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La vecina de mi madre Dolores

Relato enviado por : learcu el 18/07/2015. Lecturas: 7141

etiquetas relato La vecina de mi madre  Dolores   Vecinas .
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Resumen
Al entrar a la casa de la vecina esta salía de la ducha solo cubierta por su bata y una toalla en su mano. Me agradece el pan y va a su dormitorio a buscar dinero la sigo y miro su recamara, un sencillo dormitorio matrimonial con una cama ancha un poco antigua, con un espejo a los pies de esta con una gran luna que reflejaba toda la pieza, bonito espejo digo, y ella tratando de hacerse la graciosa se menea delante de este batiendo su bata esta se abre mostrándome a una mujer desnuda debajo de ella, trata de cubrirse, pero es tarde mis manos ya se han adueñado de sus caderas y un seno…,


Relato
Recibido mi título en Estados Unidos en donde me gradué como Ingeniero Eléctrico en Maquinarias Industriales y Mineras después de años de sacrificio y estudios, los sacrificios míos y de mis padres que como podían me apoyaban.

Trabajo en las minerías de una empresa Mountain Cuprum en la zona de Alaska. Gano buen sueldo en monedas locales unos 3.000.000 de pesos más aguinaldos, tasas de peligro y seguros de aislamiento total casi los 8.000.000 al mes y sin gasto por que la alimentación, habitación y gastos médicos corren por la empresa ella proporciona todo para el bienestar de sus empleados. Y como en esas tierras lejanas no hay donde ir a divertirse se ahorra y ahorra.

La casa donde viven mis padres se la habían pedido por que la dueña murió y los hijos la vendían, querían 30 millones oferte 28 y aceptaron con los dos de ahorro las reparaciones que necesita y compre un automóvil nuevo para trasladarme después se lo paso a mi hermano por que el de él esta muy viejo, vasija nueva, arreglo de un anexo en un extremo al lado del garaje y otros detalles 45.000.000 gastados, traía 47 me sobraron dos millones que gastaré en divertirme, pasear y otros unos menesteres en estos dos meses que estaré de vacaciones.

Vecina a casa de mis padres, una de las amigas de mamá, una mujer de 35 años de nombre Dolores casada dos hijos de 12 años una y de 8 el niño, miraba con envidia las inversiones y arreglos y con mayor envidia me miraba por que a mi edad ganaba ese capital como para distraerlo sin preocuparme de los dineros que invertía, un día salgo por las mañanas a trotar y ella está despidiendo a su marido y niños al trabajo uno, al colegio otros, me mira y me dice si pasa por una panadería me compra unos panes, de vuelta le trigo diez a ella y diez a casa, dejo los de casa y salgo nuevamente a entregarle los suyos mi madre ni sospechaba donde iba, al entrar a la casa de la vecina esta salía de la ducha solo cubierta por su bata y una toalla en su mano. Me agradece el pan y va a su dormitorio a buscar dinero la sigo y miro su recamara, un sencillo dormitorio matrimonial con una cama ancha un poco antigua, con un espejo a los pies de esta con una gran luna que reflejaba toda la pieza, bonito espejo digo, y ella tratando de hacerse la graciosa se menea delante de este batiendo su bata esta se abre mostrándome a una mujer desnuda debajo de ella, trata de cubrirse, pero es tarde mis manos ya se han adueñado de sus caderas y un seno…, me mira pinchada por la curiosidad de que pasará…, la atraco hacia mi cuerpo…, me dice soy mujer casada, déjame…, pero no trata de escapar de mis brazos, manoseo su seno y comienzo a recorrerlo con mis labios besándolo y succionando su pezón, este se entiesa al cariño, vuelve a decirme déjame… ahora trata de alejarse, pero la beso en su cuello y la recorro con besos en su nuca, noto como se endurece y trastorna, suspira entre cortada su respiración… susurro en su oído… parece que tu marido no te ha saciado de tus argucias sensuales amatorios, hace una semana que no me ocupa susurra.., mientras mi mano derecha frota suavemente su vientre, se agita y asustada me dice soy casada…, no te estoy pidiendo que te separes le digo, solo digo que no te han saciado y una hembra tan deliciosa y hermosa como tú, debería estar siempre bien complacida o el marido corre el peligro de ser un cornudo…, y la beso en su boca, y me responde entre agitada respiración, eres muy joven para mí dice, la callo diciéndole eso lo veremos y la recuesto en la cama matrimonial aun tibia por haber dormido en ella con su marido, su bata abierta me entrega su delicioso cuerpo, delgado, pero no flaco con sus amplias caderas y sus dos meloncitos por senos, bajo mi pantalones de mi salida de cancha y bajo mis calzoncillos aparece desesperado erguido duro, firme y apuntando al cielo mi grueso pene, ella lo mira y lo tantea con sus dedos, diciéndome ¿eso me quieres embestir?, me destrozara es mas grande y grueso que el de mi marido, no la dejo seguir y trato de empalarla con mi miembro, no estaba preparada aun su vagina tuve que bajarme introducir mi lengua en ella buscando su clítoris , lo encuentro y este sale al encuentro de mi lengua…, como se menea de cintura al contacto y resuella angustiada sabiendo que será acoplada en un apareamiento carnal por otro hombre que no es su marido en la cama que ella duerme con este.

