda, compañera de universidad, que aún era virgen pese a que tuvimos un primer encuentro en el que sólo llegamos al sexo oral…
La primera semana luego de la fiesta, todo el mundo hablaba de mi recién empezada relación con Stefany. Tanto mis amigos como sus amigas comentaban de todo.
Debo admitir que me subía el “ego” escuchar a mis amigos decir cosas como:
-“Que suertudo que eres”.
-“Te pasaste, que hembra más buena que te conseguiste…”.
El asunto era que cuando me preguntaban cuando iba a hacerlo con ella, simplemente les decía que ese era asunto nuestro. La verdad no quería decepcionar a Stefany, ya que no iba a faltar el “boca suelta” que comente que estoy revelando esas cosas.
Sin embargo, cada vez nos calentábamos más con Stefany, no desperdiciábamos la oportunidad de irnos a un lugar oculto para dar rienda a nuestros deseos. Nos dábamos besos muy apasionados, yo acostumbraba tomarla de la cintura, apretarla contra mi pelvis y hacerle sentir mi potente erección. Ella en cambio, instintivamente presionaba su pecho contra el mío y me hacía sentir lo duros que se le ponía los senos por la excitación.
Cuando realmente no había gente cerca, metía mi mano por debajo de su ropa, le acariciaba los senos por encima del brassier, y si realmente se podía, se lo desabrochaba y se los acariciaba directamente jugueteando con sus duros pezones.
-“Alguien ya quiere entrarse en mí…”. –Comentaba burlona alguna vez-.
-“Mi amor, me tienes loco, no sabes cómo anhelo poder meterte cada milímetro de mi virilidad”. –Le contestaba yo-.
-“Mi vida, yo también ya no puedo resistir mucho las ganas que tengo de que me hagas mujer; pero no olvides que esperaremos 2 semanas…”.
Si, como lo leen, quedamos con Stefany que no íbamos a hacerlo hasta después de dos semanas de estar, pues ella me lo pidió, arguyendo que “quería ser virgen unos días más”.
Era una espera tortuosa, pues yo iba a casa de Stefany para “estudiar” y terminábamos con unas “calentadas” tremendas, pese a que siempre estaba alguien más ahí.
Era algo gracioso, porque mientras estudiábamos, de rato en rato, ella se subía la blusa o lo que tenía puesto, más el brassier y me enseñaba los senos, luego se los cubría de nuevo. Lo hacía mientras hacía gestos provocativos, como llevarse un dedo a la boca. Luego cuando se percataba que no había nadie, lo volvía a hacer, pero esta vez permitiendo que le acaricie un seno despacito.
Para qué aclarar que me ponía la “pija” a mil, siempre “armaba mi carpa” y ella se daba cuenta. Luego entre chiste y chiste, le decía:
-“Quiero mi leche”-
-“¿Así?”- Contestaba ella con una sonrisa. Luego se suspendía la ropa y me acercaba el seno a la boca y pues… a disfrutar. Le chupaba con delicadeza, pero apasionadamente su pezón.
-“Ya basta, me haces excitar”- Siempre decía ella con una sonrisa.
-“Y yo, cómo crees que estoy”- Le contestaba señalándole mi erección.
Así estuvimos esos días, con nuestros jueguitos sexuales, caricias y detalles que nos acercaban más al “momento decisivo”.
Stefany adoptó una costumbre interesante. Cuando estábamos en anatomía, yo generalmente me ponía delante de ella en la mesa donde se colocan los cadáveres para el estudio; Stefany se ponía detrás de mí apoyando uno o ambos senos en mi brazo. Ahí empezaba un movimiento lento y disimulado que nos encendía a ambos, pues se le enduraban los pezones y el seno entero. Era divertido y excitante, pues para mi suerte, debajo de la mesa quedaba escondida mi erección.
En una de esas noches, en que salimos tarde, me pidió que le espere, pues se metió al baño a arreglarse. Todos nuestros compañeros se adelantaron y nos quedamos solos.
-“¿Dónde están los demás?”- Me preguntó.
-“Se han adelantado mi amor, vamos rápido, Carla nos va esperar” – Le dije.
Cuando la cogí de la mano y me disponía a salir con ella; me detuvo y me dijo:
-“Que esperen, ahorita necesito tus besos…”.
Nos dimos una vez más, uno de esos besos apasionantes, con lengua y todo; en los que me salía de su boca e iba a su cuello, detrás de sus orejas y sentía como aceleraba su excitación.
De pronto puso su mano sobre mi miembro por encima del pantalón y sintió lo duro que estaba. Lo empezó a acariciar y me estaba enloqueciendo.
-“Vaya, alguien está muy hot”- Me dijo, mientras me bajaba la cremallera y metía su mano en busca de mi vara.
