La vecinita

Hola a todos, es la primera vez que escribo un relato de este tipo y quería empezar describiendo me un poco. Soy un chico de Granada de 25 años que no tiene pareja, de un metro y setenta y cinco centímetros de altura y 72 Kg. de peso, tengo el cuerpo bien formado debido a que me gusta ir al gimnasio y mantenerme en forma y la verdad es que siempre he tenido bastante éxito entre las chicas.

En este relato no pondré ni mi propio nombre ni el de otras personas nombradas para reservar su identidad.

Yo vivo en un céntrico piso de Granada con un compañero que trabaja en el mismo restaurante que yo y de vecinos de puerta tenemos a un matrimonio de unos 50 años pero que les gusta bastante el ambiente festivo y el salir por las noches lo cual en los primeros días en la ciudad nos vino muy bien por que salíamos con ellos y nos enseñaron la ciudad.

Pero eso ya es tiempo pasado y ahora mismo ese matrimonio se ha separado y el marido se marcho para la provincia de Málaga, y la mujer sigue siendo vecina nuestra.

Desde ese momento la señora empezó ha tener mas confianza con nosotros asta tal punto que un fin de semana mi compañero de piso se marcho para su pueblo y me quede yo solo en el piso, y según subía de hacer la compra por la mañana me encontré a mi vecina y subió conmigo en el ascensor e iniciamos una conversación:

Así que este fin de semana te has quedado solo – me dijo la vecina

Si, mi compañero tuvo que marchar al pueblo y asta el lunes no viene – le dije.



Y que vas a hacer todo el fin de semana tu solo? – me pregunto

Pues no se veré alguna película o saldré a tomar algo por hay – la dije

Así que después de esta conversación me invito a comer a lo que no pude negarme. Por lo que me marche a casa y me pegue una ducha y me cambie. Quería estar impecable para la cita que tenia con la vecina. Os voy a describir a mi vecina para que la conozcáis un poco. Mi vecina el una señora de unos 50 años más o menos pero muy bien llevados ya que la gusta hacer deporte, es morena de un metro y sesenta centímetros pero con unos grandes pechos y un culito respingón que a mi ya hace tiempo que me pone a cien.

Sobre las dos menos veinte pase a su casa y nada mas abrir la puerta me quede alucinado al verla con una vestido corto con un gran escote que me puso a cien nada mas verla. Y no tardo tiempo en crearme un erección que ella tuvo que darse cuenta.

Me invito a pasar al salón mientras ella terminaba de preparar unas cosas y sirvió dos copas de vino. A los cinco minutos ella vino y se sentó en el sillón junto a mi lo que me permitía ver gran parte de sus pechos por su gran escote y al no llevar sujetador.

A lo que no pude resistirme mas y me lance a besarla en la boca a lo cual no opuso resistencia y nos empezamos a besar y a la vez la empecé a sobar los pechos por encima del vestido a lo que rápidamente empecé a manosearla por debajo del vestido y empecé a bajar asta llevarme una sorpresa al ver que no llevaba bragas pero fue una sorpresa agradable, la empecé a masturbar y ella respondió desabrochándome los pantalones y empezándome a manosear el pene que ya le tenia que parecía que iva a reventar de la erección que tenia, de golpe me pego un empujón y me bajo los pantalones empezando a chupar el miembro lo que me encanto al ser la primera vez que me hacían una mamada de esa manera y tarde bastante poco en correrme.

La cogí y la lleve asta su cama y la empecé a chupar por todo el cuerpo y sin que ella se lo esperara se la clave y fue tal la sorpresa que se llevo que pego los gritos de lujuria mas salvajes que yo había oído.

Después nos dormimos toda la tarde abrazados y al levantarnos nos dimos una ducha juntos donde volvimos a echar otro polvo. Después nos cambiamos y nos marchamos toda la noche de fiesta donde pasaron mas cosas que ya os contare en otra ocasión.

Mandar vuestros comentarios a gentegente@hotmail.com, espero que os guste mi relato