La sra Transito a quien la llamabamos Toti

La toti

Soy hijo de uno de los inquilinos del fundo. Vuelvo después de 6 un años luego de estudiar mis enseñanzas medias en la capital ingresando a la escuela de medicina por mis buenas calificaciones y test, todos me felicitan por mis logros a los 17 años. Me invita a su casa la dueña de casa y señora del patrón quien personalmente desea felicitarme, la señora Transito a quien llamábamos Toti esta dama, hoy de 34 años en verdad fue la que me ayudó enviándome a la capital en mi enseñanza media y colaboro con el dinero para mi viaje inicial. Hoy ella es la dueña del fundo al casarse hace nueve años con don Fermín uniendo las propiedades de su padre y la de este. La conozco desde que tenía diez años y ella 27 años. Antes era ella la que regresaba, ahora quien regresaba era yo y ella me invitaba a su casa un honor según mis padres.

Sabía que el patrón no era muy fiel a su esposa y continuamente tenían sus discusiones por ser este muy desleal indigno de una mujer como ella. Tenían dos hijos 8 y cinco años, el mayor tan engreído como su padre decían los vecinos el otro menos petulante a sus cinco años.

Al ingresar a la casa observo a una mujer madura, no la jovencita inquieta que corría por los campos, me observa diciéndome, buenos logros traes, provechosos tus estudios y espero verte convertido en médico antes de morir, no piense en la muerte digo, es una mujer joven y de una inquebrantable belleza, anda además adulador me dice, has de saber que la vida me tiene marcada y soy mas vieja que joven…, que va una mujer como uds. quisiera de novia, con ese cuerpo y ese talle me creería un hombre con suerte, ja me dice dile eso a mi marido un opresor caudillo no me mira ni por que es domingo.

Me acerco a ella y le digo cuando estaba en la capital cuando recién llegue y me decían búscate una novia yo miraba y no veía ninguna mujer como eres tu de hermosa para acecharla como mi novia, y hasta hoy no tengo novia. La abrazo y ella me deja tomarla de sus hombros mientras la miro, oye me dice si te ven así irán con el cuento a mi marido y tu pierdes…, apoyándome su cabeza en mi pecho… luego se retira tomamos una taza de café mientras conversamos y ella permanentemente subía una pierna sobre la otra mostrándome sus delicadas piernas hasta su liguero, me tenía ardiente al admirarlas. Ella lo notaba y con mayor pasión cambiaba de posición sus piernas hasta lograr calentarme y no sabía como ocultar este pene que se había excitado. Finalizado el café ella me pide que la acompañe. Pasamos a un cómodo sofá, antes de sentarnos en este ella me dice parece que te excita el verme mis piernas, contesto no solo de verte las piernas sino de verte contra la ventana y como no llevas nada en como verte desnuda. Sorprendida retrocede y cae sobre el sofá, me siento a su lado tomo sus manos y digo eres preciosa y si no te cuidas te haré mía…levantándome…, ella no suelta mis manos al revés me tira de ellas cayendo sobre su cuerpo, ¿como lo harías? Dice…estando sobre su cuerpo mis manos soban sus senos y mi pene se acomoda entre sus piernas , me mira angustiada y me dice…, necesito desquitarme de todas las torpezas de mi marido y de todos sus desprecios…, necesito un macho para descargarme estoy impetuosa y insatisfecha de sexo , pero aquí hay solo hombres rudos e ignorantes que no sabrían tratarme como dama, necesito un macho con cultura, como un chico que ingresara a estudiar medicina y sabrá calmar mis pasiones, arrebatos carnales y ardores anatómicos satisfaciéndome y agradándome como me agradaba este niño cuando me ayudaba a cuidar mi jardín y robaba una de mis flores para regalármela con atrevimiento y carácter. ¿Quieres ser mi vigoroso, bárbaro y apasionado amo de esta hembra impetuosa?

