La noche en que mi hermano me hizo suya

Mi nombre es Rosalba, sólo me describiré brevemente pues trataré de resumir este relato lo más posible para no hacerlo aburrido. Soy una chava de diecisiete años de edad, soy caucásica, poseo tez blanca, mi cabello es negro naturalmente, mis ojos son negros y me gusta remangarme las pestañas al igual que me gusta maquillarme, mis labios son sensuales y luzco una mirada coqueta. Gracias a que me he cuidado me conservo en forma y con un cuerpo sexy, luzco unos pechos riquísimos, unas nalgas deseables y unas piernas muy hermosas, gozo de un buen carácter pues siempre soy alegre, risueña y me encanta estudiar, así como también me encantan las amigas con las que salgo los fines de semana. Fui educada en una familia de clase media pues mi padre es profesional y mi madre ama de casa, tengo un hermano que es dos años mayor que yo, el ya va a la universidad y yo en la preparatoria, ambos estudiamos e igual somos nativos de Puebla estado de México.

La convivencia entre mi hermano y yo había sido normal pues él tiene su vida y yo la mía, también debo enfatizar que mi hermano no fue quien me desfloro pues antes que él ya había hecho el amor con un chico, pero nunca me imagine que mi propio hermano me hiciera suya algún día. El también ha tenido un par de novias que las conocí y por ello tampoco fue su primera vez con migo, su nombre es Adrian y el tiene ya sus diecinueve años de edad. El es un joven robusto de tez blanca, su cabello lo tiene negro con corte normal, sus ojos son igual negros, le gusta dejarse un poco la barba y por ello se le ve algunos años más de lo que tiene, posee un cuerpo algo llenito pero no es gordo sino que así es su físico. En fin desde hace unos meses atrás había venido notando que mi hermano comenzaba a verme de manera morbosa e igual empezaba a espiarme en situaciones de desnudes o intimas, por ejemplo cuando me cambiaba de ropa, me bañaba y hasta cuando me cambia la toalla femenina en mis periodos, de hecho por eso fue que descubrí que me deseaba al ver como el tomaba la toalla impregnada de mi regla que dejaba en el cesto de basura del baño y con ella se excitaba oliendo mi sangre menstrual en la misma. En algunas ocasiones quise hablar con mis padres para decirles esto, pero la vergüenza y timidez que de ocasionara un serio problema familiar no lo hice, me enojaba un poco eso si pues pensaba que para mi hermano habían muchas mujeres disponibles como para que estuviera de perro conmigo que soy su propia hermana, pero ni siquiera lo enfrente por ello no se entero que ya me había dado cuenta de sus perversiones hacia mí. Por otra parte en esos días estaba sin novio y ya había pasado algunos meses que ningún chico me hacía el amor pues yo debo confesar que únicamente accedo a entregarme íntimamente con un chavo que ame y con el cual ya tenga una relación de noviazgo pues aquel nene que se llevo mi virginidad no fue en la primera cita, tuvo que perseverar hasta más de tres meses de noviazgo para que logro poseerme sexualmente en la cual me desvirgo, esa había sido la única vez que me habían penetrado vaginalmente pues nadie me ha penetrado analmente y ni daré permiso a ello jamás ni siquiera cuando me case pues soy mujer y tengo por donde me penetren como para que me estén jodiendo por esa zona que no es especialmente para actividad sexual, la verdad les confieso que aborrezco el sexo anal.

Pero antes que me hiciera suya por completo mi hermano ya me había chupado mi zona vaginal así como igual me metió los dedos, he aquí como paso esto. Fue una noche de viernes, ese día por la tarde había ido de compras con amigas y por la noche regrese a mi casa para relajarme viendo el televisor un rato pues vaya que si estaba cansada, mis padres no estaban y tampoco mi hermano estaba sola por completo en la casa. Yo estaba vestida muy provocadora sin duda. Traía una blusa rosa escotada, tenia puesta una minifalda jeans arriba de mis rodillas y unas sandalias de tacón mediano color blancas. En fin me puse a ver la televisión en el sofá de la sala esperando a que llegara mi familia pero sin duda a causa de que estaba cansada me quede medio dormida en menos de quince minutos, por ello no me percate de la presencia de mi hermano y fue ahí cuando por primera vez se atrevió a manosearme, somnolienta pero pude sentir como unas manos de hombre comenzaron a masajearme mis senos sobre mi blusa, después sentí como inicio a tocarme mis piernas ahí fue donde medio abrí los ojos y vi como era mi hermano quien me estaba tocando, yo quise reaccionar con una bofetada pero no que qué demonios me paso que comencé por instinto femenino a excitarme. Así que fingí seguir dormida, ahí el intento separar mis piernas pero yo las cerré con fuerza por un momento pero luego me deje y el separo mis piernas totalmente, el muy descarado comenzó e tocarme mi zona vaginal sobre mis calzones y por esto mismo mi excitación era tanta que me moje y de eso se dio cuenta.

