Desnúdate, sobrinito, le ordena, ven con tu tía a la cama….No tiene que repetir la orden.
Lo que yo deseo es... poseerte tenerte en tu cuevita gozando a mi
Mm mi niño, yo también lo deseo, pero no puede ser… Soy tu tía.
El pene martilleaba dentro de ella, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura.miembro
Relato
En casa de mi tía Martina fui de vacaciones por una semana, había en esa casa una señora joven unos 28 años yo tengo recién cumplido mis 17 años, quien ayudaba en el aseo y ornato de la casa… era una señora muy amable y al segundo día estaba en un sillón leyendo cuando ella empezó a besarme en mi cuello, mejilla, boca…sin saber que hacer respondí a esos cariños y gusto nos pilla mi tía.
Ella es una mujer de 42 años, toda una belleza tiene unos hermosos senos, su trasero es de primera, su talle bien marcado con lo que conquisto a su ex patrón don Fermín un maduro señor de 60 años casado con ella después que queda viudo con dos hijos de 30 uno y 26 la otra, y con mi tía tiene uno de seis años… están casados desde hace diez años, eso si que ahora don Fermín esta destruido en su salud por una diabetes fuerte que una vez lo tuvo hospitalizado hace dos años… bien mi tía llama la atención a su asesora y a mi me toma de un brazo y me lleva a un salón que está al fondo del patio y me da una de reproches que no sabía como calmarla, en eso se ponen a lagrimear sus ojos , siento lastima por ella y la abrazo colocando su cabeza en mi hombro acaricio su espalda, ella se gira e inconcientemente acaricio sus pechos, que senos, duros, bien formados y se notaba que no tenía corpiño por que sus pezones se endurecieron con mis caricias…, ella me mira y me dice que haces soy tu tía… si le digo eres mi tía, pero estas oprimida y reprimida por recibir caricias que no recibes de tu marido y deseas ardientemente ser tomada en cuenta como mujer embelesada por las caricias de un macho, aunque este sea un adolescente y sea tu sobrino…, sus ojos se clavan en mi rostro y dice… después andas hablando cosas por ahí…, mi padre, respondo me enseño a ser un caballero y los caballeros no tienen recuerdos, ni hablan mal de mujeres que han satisfecho sus favores, aunque sean sensuales amorosos.
Se sonríe, esa sonrisa me autoriza a continuar en mis caricias, beso sus mejillas, su cuello y su nuca ella trata de separarme, pero luego lo piensa y se queda tranquila en
mis brazos, me arrodillo y meto entre sus piernas por debajo de sus vestimentas mi cabeza apartando el calzón hasta su vagina, sentía mis lengüetazas en su vagina, suspiraba y gemía abriendo aún mas sus piernas me estaba autorizando a que la usara como mi mujer, sentía esa lengua recorrer su vagina los escalofríos recorrían su piel, me acomodo tratando de ubicarla sobre el sillón y de penetrarle su vagina, fiel a su esposo al principio me lo impedía, de pronto me mira aparta su cuerpo del mío… luego comienza a desnudarme y cuando me tiene desnudo se desnuda ella, ambos desnudos examinábamos el cuerpo del otro, inmediatamente se acomoda en el sillón como puede y me deja caer uniendo nuestros cóccix, que placer sentir como mi pene entraba en una funda que lo acariciaba, lo acogía me sentía el rey e los machos… ella sentía, por los gestos de su rostro dolor, sentía que le habían roto algo dentro de ella, sollozaba sentía mi pene grande y durísimo penetrando dentro de su cuerpo, me besaba, el macho, en mi cuello y mi cuerpo comenzó a adaptarse, era una sensación extraña dolía , pero ese dolor me daba placer…comenzó ese pene a moverse dentro de mí, ese tremendo pene entraba y salía dentro de mis entrañas, gemíamos calientes el uno del otro, movía mi cintura subiéndola y bajándola mientras el me jalaba de mis muslos. Movía mis caderas en forma escandalosas tratando de acoplarme al ritmo del macho que me poseía…
Chirriaba ese pobre sillón ante los movimientos desesperados de los amantes
Sentí que mi cuerpo tiritaba y entregaba a ese pene unos fluidos para que se moviera mas fácilmente era mi primer orgasmo desde hace mas de dos años y clamaba pidiendo clávamelo soy tuya , clávame…, nuevos impulsos contra mis entrañas y resistía gimiendo y suspirando mientras de mis ojos caían lagrimas de pasión, nuevos escalofríos y no resistí tuve mi segundo orgasmos entre gritos de pasión y de ardiente entrega a mi sobrino violador, sus espasmos fueron desvergonzados, escandalosos, como se meneaba, me asusté, pero ella me dijo ahí mis orgasmos soy tu mujer…
Me abrazaba y besaba yo lo acariciaba su cabellera y mordía con desesperación en su hombro derecho eran los mas maravillosos momentos vividos al ritmo de sus duras penetraciones de pronto se atiesa y descarga en mi matriz litros de semen inundándome mis entrañas al tiempo que nuevos excitantes movimientos de mi pelvis estas entregaban su tercer orgasmo… era feliz y me desmayo satisfecha y repleta de gozo y placer.
Vuelvo en mí mientras este macho me acariciaba y besaba…, lo abrazo y él sabe que soy su mujer por siempre y por cuantas veces el desee.
