LA VERGA MAS GRANDE QUE HE VISTO EN MI VIDA ( CON fotos)

Mire yo la verga más grande que vi en mi vida, fue cuando tenía 16 años, haría unos 2 meses que los había cumplido. Llevaba tiempo con ganas de dejar que me dieran por el culo, todavía era virgen pero ya sabía muy bien lo que me gustaba y lo que me llamaba la atención, vamos que me gustaban los hombres y me gustaban las vergas. Yo de siempre fui muy tímido, además me daba mucha vergüenza el que otros supieran de mis gustos sexuales, siempre iba a buscar sexo cuando ya no podía aguantar más, vamos cuando andaba caliente a rabiar, ahí cuando andaba caliente, era como una perra en celo, era cuando me solía atrever a ir a lugares como aseos públicos a dejarme hacer lo que quisieran, pero bien por unas cosas u otras, hasta entonces nunca me habían follado, todavía era
virgen, yo moría porque me metieran una verga por el culo pero hasta entonces no
había tenido éxito. Recuerdo que ese día, ya más bien noche, pues ya era completamente oscuro, pues era finales del invierno, yo creo que eran cerca de las 11 de la noche, pues ese día estando en el centro de la ciudad, tenía intención de ir al parque jardín, jardines Montes, se llaman, ahí al caer la tarde, es lugar de cruising, es donde van los homosexuales a buscar sexo. Hay lugares donde se ponen los jovencitos dejándose ver, es como un escaparate, ahí la mayoría
jovencitos se ponen a la espera de algún macho que los lleve para darles por el culo o lo que sea, bien vayan en auto o a pie, incluso para los que suelen
ir a pie, hay un apartado en los jardines que le llamamos “espacios”, ahí es para ir a coger cuando ya andas muy desesperado, cuando un jovencito entra ahí, ya se sabe que es para dejarse coger, es digamos para los que andan tan calientes que necesitan urgentemente ser cogidos, todavía recuerdo la primera vez que entré yo ahí, bufff que vergüenza llevaba, pero tremenda la cogida que me dieron, me dejaron con ganas de no salir de ahí.

Yo nunca había ido a dicho parque jardín, a esas horas, tenía ido cuando era pleno día y estaba lleno de gente, mamás con los niños y adolescentes jugando,
pero cuando empezaba a anochecer y la gente se retiraba, eso ya empezaba a ser lugar de encuentros sexuales, y exclusivamente homosexuales, o al menos era el lugar de encuentros homosexuales. Recuerdo que yo estaba al otro lado de la avenida, justo estaba en la parada del autobús, ya los autobuses que pasaban eran los últimos del día, vamos que era su último recorrido, pues entre las 11 y las 12, era cuando dejaban de funcionar los autobuses urbanos. Yo estaba allí en la parada haciendo que esperara el bus, pero mi verdadera intención no era subirme al bus, era el cruzar la avenida para ir al parque jardín. Me daba mucha vergüenza y no me atrevía, sobre todo me daba vergüenza el que me viera algún conocido o alguien que me llegara a conocer. Estando allí con la intención de cruzar la avenida, cuando estoy a punto de decidirme, fue cuando vi salir del parque jardín a un hombre, era joven, alrededor de unos 30 años como mucho, se veía muy bien, de alrededor de 1.75 centímetros de altura, fuerte pero delgado, era todo fibra, vamos que estaba en plena forma. Igual que lo vi yo a él, él también me vio perfectamente a mí, es más, al momento adivinó mis intenciones y lo que me estaba pasando, que me daba vergüenza y no me atrevía. Yo al verlo justo cuando iba a cruzar para dicho parque jardín, al verlo di media vuelta y en lugar de cruzar seguí por la acera, ya ni siquiera me quedé haciendo que esperara el bus, me daba vergüenza por lo que me puse a caminar dirección a mi casa. De vez en cuando miraba hacia atrás y veía a aquel hombre que venía detrás mía, vamos que los 2 llevábamos la misma dirección.

