Ubique mi pene en su vulva y esta mojada y ansiosa no opone resistencia resbalando este a su interior, que delicia sentir esa caverna estrecha acoger a mi pene, sentir su calor cuando atrapa mi miembro apretándolo y tirando de él suavemente con sus paredes suaves y ávidas de ser abiertas por el miembro de un macho.
Relato
No se como ocurrió, pero ocurrió. Estábamos en un asado familiar donde todos aportaban con los licores y cosas para comer, en esos mi tía Emiliana se recuerda que no trajo el helado que tenía para el postre y quería ir a buscarlo, me dice Leo llévame en tu auto y volvemos rápido son tres calles apenas…
Tía le digo he tomado como tres copas no puedo manejar y ella me dice yo he tomado cinco copas y estoy aquí parada, vamos si es cerca y no pasara nada… partimos en el camino ella se sienta con las piernas recogidas y al acomodarse en el asiento levanta una pierna y me muestra su entrepiernas donde esta su sexo, la miro sorprendido no llevaba calzones y su pubis quedo a mi vista, una rendija media abierta rosada con unos enmarañados pelos que querían cubrirla para protegerla… llegamos a su casa, entramos.
Vamos a la cocina y ella encuentra unas cervezas en el camino y me da una bebiéndose la otra, llegamos a la cocina mas bebidos y ella parece que copo su capacidad etílica y ríe por cualquier detalle, se agacha a recoger un paño que esta en el suelo perdiendo el equilibrio debido al alcohol que recorre su sangre.
Al ayudarla a pararse encoge sus piernas mostrando nuevamente su pubis medio abierto, no puedo callar y le digo estas sin calzones y se te ve tu vulva, se ríe con los grados de alcohol de mas y me dice si y esta abierta deseosa de un macho por que tu tío comenzó con manoseos y caricias de ella sacándome los calzones y hasta ahí llego, dejando ardiente a la pobre que desea macho, pero tiene que ser un don macho…
Si quieres digo medio borracho aquí tienes uno tía y te contaré que te deseo desde hace tiempo, me encantaría quitarte lo ardiente… me mira sin saber si se enoja o… me toma por la mano llevándome a n dormitorio….en el me dice veamos que tan buen macho eres bebé… estoy anhelante de una buena copula si me la das tienes premio y cobras, pero si no… te acuso que me violaste.
Se recuesta en la cama subiéndose sus vestimentas hasta la cintura y se abre de piernas suspirándome me dice soy toda tuya… no mido consecuencias y me desnudo de mis pantalones y slip ubicándome sobre ella entre sus piernas.
Estábamos solo en su casa, ella mostrándome ese desesperado sexo llamándome soy tuya. Tómame, gózame…
Ubique mi pene en su vulva y esta mojada y ansiosa no opone resistencia resbalando este a su interior, que delicia sentir esa caverna estrecha acoger a mi pene, sentir su calor cuando atrapa mi miembro apretándolo y tirando de él suavemente con sus paredes suaves y ávidas de ser abiertas por el miembro de un macho.
La empotro con desesperación sacándole gemidos afligidos de su boca, tranquilo me dice tenemos toda la noche para nosotros, mientras sisea ardiente al ser empotrada y sus caderas comienzan con una agitación acogiendo a mi pene en su vientre…
Cinco minutos después es una verdadera reyerta ardiente e irresistible en donde cada uno quiere tener lo trascendental de este coito, sacudiendo al otro para que entregue sus esencias en el apareo que nos llevara a una culminación frenética, enardecida y jubilosa la cama crujía con nuestros desesperados movimientos de sentirse uno amo del otro, la tía siseaba, maldecía, gemía, sollozaba en el pináculo de sus orgasmos sin querer entregarlos y gritaba de pasión al sentir ese garrote que machacaba sus entrañas cada salida era suspirada por ella y cuando entraba hasta el fondo de su útero con perfidia gemía de dolor y pasión en su entrega, diez minutos arrellanándole su sexo y al fin entrega sus orgasmos con unos aullidos de arrebato en su entrega a este nuevo macho desde ahora también junto a su marido dueño de su cuerpo, de sus atributos inundando su matriz y mojando al pene que tan placenteramente saciaba sus excitables vehemencia carnales, abrazaba con desesperación al macho esperando de este su semen para que bañara sus entrañas y llegar ambos a un extraordinaria y sacudida entrega. En eso siente los chorros de espermas regadas en su vientre bañando su matriz por parte del macho y ella se entrega a este delicioso acto del placer que su marido por edad 55 años y enfermedad diabetes no podía culminar. Pero ahora había encontrado el sustituto… a mí… su sobrino joven recién cumplido sus 19 años, 20 años menor que ella y se notó en este placentero coito, deseaba más y ella haría lo posible por obtener mas.
Se desmonto de mí comenzando a acariciar y lamer mi pene, luego lo chupa y manosea deseaba verlo crecer nuevamente, con paciencia quince minutos después lo ve vibrar y alzarse estirándose tan ágil apuntando el cielo… ella feliz se encarama sobre este pene y lo cobija en sus pliegues vaginales sintiendo como estos la atomizan nuevamente al ir abriendo su sagrada gruta del placer, reclama, corcovea gustosa al sentirse nuevamente empalada por ese garrote que perfora sus sexo… este está crispado por la profanación anterior, pero ella quiere más y es feliz de acogerlo en su vagina nuevamente moviéndose como una puta tratando de obtener las espermas del miembro que tan sabrosamente tiene encajado entre sus piernas las que agita excitada por el apareamiento.
Nueva lucha y nuevamente la cama matrimonial casi se desarma con las repetidas penetraciones de su sobrino sobre su delgado cuerpo, pero es feliz esta siendo saciada como años que no lo era. Tenía un nuevo macho dueño de su cuerpo que la zarandeaba como a ella le encantaba hasta sacarle con gritos y gemidos sus orgasmos mientras la bañaba con sus fluidos testiculares.
Descansan y ella se acuerda del asado y duchándose rápidamente regresan a este con los helados, aunque ella ya se había deleitado con otro postre.
La cita del asado dura hasta el amanecer tipo 6:00 horas solicita a su sobrino Leo ayuda para llevarse su marido borracho y durmiendo su borrachera a casa. Yo hablaré con tu madre que me ayudaras a llevar al borracho de su hermano y que te quedaras a dormir en mi casa hasta más tarde que volverás a tu casa.
Llegamos a su casa entramos al inerte marido lo dejamos en una cama de un dormitorio y nosotros nos trasladamos al dormitorio matrimonial donde ambos desesperada y ansiosamente nos quitamos la ropa y excitados nos recuestamos en esa cama que volverá a rechinar al estar la hembra en plena dicha de ser penetrada con tesón, empeño y placer, durante media hora cruje la cama antes de que la tía Emiliana grite y gima de satisfacción al sentirse regada por los espermios de su sobrino Leo.
Pasan dos meses y Leo visita casi todos los días viernes y sábado por la tarde hasta anochecer a su tía quien esta sola en la casa por que el tío debe atender su negocio de pizzería hasta altas horas de la noche volviendo agotado a casa, en donde reposa también agotada de tanto ser depositaría del semen de su nuevo macho en su vagina una esposa feliz saciada y empachada de sexo entregado por su sobrino Leo en sus entrañas.