Este no tiene consideración con su cuerpo,acaricio sus piernas y los dedos encajan en su vagina, primero uno luego son tres, beso bajando por su vientre hasta llegar a ella, esa bien cuidada vagina con sus pelos bien recortados introduzco mi lengua y...
Relato
Cuenta Teresa la conversación privada que tuvo con su vecina, quien le abre su corazón y su mente al hablarle de cosas íntimas.
Su vecina Alina una mujer de casi 30 años esposa de un minero que la visita diez días al mes y luego la deja sola y madre de un chico de siete años compañero de mi hijo, un día desesperada conversando conmigo me dice lo que sufre al ser una viuda casi veinte días y a veces mas días por parte de su marido que no la visita por el trabajo,…, estoy desesperada le dice, llevo casi dos meses que por el trabajo mi marido no viene, estoy de desesperada e irritada por un buen enlace conyugal, soy una viciosa del enlace marital estoy desesperada, necesito macho si hasta los hombres que recogen el aseo me parecen interesantes de lo caliente que estoy por un apareamiento..., tengo el remedio le digo, pero esto debe ser un secreto entre las dos y debes jurármelo…, nada de vibradores me dice no me ayudan…, no le digo este vibrador es de carne y hueso…, júramelo y soluciono tu problema.
Me mira desconfiada y me dice confiaré en ti…, luego me lo jura por su madre y se deja arrastrar por mi al dormitorio, aviso a Leo que debe venir en diez minutos y preparo a Alina desvistiéndola y acariciándola mientras vemos una película erótica, Alina estaba apretada y retorcida de apasionadas ganas de ser penetrada… llega Leo es tuya le digo y los dejo en mi dormitorio… no pasan quince minutos y Alina gritaba y se quejaba gozosa de las penetraciones de mi macho, este no tiene consideración con su cuerpo, la acomodo sobre la cama ubicándose sobre ella, beso sus senos, acaricio sus piernas y los dedos encajan en su vagina, primero uno luego son tres, beso bajando por su vientre hasta llegar a ella, esa bien cuidada vagina con sus pelos bien recortados introduzco mi lengua y juego con su clítoris… déjame soy de otro hombre susurra, no me detengo entre sus piernas ella siente mi duro, tieso, extendido pene punzándola lo toma entre sus manos me lo acaricia diciéndome tendrás que tener cuidado al metérmelo es demasiado grande… gime cuando este agitado y desesperado pene quiere penetrarla abriéndole hasta casi partirla de su vagina, siente como este pene escarba cuando entra en la matriz, suspira angustiada con la penetración de este órgano. Luego cuando lo siente dentro de ella es Alina quien ejecuta las maniobras del encuentro sexual, se movía y succionaba el pene que escarbaba en su matriz ella se movía y agitaba al placer de ese pene que la satisfacía a pleno gozo, media hora estuvo ella danzándole a ese miembro y deleitando con ese pene en su vientre mientras recibía las duras puntadas de ese miembro en su útero, ella se descargo por dos veces de sus orgasmos antes de resignar a rendirse ante este joven semental entregándose al apareo de una cópula que la favorece con una regada de semen tibio mas parecía una manguera vaciándole su esperma en sus entrañas, pero como se había satisfecho con este joven semental. Ahora este tendría dos mujeres a su disposición y ella satisfacería a dos machos con los deleites de su cuerpo.
Este sería mi último año después a la práctica, estas mujeres este año me estrujaran a su placer.
Llevo diez días compartiendo con ambas mujeres Teresa como está preñada poco busca sexo, pero Alina es una afrodisíaca del sexo, casi una ninfomana…, se entero que este año los martes por la mañana no tengo clases y entonces me lleva a su cama el lunes al anochecer cuando su hijo duerme, nos acompañamos toda la noche dormimos poco, pero a lo menos dos veces esa noche la apareo y gozamos a satisfacción nuestras relaciones maritales de pasión carnales, al amanecer lleva su hijo al colegio y a la vuelta llega desesperada a cohabitar conmigo en su cama matrimonial para descargar sus apremios íntimos de los frenesíes amatorios. Como nos satisfacemos ella gime, palpita y llorisquea desesperada entregándome sus orgasmos cada vez más enardecidos y jubilosos. Esta hembra es una mujer especial solo desea ser saciada mínimo dos veces por semana y esa noche del lunes para el martes ella culmina su entrega apasionada descargándose de sus arranques corporales que su cuerpo reclama.
Hoy nace mi nueva hija con Teresa y Alna lo celebra cohabitando conmigo esa noche que noche, Alina gime y se retuerce, déjame…, mis manos sacan su calzón y mis labios besan su vulva, metiéndose en ella mi lengua acariciándole su clítoris, como se agita y suspira llorisqueando esta hembra…, los calzones llegan al suelo arremango sus amplios vestidos acariciando en las alturas su trasero, es duro y enardecido bajo mis pantalones descubro mi pene la bajo de la silla, me siento en ella tirando de ella, la siento con sus piernas abiertas encima de mi cuerpo, y siento como ella suavemente comienza a devorarse mi pene en su vagina, sube y baja, cada bajada mas adentro hasta que lo engulle totalmente en su entrañas, ahí locamente se menea y sacude extasiada sus caderas exquisitamente, se olvida de su hijo y comienza el enlace de aparearse en una deliciosa aprobación la cual la lleva a entregarse en una rendición total llena de gemidos, suspiros, llantos y gritos, como me abraza con desesperación y satisfacción estábamos tan desesperados que pronto nos regodeamos con nuestra mutua entrega de los fluidos en su vagina, gimiendo ella al sentirse bañada por los fluidos de este joven macho y ella entregando sus orgasmos a tan fascinante, encantador y maravilloso macho.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces