La sorpresa que me dio mi yerno. ( CON fotos)

Para que no fueran a decir que los trató mal, se me ocurrió ofrecerles algo de beber, mientras charlábamos un rato, al parecer ellos antes de cenar habían ido al cine, y vieron la película Las cincuenta sombras de Grace. Que por lo que les escuché decir, parecía más una película porno, pero con guion. Mi hija como cosa rara, fue bien explicita en cuanto a las escenas, así que a medida que siguió bebiendo, siguió contándome la condenada película. Hasta el punto que yo ya me estaba comenzando a sentir algo incómoda, no por las escenas que mi hija me iba describiendo con lujo de detalles, sino pensando que después de que ellos se marchasen, no tendría con quien bajarme la calentura, ya que desde hace más de diez años que soy viuda. Aunque ocasionalmente salgo, y con quien lo hago se encontraba en su casa con su mujer.

Pero a medida que Ángela continuo bebe que bebe, y contándome detalladamente toda la película. A mí me pareció, que como mi hija había bebido más de la cuenta, por lo que comenzó a sentirse mareada, hasta que de momento se quedó completamente dormida.

Mi yerno Esteban, la llevó a su viejo cuarto, donde aun mantengo su cama. Yo que también me di una que otra copa, pero en esos momentos pensaba que mi yerno aprovecharía, y se acostaría con mi hija en la habitación, pero me sorprendió cuando vi que regresó a la sala. A pedido de Esteban nos volví a servirnos a él y a mí, otro trago por lo que los dos seguimos bebiendo, y charlando. Pero aparte de tomarnos otro trago, mientras que yo no dejaba de pensar en las escenas que me contó mi hija.

A Esteban, lo escuché preguntarme como me sentía. Sin dejar de pensar en la película que mi hija me estaba contando, le respondí que bien aunque algo acalorada, por lo que mi hija me había contado. Esteban sin dejar de mirarme, me dijo que la condenada película lo había dejado sumamente excitado, que de hecho él no quería venir a visitarme, que su intención al salir del cine era regresar a su casa, acostarse con Ángela lo más pronto posible.

Yo comencé también a pensar e imaginarme como sería el acostarme con un chico como Esteban, eso seguramente hizo que sintiera más calor, y excitación, por todo mi cuerpo, y en especial dentro de mi coño, como nunca antes lo había sentido. Fue cuando le pregunté haciéndome la tonta, ¿por qué no aprovechaste, y te quedaste acostado con mi hija en la habitación? La respuesta de mi yerno me dejó peor, de lo que ya yo estaba, ya que Esteban me dijo que así no le gustaba, es decir aprovecharse de que Ángela estuviera dormida, para él no tenía gracia alguna, ya que él prefería escucharla gemir, mover sus caderas, y sentirla cuando él le enterraba su verga una y otra vez, ya fuera por su coño por su boca o por su sabroso culito, pero bien despierta.

Ya que metérselo dormida, para él era poco menos, como si él se hiciera la paja. Yo no podía creer que mi yerno me hubiera dicho eso, yo estaba tan excitada, y deseosa de acostarme con un macho, que cuando Esteban agarrando ese gran bulto que se le formó entre sus piernas me dijo. Mamá Ángela, tú solo me dices que si, y te hago una mujer sumamente feliz.

Razón por la cual, sin pensarlo dos veces, frente a mi yerno Esteban, sin encomendarme a nadie comencé a quitarme toda mi ropa. Quedando completamente desnuda ante él.

Esteban se quedó observándome, al principio mirándome de pies a cabeza, relamiéndose los labios, pero luego sin apartar su mirada de mi coño. Mi yerno acercándoseme a mí, me dijo, mamá Ángela, que así es como me llaman los esposos de mis hijas, mientras se agarraba su miembro por encima de su ropa, me dijo. Que te parece, si aprovechamos que Angelita está bien dormida. Y ambos le damos gusto a la carne.

Yo sin dejar de ver el grueso bulto que se le había formado entre sus piernas, sonriéndome y sintiéndome como toda una puta, le respondí que sí.

Esteban se me acercó un poco más, y abriendo su correa, y el pantalón, colocó su miembro prácticamente frente a mi cara. Y aunque como ya les dije, ocasionalmente tengo compañía, lo cierto es que tras manipular su verga entre mis dedos, no sé por qué lo que me provocó en ese instante fue llevármela a la boca.

Por un rato estuve mama que mama, la verga de mi yerno, mientras que él sin dejar de verme a los ojos, en su rostro se notaba que lo que yo le estaba haciendo con mi boca, verdaderamente lo complacía

A medida que yo seguía mama que mama, Esteban se fue quitando el resto de su ropa, hasta quedar tan desnudo como lo estaba yo misma. Así que cuando me dijo, mamá Ángela, póngase en cuatro sobre el sofá, no lo dudé ni por un instante.

Después de eso, comencé a sentir como su parada y dura verga, iba metiéndose sabrosamente dentro de mi coño, lo que a mí me produjo un tremendo morboso placer, quizás por ser el marido de mi propia hija, que me lo estuviera metiendo, o por el mucho tiempo que no disfrutaba de algo como eso.

Por un largo y buen rato Esteban me estuvo clavando su verga de manera deliciosa, mientras que yo movía mis caderas, como una loca. Gimiendo profundamente por el placer que sentía. En varias ocasiones hasta cambiamos de posición, y en un descuido mío, Esteban también me lo ha enterrado por el culo, divinamente. Yo estaba de lo más inspirada, completamente desnuda, dejando que mi yerno, me clavase su sabrosa verga, al mismo tiempo con una de sus manos apretaba mi coño una y otra vez, haciéndome gemir de placer, en el sofá de la sala.

Cuando de golpe y porrazo que apareció mi hija Angelita. Yo la verdad es que me quedé paralizada, sin saber que decirle, ni como actuar, ya que justo cuando ella apareció, yo disfrutaba de un intenso orgasmo que su marido me estaba provocado, restregando mi coño con todas mis fuerzas contra su verga, queriéndola sentir más y más dentro de mí.

Mi hija se nos quedó viendo, de una manera que al principio francamente me asustó, yo sentía que me moría de vergüenza, aunque sin dejar de mover mis caderas. Cuando de momento, y sonriendo Angelita me dijo. Feliz cumpleaños Mami, espero que todo lo que Esteban te haya hecho, haya sido de tu agrado. Después me enteré que entre los dos habían preparado esa sorpresa para mí, por mi cumpleaños, que hacía mucho tiempo que nadie me lo celebraba...