Quedo abrazada a ella mis testículos pegados a sus nalgas, estaba excitada y rogaba no, no la saques déjala ahí es delicioso,
El placer de haber penetrando a la mujer blanco de todas mis fantasías era lo más grande que le había pasado en mi vida. Era mi tía esa mujer esplendorosa que tanto deseaba ahora era mía. Ella ronroneaba como una gaita de lo a gusto que se sentía entre los brazos de su sobrino, acariciando sus cabellos y besándole sus labios era su nuevo amo y señor de su cuerpo.
Por la tarde cuando mi asesora se retira y antes de que llegue mi familia me visto con un vestido rojo pegado al cuerpo y a medio muslo que yo sabía era el deleite de los hombres mirarme y sin ropa interior, toma a mi sobrino de su mano y lo acompaño a su dormitorio… ahí dejo que el me retire el vestido sus ojos brillaban al verme tan deseada y al sacar mi vestido ve que no llevo ropa interior, me empuja sobre su cama y… Se quedó embelesado mirándola. Acostada, sobre la cama. Totalmente desnuda. Su cabello alborotado sobre la almohada. Sus preciosas tetas sobre su pecho. Su barriguita. Su pubis muy bien mantenido rasurado con una pequeña mata de vellos en su centro.. Ella lo mostraba todo con uno de los muslos recogido.
Desnúdate, sobrinito, le ordena, ven con tu tía a la cama….No tiene que repetir la orden,
Sus ropas volaron por los aires. Y con el pene danzando entre las piernas, se acercó a la cama. Martina se echó hacia un lado para hacerle hueco. En cuanto se acostó, se abrazaron y empezaron a besarse.
Toda la tarde he estado deseándote. No me dejaron ni un momento libre, le dice, ahora tendrás que recompensarme.
Leo, el sobrino llevó una mano a las tetas. Las agarró y acarició. Besaba los labios, la frente, las mejillas, el cuello de su tía. Ella ronroneaba como una gaita de lo a gusto que se sentía entre los brazos de su sobrino.
La mano de Leo bajó lentamente por el suave cuerpo de Martina hasta llegar su vagina. Ella la recibió abriendo las piernas. Y gimió en la boca de Martina la tía, cuando él empezó a acariciarla. . Me sorprendiste esta mañana con tu boca. Qué placer me diste, Leo. Con el pene eres fabuloso.
¿Quieres más?, le dice Leo, ¿Quieres que tu sobrinito te coma otra vez tu vagina? la miró a los ojos. Lo que yo deseo es... poseerte tenerte en tu cuevita gozando a mi, miembro
Mm mi niño, yo también lo deseo, pero no puede ser… Soy tu tía.
No le dice Leo eres mi mujer mi amada, mi deseada hembra, le introduce dos dedos en su vagina y frotó el clítoris con el pulgar. Martina se empezó a contorsionar de placer sobre la cama. Aquellos dedos la estaban llevando a la cumbre del placer. Miraba la cara de súplica de su sobrino. Miraba los preciosos ojos del muchacho. Sus barreras se desmoronaban… tienes condones que tanto placer con tus arrebatos carnales y tantas penetraciones me puedes preñar, le dice.
Leo, metió los dedos más a fondo. Martina cerró los ojos…, está bien...pero...ten cuidado... No te corras dentro de mi. Sácalo antes.
Bajó sus labios y la besó. Maribel abrió las piernas, dispuesta a recibirlo. Él se puso en medio de ellas, se cogió el pene y la acercó a la deliciosa vagina, pasó arriba y abajo su pene, haciendo gemir otra vez a su tía… Martina lo ayudó, cogiendo su pene y dejándola justo en el sitio.
Cuando el dura pene resbaló dentro del cálido vientre, los dos entrecerraron los ojos de placer. Leo se dejó caer hasta que sus pubis chocaron. Bajó sus labios y la besó. Maribel abrió las piernas, dispuesta a recibirlo. Él se puso en medio de ellas, se cogió la polla y la acercó al coño. Las pasó arriba y abajo, haciendo gemir otra vez a su tía.
Ahg que rico se siente tu pene dentro de mí...ahora aparéame…gózame Leo. Hazte hombre dentro de mí.
Empezó a aparearla, lentamente, con intensidad. Su miembro resbalaba por las paredes de la vagina arrancándole gemidos de placer a los dos. Poco a poco, aumentó el ritmo. Sus bocas no se separaban ni un instante.
Aquel joven, supuestamente inexperto, la estaba llevando a un intenso orgasmo. El pene martilleaba dentro de ella, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura.
Que…placer...me voy a correr....me voy a vaciar....gemía Leo
Martina también estaba ya al borde del orgasmo. Y ahora él saldría de ella. Sacaría su pene de su matriz y se correría fuera. Se rebeló. No quería eso. Quería sentirlo dentro. Con sus piernas rodeó su cintura del macho y apretó.
Leo intentó salirse, pero no pudo.
Ahg, sí... lléname con tu leche… córrete dentro de mí... lléname con tu leche....
Leo dejó de luchar. Martina liberó sus caderas y él le clavó la polla hasta el fondo. Se quedó quieto y estalló. Su pene empezó a regarle el fondo de la matriz de su tía, que al sentir los calientes chorros empezar a llenarla, sus orgasmos llegaron y juntos con él, gozó moviendo sus caderas deliciosamente.
Este sobrino venía por una semana Martina pensó debo llamar a los padres, este sobrino, se queda hasta fin de mes saciándome.
Me quede esos veinte y cinco días más. Bajé tres kilos con los ejercicios que me exigía mi tía…, eso si que ella subiría un kilo por mes ya que la deje preñada antes de venirme.