Natacha y a Leo que se besan apasionadamente, sus manos recorrían el cuerpo de su tía y las de ella apasionadamente apretaban las carnes del semental. Ahora Leo no tenía prisas era toda suya es mujer, estaba rendida. Ella tumbada boca arriba, que con la luz tenue que entraba, se la veía hermosísima.
Relato
El muchacho es un insatisfecho semental, cuando llega una de sus tías a casa que viene por un problema médico, hermana de su madre y él esta de vacaciones en casa, no demora mas de una semana y tiene a su tía transformada en una desesperada mujer deseosa de ser una de sus amantes.
La tía conversa con nosotras y se siente culpable de haberse entregado a este chico, la tranquilizamos y la empujamos a que continué siendo su amante…, la tía venía por unas dos semanas y ya se ha quedado un mes, por supuesto cada día en el amanecer es apareada por su sobrino. Siento en las mañanas como este prodigioso y pasmoso muchacho se satisface y satisface a su tía…, a veces miro por la puerta entre abierta y veo a Natacha y a Leo que se besan apasionadamente, sus manos recorrían el cuerpo de su tía y las de ella apasionadamente apretaban las carnes del semental. Ahora Leo no tenía prisas era toda suya es mujer, estaba rendida. Ella tumbada boca arriba, que con la luz tenue que entraba, se la veía hermosísima.
Notaba como su respiración cambiaba de ritmo. Poco a poco fue Leo bajando hasta sus pechos, estaba excitada se notaban sus pechos hinchados al igual que esos maravillosos pezones. Los lamía y los mordisqueaba. Cuando la notaba más acelerada, los dejaba y me iba a su abdomen, la recorría por todas las partes, para volver a sus pezones, se notaba que lo deseaba y mientras hacia todo esto, con mis dedos no paraba de acariciar su clítoris, propiciando una excitación perfecta, que ella me mira y en su mirada me solicitaba poséeme y yo no la hacía caso, la deseaba ardiente, fogosa y excitada hasta trastornarse.
Al cabo de un rato de lamerla y hacerla gozar hasta el cansancio, abrió sus piernas y comenzó lentamente a penetrarla, ella que le pedía que lo hiciera salvajemente que le rompiera su vagina estaba desesperada…
Veía a través de esa rendija como una mujer madura de 28 años, tía del semental se entregaba a sus maniobras eróticas emitiendo quejidos de pasión y entrega, sus suspiros eran entrecortados por la temeridad de sentir a su sobrino introducido en sus entrañas vaginales rompiéndolas y satisfaciéndola en su extraviada, delirante y enardecida entrega olvidando por completo que quien gozaba de las delicias de su hermoso cuerpo, de su entrega desmedida era un chico de apenas 15 años y que este era su sobrino.
Las piernas de la tía bailaban en el aire jubilosamente antes las duras arremetidas del macho, su sobrino, que la colmaba de alegría y pasión quejándose desenfrenadamente, era una transformada mujer en sus brazos, era su esclava satisfecha y entregada a su amo, su sobrino. Lo abrazaba besaba y apoderaba de su pubertad con potencia y deseos, en los brazos de este chico era una radiante mujer apareada.
Venía por unos días y llevaba casi un mes según ella por el tratamiento médico, según nosotras gozando de su sobrino. El tratamiento era que llevando ella casada cinco años y los dos últimos años buscando el embarazo este no llegaba, el medico que la atendía en base a inyecciones la preparaba para ser fecundada, pero quien en esos días la rebalsaba de semen no era su marido, sino su amante Leo su sobrino. Cuando vuelve a casa, veinte días después, ya llevaba en su vientre el sello de sus grandiosas entregas a este semental y en su vientre se movían no uno sino dos embriones fecundados por su exquisito y maravilloso sobrino.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 784594 veces
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learcu
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