La obligue a mantener sexo con migo

Un amigo me había recomendado, una contadora para mi empresa, que hacia poco se había recibido, le comente que por ser el l doy las contabilidades, de menor cuantía, le pido que la mande así arreglaba que le daría,
Una mañana entrando a mi oficina, veo sentada en la sala de espera, una joven de características, espectaculares, me voy a mi oficina, mi secretaria, viene y con cara de culo, me dice lo espera esa chica que dice ser la contadora Viviana López, que viene de parte, del Señor Pedro, ah si, si hágala pasar, cuando entra ay mi dios era una mujer despampanante, se me para el pene, era una modelo de mis mundo, se me cruzaron los ojos, y la mente, ya quería darle toda la contabilidad, a cambio de desnudarla, y voltearla.
Me hablaba y solo era repasar su cuerpo de arriba abajo, babeando, y embelezado, por su belleza, le di unas cuentas, La puse en contacto con mis contadores, la puse en preaviso que no accediera a ningún chantaje, por que eran piillos, ella se rió, desde ya le dije que se reportara directo a mi, semejante potra, si había alguna posibilidad no la quería perder.
Era muy sería, trascurrieron varios meses, le eche los galgos, varias veces, siempre se puso colorada, y no se dio por aludida, ganaba buena plata, pero no me daba nada pero nada de calce, me hacia la cabeza, pero nada
Habían pasado unos meses, se acercaba fin de año, venía el cierre del ejercicio fiscal, arreglamos que venia al almuerzo de fin de año, y que ajustes de ello revisaríamos, y arreglaríamos todo los papeles para el cierre.
Como la mujer se retrasó y llegó más tarde de la hora pactada, convino con migo revisar la papelería luego del almuerzo, la reunión, que fue amenizada por uno de los operarios que cantó acompañado por su guitarra, se comió un exquisito asado y se bebió en forma abundante, todos estábamos muy exaltados, y distendidos, Mientras el resto de la gente continuaba con los brindis posteriores, la invitó a Viviana a concurrir a la oficina para abocarse a las tareas contables. Ya instalados en ella la convidó con whisky pero ésta se rehusó.
Mientras efectuaba cálculos y trasladaba cifras a las planillas, yo revoloteaba a su alrededor con una sola intención que hacía rato le daba vueltas en su cabeza: tener algún tipo de contacto físico con semejante belleza.
ella me decía y ni la escuchaba solo daba vueltas y miraba su buen par de tetas que luce generosamente a través de los escotes o de las transparencias de sus blusas ya varias veces le había hecho insinuaciones -tanto en el estudio de ella como en la empresa- que ella había rechazado elegantemente.
Mi verga estaba dura, y quería desvestirla influenciado por el alcohol, me mande directamente. Me acercó por detrás y apoyándole el bulto sobre la nuca, le acarició la cara y deslice luego una mano hacia los pechos de la contadora acariciándoselos suavemente.
Sorprendida, se quiso apartar un poco pero no se si no pudo o se relajo porque mis masajes con sus senos, la hicieron subir de colores, y acalorarse, el cúmulo se produje, cuando gire la silla, y puse en mi boca esos pezones, que lamí, le chupe, muy intenso, no me podía detener, como un animal, arremetí, la tome como por asalto, y sorpresa, mi verga estaba tan erecta, y latiente, la saque de mis bragas, quedo a la altura de su boca , con la idea fija que me chupara, lo mio había pasado de la sutileza a la vulgaridad, pero como estaba pasado de copas, le rogaba que lo hiciera, le dije que estaba muy caliente con ella, que era una hembra espectacular y siempre había fantaseado con que ella se la chupara. Todo el repertorio hasta le dije(Que nadie se enteraría y que nunca más le pediría nada por el estilo. Que me conformaba con que me la besara un poquito, nada más. Que eso me haría muy feliz y estaría agradecido de por vida con ella. Que sabía que no era una cualquiera, pero que no podía aguantar más y hasta solloce un poco, ella hizo un largo silencio y arranco que ella no era una cualquiera, ni se entregaba, a cualquier precio, pero yo había ayudado a su progreso, que esto no saldría de estas cuatro paredes tomó valor, y agarró suavemente con sus manos mi miembro. Después se la introdujo en la boca y con un movimiento especial me devoro de a poco me pene erecto, chorreante, lamió y chupo, suave, yo volví a sus senos, se los pinzaba con mi dedos, le jugaba, de a poco, la fi desnudando, la interrumpí un poco, le chupe sus dos tetas, y termine de sacar todo, me arrodille le chupe su vagina, esto la entrego se desvanecía de placer, sus jugos, eran fuertes, volví a ponerle en la boca mi miembro le sujete su cabeza con ambas manos comencé a bombear a cogerla por la boca, era tanta la calentura, que tenia acabe rápidamente sin darle tiempo a ella de sacársela, quería cogerla varias veces, era una potra infernal, pese a que me excedí, no la deje ni respirar, con mi verga dura nuevamente dispuesta a todo, la respuesta fue la esperada, mientras rozaba mi pene, por sus labios vaginales me hizo sentir cosas porque ya se estaba humedeciendo no tardó en excitarse.
le introduje la pija suavemente, ella comenzó a moverse acompasadamente, mientras los dos nos íbamos, satisfaciendo Le dije que la deseaba, que siempre había pensado en ese momento y que la iba a hacer gozar como nunca lo había hecho. Mientras gemía y balbuceaba, se entregó al goce total, me rogó que acabara afuera, porque no me había puesto preservativo y no quería encontrarse con ninguna sorpresa.
Yo sabía cómo hacer gozar a una mujer la lleve a un éxtasis impresionante. No me apuraba y le hacía sentir plenamente toda mi verga. Entraba hasta el fondo Cuando presentí que estaba a punto de desfallecer con el orgasmo, acelere el ritmo y alcance a sacarla un instante antes de correrme toda mi leche, chorreo sobre el culo, ella había gozado, tanto que se quedo un rato, explotando, su orgasmo.
Luego paso al baño a higienizarse, y a su regreso, le pedí disculpas, por mis excesos, y mi vulgaridad que nunca me había comportado así con una mujer pero ella desde el primer día me dio vuelta la cabeza, con una sonrisa, se retiro, diciéndome que al final, ella pese a todo, yo tenía razón, en una cosa, ella había gozado como nunca, me dio un beso en la boca y se marcho, me dijo que para los ejercicios contables, volvía otro día, me pidió que estemos en forma privada.-