Dos minutos después siente como esa masa de carne esta penetrándola y comienza a abrirle sus carnes vaginales al ir hurgando en ella para iniciar el coito que ambos pretenden, comienzo mi entra y saca de mi pene al tiempo que ella comienza un delicioso y delicado meneo de sus cintura…, saco mi pene casi hasta extraerlo completamente y vuelvo a penetrarla con fuertes gemidos de su parte, gemidos de dolor y pasión, su cadera es balanceada por la pasión del coito y se menea apetitosa al tiempo que recibe en su vientre mi miembro buscando su matriz, por lo menos quince minutos estamos en trabajo de placer antes de que ella suspire angustiada y su respiración acelerándose me dice entre gemidos…, voy hacer tuya …, mis orgasmos…, seré tu mujer…, ¡ah…oh soy tu hembra!, toma, toma mis elixir de pasión… soy tu hembra gózame…, al tiempo que acelera sus movimientos de cadera y luego suspira con un ¡ah, tuya…oh…soy tu hembra…, eres mi amante. Sintiendo como moja mi pene en su matriz por sus emisiones de pasión en su entrega…, esto me excita y pronto riego sus entrañas con chorros de mi esperma tibia que la enloquece hasta casi desmontarme con sus movimientos de placer al ser colmada y satisfecha por un poderoso pene que la baña con su semen tibio en su matriz.

Dolores con su entrega gana un potente amante, ya que como oso en primavera despierto hambriento de sexo y ella que esta mal disfrutada se activa al verme excitado, acompañándome diariamente en mis exigencias de sexo entregándose con gran placer los días hábiles de la semana al regocijo de ser penetrada . Solo me pide que la respete los fines de semana por estar su familia en casa, pero eso ella lo repara los lunes, ese día ella es seducida a lo menos dos veces por la mañana y a veces hasta tres con una visita de mi parte por la tarde, descubre que este semental está ardiente impetuoso de sentirla siendo su mujer y ella debe calmar esas ardientes pasiones que el macho solicita de ella, es feliz por que se siente exaltada y solicitada como hembra, recordándole sus tiempos de estudiantes cuando los fines de semanas viernes, sábados y domingo se escapaba con los primos y amigos de estos, junto a otras muchachas, para cohabitar en sus paseos y jolgorios de placeres y múltiples penetraciones de los machos.

Al casarse y abandonar la ciudad para venir a la capital, cambio sus costumbres de vida, siendo una particular mujer casada fiel, poco saciada por su marido, hasta que aparece este semental que la ha derrumbado su falsa lealtad al estimularla y enardecerla proporcionándole y reclamándole sexo hasta que ambos se desplomaban maravillados de las posiciones voluptuosas carnales que realizaban en el lecho conyugal de ella.

Treinta y cinco días de visita a sus padres estuvo el macho que la penetraba, a lo menos treinta días ella compartió sexo con este en no menos de unas cuarentas violentas sesiones de sexo, como la apareaba si cada momento parecía que se acababa el mundo, en sus días de menstruación que duraban cuatro días tuvo que hacerse un profundo aseo por que el macho igual se unió en potentes penetraciones con ella. Ocupándola cuando no podía su vagina el oscuro pasaje anal, en donde sus intestinos se llenaban de tibia leche y ella berreaba de dolor las primeras punzantes penetraciones para luego gozar de la leche vaciada en ellos. Como arañaba las sabanas cuando este macho la hacia su mujer por su ano, le dolía para luego sentir ese placer de las caricias del semental en sus senos, acariciándolos, su cuerpo siendo besado en su cuello y sentir sus resuellos en su nuca, la excitaba, la acaloraba hasta sentir su corazón escaparse por los latidos al comprobar que ella estaba en la cúspide de sus deseos eróticos, hasta sentir como sus entrañas digestivas se llenaban con esa tibia leche prodigada por el macho que la ocupaba como su mujer. Sus días de fertilidad ni se acordó, igual se entrego con ardiente pasión a su excitado y potente semental que la meneaba agitándola exquisitamente ardiente en su lecho. Fueron días de extraordinario complacencia y deleite. Todas las mañanas siendo explorada, manoseada y saciada por este extraordinario semental

Hoy el semental ha vuelto a sus labores por allá en Alaska, pero ella esperara con ardiente paciencia la vuelta de su amante semental para que la refriegue contra la cama que comparte con su marido. Han pasado casi dos meses y en una visita al médico del consultorio este la sorprende con la noticia de que está embarazada. Piensa en el causante y sabe que fue su semental, su ardiente amante que la penetraba tan divinamente en ese mes de placer y felicidad. De vuelta a casa reta a su marido por que nuevamente la preñó y este sin pensarlo asume su paternidad sin saber que su esposa a jugado con sus sentimientos y ha engendrado en su vientre un hijo con otro hombre y el se hará cargo.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:08) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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