No terminaba de hablar cuando la tenía sin su pechera con su corpiño fuera de sus senos con estos bamboleándose ante mis ojos los cuales atrapo lamiéndolos y sorbiendo sus pezones, ella gemía feliz y sus piernas se alzaban al aire excitada, aprovecho para sacar su braga y admirar esa depilada y ansiosa vagina abriéndose y cerrándose impetuosa solicitando pene para calmarse en su ardientes deseos de ser penetrada. La acomodo sobre el sofá desgarrando el vestido y desnuda ella me abre sus piernas para ser acosada por mi miembro en su vagina gimiendo , sollozando, gritando al ser embutida por mi vigoroso y destacado pene…. Me duele…, despacio… ¡ah…, oh! eso quiero, quiero tu pene, movía con gran desesperación sus caderas en un movimiento diverso, poco a poco la fui ensamblando y obligándola entre sus gemidos y suspiros a mejorar sus jadeos y movimientos de pelvis hasta lograr que sintiera la llegada de sus orgasmos que recibe entusiasmada entre suspiros, ahogos, solicitándome no para, para ¡ah!..., Dios que placer, ahg, tuya, Mm., mi machito como te deseaba y cuando supe que venias dije, ese es mi hombre…, como te esperaba con ansias… sigo con unas rápidas movidas y entierro mi pene lo mas profundo en ella vertiendo mis líquidos seminales en su matriz sacando de ella suspiros y gemidos de alegría al ser inundada con mi leche caliente y ella entrega un nuevo orgasmo mas efusivo que el primero. Abrazada por ella con sus brazos al cuello y sus piernas apresándome por mi cintura nos encuentra su hijo menor y ella sorprendida le dice estamos abrazándonos por que hace tiempo que no nos veíamos , tengo sed dice el chico y ella le dice anda a la cocina allá voy yo, trata de cubrirse con su falda y corpiño, pero su ropa esta destrozada cuando se las saque desesperado, toma una bata de tul y se cubre atendiendo a su bebé…, luego me busca y me reclama sus ropas rotas, digo… es la pasión que sentía por ti y los deseos de satisfacerte. Me mira mueve la cabeza y sonríe. Ahora ándate y como es viernes a la noche tipo diez entra por la puerta trasera, te la dejaré abierta.

Salgo arreglando mis ropas y en mi casa me reciben mis parientes y entre tragos y empanadas celebramos mi llegada y ellos dicen que seré su futuro médico. Se van después de las nueve y media y digo a mis padres que saldré a ver el río y volveré a media noche descansado a dormir.

Tipo diez y media logro entrar en casa de Tránsito a quien decimos desde chica toti, al entrar me regaña por la hora y le explico que mis parientes no se iban nunca…, me perdona y me acurruca al lado de su cuerpo en la cama. Abrazados oprimidos contra el colchón la penetro.



Sintió ella, la sensación más deliciosa del mundo y empezó a gritar como loca, como me arañaba toda la espalda. Empezó a gruñir mientras se la metía, lo estaba haciendo fuerte, estaba en las nubes mientras sentía nuestros cuerpos rebotar encima de la cama. Le quité la camisola de dormir y le empecé a morder los senos, me toma del pelo y me dije "no tan fuerte", no quería marcas en los senos.

Después de 10 minutos creo yo sentí que estaba por de venirse con sus orgasmos, me apresó fuerte con las piernas y me empezó a decir en el oído "no pares, no pares" y no paro aún más hasta empecé a metérsela mas fuerte.
No tengo palabras para explicar la clase de orgasmo que tuvo…

Sentía ella el mundo completo temblar, creo que tuvo la boca completamente abierta como por 5 segundos, casi inerte del placer que la satisfacía. Fue, según ella el mejor orgasmo que tuve en su vida, o simplemente puede ser que hacia meses que no tenia sexo ninguno y quizás año que no sentía a un hombre haciéndome el amor de esa manera tan vehemente

La voltee de rodillas, ella extasiada y satisfecha extendía los brazos y recuerdo hasta sacó el trasero para provocarme mas, hubiese podido hacer lo que quisiera con ella en esos momentos estaba totalmente desarmada en su placer carnal satisfecho.

Me di el gusto con ella en esa posición de perrito, ella solo me movía el trasero en círculos mientras la poseía, lo que mas deseaba en ese momento era satisfacerme. Cuando ya estaba a punto de venirme la tomo por las caderas y empezó a metérmela fuerte y profunda. Empezó a gritar, era una combinación de dolor y placer, algo delicioso, como gritaba y nuevamente se vino, estoy seguro que sus gritos se escucharon hasta afuera en la parcela mientras llenaba su matriz de mis fluidos saliendo de mi pene a borbotones.

Toti cae abatida ante la satisfacción de haber sido insertada con energía y su placer fue extraordinario en el apareamiento, solo me dice… cuando vendrás nuevamente… te estaré esperando.