La vecina

Después de casi tres años sin tomar unas largas vacaciones logro unas con los tiempos acumulados debería tener casi dos meses, pero la empresa no puede tenerme tanto tiempo alejado por lo que me paga la mitad en dinero, la otra mitad es decir un mes me permite ausentarme de mis obligaciones, aunque debo estar para cualquier emergencia a su disposición.

Vengo a la capital mi primera semana al lado de mis padres, los dos primeros días soy un regalón que casi no sale de casa regaloneando y durmiendo… al tercer día mi madre orgullosa me presenta a una vecina, una mujer bastante delgada no muy agraciada de cara y su cuerpo a pesar de ser delgado tiene sus encantos. Esta mujer es madre de una chica de dos años y su marido trabaja como mecánico en una empresa de camiones. Tiene 30 años pocos estudios, pero sabe conversar, eso si es muy tímida y teme de su marido por lo celoso de este.

Al tercer día salgo a dar una vuelta al centro y me encuentro con la vecinita que se había escapado de casa a unas compras, era un gran logro por que la suegra la vigilaba más que su marido, la invito a una copa de helado por el calor y ella temerosa y sonriente me dice que debe volver a casa por que la suegra va a salir a la iglesia donde estará parte de la tarde tomamos el helado y volvemos en taxi a casa para que la suegra no sospeche por su tardanza, en este taxi aprovecho de importunarla tomando sus manos, abrazándola y ella muy nerviosa me separa de su cuerpo diciéndome si mi marido me ve me mata, sigo asediándola durante el viaje ella sonríe incomoda, pero ya no me rechaza y me permite sobar sus piernas por sobre un vestido largo de falda y que a ella no la favorece para demostrar las pocas curvas que posee. Al bajarse se enreda el vestido en el asiento al ayudarla debo levantar este vestido viéndole sus calzones, maliciosamente al sacar mi mano rozo esta prenda, se estremece ella al sentir el roce de mi mano sobre su sexo y nada dice, bajándose rápidamente y sale a su casa.

A media tarde estoy en la puerta esperando ver a mi vecina para fastidiarla ya que me causa asombro su actuar temeroso, sale acompañada de una dama mayor unos 50 años, saludo muy gratamente con un buenas tardes y pregunto ¿tu madre?, no me responde mi suegra…, señora le digo permítame saludar a tan agraciada dama y beso su mano, la suegra casi se desmaya, soy hijo de su vecina le digo, ella me dice conocía a otro hijo, si respondo mi hermano, es que trabajo por el sur en una central eléctrica le digo, en la cual como ingeniero tengo a cargo y no puedo moverme por responsabilidades de trabajo…, ingeniero me dice que buen título, pero te voy a dejar por que estoy atrasada y me esperan en la iglesia , que lastima digo me habría gustado conversar mas con tan distinguida dama, ella me sonríe y me dice converse con Felisa mi yerna y parte la vemos irse y tomar el bus encaminándose a su iglesia, converso con Felisa quien esta incomoda, y tu hija pregunto duerme me responde, mirando hacia un dormitorio al hacerlo entra en su casa y la sigo, oye me dice si te ven aquí me matan, tu suegra me autorizó a conversar contigo le digo y ella se muerde su labio inferior nerviosa, se incomoda con mi presencia, te pongo nerviosa le digo, ella me responde con la cabeza que si…, la tomo de sus hombros y ella me mira agitada, su respiración es acelerada, la abrazo y ella se deja abrazar, la encanto con caricias y ella trata de apartarse, diciéndome ningún hombre me a acariciado nunca, y tu marido digo, ese es un bruto si me necesita me lleva a la cama me usa y listo, pero jamás una caricia, la apreso contra mi cuerpo y cuando levanta su cabeza para protestar beso sus labios casi se desmaya, tengo que afirmarla, no lo hagas me dice o no se que va a pasar conmigo, esta mujer un par de años mayor que mi es una excitable y cedida vecina, no sabe que hacer entre mis brazos…, la acomodo en el diván de su sala de estar y comienzo a recorrer su cuerpo con mis labios besándola, estalla en una bufido de pasión excitada entregándose a mis caricias con ambiciones, sin preocuparme mas la despojo de sus calzones al acariciar su trasero y manosee su sexo esta aúlla desesperada, mi pene esta en tieso y me duele por deseos de poseerla, me acomodo sobre ella y la penetro con mi miembro en su vagina, se agita y clama me duele es muy grueso me lastimas.. Luego se relaja y me permite ingresar mi pene hasta el fondo de su matriz… expele un suspiro de entrega apasionada, siento que la estoy abriendo, siento como se abre esa apretada vagina recibiendo mi miembro y ella clava sus dedos en mi espalda al ser penetrada dilatando su vagina hasta casi partirse, luego acompaña mis movimientos de entrada y salida de su canal con unos deliciosos movimientos de su pelvis en verdad es una hermosura como menea su cuerpo complaciendo al macho que la posee, es una tremenda hembra en el unión carnal, es una mujer apetitosa en el apareamiento.

Un día mi madre me dice tan flaca la vecina es hasta enfermiza… yo solo pienso si madre, eso piensas tú lo que desees, yo se que en la cama esa hembra es una deliciosa golosina. Se entregaba con todo, acaricia y apoya los movimientos de su amante sobre su cuerpo con ondulados y tortuosos movimientos que desesperan a su amante el cual la embute y deteriora su vientre con ansias y desesperación que terminaban en una impetuosa y desatinada unión. Felisa grita y se queja de las maniobras amorosas con este semental en su cuerpo, pero estos la entusiasman a seguir en su deseosa dependencia con su amante y en verdad era feliz con su pene en su vagina , sería su semental por algunos días la descalabraría en la cama eso a ella le encantaba, era feliz entregándose a un macho, le gustaba ser tratada duramente por un fiero macho. Yo la
complacía.