Yo ya estaba cada vez más nervioso, pues veía que aquel hombre seguía
detrás mía y para mí que me venía siguiendo, para cerciorarme que era así, que
venía siguiéndome, hice varias maniobras cambiándome de acera para luego
volver a ir por donde tenía que ir. Y efectivamente aquel hombre me estaba siguiendo, el cabrón me había visto intentando cruzar al parque jardín y adivinó
mis intenciones y no solo eso, supo cuál era mi problema, vamos que me caló a la
primera, así que se le dio por venir siguiéndome, vio que era un
adolescente que además de jovencito estaba para comer y allá que se tiró a la aventura a ver qué pasaba. Cuando ya llegamos a la calle donde yo vivía, al principio de la calle, había una joyería con un escaparate muy llamativo, así que armándome de un valor que no sé cómo tuve, me paré a ver el escaparate y esperar a que él
llegase a mi altura. Quería ver que era lo que iba a pasar, pues no quería entrar en el portal de mi edificio y que supiera donde vivía.
Muerto de nervios y excitado como una perrita en celo, allí estaba
viendo como aquel hombre se me acercaba. Nada más llegar a mi altura, se paró y me hablo, yo estaba que me temblaban las piernas, miraba para él y era
incapaz de decir nada, tampoco hizo falta, todo lo habló él, no recuerdo muy bien lo
que me dijo, pero sí que me dijo luego de hablarme, se que me dijo de si
tenía sitio a donde ir, al momento ya supe lo que me estaba proponiendo, moví la
cabeza en señal de negación, pues por supuesto no tenía sitio y no se me
ocurriría a donde ir. Ven, ven conmigo, sígueme que se de un sitio que vi al pasar.

Dio media vuelta y empezó a caminar por donde habíamos venido, yo
como un corderito que están a punto de llevar al matadero, excitado y caliente como
estaba, lo seguí, me había agradado aquel hombre y hasta me gustaba, así que fui siguiéndolo unos pasos atrás. Al llegar al desvío para mi calle, había una pequeña placita que estaba en obras, justo en medio había unas 3 casitas de planta baja, no
estaban a ras de acera, pues eran como las construcciones de las casas de judíos,
estaban elevadas de la acera más o menos un metro. Las casas estaban con la estructura, pero ya estaban además de abandonadas, por dentro todas destruidas. Allí fue donde primero se metió él y luego fui yo tras él.
Nada más entrar, ya se veía que estaban todas las paredes
derrumbadas, vamos que estaban llenas de escombro, solo les faltaba por tirar lo que es la estructura. Lo seguí hasta una zona donde no había escombros y nada más llegar ya me abrazó a él empezando a comerme a besos y meterme mano.

Yo temblaba de lo excitado y caliente que estaba, le dejaba que me
comiera la boca a besos y me fuera metiendo mano. Al ver él que yo me dejaba y respondía a sus besos, se sacó su verga de fuera, bufff así que vi aquella cosa,
no podía creerlo, jamás había visto polla igual, ni siquiera en revistas, le eché
la mano para acariciarla y tocarla, era tan grande y gruesa, que mi mano
no era capaz a rodearla, de largo era como una cuarta de mi mano o sea que algo
más de 22 centímetros, yo le calculé entre 23 o 24 centímetros de larga y de gruesa como mi muñeca o algo más.
Mientras yo hipnotizado acariciaba con mis manos aquella enorme
polla, él viendo como yo no apartaba mi vista de su enorme verga, me empezó a desvestir, me empezó a desabotonar la camisa que llevaba y una vez quedó mi pecho al aire, luego de acariciar y morderme los pezoncitos de mis pequeñas tetillas, empezó a aflojarme la correa del pantalón.
Yo me dejaba hacer sin hacer ni decirle nada, estaba aturdido
acariciando aquel enorme fierro. Así que me tuvo desnudo, empezó a comerme por todas partes, me lamía y mordisqueaba por todo mi cuerpo. Yo estaba que me subía por las paredes, ya le había bajado también el pantalón a él y no soltaba aquel enorme fierro que me tenía trastornado.
Cuando me dijo que le chupara la polla, al intentarlo, no me cabía en
la boca, apenas era capaz de chuparle el glande, así que me puse a darle
lengüetazos como si fuera un helado.
Ya estábamos los 2 completamente desnudos y tumbados sobre unos cartones que habíamos encontrado allí y yo moría de ganas porque me hiciera suyo, quería
que me metiera aquella polla por el culo y me desvirgara de una puñetera
vez. Mira que lo intentamos, pero fue misión imposible, aquella enorme verga no
me entraba por mi virgen agujerito, era mucha verga para un culito virgen como el mío. Al final los 2 nos corrimos, él sobre mi pecho y abdomen y yo en su boca donde se tragó toda mi corrida.
Una vez salimos de allí, me acompaño y fuimos hablando, fue cuando me contó toda su vida, donde trabajaba, y sobre todo donde podía volver a encontrarlo.
No tardé ni 3 días en ir a buscarlo, allí estaba en dicho bar justo a
las 9 de la noche, estaba con unos compañeros, nada más verme me vino
a saludar y me llevó con ellos. recuerdo que bebí una tacita de vino que
me invito, y luego me fui con él después de despedirse de los
compañeros.
Yo estaba tan pero que tan nervioso que ni siquiera supe si sus compañeros sabrían
algo, de si sabían a donde me iba a llevar y lo que íbamos a hacer.