No perdí más tiempo y metí mis manos debajo de su chompa, de su blusa y le cogí las tetas.
En unos cuantos segundos nos estábamos encendiendo a full.
-“Mi amor, bajaremos al sub-suelo, nadie nos va ver”.
Yo ya estaba perdiendo el quicio por la excitación y solo atiné a seguirla.
Bajamos las gradas y en efecto, el pabellón de aulas del sub suelo estaba desierto. Nos fuimos a un rincón y dimos rienda suelta a nuestros instintos.
Stefany se quitó la chompa y quedó con una blusa de botones que me encargué de abrir. Ella a su vez, me desabrochó la camisa blanca que tenía puesto, me empezó a besar alrededor de la camiseta que tenía debajo, la subía y me empezó a besar todo el pecho.
Guau, estaba ardiendo.
Luego la apegué a la pared de espaldas y le empecé a besar los labios, ella por la excitación me mordía, se dio la vuelta, tomó mis manos y se empezó a frotar los senos con ellas.
Ahí le subí el brasier y empecé a acariciar sus pezones.
De pronto, baja una de sus manos a mi pija, me la acaricia y me dice:
-“Mi amor, bájate el pantalón, muero por volver a tener tu rico pene en mi boca”.
Así lo hice, me bajé el pantalón y ella liberó mi súper erecto miembro del calzoncillo y lo empezó a chupar deliciosamente.
-“Vaya, así que estabas ya mojando mi amorcito. No vale, todo lo que salga de este rico pene es para mí”. – Me dijo.
Sus palabras me encendieron más, y pues la lamida que me estaba dando, con el “mete saca” de su boca, me tenían sentenciado a explotar pronto.
-“Mi amor, ya quiero tu vagina, quiero eyacular dentro de tu delicioso huequito, por favor”.-Le dije con la voz entre cortada por la excitación.
-“¿Así??, de modo que ya quieres penetrarme??. –Me respondió.
En ese momento dejo de chuparme la pija, yo supuse que era el momento en que por fin entraría en su vagina caliente y aún estrecha para gozar juntos, pero de pronto, volvió a meter mi pene en la boca y empezó a chuparlo de nuevo con más ímpetu.
-“Aun no, mi amor, no es el momento ni el lugar”- Me dijo en una pausa que hizo mi entras con su mano me masturbaba. De pronto metió de nuevo mi pene en su boca y lo siguió chupando alucinantemente.
Era de no creer que una chica virgen sea tan diestra haciendo un oral, pero era así, tenía la dicha de tener una pareja así.
-“Stefany, voy a eyacular, ya no doy más…………….” – Le dije al filo de enloquecer.
Stefany, dejó que el primer chorro le llegue a la boca, luego sacó mi miembro e hizo que termine de descargar en sus senos.
Nos incorporamos rápido, nos vestimos y nos dimos un beso apasionado de nuevo…
Stefany me confesó que mientras me chupaba el pene, se acarició el clítoris y tuvo un orgasmo, a lo que yo le dije que solo le falta tener uno al sentir mi pene entrando en su vagina.
Stefany me confesó que si me pidió unos días para su primera vez, era porque le estaba por venir el periodo y quería que ni bien se le pase, poder hacerse mía sin temores.
Al día siguiente le vino la menstruación a Stefany, pese a eso, no dejemos de calentarnos por ahí mientras podíamos, ella no dejaba de provocarme con sus lindos senos en anatomía y poco a poco se acercó el día en que dejamos salir nuestros deseos reprimidos y por fin pude sentir el placer de hacer mía a la chica que me estaba enamorando cada día más.
Esa será la historia de mi siguiente relato….
Los padres de una chica muy rebelde y terrible la internan en un Colegio pupilo donde va a aprender a través de diversos métodos sexuales a comportarse como toda una señorita.
Relato erótico enviado por julieta_s24 el 23 de November de 2007 a las 16:28:43 - Relato porno leído 270099 veces
Allí estabamos con mi amigo tranquilamente tomando unas cervezas cuando vimos que unas adolescentes comenzaban a "histeriquearnos". No podía creer que se tratase de una de mis alumnas del secundario y encima veciinita mía...
Relato erótico enviado por marcelo el 26 de January de 2005 a las 18:23:46 - Relato porno leído 90084 veces
Soy un adolescente de 17 años bien dotado, con buen cuerpo, ojos café oscuros, pelo negro, alto y moreno. En la preparatoria tenia una novia llamada Fernanda muy bonita y muy sexy, no era muy alta, tenia el cabello negro una cinturita bien formada, pechos no tan grandes pero bien formados y un culito perfecto.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de August de 2008 a las 11:39:13 - Relato porno leído 87075 veces