La entrada de mi pene en su sexo hasta el fondo, la hacia sentirse mujer en mis brazos…. me daba un placer muy grande al sentir como cobijaba mi miembro, igual ver ese rostro demacrado por la pasión, gimiendo de placer al satisfacerse me alborozaba.
Relato
La tía de Matías.
Matías es mi compañero de juego, es un año mayor tiene 17 años, pero es mas infantil, como será de inmaduro que peleó con Inés su novia por que esta quería que la besase en el cuello y brazos no solo en la boca, tonto necio.
Teresa la tía de Matías de 23 años casada con un hijo de dos años, me pregunto si sabia por que habían peleado Matías e Inés, por lo necio que es tu sobrino conteste, como es eso me aclaro, bueno le dije, el estúpido de Matías se enfado con ella por que esta le pedía que la besara en el resto de su cuerpo, cuello, brazos, piernas, él no quería solo le gustaba besarla en los labios, pelearon hay que ser necio, cuando a toda mujer lo que mas le gusta que la acaricien y la besen por todo su cuerpo y así excitarse, a su vez se excita también el hombre y ambos entran en un estado de erotismo que calmaran con posesión del uno sobre el otro.
Que sabes tú de eso me dice, eres un niño…, cuidado le contesto cuidado que puede uno dar la vuelta y convertir este niño en un lobo. Me mira medio sonriendo medio en serio, veamos si eres capaz de demostrármelo dice, al tiempo que tira de mí hacia su dormitorio.
Bien, empieza como tu dices a besar que excitas a las mujeres, me abrazó y besó mi mejilla, reacciono mi cuerpo y con un estremecimiento en mi piel me abracé a ella y comencé a besarla en el cuello la recosté en la cama, manoseaba sus enormes y deliciosos pechos. Después se quitó la blusa y luego el sostén, dejándome ver sus pechos, unos deliciosos melones que unos por uno fueron míos junto a sus pezones hundí mi boca en sus pechos, los besé, los acaricié, succioné sus pezones, los tuvo entre sus labios los lamía con mi lengua la tía no paraba de gemir me acariciaba mi cabello mientras la hacia sentir una súper mujer en mis brazos, baje por sus brazos estos estaban sobre sus piernas continué con ellas, besándolas hasta llegar a sus glúteos cuando me acercaba a su entrepiernas esta tirita de emoción y aprovecho de recorrer con mis manos sus piernas, con una de ellas alcanzo su vagina sobre su calzón, lo quito. Teresa reacciona. Me quitó mi pantalón, luego mi camisa y terminó sacándome mis calzoncillos, me tiro sobre la cama y me empezó a lamer y a meterse mi pene en su boca, lo hacía tan delicioso, con tantas ganas que casi suelto mi leche en su boca mi pene era totalmente suyo. Luego ella se cambio de lugar. Teresa me empezó a montar, como estaba muy húmeda en su vagina esta se dilato y permite la entrada de mi pene en su sexo hasta el fondo, la hacia sentirse mujer en mis brazos…. me daba un placer muy grande al sentir como cobijaba mi miembro, igual ver ese rostro demacrado por la pasión, gimiendo de placer al satisfacerse me alborozaba.
Después de un rato, se bajó y nos volvimos a cambiar pues se había cansada, por lo que me pidió que la penetrara en la posición de perrito, viendo su hermoso culo, empecé a penetrarla con más fuerza, lo cual provocó que Teresa, gritará con muchas ganas. Era maravilloso tenerlo dentro de su vagina, un placer inigualable cuando mi pene recorría su canal vaginal entrando y saliendo, la pasión y el deseo se apoderaron de mi gozaba y gemía constantemente mientras ella me alentaba entre quejidos, gimoteos y diciéndome: “hazme tuya, hazme tuya” y “me corro, me corroooo”. Le expresaba mis sentimientos con dulces palabras de amor, sentía que mi cuerpo iba a estallar, y estalló una enajenación que se apodera de mi, gemía, gritaba, me sacudían miles de convulsiones, pero sentía que la mujer a la cual estaba satisfaciendo era la mujer más dichosa del mundo mientras le llenaba con mi liquido seminal su útero.
Fue mía terminamos casi al mismo tiempo, sentía como mis siguientes bombeos seguían descargando mi semen dentro de su vagina, vi como estaban escurriendo nuestros fluidos por sus piernas al sacar mi pene de ella.
Descansamos y ella me dice en verdad este niño se me convirtió en un lobo, un lobo semental, ahora tendré que tener cuidado de este lobito. La puse en posición misionero y luego de un rápido mete y saca volvió ella a sentir la calidez de mi semen recorriendo sus entrañas, nuevamente nuestros cuerpos se agitaban unidos en un abrazo y un beso lleno de amor, de dulzura, de placer y pasión llegando ella a un nuevo orgasmo sintiéndose nuevamente una nueva mujer, la tía se sentía una nueva mujer con un nuevo macho, con un nuevo amo que la compartiría con su marido.
Vamos asearnos y luego nos vestimos exige…, la miro y ella me mira…, si me dice ya sé tú eres un semental y no te conformaras con una vez, se que seré tuya otras veces y mi marido tendrá que compartir esta hembra contigo. Ahora a la ducha.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299796 veces
Si te ha gustado La tía de Matias vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar La tía de Matias.
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
superhot
(26 de October de 2011 a las 20:34) dice:
AFORTUNADO EL NIÑO LOBITO Y BIEN POR TI POR DAR PLACER A LOS NIÑOS JOVENES katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:37) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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