Después de meses sin sentir placer en mi zona intima por fin estaba sintiendo placer, fue en ese instante cuando de un jalón tomo mis calzones y me los bajo hasta mis rodillas, sin importarle nada el me introduje sus dedos en mi vagina, ¡ay, ay! No pude evitar gemir de placer y chuparme los labios al mismo tiempo, fue como se dio cuenta de que ya estaba despierta, el jugaba con mi clítoris y me metía sus dedos muy deliciosamente pues sin duda fue tanta la gloria que sentí que en minutos estalle en un hermoso orgasmo del cual como manantial manaron mis flujos vaginales al instante, mi hermano impregno sus dedos de mis flujos y yo misma vi como se los chupo. Pero justo a tiempo pues ahí escuchamos como nuestros papas llegaron en el auto, yo a prisa me acomode mis calzones y mi falda aunque mi intimidad seguía bien mojada, ¡Que deliciosa vaginita tienes hermanita! Me dijo al oído, ambos actuamos con naturalidad como si no hubiera pasado nada y esa noche termino sin nada más, los siguientes días tampoco sucedió nada entre los dos, pues fue hasta el martes pasado que el logro metérmela, yo nunca imagine que esa noche me haría suya pues pensaba que con manosearme y meterme los dedos se había conformado pero que equivocada estaba sin duda pues mi hermano no descanso hasta cogerme todita. Esa noche de martes eran pasadito de las 11:15, nuestros padres ya dormían y pensé que mi hermano también, yo estuve chateando con amigos por internet un rato en mi laptop y luego ya me dispuse a dormir. Me quite el uniforme escolar y me puse una sudadera blanca y también unos pantalones de pans color azules, estaba a punto de acostarme cuando tocaron la puerta de mi recamara y era mi hermano quien se metió sin mi permiso y cerró la puerta, por esto mismo supe a lo que venía.

-¡Estás loco! Somos hermanos y además están nuestros padres en casa-

-Y eso que putita no me digas que no te gusto, quiero metértela-

Aun no acababa de hablar cuando me tomo y me beso muy apasionadamente, esto está mal me pensaba en mente mientras me seguía besando con mi propio hermano pues sin duda la calentura de no haber tenido sexo en meses era grande y anhelaba sentir de nuevo un pene dentro mi raja sin importar que fuera el de mi propio hermano, el se despojo de su pijama y yo también me desnuda voluntariamente y con prisa, me quite la sudadera y mis pans hasta quedar solo con mis calzones, yo por primera vez contemple a mi hermano completamente desnudo ante mi pues aunque no estaba encendida la luz principal pero solo con la lámpara de la cama nos podíamos ver perfectamente. Yo estaba a punto de quitarme mis calzones pero él lo mi impidió diciéndome, ¡Por favor concédeme el honor! Mi hermano me bajo totalmente mis calzones, en ese instante yo me senté en la mesita no noche y separe mis piernas completamente dándole así una vista panorámica de mi vagina. Ahí fue donde vino lo más lindo pues el antes de penetrarme comenzó a frotar su pene sobre mi vagina, esto ocasiono que mi calentura y placer aumentaran a mil, el frotaba lentamente su miembro en toda mi zona intima. Después de hacer esto por varios minutos el ya con su pene bien erecto lo enfundo con un condón perfectamente y me dijo por último ¿Estas lista? Yo sólo sonríe pícaramente y sin más espera coloco su pene en la entrada de mi vagina e inicio a empujar, centímetro a centímetro que su pene entrada en mi vulva yo me moría de placer y sentía que me llevaba al cielo, muy lentamente iba entrando ese largo pene en mi vagina hasta que por fin entro completamente, ahí mi hermano me cargo y sin sacármela me acostó sobre la cama quedando el encima de mí, así yo con mis piernas totalmente abiertas y el pene de mi hermano dentro de mi raja el comenzó a moverse y fue incrementando la velocidad, el me estaba haciendo el amor con toda su pasión, yo deseaba gritar de placer pero por nuestros padres no lo hice, en breve aumento la velocidad de penetración al grado que se escuchaba como chocaba su pene contra mi vagina. Fue un momento hermoso sin duda que duro un poco más de media hora, al final cuando sintió que se iba a venir él a prisa retiro su pene de mi vagina y se quito el condón para así eyacular libremente, su semen quede sobre las sabanas de mi cama, al terminar el a prisa se puso la pijama y cuidando que ninguno de nuestros padres lo viera salir de mi cuarto se fue al suyo dejando a mi toda empapada y cansada de haber hecho el amor con él, mi sueño era tanto que ya ni me moleste en cambiar mis sabanas, solo me vestí, me puse mis calzones y me cubrí con las sabanas quedando dormida al instante.
A la mañana ni me acordaba de lo ocurrido y solo me acorde al ver las manchas de semen aun sobre mis sabanas, en el desayuno ni me dirigió la palabra mi hermano sólo nos mirábamos acordándonos de nuestras travesuras de anoche, que por suerte nadie se entero.