Esa segunda vez me llevó a su trabajo, estaba en la plaza un primer piso. Nada más entrar ya nos quedamos en el vestíbulo, allí luego de quitarme toda la ropa y hacer lo mismo con la suya, me tumbó en el suelo y al igual que el primer día, me empezó a comer y hacer de todo, lo mismo que yo que estaba obsesionado con aquella enorme verga.
Volvimos a intentar que me metiera aquella enorme polla por mi virgen
culito, pero al igual que el primer día, era imposible, era mucha verga para un culito tan cerradito y virgen como el mío.
Mira que lo intentamos, pues yo estaba obsesionado pero nada, no había
manera. La tercera vez que volví a estar con él, me llevó a donde vive, no
vivía solo, eran varios en el apartamento, pero me llevó a su dormitorio y ahí en
la cama volvimos a hacer lo mismo que las otras 2 veces, mi culito seguí virgen y con ganas de que me lo estrenaran. Así fue las siguientes veces que estuve con él, ya vivía el solo en un apartamento nuevo que había alquilado y allí hasta tríos hicimos, pero yo seguía virgen.
Conseguí que aquella enorme polla me entrara por el culo, cuando
tenía 21 años, hacía unos meses que me habían desvirgado, Urbano fue el que me desvirgó un día en el vecindario ese día precisamente salía yo del parque jardín, venía con 2 hombres maduros, me acababan de dar por el culo justo en la zona que llamamos “escondidos”, venían acompañándome y metiendo mano, estaban encantados de haberme cogido y justo cuando estamos cruzando la avenida, pasaba por la otra acera mi amigo, al verme ya se quedó esperando, allí me despedí de los 2 maduros que me acababan de dar por el culo y luego de saludar a mi amigo fuimos a beber una cerveza y luego me fui con él, me llevó por segunda vez en
su vida a su trabajo donde me había llevado la segunda vez que había estado con
él.

Allí al igual que la primera vez, luego de quitarme toda la ropa, en
aquel inmenso vestíbulo, por fin consiguió meterme aquella enorme verga
por el culo. Ese día si me entró, pero no sin dificultades, y gracias a que todavía
seguía muy dilatado por las 2 cogidas que me acababan de dar los 2 maduros. Todavía llevaba en mis entrañas el esperma con el que me habían preñado cuando
por fin aquella enorme verga me entró por el culo.
Uffff, era como si me empalaran en una estaca, para donde se movía
él, para allí que me llevaba clavado en su enorme verga.
Chille y gemí como creo que nunca lo hice, al final me dejó el culo
tan pero que tan abierto que durante varios días yo creí que me iba a
quedar así.
Esa fue la vez que mi culito se tragó una verga tan grande y sobre
todo tan gruesa y eso que acababa de ser cogido por 2 maduros y estaba dilatado y caliente como una perra en celo. Con él estuve viéndome alrededor de unos 17 años, luego se caso e hizo vida con otra persona y después jamás lo volví a ver.
Este si no llega a tener una polla tan grande, y que fue la polla
más grande que yo jamás vi, hubiera sido mi desvirgador aquel día que me dio caza
cuando yo contaba con tan solo con 16 años.